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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Livros e literatura
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46 Chs

Eddard - II

Habían pasado tres días desde la última vez que había visto a Jon. Tanto Robb como Arya habían estado actuando extraño.

Robb parecía distante y se quedaba mirando hacia el vacío desde las ventanas o desde las murallas de Invernalia.

Y Arya… Arya había estado decaída, había peleado con su madre, y sus ojos habían permanecido hinchados y enrojecidos por haber estado llorando desde entonces.

Jon no había aparecido en los campos de entrenamiento, ni en las cenas, desayunos ni en ninguno de los banquetes que se organizaron en honor a Robert. A Ned no le había parecido extraño, Lady Stark le había ordenado a Jon que tratara de no aparecer ante la comitiva real.

La tarde anterior Tyrion Lannister le había preguntado por Jon, el no había estado consciente de que su hijo había entablado algún tipo de amistad con el hijo enano de Twin Lannister. Pero de no haber sido por la pregunta del enano, no habría notado que Jon no estaba en Invernalia.

«Lo prometiste» la voz de su hermana, tan clara como la recordaba, parecía estar acusándole.

Era cerca del anochecer cuando se dio cuenta de que Jon se había marchado, Eddard había pedido a uno de sus guardias que fuera a buscar a su hijo bastardo. Pero no lo habían encontrado por ningún lado, y en su habitación solo había una nota ligeramente arrugada y manchada de lágrimas.

Solo había una persona en Invernalia que podría haber entrado en la habitación de Jon, y que había estado llorando sin parar por algún motivo que, hasta el momento, se le escapaba al Guardian del Norte.

Solo entonces Ned comprendió porque su hija menor estaba tan triste, y porque estaba enojada con su madre Catelyn. Ella había leído aquella nota, o tal vez el mismo Jon le había dicho porque se marchaba. Pero a Lord Stark eso no podría importarle menos, su pequeña Arya, la hija que tanto le recordaba a su adorada hermana tenia la "Sangre del Lobo", una espada y toda la justificación, al menos en su joven mente para odiar y talvez hasta desear matar a su propia madre.

Ya había visto lo que la "Sangre del Lobo" causaba en los Stark, su hermano Brandon tenia mucho de eso, y le había llevado a una muerte prematura, Lyanna había sido lo mismo, su Sangre del Lobo la impulso a tomar muy malas e irreflexivas decisiones. Todos los que tenían la Sangre del Lobo sufrían de muertes prematuras.

Y ahora, Ned estaba preocupado, si Brandon y Lyanna tenían la Sangre del Lobo, Arya y Jon tenían mucho más. Y jamás había visto a un par de hermanos tan cercanos y unidos… «son primos» se recordó «podrían no compartir simplemente sentimientos de hermandad».

Hace unos años Arya había resultado herida cuando un titiritero ambulante trato de secuestrarla. Y en ese momento Ned se había enterado de lo aterrador que podía ser el hijo de Lya, fue hasta el punto en que incluso los señores del Norte se horrorizaron cuando supieron lo que había ocurrido.

Un Jon de once años armado con una espada robada de la armería del castillo había entrado a las Inviernas y causado estragos entre la compañía de titiriteros. Más tarde, cuando interrogo a los supervivientes de lo ocurrido, supo que habían sido contratados por Roose Bolton, y a pesar de ello no le fue posible perseguir al señor de Fuerte Terror para llevarlo ante la justicia del Rey, no había prueba alguna que justificara a la Casa Stark el someter a uno de sus vasallos.

Pero hubo algo que, si pudo averiguar, Jon era un chico extremadamente hábil, salvaje y despiadado si llegaba a considerar a alguien como enemigo. Arya solo había sufrido un rasguño, nada mayor a los raspones de rodillas que la niña adquiría casi a diario. Pero eso no hizo que la ira del cachorro de Lya fuera menor, el niño de once años había matado a dos hombres, y herido a otros siete, heridas de las que jamás se recuperarían.

Arya por otra parte solo confiaba totalmente en Jon, era a el a quien recurría cuando tenia pesadillas. Estaba de mal humor, o se sentía agraviada. Y Jon siempre tendría tiempo para ella. Y ella siempre trataría de pasar tanto tiempo como fuera posible con su hermano.

Ned estaba nervioso, si Jon se metiera en problemas, si algo le llegaba a pasar no podría enfrentarse a Lyanna en la otra vida.

«No le pasara nada, Jon es el más hábil con la espada que haya habido desde la Guardia Real de Aerys, no hay nadie que pueda matarlo, nadie le haría daño en el Norte.» pensó Lord Stark «Pero… y si va al Sur, si alguien se da cuenta de quien es en verdad»

Ned estaba extremadamente preocupado, pero no sabía que podía hacer, Jon conocía el Norte casi tan bien como el mismo, y era un chico inteligente, si no quisiera que lo encontraran podrían buscarlo por años y no lo encontrarían.

Por ahora, decidió Lord Stark, interrogaría a los cómplices de Jon, y estaba seguro de que había dos de ellos entre sus propios hijos.

Ned entonces pidió que le trajeran a Robb y Arya, y tras un cuarto de hora los dos estuvieron frente a él.

—Robb, Arya. —dijo con un tono solemne— creo que ambos saben porque los llame.

—Ugh… —Robb hizo una mueca y Arya no reacciono.

—Se trata de Jon. —añadió Ned— ambos ya saben que se fue de Invernalia, ¿no es así?

—Yo… yo le prometí que no se lo diría a nadie. —Robb respondió titubeante. —Lo siento, padre.

Arya simplemente miro fijamente a los ojos de Eddard, sin responder ni cambiar de expresión.

—Arya, ¿lo sabias también, no es así?

—No se que habla, padre. —el tono casi inexpresivo de Arya era tan similar al de Jon que Lord Stark no pudo evitar suspirar.

—No los he llamado para culparlos por no habérmelo dicho. Pero quiero pedirles que me cuenten todo lo que Jon les dijo antes de marcharse.

Robb fue el que respondió.

—Jon dijo que se marchaba para que no lo enviaran al Muro.

—Hah… yo solo lo decidí enviarlo allí porque Jon dijo que quería ir con Ben cuando regresara al Muro…

—No es cierto. —interrumpió Arya, con una expresión de enfado — Solo decidiste eso para contentar a mi madre, nunca pensaste en Jon.

Arya era tal como había pensado Ned, su Sangre del Lobo la hacia inflexible e irascible, totalmente apegada a sus ideales. Pero lo que su hija menor había dicho se sintió como una puñalada al corazón de Eddard.

—Arya… yo no pretendía…

—¿¡Que!? ¿No pretendías alejar a Jon? ¿no querías quitarme a mi hermano? — la niña tenia lagrimas corriendo por sus mejillas, y Ned no supo si eran de tristeza o de ira.

—Arya… Jon es mi sangre, y lo adoro tanto como los adoro a ustedes. Pero no podía dejarlo aquí, solo con Catelyn, ambos ya deben haber notado que a ella no le gusta que Jon este cerca.

—¡Entonces que ella se vaya! Jon es del Norte y ella del Sur, Jon es quien debería quedarse— Arya estaba realmente furiosa, Ned se dio cuenta de eso.

«Nunca pensé que Arya actuaria así a causa de Jon… podría ser… Rhaegar y Lyanna otra vez»

Ned estaba asustado por ello, no podía permitir que dos hermanos tuvieran ese tipo de relación.

«No son hermanos, son primos. Solo di la verdad y está arreglado» creyó escuchar la voz de Lyanna, tan impulsiva y definitiva como recordaba dándole una especie de consejo.

«No, no puedo hacerlo Lya, lo siento»

Ned decidió que incluso si recuperaba a Jon, incluso si no lo enviaba al Muro, no permitiría que siguiera tan cerca de Arya. Eso solo podría llevar a un mal final.

—¡Arya, estas hablando de tu madre! — Ned alzo la voz — ¡Mi señora esposa, no puedo expulsarla, y menos por un hijo ilegitimo!

La niña le miro con ira, se dio la vuelta y salió de la habitación dando un portazo. Los ojos de su hija eran extremadamente similares a los de Lyanna cuando discutió con su padre sobre su matrimonio con Robert, Ned recordaba como había acabado aquello, y no quería que se repitiera.

«Que puedo hacer… no puedo decir la verdad… Robert lo querría muerto, no puedo»

—Hah… Robb, por favor, ve con ella. No quiero que este sola en este momento. Se parece mucho a Lyanna, podría hacer una locura.

—Si, padre. Pero yo tampoco estoy de acuerdo con que hayas decidido expulsar a Jon a causa de mi madre.

Robb salió de la habitación mientras respondía, sin mirar a su padre.

Ned se sintió cansado, y como si un peso estuviera sobre sus hombros.

Antes del anochecer, Ned había enviado cartas a todos los castillos del Norte, todos debían ayudar a buscar a Jon.

Robert incluso ofreció que sus caballeros cooperaran con la búsqueda.

Cuando Catelyn se enteró de la desaparición de Jon mostro una sonrisa feliz. E incluso, llego a decir que lo mejor seria que muriera lejos donde nadie lo encontrara.

Esa fue la primera vez que Ned estuvo furioso con su mujer. El sabia que a ella no le agradaba Jon, pero nunca había pensado que le desearía tal mal a un niño.

...

...

Esa noche Ned estaba enfadado y arrepentido, había perdido a Jon, no, lo había alejado.

«Promételo Ned» recordó las ultimas palabras de su hermana, su última petición.

«Lo prometiste» sintió que su hermana lo acusaba. Y Ned decidió ir a las criptas. Tenía que hablar con ella, disculparse.

Eddard bajo a las criptas de Invernalia, y camino hasta la fría estatua de piedra que representaba a su hermana. El señor de Invernalia se arrodillo frente a la estatua de Lyanna, allí, el no era el Guardian del Norte, solo un hermano arrepentido.

Ned se disculpo muchas veces, pero sentía que los ojos de piedra de la estatua le reprochaban, y no fue capaz de levantarse incluso cuando escucho pasos acercarse detrás de él.

—Ned, maldita sea. Tenemos que hablar. —era Benjen su hermano menor, y el más cercano a Lyanna.

—Ben… yo…

—¡Cállate por un momento y escucha! — lo interrumpió.

—Esta bien… que quieres decirme Ben.

—¿¡Por que lo ibas a enviar al Muro!?

—Luwin dijo que le comentaste que Jon quería seguirte de regreso al Castillo Negro, y Catelyn dijo que no quería que el se quedara en Invernalia… yo…

—Le dije a Luwin que te hablara para que convencieras a Jon de que el Muro no era para él. No para que lo enviaras allí. —Benjen solía sonreír, pero esta vez su rostro era una máscara sin expresión y su voz era tan helada como el Muro en el que había decidido pasar su vida.

—Yo… pero el Maestre…

—¡Los Maestres no son de fiar, Ned! Nunca se saben que es lo que pretenden en realidad. Puede que Luwin se haya dado cuenta de quien es Jon. Y quería deshacerse de él.

—Pero… ¿Cómo?

—Vamos, Ned. Solo haz cálculos. Jon es mucho mayor que Robb, un Maestre lo notaria en seguida. Jon tendría que haber nacido de siete meses para que lo trajeras al Norte cuando lo hiciste. ¿No lo habías pensado? Muchos saben que hay mas en la historia que contaste de lo que querías que supiéramos. Nadie en el Norte te cuestionaría por ello. Y saben que el chico es de nuestra sangre. Pero eso no significa que crean que sea tu hijo.

—No… no puede ser… Nadie nunca me ha comentado…

—Vamos Ned, todos saben que es algo que no se debe comentar, de lo contrario, ¿por qué tú, Ned Stark mentirías? Hasta el viejo Oso, se dio cuenta Ned. Sospecha que es de Brandon o de Lya, pero no cree que sea tuyo. Y así también lo piensan muchos en el Norte. Reacciona, es un secreto que saldrá a la luz algún día.

—No podemos dejar que se sepa… O Robert…

—Por ahora, dejemos eso a un lado. —Benjen suspiro— ¿Crees que lo encontraras?

—No… no lo creo. Si Jon no quiere que lo encuentren nadie en el Norte lo encontrara.

—Entonces, mantén la búsqueda por unos días, pero probablemente haya ido al Sur. Luego informas que Jon esta a salvo en el Cuello. Howland ya debe saber que el chico va para allá. Nadie escapa de la mirada de los lacustres en el cuello. Jon estará a salvo.

—Pero… eso… Howland le contara… se lo contara todo… y si me odia… y si quiere reclamar lo que es suyo…

—¿Lo criaste para tomar ese tipo de decisiones, para rechazar a su propia familia?

—No, Jon no es así. El es un niño que me hace sentir orgulloso de que compartamos la misma sangre.

—Entonces esta resuelto. Vamos Ned, levántate, Lya no querría que estuvieras así.

Ned se levantó, le pidió perdón a su hermana por última vez y siguió a su hermano menor.