Campo de entrenamiento de artes marciales:
*thump thump* Los sonidos de puñetazos sólidos como rocas continuaban sin parar.
Las manos vendadas de Liu Ying estaban golpeando el saco de boxeo como loco.
Song Jing rápidamente lo alejó. —¡Capitán, detente, estás loco?! ¡Detente! ¡Estás herido!
Liu Ying respiraba pesadamente con una tormenta en sus ojos y solo hizo una pausa por un instante antes de atacar el saco de boxeo una vez más.
—¡Capitán, no seas así! Capitán... —Song Jing lo persuadió por mucho tiempo sin éxito. Todo lo que vio fue cómo las heridas de Liu Ying se abrían de nuevo.
En ese momento, Song Jing captó una figura familiar caminando hacia ellos desde el rincón de su ojo.
—¡Señorita Ruoxi! —Era como si la estrella brillante de Song Jing hubiera llegado y rápidamente pidió ayuda—. ¡Señorita Ruoxi, por favor intente hablar con el capitán!
Al ver que la persona que entraba era Ruoxi, Liu Ying se congeló, —Señorita Ruoxi, yo…
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