Capítulo 35

GABRIELA

"¿Pero de verdad que no sois nada? Se os veía muy juntitos para solo ser amigos." Preguntó por millonésima vez Carlota "Si Carlota, solo somos amigos. No hay nada más entre nosotros." Aseguré, pero estoy completamente segura de que no se lo creería "Eso no me lo creo."

"¿Entonces para que me lo preguntas cada dos segundos si total vas a pensar lo que te apetece?" pregunté exasperada "Puede ser porque sé que me estás ocultando algo. Sabes que llegará el momento en que lo descubra, prefiero que me lo cuentes, no creo que quieras que te maree con mis constantes preguntas."

Eso era cierto, podía soportar de todo menos que Carlota se pusiese pesada con eso de que no parase de hacer preguntas, sobre todo si era de algo que no quería hablar con nadie. Porque como le diría a ella que Alex y yo nos besamos, ¿oye Carlota, sabes que antes de que vosotros nos interrumpierais nos besamos? No creo que lo perdonara de todo aún y no me iba a arriesgar a que se echase para atrás en todo lo que dijo de que intentaría llevarse bien con él. Pero también sabía por dónde atacar.

En la fiesta me había fijado que no apartaba la vista de Diego, y sé que se sentía atraída por él, pero también sé que no querrá que hable de esto delante de Marcos, no entiendo el porqué, pero nunca quieren que hablemos de eso, ninguno de los dos. "Se cómo pararte, por lo que no seguiría por ese camino."

"Claro que voy a seguir por ese camino, estabais cogidos de la mano, y mi infiltrado no tan infiltrado me dijo que hace un par de semanas que habláis, pero antes de eso no lo podías ver delante." Insistió, mirando en la dirección de Marcos "¿De verdad quieres seguir por ahí? Marcos, ¿quieres que te cuente una cosa?" pregunté, pasando a centrar mi mirada en nuestro mejor amigo, el cual estaba mirándonos por el retrovisor.

"Claro, ¿qué cosa? ¿Tiene que ver con Alex?" preguntó y negué "No, es sobre Carlota." Aseguré y su sonrisa se hizo un poco más pequeña, lo que se me hizo extraño, pero decidí preguntar por el tema más tarde "¿Que le tienes que contar de mí?" preguntó Carlota con el ceño fruncido "Si te digo una simple palabra entenderás."

"Prueba a ver." Retó, cruzándose de brazos "Diego." Contesté simplemente y pude ver como en ese momento su cara cambió lo suficiente para que yo me enterara de que no me había equivocado, lo que me hacía salir victoriosa de esto, o por lo menos de momento. Se lo contaría, todo si era necesario, incluso el beso, pero quería que dejara de bombardearme con preguntas, por lo menos hasta luego de cenar y de cerciorarme de que en realidad lo que le había dicho a Alex era cierto, solo en ese caso le contaría todo lo que quisiese saber.

"¿Qué pasa con Diego?" preguntó como si nada "Yo si quieres lo digo encantada, Marcos seguro que también estará encantado de escucharlo." Dije "¿Que os pasa a vosotras ya? No quiero que discutáis."

"No vamos a discutir, pero es información con la que deberíamos manejar los tres, ¿no crees Carlota?" pregunté con una gran sonrisa en mi rostro "Se lo puedes decir si quieres, no me importa." Respondió, y pude ver como los ojos de Marcos aumentan de tamaño, no esperando esa contestación "Si que te importa, lo puedo notar."

"Pero me interesa más lo que pasa con Alex." Aseguró "Entonces cuéntaselo si no te importa que lo sepa…" empezó Marcos, pero negué "No lo voy a hacer." La cara de Marcos era de no entender nada, y era normal, porque visto desde fuera podía ser cualquier cosa de la que estuviésemos hablando, y era Marcos. Cuando hablábamos de estas cosas nunca se enteraba demasiado que digamos.

"Vale, pues haremos un trato." Dijo Carlota, y podía ver que agradecía que no hubiese dicho nada. Tendría que descubrir por qué estos dos no querían saber nada de las relaciones del otro "¿Qué tipo de trato? ¿No tendrá trampa por algún lado no?" preguntó y negué, porque no le iba a hacer una encerrona a mi mejor amiga "No, no tendrá trampa, de verdad, te puedes fiar."

"¿Entonces que tipo de trato?" cuestionó "Hablamos después de cenar, pero si tú hablas también." Dije "Entonces en eso tiene que haber una condición." Empezó y asentí, porque me hacía una idea de que era "Que no esté Marcos ¿cierto?"

"Exacto." Afirmó y me reí "¿Pero no te era igual que se enterase?" pregunté riéndome "Era para ver si me contabas, pero con este trato podemos hablar tranquilas y son que la psicología de un tío intervenga."

"¿Y me puedes explicar por qué no puedo estar? Yo también me quiero enterar de lo que le pasa a Gabriela y que hay entre ellos." Protestó Marcos desde el asiento de adelante "No te preocupes por eso que estoy segura de que lo hablareis, por lo que no te preocupes."

"Sabes que Gabriela no cuenta todo, se guarda detalles para ella y me quiero enterar de todo." Protestó de nuevo y ambas rodamos los ojos "No te preocupes, sabes que soy buena en detectar las mentiras en casos como los de Gabriela."

"Pero Gabriela no es igual al resto." Aseguró Marcos y me reí "No te preocupes, me enteraré y luego hablaremos y te contaré los detalles que no te contó. ¿Te parece?" preguntó Carlota y este asintió "Me parece, y más vale que sea cierto Carlota."

"Lo será." En ese momento Marcos aparca el coche cerca de la casa de mis abuelos, nos bajamos de él y nos encaminamos hacia la casa.

Cuando llegamos a la puerta aparece mi abuela a la cual saludan tanto Marcos como Carlota con un abrazo y entran para saludar al resto, e iba a hacer lo mismo pero mi abuela me impide entrar. Podía notar que quería saber qué era lo que había pasado entre yo y Alex, y se lo contaría, no se lo diría a los demás por lo que era seguro contárselo. Además, seguro que me daría alguno de esos consejos que me podrían ayudar con Alex y todo lo que sentía.

"¿Quieres que vayamos a dar un paseo o vamos a cenar ya?" pregunté "La cena estará echa en un rato por lo que podemos ir a dar un paseo sin problemas." Aseguró y me reí "Pues vamos." No hablamos por un par de minutos, yo para asegurarme de que nadie de los que estaba en casa de mis abuelos escuchase nada de lo que fuésemos a hablar y mi abuela creo que más que nada porque yo no hablaba. Pero no sabía ni por dónde empezar a contarle, por lo que creo que sería mejor que me hiciese preguntas y así acabaríamos antes.

"Abuela, si quieres saber algo, creo que es mejor que preguntes porque no tengo ni idea que contarte." Dije sinceramente "¿Le dijiste lo que sientes por él?" preguntó y me tomé una bocanada de aire "Algo parecido." Respondí "¿Algo parecido a qué?" insistió "No se lo dije directamente, o por lo menos como piensas tú que se lo dije."

"¿Y si me cuentas lo que ha pasado? Así a lo mejor me entero mejor de lo que ha pasado." Dijo "Pues haber, estuvimos andando por la orilla de la playa y hablando de muchas cosas, pero al parecer después de que nos fuésemos de la fiesta hubo un mal entendido."

"¿Que mal entendido?" preguntó confundida "Alex entendió que me interesaba otra persona, con razón porque en ese momento no me expliqué para nada, en mi mente estaba claro, y después me dijo algo como que esperaba que fuese feliz con esa persona y le dije que casi lo era. Le llegas a ver la cara de dolor que le quedó en ese momento, pero no pude evitar sonreír. En ese momento me di cuenta de que estaba equivocado y creyendo una cosa que no era verdad."

"¿Y qué le dijiste?" inquirió "Que era él la persona que me interesaba, la que me hacía feliz." Contesté "¿Y qué pasó luego de eso?" preguntó y volví a tomar otra bocanada de aire "Me besó."

"¿Os besasteis y no me lo ibas a contar?" demandó y rodé los ojos "Ya te dije que no sabía por dónde empezar abuela, todo esto de Alex y mis sentimientos me tienen la cabeza a punto de explotar." Aseguré "Pero tienes claro lo que sientes por él, ¿qué es lo que te hace tener la cabeza a punto de explotar? ¿Me vas a decir que no sabes que te ama con toda su alma?"

"Lo sé abuela, y ese es el problema." protesté "¿Qué quieres estar con él? Eso tiene solución, ¿o es que ya estáis juntos?" preguntó elevando una ceja "No estamos juntos abuela, pero también me decía hace tiempo que me amaba y me hizo mucho daño, no quiero volver a pasar por eso."

"Tienes miedo de que te haga daño de nuevo ¿no es así?" preguntó y asentí, porque ¿para que mentirle a la abuela? Ella lo sabría de todas maneras "Pues claro, sufrí como nunca sufrí en mi vida abuela. Lo amaba demasiado y me hizo daño."

"Pero aún lo amas..." expuso y asentí de nuevo "Claro que sí, más que antes podría decir." Declaré "¿Y es el miedo lo que te echa para atrás?" indagó "Si." Afirmé "Pero no se te notaba demasiado lo que sufrías por él."

"Porque ya estaban lo suficientemente enfadados con él en casa como para darles más motivos para que lo odiaran." Aseguré, y es en este momento que me doy cuenta de que lo estuve protegiendo desde el principio "Lo protegías."

"Lo sé, pero yo solo quería que le pasara nada." Sostuve "Lo seguías amando a pesar de todo." Afirmó "Exacto, lo seguía amando y pasados un par de años logré sacarlo de mi cabeza hasta este año, está claro."

"Por eso nunca anduviste con otro chico, lo seguías amando, aunque tu cabeza se negaba a creerlo, eso es lo que te pasa ahora." Expuso y eché todo el aire que tenía dentro de los pulmones "Pero sé que me ama, no creo que sea eso."

"Lo sabes, pero no lo quieres asimilar Gabriela. Debes entender que ese chico está haciendo lo que está en su mano para recuperarte y hacerte entender que está arrepentidísimo de lo que te ha hecho, debes creerlo, sobre todo en lo de que está arrepentido." Aseguró "Sé que está arrepentido, de verdad."

"¿Entonces que es lo que pasa?" preguntó y me encogí de hombros "No sé abuela, la verdad es que no sé." Dije, de repente cansada "Pues lo único que te puedo decir es que te tomes tu tiempo para entender todo lo que hace, para que te entre en esa cabeza dura que tienes. Tú corazón ya sabe lo que siente Alex por ti, ahora le falta saberlo a tu cabeza y eso solo serás capaz de hacerlo si te abres de mente con Alex, es la única manera."

"No es fácil ¿sabes?" aseguré y asintió "Sé que no te gusta mostrar lo que sientes, pero deberías dejarlo salir de vez en cuando, por lo menos con personas en las que confías." Explicó "Puede ser, pero no es fácil. Llevo años intentando evitar que os enteraseis de que estaba mal."

"Desde que Alex te dejó me imagino." Opinó y negué, porque no había sido desde que Alex me dejó, sino de antes incluso de que conociese a Alex "No, antes de eso." Confesé "¿Cuándo?" preguntó sorprendida "Después de ver como os poníais cuando os decía que se mentían conmigo."

"¿Tanto tiempo? ¿Llevas dieciocho años así?" preguntó y me encogí de hombros, porque realmente no tengo ni la menor idea de cuanto tiempo llevaba así "No llevo la cuenta, pero más o menos sí." Afirmé "Eso es demasiado tiempo y ahora entiendo que te cueste tanto, es normal."

"A eso me refería." Dije "Pues vamos a hacer una cosa." Espetó de repente "¿Cuál?" pregunté confundida "Empezarás a mostrar lo que sientes, independientemente de lo que sientan los demás." Dijo y negué, porque no quería hacerlo "Eso es imposible y no pienso hacerlo abuela, no me gusta como os poneis y no pienso permitir que eso pase, no vais a pasarlo mal por mi culpa."

"Pero eres joven Gabriela, no debes pensar en lo que nos pasará al resto, debes vivir tu vida." Aseguró y asentí, porque ya lo sabía y estaba haciendo "Y lo estoy haciendo, no te preocupes por eso. Estoy bien y no me pasará nada, de verdad."

"Guardarse las cosas para uno mismo las cosas malas no es bueno Gabriela, te puede hacer mal." Respondió en tono preocupado "Si no lo hizo en tanto tiempo no te preocupes que no lo hará. Sé cómo manejar lo que siento." Aseguré, pero ella negó igualmente "No lo dudo, pero a la larga puede afectarte."

"No es fácil cambiar eso abuela, debes entenderme." Intenté "Te entiendo, pero hazme un favor entonces." Pidió "¿Cuál?" pregunté "El día que necesites desahogarte con alguien, no dudes en llamarme o venir, te escucharé encantada."

"Lo haré si así quedas más tranquila, de verdad." Le aseguré "Ahora vámonos para casa antes de que vengan a por nosotras tus hermanos." Dijo riéndose "Vámonos, ¿pero me puedes responder una pregunta?"

"Claro, ¿qué pasa?" preguntó "¿Le dijiste a Marcos o a Carlota que me iba a encontrar con Alex?" inquirí y rápidamente negó "No, pero ¿cómo es que te encontraron? nadie sabía dónde te encontrabas que no fueras tu ni Alex."

"¿Te acuerdas cuando Marcos y yo hicimos bachillerato?" pregunté y asintió "Pues cuando se quedaba por la semana cuando me estresaba, me ponía nerviosa o me sentía triste me iba a la playa y él eso lo sabe, creo que por eso me encontró."

"Porque estabas nerviosa." Prácticamente confirmó, pero negué, porque no lo estaba, al final me iba a encontrar con el chico que tenía claro que me amaba y que conocía de mucho tiempo "Nerviosa no, peor tenía en la cabeza miles de cosas. Por un lado, Alex, por otro la discusión con Carlota, por eso me fui a la playa."

"¿Discutiste con Carlota?" preguntó sorprendida "Si, pero no te preocupes que ya está todo solucionado. Por cierto, abuela, ¿se pueden quedar a dormir hoy?" pregunté y asintió con una gran sonrisa en su rostro "Claro que si mi niña, siempre serán bienvenidos a nuestra casa, y me imagino que tendrás que hablar con ellos de muchas cosas."

"Carlota quiere saberlo todo." Afirmé y ella se rió "Siempre quiso saber todo, sobre todo en ámbito de chicos." Opinó "Lo sé, y por eso vamos a tener que hablar. No sé cuánto tiempo me va a durar esa charla."

"¿Y vais a salir?" preguntó y me encogí de hombros, porque no tengo ni la menor idea "Es lo más probable, ¿por?" pregunté con una ceja elevada y es en ese momento me pasó la llave de la casa y yo me quedé mirando como una tonta para ella, porque no entendía a que venía.

"Por si venís tarde." Dijo simplemente "Gracias abuela." Y con eso nos fuimos para casa hablando de cosas que no eran Alex y me ayudó a olvidarme por un momento el interrogatorio que estaría preparando Carlota con la ayuda de Marcos seguramente para hacerme luego de cenar y decidí que era mejor que estuviesen los dos, nos iríamos en cuanto fuésemos a hablar de mí y de Alex, en ese tema, bueno, en general en el tema de chicos siempre fueron bastante cotillas, sobre todo Marcos, pero eran mis mejores amigos y rara era la cosa que no le contaba.