TRASMIGRACIÓN

Los ojos de Serena se interiorizaron, su mirada se perdió al tiempo que repetía

---20 años... hace veinte años...

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En ese preciso instante de la anoche infernal llegó una apariencia femenina que montaba un perro de la noche. El ser sobre natural trasformó su aura y la bestia conocida como Cu-Sith gruñía amenazante.

--- ¿Viniste a observar Serena?.

---No. Solo venía a comprobar que tan aberrantes somos. Mmmmm... Incluso ni siquiera dejaste a tu hijo lejos de este maldito espectáculo ¿Verdad?

Algunos de aquella multitud comenzaron a retirarse las mascaras e inmediatamente sus rostros demostraron lo que realmente eran. los cuernos que antes parecían adornos, sobresalían realmente de sus cráneos, diferentes formas antropomórficas que envolvían diferentes elementos empezaron a hacerse visibles, seres bestiales de diversos tamaños y deformaciones fueron transformando el lugar.

--- Me imagino que separaste a los pobladores de esto…¿Cierto?. Esta no es una publicidad apropiada en estos momentos ¿No es verdad?

Le dijo la Glaisting a aquel hombre de ojos rojos mientras apuntaba su filudo dedo a un niño de 7 años también de cabello lacio rojizo.

--- Eres tan calculadora Serena. Mi hijo le devolverá la sangre pura al linaje de la Norna, desde aquí se percibe en ella la semilla de humanidad que la corrompe. Solo necesitamos que sea transferido nuevamente y se purificará como es debido.

---Ja. Eres un maldito loco. Estás insinuando que emparejarás a tu hijo con la hija de Skuld. ¿Qué pretendes controlar?

-- Mi deseo es regresar a Avalon a su esplendor. Si no estás de acuerdo lárgate por donde viniste.

--- Suéltala, Kain!.

--- ¿Desde cuándo eres tan considerada con la traidora de Skuld? Deja ese teatro y largate ya mismo si no quieres hacer parte.

--- Qué la sueltes, Kain!!!.

La Glaistig le exigió al druida con un tono brusco y dominante.

---¿Cómo es posible? Te estás rebelando a un druida, acaso quiere que las maldiciones caigan sobre ti Serena. No enfrentes la ira de un mensajero de los dioses.

--- Te digo que la sueltes, no sabes lo que estás diciendo y tal vez si continuas conozcamos la verdadera ira de al menos uno de ellos.

---Mantente a ralla Serena, no te atrevas, estamos tan cerca que no permitiremos ninguna interrupción. Skuld está débil, su espíritu decayó en el momento que tomamos a este insignificante humano, solo un poco mas de presión y se derrumbará por completo.

---No lo comprendes y yo no deseo explicar los detalles, solo te diré que la niña es parte de un pacto y una promesa.

---¡Cállate! no voy a escuchar tus argucias, no nos engatusarás con tus intrigas. Solo lárgate.

La anciana retorcía sus ojos en blanco y una voz profunda dejó entrever una queja.

--- Algo impide que dé a luz, como se adelantó a su natural tiempo el bebé se resiste a salir .

--- No hay tiempo de espera, debe ser hoy, las tropas humanas han estado en los alrededores reclutando entre las aldeas, es cuestión de días, horas, que sé yo, para que lleguen y no queremos que eso pase ¿Verdad?. Sácala a las malas si es preciso.

Los ojos ahora aturdidos y cansados de Skuld evidenciaban su falta de compresión y letargo. No había nada más, Eli yacía allí entre la sangre de su cuerpo.

La anciana tomó un afilado cuchillo que dirigió al abdomen de la mujer jadeante.

---No lo hagas!!.

Gritó la Glaistig quien apresuradamente corrió para proteger a Skuld. El druida no dudo en demostrar su poder y generó una barrera. Serena con sus ojos blancos proyecto una ráfaga y quebró está aproximándose con rapidez. Los participantes la atajaron mientras ella derribaba en sangre a cada uno de ellos.

El druida se dispuso a atarla con su báculo, la energía le oprimía el torso y el cuello, Su fiel mascota mordía las cadenas de energía mientras el olor a quemado se extendía junto con la furia del animal quien fue derribado en chispas flameantes.

La Glaistig entonó un hechizo y deshizo el poder que se proyecto con fuerza mientras sus garras herían el brazo del druida.

Y allí estaban los ojos del menor, los ojos de aquel pequeño niño que solo seguían con cierto interés y asombro las escena del momento, pero no escondía su mirada, era él allí de pie observándolo todo, algo en el infante estaba perdido de su edad, una sonrisa de maldad y satisfacción oculta se asomaba insipiente e inocente al ver el siniestro escenario.

En un vistazo Serena solo pudo ver la esencia de su raza en ese niño con cierto asombro y a su vez con asco...

--- Esto no está bien… tus actos definitivamente nos llevarán a la completa extinción, entiéndelo ya. Deja esas estúpidas ideas y déjanos vivir nuestras vidas.

--¿Estás hablando de libertad? yo hablo del destino… nuestro destino… que reconstruiremos como los amos de todo. La diosa madre nos heredó las tierras y el mundo y los malditos humanos no nos las arrebatarán.

Continuaba hablando con su tono sereno y plausible entre la sonrisa de victoria y satisfacción.

Su estallido de ira oculta y de poder arrojaron a la Glaistig hacia un tronco golpeando su espalda con fuerza. La mueca de dolor y el vomito de sangre la hicieron revolcarse en el suelo.

Por su parte, la anciana sin mediar más palabras posó su daga en el vientre, el alarido de dolor despertó a un Elrick quién parpadeaba mientras con sus lagrimas intentaba lavar la sangre y el polvo de sus ojos. La imagen fue terrible y escalofriante pues el contra luz proyectaba la sangre que se derramaba del vientre mientras la dama era sujeta de las muñecas y las piernas.

Tras el último gritó y un largo suspiro, siguió un llanto inocente…

La Glaistig en el suelo, daba vueltas con sus manos en su cabeza, el pitido y la falta de conciencia le nublaron el pensamiento. A su mente vino Skuld y su capricho...

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---Ayúdame a sellarlo Serena.

--- ¿Para qué lo quieres?

--Te digo que necesitaré un guardián, un protector.

---No, Skuld eso no funciona así. Él no te protegerá a ti, además tendrás que dar algo a cambio. Tendrás que averiguar que desea, pero definitivamente los pactos de los dioses solo pueden hacerse en seres de almas puras. Y tú ya estás muy lejos de eso Skuld.

--- Igual no podemos dejarlo así, es inestable…

--- ¿Qué deseará?

--- Parece que lo mismo que yo. Desea ser un humano también… quisiera en este momento ser la Norna de pasado.

Bufó de impotencia.

--- ¿Por qué no lo dejas donde lo encontraste?

---No. No quiero. Su debilidad me está dando la oportunidad de ser lo que yo deseo ser.

--- No lo comprendes ¿Verdad?, si hago el pacto tengo que darle algo a cambio, si pierdo mi poder seré una humana, si cedo el derecho encajaré, seré normal, podré tener sin fin de emociones. Dejaré atrás todo la zozobra, los murmullos y las voces que solo hablan de la gente, esas voces que me aturden el cerebro y me muestran la felicidad que jamás tendré. No quiero más estó. quiero ser libre...

--- Parece que has visto y oído muchas cosas ¿verdad?.

--- A todo momento a toda hora. Pero acaso ese no es mi destino y mi única función como hija del telar. El único destino que no puedo ver es el mío y mis presagios solo me dicen que no debo desperdiciar mi vida. Por eso te lo pido, ayúdame a sellarlo.

--- Siempre has sido egoísta y codiciosa Skuld, hasta en este momento solo piensas en cómo utilizar a este bastardo cascarón para hacerte a tus ideas y también quieres arrástrame contigo.

---Cállate ya!! igual es nuestra naturaleza. Además, jamás seremos tan cercanas como para que me vengas con sermones, sabes que nuestra condición como hijos de Avalon en cualquier momento dará paso a cualquier traición.

Sonrió con cierta insatisfacción.

--- Tienes razón, eso es lo que más me agrada de mi raza, la sinceridad ante todo. Nuestra raza y la sangre fría de la diplomacia hacia la traición. Jajaja....mmm... Está bien, tampoco me gustaría encontrarme a un cuerpo cuya alma no puede controlar el poder que posee.

--- Dijiste que era un Dios ¿no es cierto?

--- Sí, no se cual. Y ni quisiera quiero saberlo.

--- Esta bien, está bien. Pero su condición no es buena.

El embrujo de Skuld fue complementado con el embrujo de Serena, ambas intentaron dejar que hablara en sueños y prestaron atención a sus palabras, el lenguaje usaba voces antiguas a veces difíciles de interpretar, pero hablaban de una dama, una mujer quien lo sedujo por su belleza, desde el infinito la observó, la codició, cuando intentó acercarse, ella lo rechazó, ella prefirió morir antes de estar con su horrendo y monstruoso ser, se suicido.

El rechazó de una simple humana fue frustrante, la ira lo cegó deseando erradicar la existencia de la humanidad, el vacio fue tan profundo y desolador al mismo tiempo que contradictorio pues escuchaba las plegarias de los pobladores para que él los salvara de su desgracia cuando era él mismo quien la estaba provocando.

Su irá hecha rayos, relámpagos y truenos. Destruyó cosechas, calcinó ganado, mató inocentes, dejó viudas y huérfanos. Aún así clamaban por su protección con agradecimiento. Era incomprensible, la venganza solo producía una ira visceral, ¿por qué ellos seguían confiando en él?, ¿por qué aún al llorar sus pérdidas seguían adelante? ¿Por qué luego sonreían entre la desgracia? ¿Por qué lo claman si al momento de verlo solo lo consideran un monstruo?.

Cuando su ira cesó ya había cometido varias atrocidades, la culpa lo rondó y se sintió desgraciado por dejarse llevar por un sentimiento mortal y perverso como el resentimiento, intentó razonar pero no pudo hacerlo con claridad, algo dentro de sí estaba roto, además quería experimentar más de estas emociones humanas, él quería ser humano y con ello comprender y enmendar el pecado que lo carcomía.

Bajó al mundo y se hizo diminuto como aquella vez, redujo su poder al tamaño de una canica que consumió en su interior. La gema ardía como el alma humana que él antes no tenía y su cuerpo se transformó en un cascarón, sus cabellos blanco plata se oscurecieron y encogieron, su rostro se perfiló y las lagrimas negras que bajaban de su frente a sus mejillas se aclararon junto con su blanca piel, ese brillo sobrenatural se diluyó en el cuerpo entre sus formados músculos y tentadora carne. Rasgó sus alas para no regresar al cielo y estas finalmente desaparecieron.

Parpadeó con fuerza y abrió sus ojos que se confundían con el azul del cielo en un día soleado, ese azul profundo que no se perdería jamás.

Por primera vez sintió el frio del suelo, el ardor del sol en su rostro y ojos, las piedras en sus pies le hirieron inmediatamente su descalza y tersa piel.

Sintió hambre, sed, dolor de estomago. La impotencia del desamparo lo estaba confundiendo, ¿Eso era lo que deseaba? ¿Quería ser así de débil e indefenso? ¿Podría ser presa de su deseo y morir allí en ese preciso instante? Su mente no respondía adecuadamente, la información de siglos no cabía adecuadamente en esa limitada mente, sencillamente decidió olvidar….

Ambas se sorprendieron tras la visión, aquel dios lo logró pero cómo, a qué precio....

--- Veo que quieres ser igual de estúpida que él Skuld. Parece que este ni siquiera quedó cuerdo.

Skuld se mordió una uña mientras interiorizaba lo ocurrido.

--No me importa.

---¿No te importa? Je… qué graciosa. Míralo es realmente patético.

---No. Creo que no lo es... Intento ver su futuro y no lo comprendo con claridad. Solo hay una emoción de apego y calidez.

--- ¿Qué sabes tú de la calidez Skuld?

--Nada, absolutamente nada y por eso la codicio, quiero conocerla, quiero vivirla.

La Gaistling negó con la cabeza, como si con ello Skuld fuera a cambiar de opinión, no habiendo más, ambas prepararon un brebaje y un amuleto. Pensaron entonces en como poder sellarlo al tiempo de transferir su humanidad y generar el pacto y la promesa. Las variables estaban dispuestas, no habría marcha atrás.

---Serás humana después de esto.

La expresión de Serena negaba cada frase con el movimiento de su cabeza y su boca.

---Sí. lo sé

---¿No te asusta?.

--- No. No sé que es nada, porque sencillamente no siento nada, solo estás falsas percepciones de emociones ajenas que solo conllevan a la avaricia y la traición.

Suspiró como si con esas últimas palabras liberara la carga negativa que la carcomía por dentro.

Lo recostaron frente a la chimenea, marcaron unos signos en su cuerpo e hicieron una campo de protección, su cuerpo lentamente dejó ver su verdadera naturaleza.

Ambas lo observaron con detenimiento, un ser alado que aparentemente ante los ojos de los seres de Avalon era hermoso, tan así que su luz les cegaba los ojos, su cabello irradiaba energía era demasiado ante su vista. Luego sus voces angelicales iniciaron suavemente hasta entonar al unisonó una profunda melodía.

Trueno al que perteneces

a la carne te convocas.

Misterios del universo y el tiempo

olvidados en tu ser profundo permanecerán.

Trasmigra tu alma al cuerpo de una dama y

renacerás en un ser nuevo.

Toma mi poder y arrúllalo en tus brazos,

consiéntelo en mi vientre virgen,

tomarás la mano de tu amada eternamente

mientras cuidas la morada de su existencia.

Acompáñala desde la concepción

hasta la muerte.

Se guardián, compañero y amante.

Se pareja y consuelo.

Vivirás humanamente,

hasta que el poder que te convoca

te reclame nuevamente.

La promesa que atraviesa el tiempo y el espacio,

la promesa que calentarás y protegerás

entre tus brazos,

la promesa que amarás

por siempre.

Serás tú, carne de mi carne,

niña de mi yo humano

heredera de mis egoístas deseos.

El pacto fue hecho, poco a poco la figura de aquel ser cambio de su forma inmortal a su forma mortal, el poder que lo rodeaba se compactaba en una gema, en una semilla. su cuerpo hecho energía se deshacía lentamente. Todo se concentró allí. Skuld dudo un poco pero ya era tarde para arrepentimientos, tomó la gema y la consumió, una luz azul neón atravesaba su carne. Serena veía con impacto como esta gema recorría su boca, garganta, estomago y finalmente se depositó en su vientre y mientras esto pasaba recogía en su trasegar la magia y el poder sobrenatural de Skuld, la luz que irradiaba todo junto se incubó allí para luego sencillamente apagarse por completo.

Skuld tomó su vientre y sintió una calidez, su mente ya no tenía visiones, no escuchaba voces, era un silencio absoluto. Se sintió por primera vez aplaciblemente sola y desamparada.

Poco a Poco sintió un mareo, volteó a ver a la Glaistig con una sonrisa de satisfacción en su rostro y se desmayó.

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Serena quien sujetaba su cabeza con una mano mientras se reincorporaba de su cuerpo adolorido, exclamó con furia su gran temor.

--- Así no debía ser, estos imbéciles no saben a lo que se enfrentan.

Se guardián, compañero y amante.

Se pareja y consuelo.

Vivirás humanamente,

hasta que el poder que te convoca

te reclame nuevamente.

---No, no ,no … es muy pronto…

Volvió a reincorporarse pero ya era tarde, los llantos de un bebé retumbaban en el lugar, al tiempo que una anciana sorprendida no daba cuenta del otro ser que sujetaba a la criatura.

---¿Por qué hay dos? Eso no tiene sentido.

--- ¿Nos equivocamos?

La mirada fría de la Norna se posó en ambas criaturas y sonrió… luego sacó sus últimos alientos para reírse con fuerza.

--- JAJAJAJ... el pacto fue un éxito… nunca fue mi guardián pero si el de ella.

No la comprendían, la bizarra escena fue desagradable.

--Deshazte del niño. Las Normas jamás han engendrado un hijo varón… esto sencillamente es una aberración.

Perdiendo su total serenidad gritó el druida enfurecido.

Cuando la anciana se dispuso a sacrificarlo… observó dos lagrimas negras que cruzaban bajos los inocentes ojos que se abrieron con tierno asombro.

Aquél diminuto ser no lloró, no musitó ni un solo ruido. Solo fijó su mirada en el rostro de la anciana.

La daga que se disponía a travesarle se calentó, unos sonidos de chispas se extendieron, y del cielo se acumularon nubes, de repente estalló una tormenta eléctrica, los truenos y relámpagos retumbaban peligrosamente.

El miedo de los espectadores que se había acumulado tras las frases amenazantes de skuld solo comenzaron a citar plegarias a los dioses y pedir excusas por su pecado. Las cosas se salieron de control, empezaron a señalarse los unos a los otros, hasta que algunos seres menores con poca inteligencia empezaron a agredirse y golpearse.

La confusión y el desmadre del momento involucraron a todos, mientras la anciana estaba indecisa de atravesar a aquel pequeño ser que sostenía en su mano, comenzó a temblar dejándolo caer.

Skuld reía como una bruja desaforada, mientras sentía como la corriente de su vida se escapaba por su vientre abierto en peligrosa anemia.

Elrick quien no daba cuenta de nada logró zafarse como pudo para correr ante una Rosalie pálida y de sonrisa maliciosa. Cuando ella lo vio detuvo su locura y reaccionó a él tan suave como siempre, solo que esta vez fluyeron lagrimas de tristeza.

--- Eli yo no quiero morir.

Erick no hallaba que hacer, la imagen era desastrosa, la sangre fluía constante, la hemorragia no era fácil de detener, era inevitable, Rosalie se estaba desangrando en sus brazos.

---No digas nada. No digas nada. Guarda tus fuerzas.

La abrazaba con impotencia mientras sentía que le estaban arrebatando la vida junto a ella. Quién lánguidamente levanto su mano para rozar la profunda herida que atravesaba el rostro de Eli.

La pelea campal y las culpas a su alrededor pasaron totalmente desapercibidas.

---Eli.

Rosalie tosió mientras su adolorido cuerpo solo reflejaba dolor.

--- Perdóname.

--- No digas nada, no hay nada que perdonar. Te amo.

--- Eli, te engañé.

---No. no, eso no es cierto. Algo dentro mío sabía que algo no era real. Nunca quise conocer la verdad. Perdóname tu a mí. Si hubiera tenido al menos la intención por descubrirlo, todo hubiera sido diferente.

--Yo, yo no quería que fuera diferente. Yo quería que todo siempre fuera así. Tú y yo Eli. Todo fue perfecto.

---No, no, no. Yo te hubiera protegido de esto. Hubiéramos vivido juntos por siempre en otro lugar, lejos de esta barbarie, lejos de esta mierd*.

Eli lloró, mordía sus dientes de la impotencia de no poder hacer nada, de no poder solicitar ayuda a nadie. Ni siquiera podía llevarla fuera de ese infierno.

Las llamas perdieron control, algunos quemaban a los otros mientras se defendían y asesinaban entre sí.

El bebé que caía al suelo se trasformó en una masa de energía incandescente que cegó los ojos de la anciana y el druida quien por reflejo empujó detrás de él a su hijo, aquel pequeño no se perdía nada de lo que estaba pasando, no hacia ni el esfuerzo de ocultarse.

La nodriza que sostenía la niña en llanto, tropezó de miedo y cayó mientras sujetaba la bebé a su cuerpo.

Un relámpago iluminó al tiempo el cielo y un trueno resonó con furia haciendo que las féminas gritaran horrorizadas.

La masa creció y creció, tomó forma adulta y de su espalda surgieron unas alas que se agitaban como las llamas ardientes, la luz formó unos cabellos ondulantes largos y vaporosos color blanco plata y sus ojos tatuaban una lagrima negra que bajaba a sus mejillas. Abrió sus ojos iluminados y rodeó la escena.

Tan pronto como fijó su vista en la bebé, del cielo cayeron copiosa mente rayos que calcinaron a los aturdidos espectadores, el caos que se había detenido momentáneamente se apoderó de todos nuevamente quienes corrían para evitar ser alcanzados por la ira de aquello.

La Glaistig solo pudo percatarse de la ira de pacto. Vio como el sello del poder se apoderó de él antes de tiempo. Igual la promesa del guardián ardía vívidamente en aquel ser quien no perdería lo que ya le había sido otorgado. Serena se apresuró, barrió sus ojos para hallar a Skuld en los brazos de su amante.

La imagen le hizo torcer la boca pues una sensación desgarradora y desconocida le apretó el pecho al verlos llorar juntos. No era la vida humana que tanto deseaba Skuld pero las emociones de ambos solo demostraban que si había conseguido sentir lo que los humanos llaman amor.

Intentó acercarse rápidamente, Skuld la vio detrás de Elí.

---No le hagas daño.

Erick giró para ver estupefacto a aquel ser mítico.

Serena vio el estado de Skuld, ya era tarde, ni sus embrujos podían detener la muerte inevitable. Skuld lo leyó en sus ojos y se entristeció, no por ella sino por Eli quien sufriría su perdida y guardaría memoria de estos traumáticos acontecimientos. Apretó la mano de Eli y le dijo

--- Te amo. Pero debes vivir, vive por ti… eres el ser más maravilloso que he conocido. Amé todo de ti, ame cada momento, ame tener una hija contigo…

Eli había olvidado el bebé.

---Pero de qué sirve mi vida sino puedo compartirla contigo.

--- Tienes que vivir, tienes que irte.

--- ¿Y la bebé?

Skuld solo sonrió. Luego, tomó un amuleto de su cuello, lo acercó al pecho de Eli y musitó palabras desconocidas sumergiéndolo allí. Elí no dio cuenta de ello, estaba tan perplejo y dolorido por todo que solo sintió una picada en su cuerpo, su mente se nubló mientras repetía el nombre Rosalie con desesperación.

--- Llévatelo Serena... llévatelo lejos…

El ruego de Skuld conmovió a la Glaistig quien sentía que se lo debía pues ella había escrito parte del guión de esta tragedia. Tomó a un Erick quien sujetaba a Rosalie mientras su memoria se desvanecía. Rosalie besó su mano en señal de adiós.

Su respiración prontamente se alejaba de su cuerpo.

---Mi diario, mi diario… termínalo y deshazte de él.

Fueron sus últimas palabras. Sus brazos de desgonzaron y su mirada se nubló.

La Glaistig solo optó por cubrir su cuerpo y encender el fuego que empezó a devorar la corrupta carne de la antes dama del telar.

Por su parte, los rayos continuaban cayendo, los arboles y los presenten se desplomaban como moscas. El druida empezó a conjurar un embrujo para poder controlar lo que fuera que fuera eso, pero no, aquello tenía una conciencia enceguecida que deseaba recuperar lo suyo.

Caminó lentamente hasta llegar frente a la nodriza quien temblando le acercó la bebé.

El druida no soportó ver la cobardía de la mujer y la atravesó con su báculo. La nodriza caía muerta hacia atrás aún sujetando la criatura, el druida intentó rodearla con un escudo para evitar que aquella bestia la arrebatara, pero su poder era tan fuerte que con tan solo tocar el escudo este se esfumó como la espuma.

Tomó la bebé en brazos y apuntó con sus ojos al druida a quien le fulminó un brazo con la ira y rapidez de un rayo. El grito de dolor del Druida y la sorpresa de aquellos que lo rodeaban se apoderaron de miedo por provocar su ira.

El ser alado extendió sus alas elevándose hacia el cielo rodeado por la lluvia de relámpagos y el retumbar de los truenos. Sencillamente se desvaneció en el firmamento y el espacio junto con las miradas expectantes y las promesas ahora vacías del druida.

Serena había montado a Erick en su bestia, alzó la mirada al cielo y vio la imagen que le quedaría grabada para siempre. Aprovechó el caos, agitó las riendas y huyó rápidamente dejando todo atrás.

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--- Señor, señor… ¿se encuentra bien?

Elrick tomó su cabeza y la sacudió mientras intentaban enderezar su cuerpo.

--Señor, cayó del caballo y lleva dos horas inconsciente. Pensamos que se había golpeado la cabeza severamente. Además tiene fiebre.

Elrick llevaba un par de días de malestar, vomitó inmediatamente para intentar regular su cuerpo.

---Deberíamos detenernos y seguir para cuando usted se encuentre mejor capitán. Los hombres comprenderán.

---Sí Cliff, tienes razón. Necesitamos descansar.

---Coma algo señor, necesita recuperar fuerzas. Yo me encargaré de todo, no se preocupe.

La terquedad no ayudaría en nada, Elrick volvió a recostarse y cerró sus ojos frunciendo el ceño mientras su mente antes nublada revivía ahora cada una de esas infernales escenas.

Su mente volvió a ese día y sabía que muy dentro suyo algo que había retenido esas deprimentes y malditas emociones había desaparecido. Tocó su pecho y se dio cuenta que aunque ella quería que no recordará y fuera feliz, él le había fallado... y no poder llorar frente a sus hombres fue aún más desgarrador.

Para completar, de repente su hija vino a la mente. En 20 años no se preguntó por ella, asumió que fue devorada por la hechicería, pero ahora sentía un vacio, una ansiedad.

---¿Dónde estás? ¿Moriste allí? ….mmmm

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