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57) Princess Mision

Luego de esa fallida confesión, las cosas se pusieron un poco difíciles. A excepción de Shifu y Moony, todas las chicas del palacio tenían una interacción incómoda con Riuz después de saber la verdad. Algunos gestos de familiaridad se cortaron y se creó una cierta barrera invisible entre ellos.

Aunque consciente de esta situación, Riuz no se rindió con su meta. Ya no ocultó su anhelo por las chicas, fue sincero sobre sus sentimientos y sus palabras. No era demasiado intenso al expresar cuánto las quería o lo hermosas que eran, pero si alguien preguntaba o se presentaba la oportunidad de decir algo ingenioso, la aprovecharía para demostrar su postura inmutable al respecto.

Todos notaron esa actitud firme sobre sus sentimientos, lo que en un principio causó problemas. Shifu aumentó varias veces el entrenamiento de Riuz para que tuviera un mejor lugar donde gastar esa "energía extra", pero no funcionó como ella esperaba.

Riuz parecía más entusiasmado que nunca y, ya sea en el entrenamiento o en el combate, daba todo de sí mismo. Las cinco tuvieron la idea inicialmente de darle una paliza a Riuz para que perdiera ese interés en ellas y las cosas volvieran a ser como antes, pero desde el momento en que se confesó, se volvió mucho más persistente que nunca, casi como si quisiera demostrarles que no se rendiría.

Los entrenamientos se habían vuelto casi una lucha real cuando se trataba de Riuz. Cuanto más perseveraba, más serias se ponían las chicas, entonces más persistente era Riuz, todo en un bucle sin fin. Las heridas en su cuerpo aumentaban, pero en cada ocasión, aunque estuviera gravemente lesionado, tirado en el suelo sin señales de poder seguir, se levantaba para continuar con una mirada determinada.

Riuz mismo se sorprendió un poco los primeros días. Ese poder que lo fortaleció cuando fue a buscar la cura para Tigresa parecía estar mucho más activo que antes. Anteriormente, el poder corrupto solía estar siempre presente, tratando de contaminar su mente, pero después de revelar sus sentimientos y establecer esa meta, fue el poder puro el que ha estado trabajando cada vez que Riuz necesitaba ayuda.

Tuvo algunos problemas para comprender ese poder que ahora le permitía levantarse una y otra vez, sin importar cuán mal estuviera su cuerpo. Al percibir la ayuda de ese poder, sintió como si en realidad esos poderes no fueran algo realmente suyo, parecían tener vida propia. Además de poder extraer fuerza de ellos, esos poderes podían tomar sus propias decisiones sobre si le prestaban activamente sus fuerzas o no. Fue confuso, pero no renegó de los resultados.

Con el impulso que obtuvo de esos poderes, aprovechó para fortalecerse lo más que pudiera. Entrenaba sin rechistar, sin importar cuán difícil se lo pusiera Shifu, peleaba una y otra vez con Po y las cinco hasta que ya le era imposible moverse. Cada día podía ser peor que el anterior, pero la mejora en Riuz era visible para todos.

Las chicas, aunque no se sentían cómodas con los sentimientos de su compañero, admiraron su fortaleza. Hubo momentos en los que él solo se enfrentó a varias de ellas y no se rindió, e incluso logró sorprenderlas debido a los impulsos dados por sus habilidades. Eso se ganó el respeto perdido por las guerreras.

Desde allí, la relación volvió a mejorar. La distancia volvió a ser cierta cercanía. Si no se tocaba el tema, prácticamente todo era como antes. Incluso Tigresa comenzó a tener cierto respeto por su viejo amigo, ya que durante el entrenamiento y situaciones similares, Riuz mostraba una seriedad aún mayor que antes del incidente. Solo en momentos de ocio se demostraba su amor por ella, algo que ella podía soportar.

Shifu también estaba un poco sorprendida, pero decidió dejar que las cosas fluyeran de este modo por el momento. Todavía planeaba corregir las ideas de su alumno, pero permitió que continuara así por un tiempo mientras lo ayudaba a perfeccionarse. Aunque se vio obligada a usar su bastón contra él cuando sentía algunas miradas ocultas sobre su persona, recordándose a sí misma que tal vez el entrenamiento que le daba no era suficiente para que olvidara sus ideas sobre su maestra.

Así pasó el tiempo, la armonía regresó y, siempre y cuando no se tomaran las cosas demasiado en serio, incluso se hacían bromas sobre su joven y primaveral amigo.

...

La vida en el valle siguió de manera tranquila hasta el día de hoy, cuando había una misión especial que Po, Tigress y Mantis debían cumplir, y Riuz que se unió a ellos en el último momento.

Viendo la oportunidad, el humano le pidió a su maestra la oportunidad de acompañarlas en la misión. Shifu no vio un problema importante en eso, Riuz había demostrado suficiente seriedad en temas importantes como para permitirle participar, así que aceptó su solicitud, recordándole la importancia de esta misión antes de dejarlo ir.

Así, los cuatro siguieron a Shifu por el pueblo mientras ella les explicaba acerca de la misión.

Shifu: La misión de paz de la princesa Mei Li es de suma importancia. No podemos permitirnos ningún error, Po. -Le dijo a la panda, quien se quejó por esa discriminación particular hacia ella, pero también comprendió el punto de su maestra cuando se distrajo con unos rollos de fideos- Tienes que llevar a la princesa Mei Li a salvo al rey de Qidan. Aunque sea solo una niña, es de la realeza.

Po: ¡Entonces, ella es una niña princesa! ¡Ay mamá, soy perfecta para esta misión! Porque si hay algo que amo, son los niños. Y si hay algo que los niños aman, también soy yo. -Expresó con cierta emoción, ya que ella tenía el carácter de una heroína del pueblo, de esas que juegan con los niños y estos se maravillan ante su asombrosidad.

Riuz, Mantis y Tigress solo miraban en silencio, murmurando algunas pequeñas cosas de vez en cuando sin llamar mucho la atención. La verdad era que esta sería la primera princesa que Riuz vería, y estaba contemplativo acerca de la realeza y la nobleza en la China actual, ya que había más de una familia real y más de un territorio controlado por un grupo particular. Esta princesa podría ser una de muchas...

Saliendo de sus pensamientos, Riuz, junto a los demás, presenció cómo la princesa que iban a escoltar maltrataba a sus sirvientes. La princesa era una pequeña cerdita, maquillada y con ropajes elegantes para esta tierra, además de llevar un bastón con una flor de loto en la punta.

Mei Li: ¡PARA! ¡No toques las sedas reales! ¡Besa mis pies! -Le gritó a una de las cabras- ¡Pero límpialos primero!

Luego, vieron cómo ordenó a las cabras que se tiraran al suelo para formar escalones y poder bajar de su carruaje y dirigirse hacia ellos. Po también expresó lo linda que era la princesa, lo cual dejó a Riuz con una expresión de "¿Estás bromeando, verdad?".

Mei Li: ¡Cómo te atreves a hacerme esperar! -Se quejó gritando mientras balanceaba su bastón hacia Tigress, Po y Riuz, quienes tuvieron que moverse hacia atrás para evitarlo- ¡Soy una PRINCESA! ¡Si esto vuelve a suceder, haré que los decapiten!

Po se rió por las acciones de esta niña, siguiendo el juego que creía que estaba jugando sobre decapitarlos, sin saber que hablaba en serio. La niña se enfadó e iba a golpear a Po con su bastón, pero cuando lo hizo, su bastón se rompió en dos.

Mei Li: ¡Insolente bola de grasa! ¡Rompiste mi bastón imperial!

Po: Eh... No, fue usted -corrigió ya sin la actitud juguetona de antes.

Mei Li: ¿Te atreves a acusarme de mentir? ¡Quiero que la ejecuten! ¡De inmediato! -Ordenó a las cabras.

Todos miraron cómo la cerdita ordenaba a sus sirvientes que cumplieran sus órdenes, seguidas de órdenes ilógicas de que no la miraran mientras lo hacían. Sin embargo, nadie se percató de cómo ante tal actitud y acciones, los ojos de Riuz se entrecerraron y su color cambió levemente a uno rosa brillante, muy diferente al color celeste brillante que había tenido últimamente.

Shifu: Su alteza, esta es la Guerrera Dragón -expresó señalando a Po.

Mei Li: Ah, supongo que te necesito, bola de manteca. Así que no haré que te ejecuten. ¡AÚN!

La princesa gritó sus palabras sin sentido una vez más, sin saber que un lobo feroz había perdido toda consideración hacia ella y que podría estar en peligro. Po terminó volviendo con sus amigos luego de presenciar esto, pero sin desilusionarse.

Po: ¡Jojojo! Ella es revoltosa, ¿eh? -comentó riendo.

Riuz: ¿Revoltosa? -preguntó con dudas sobre lo que Po consideraba revoltoso.

Tigress: ¿Pensé que dijiste que los niños te amaban?

Mantis: Sí, se nota que te ama -dijo sarcásticamente y rió burlonamente junto a Tigress.

Riuz: Yo sí te amo y ni siquiera me prestas tanta atención.

Po: ¡Vamos, ella me ama, solo que no lo sabe! Ella solo necesita un poco de... persuasión.

Tigress y Mantis no pudieron evitar reír nuevamente ante eso, mientras que Riuz, por otro lado, no se burló, pero se sintió un poco juguetón ante el murmuro de "Ya quisieras que fuera tan fácil que alguien te ame".

Po: Oh, ¿creen que no puedo hacerlo? ¡No hay niño que pueda resistirse a la Guerrera Dragón! ¡Soy como una caja de arena en un patio de recreo en blanco y negro cubierto de pieles! ¡Les apuesto un masaje de pies a que para cuando lleguemos a Qidan, ella estará comiendo de mi mano!

Mantis: Ohhh, estoy dentro.

Tigress: ¡Yo también!

Riuz: Yo también... pero del lado de Po.

Tigress, Mantis y Po: ???

Riuz: Bueno, es para empatar y que sean dos contra dos. Además, creo que Po puede lograrlo.

Po: Ven, él también cree que puedo hacerlo. Nadie se resiste a la esponjosidad de Po.

Mantis: Él solo quiere el masaje en los pies, si no otra cosa.

Riuz: Oigan, ustedes son los que me deben un baño completo al desnudo -respondió, haciendo que Mantis se callara y agachara la cabeza avergonzado.

Po: ¡¿Qué?!

Riuz: Apostamos que tú serías la Guerrera Dragón y vencerías a Tai Lung, yo gané y aún no pagan la deuda.

Tigress: Si quieres, conozco un pozo bastante profundo donde puedo bañarte. Dicen que muchas personas murieron ahogadas allí. Quizás deberíamos confirmarlo -amenazó con una sonrisa malvada.

Riuz: Bien, el baño se pospone -respondió, sabiendo que si seguía insistiendo, era probable que Tigress realmente metiera su cabeza en un pozo para ahogarlo- Pero si Po y yo ganamos, el masaje de pies será nuestro premio... a menos que tengan miedo.

Mantis: Por mí está bien.

Tigress: Bien.

Po: Ja, se arrepentirán -dijo mientras se volteaba para ir hacia la princesa, seguido del humano, quien estaba sonriendo más de lo normal- ¿Por qué te ríes? ¿También crees que tenemos esta apuesta ganada?

Riuz: No... pero no importa si ganamos o perdemos, yo gano jajaja.

Riuz no avanzó más y se quedó mirando cómo Po trataba de hacer amistad con la princesa. La verdad es que la apuesta no le importaba tanto, solo era un extra. Lo que esperaba era poder acercarse más a sus objetivos. Este sería un viaje largo y esperaba congeniar con las chicas. Se dio cuenta de que intentar conquistarlas a todas al mismo tiempo era algo demasiado difícil para sus capacidades actuales, por lo que aprovecharía momentos como estos, donde eran menos. Recordaba un poco de los capítulos de las "Leyendas de lo Asombroso" y sabía que este era uno de ellos, por lo que aprovecharía lo que podía recordar.

Mei Li: ¡Bien, plebeyos! ¡Vámonos! -ordenó luego de golpear a Po con el muñeco que ella misma le hizo.

Riuz: "Hmm, aunque no sé si podré aguantarla todo el camino... concéntrate en tus chicas, concéntrate en tus chicas" -se repetía en su mente.

Se despidió de Shifu antes de seguir a la princesa, pero en su camino, por el rabillo del ojo vio a un grupo que los observaba.

Riuz: ¿Ellas también son hembras? -dijo inconscientemente mientras miraba a un grupo de cocodrilas que los observaban, que reconoció por las ropas y distribución- ¿Cómo se llamaban?... creo que había un Gary.

Estaba un poco sorprendido, si no recordaba mal, este grupo eran los "Cocodrilos Bandidos" en la historia original. Villanos cómicos, pero que tenían sus momentos para brillar, ya sea para bien o para mal. Era extraño que este grupo también hubiera cambiado completamente de género, pero Riuz ya se había acostumbrado.

Riuz: "Recuerdo... ¿qué atacaría a la princesa? No importa, no esperaba que también fueran hembras... ¿todos los personajes importantes lo son...? Oogway no, entonces ¿cuál es el patrón? Debería echarle un vistazo a ese grupo más tarde cuando nos encontremos. Es la primera vez que veo otro reptil femenino además de Viper".

Riuz mostró interés. En el valle, hay ciertas razas predispuestas al vandalismo y la vida criminal, y los cocodrilos son uno de ellos. Claro, no todos son así, pero se han visto más cocodrilos criminales que ganzos criminales. Riuz no sabía si este grupo se había formado recientemente o si robaban en otro territorio, ya que era la primera vez que los veía aquí en el valle.

Luego de esa corta mirada y perderse en sus pensamientos, Riuz se colocó junto a sus compañeros para escoltar a la princesa. El viaje comenzó, pero ya se veía cómo iba a ser: horrible.

...

Llegar hasta Quidan no era algo necesariamente fácil para las personas comunes. Estaba bastante lejos del Valle de la Paz. Si solo fuéramos nosotros cuatro, como maestros de Kung Fu, podríamos hacerlo en un tiempo decente, pero teniendo que escoltar a la princesa, nos retrasaríamos.

Desde el principio, el viaje se vio perjudicado por los caprichos de esa niña. No solo era caprichosa a niveles elevados, sino que no podía evitar buscar problemas cada vez que se aburría, que era casi todo el tiempo, ya que era un viaje largo.

Sirviente: Su alteza, está empezando a llover.

Mei Li: ¡Estúpidas nubes! Vas a estar en muchos problemas.

Cosas así siguieron ocurriendo. Riuz poco a poco fue perdiendo la paciencia. Si no fuera porque era una misión y no quería decepcionar a Shifu, quizás hubiera azotado a la cerda hasta que se callara.

Caminaron bajo la lluvia y el sol, por pradera, bosque y desierto. Fue solo gracias al entrenamiento constante que Riuz podía soportar mejor estos climas dañinos para alguien que no nació con la fortaleza natural de este mundo. No tenía un cálido pelaje, pero tenía sus poderes para poder simularlo temporalmente.

Po no se rindió con su intento de hacer que la princesa lo quisiera, pero fue tan fructífero como los intentos de Riuz de cortejar a las chicas. Apenas podía hablar sin que lo insultara o lo golpeara con lo que tuviera a mano, y los demás tampoco se salvaron. Las quejas y denigraciones fueron lanzadas hacia todos los presentes.

Mei Li: ¡Más rápido, deja de rebotar, llévame más alto, reduce la velocidad!

Mantis: Bueno, Po, al menos le gusta tu regalo -trató de sacar algo bueno de la situación.

Al igual que los demás, le irritaba la escolta de la niña, pero tanto ella como Tigress tenían profesionalismo ante estas misiones. Pero ese intento de alegrar a todos falló rápidamente cuando fueron atacados por los pequeños explosivos que la princesa obtuvo de algún lado.

Tigress: ¿Qué? -saltó esquivando los explosivos.

Po: Cuidado, tiene fuegos artificiales -exclamó, pero fue una mala idea, ya que hizo que la atención de la princesa se colocara en ella y fuera el objetivo de sus ataques explosivos.

Mantis: Y lo mejor es que nunca se volverá molesto -rió junto a Tigress viendo cómo Po era bombardeada.

Riuz: ¿No creen que es demasiado? Esa niña es...

Mantis: De la realeza.

Riuz: Lo sé, pero... -miraba a Po mientras se acercaba a la princesa tratando de apaciguar los ataques de la princesa.

Tigress: No tiene que gustarte a quien estás escoltando, solo tienes que asegurarte de que no le pase nada.

Mantis: Sí, estos no son los mejores trabajos, pero hay que hacerlos.

Riuz: ¿Pero no creen...? -dudó, viendo cómo Po volvía caminando cubierta de hollín.

Tigressa: Jeje... no.

Mantis: Ciertamente... Oye Po, ¿tú y la princesa ya son amigos?

Po: Es un proceso -dijo desanimada mientras seguía caminando hacia adelante sin siquiera mirarnos.

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Perdón otra vez por la tardanza, me había enfermado y dormido mucho, recién pude ponerme en esto. Este cap como el de escorpión consta de otra parte, trataré de terminarlo cuanto antes.

Próximo capítulo