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Entonces... ¿No tengo opción?

Antes de la tragedia....

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- En realidad... Venía a sugerirle algo -

- uh? -

El mayordomo en un abrir de ojos entro y salío de un armario pero ahora en sus manos tenía algo... Innovador.

- Espere mucho tiempo para este momento Lady Furina. -

- e-eh? -

El mayordomo estaba sonriendo placenteramente, pues.... Lo que sostenía en sus manos era nada más ni nada menos que una peluca...

- No crea que no note como estaba viendo al joven T/n por la ventana. - dijo mientras peinaba la peluca -

Cuando dijo esto la joven diosa apartó la mirada rápidamente.

- N-no se de que me estás hablando. -

- hm? Bueno, entonces... Supongo que todo el plan que hice para usted se tendrá que desechar, es una pena -

dijo en un obvio tono falso de tristeza

- espera, qué? -

- Tenía altas esperanzas de que a usted le iba a gustar, me disculpo por pensar lo contrario a su decisión. -

Continuo el mayordomo yendo a guardar la peluca nuevamente al armario.

De no ser porque la pequeña arconte lo detuvo a medio camino.

- ¡espera un momento! -

- Lady Furina pido disculpas nuevamen... -

- ¡Ahem! ¿Acaso me oyó decirle un no como respuesta? -

- eh.. no? -

- ¿Cree que soy así de fácil de manipular? -

- uh? Por supuesto que no. - negó rotundamente -

- ¿Entonces? - ¡Mhp! - quiero que me digas al lujo de detalle de que se va a tratar este "plan" -

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-De vuelta al ahora....

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- Y obviamente yo fui la mente maestra de este ingenioso plan. -

Dijo tocando su pecho de forma orgullosa.

- ... -

- ¡hey! Me estás escuchando? -

- (No se si es absolutamente ingenua o tonta para caer tan facil o yo soy más tonto si me quedé escuchando) - pensaste irónico -

- ¡no me ignores! -

- (Y por cierto... Dónde está la camarera?) -

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-En otro lugar, pero no tan lejos...

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- Entonces señorita que opina? -

- b-bueno... Si! Acepto! -

- ¡bien! Entonces tenemos un trato, partimos ahora? -

- s-si, cuando quiera. -

- (¡ja! Aún este perro viejo no pierde el toque, ¡Tómala Luc!) - pensó el misterioso hombre bajo una sonrisa amigable -

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-De vuelta contigo...

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- Te rascaste la cien de la frente - Furina.. acaso solo viniste a molestarme? -

- hmm nop, en realidad es algo más complicado. -

- Qué tan complicado? -

- Algo tan complicado que tú diminuta mente mortal no será capaz de entender. - volvió a su actitud. -

- okey... Ya escuché suficiente. - te paraste de la mesa. -

- ah? p-pero espe-

Ibas a dar un paso lejos de la mesa hasta que fuiste interrumpido.

~¡Gruñido!~

- ..... -

- .... -

Diste otro paso, pero se repitió la situación.

~¡gruñido!~

- (no, no lo mires.) -

- (Nop, No lo necesito...) -

~¡Gruñido!~

- (.....) -

Mientras tu, tenías tu discusión mental, la arconte se te quedó viendo como ibas y venías.

Dió una sonrisa complaciente mientras agarraba un tenedor de la mesa.

- Mmm esto se ve delicioso~ -

- !? -

- Es una pena que toda esta comida se desperdicie~ -

- (T/n, Solo está jugando contigo.) - te diste vuelta otra vez hacia la salida -

- Además... Quién no desperdiciaría tanto dinero en esta delicia~ -

- Un momento, que? -

Te diste otra media vuelta, caminaste nuevamente hacia la mesa y entre los platos agarraste nuevamente el menú.

- suspiraste - aqui dice, cinco mil moras. - señalaste -

- hmm ya miraste los números pequeños? -

Frunciste el ceño ante lo dicho por la diosa, volviste a mirar el menú está vez con total concentración.

Cuando al fin lo notaste viste como había otro cero más en la ecuación.

- cincuenta mil moras!? -

- mhp, sorprendido?~ -

- p-pero esto es ilegal o no? -

- ¡ja! Estos lugares son una trampa para turistas, acaso no lo sabias? -

- ah? -

Furina se paró de su asiento para tomar la carta de tus manos, con una sonrisa confiada te señaló todos los precios de la carta.

- En todos los precios hay números pequeños, una manera muy ingeniosa propuesta por mi. -

- Eh? Espera un momento, eso quiere decir que. -

Le quitaste la carta del menú de sus manos, con rapidez, miraste el precio de los otros platos que pediste.

Todos eran igual de caros que el anterior.

- ah... - se te salió el alma del cuerpo, cómicamente claro. -

- Si sales por la puerta principal sin pagar estarías cometiendo un acto ilegal no lo crees? -

- tragaste saliva - pero si la primera vez que vine no me habían cobrado así antes... -

- Hm? Ese es el punto no? Hacer que el cliente vuelva por más, sin que tengan la más mínima duda. -

Al escucharlo de la misma boca de la arconte tomaste asiento en la mesa.

Recostaste tu cabeza en esta, lo que debía ser una salida tranquila dió un giro de 179 grados.

- Por qué a mi.... -

- ¡a-ahem! Te han dicho que eres muy exagerado? -

- levantaste un poco tu vista - Cuando me lo dice la diosa del drama es un verdadero honor. -

- Ah!? A dónde quieres llegar con eso!? -

haciendo tambalear la mesa por el apoyo de sus manos en esta, tomaste un suspiro pesado.

- Por todos los arcontes.... Furina? -

- uh? -

- Tu... Tienes dinero no es así? -

No era tu primera opción, pero si la más segura de no terminar en la cárcel.

La otra era salir corriendo por la ventana y no volver a mirar atrás.

Con una gota de sudor en la frente le preguntaste a la diosa frente a ti.

- ¡Mhp! Que clase de pregunta es esa? Por supuesto que traigo dinero conmigo. -

Con un titubeó leve pero que se fue incrementando.

- a-ah.... que opinas de un 50/50? -

- eh? -

- ya sabes... Que te parece si.... Dividimos la cuenta..? -

Era palpable en tu cara como tratabas de formular las palabras.

Con un ligero tic en los ojos pero disimulado le propusiste esa opción a la diosa frente a ti.

Viste como ella empezó a divagar con una sonrisa que nunca desapareció,

Te causo una sensación de inquietud leve por cómo tardaba en responder, no hasta que viste como sus labios empezaban a formular una palabra.

- Bien. -

- ¿Bien? - levantaste una ceja confundido -

- ¡Por supuesto! Está podría ser una oportunidad única para conocer más acerca de mi nuevo sirviente, ja! Soy una genio no? -

- (Tenía que arruinarlo con lo último) - si... Una genio... -

- Bueno, entonces a comer! -

Ella comenzó a probar cada uno de los platillos frente a ti.

Porción que tomaba porción que se lo tragaba.

No era una forma sutil de decirlo, pero tampoco es que pudieras hacer algo, ahora le debes un favor a la diosa del drama.

- ¿Uh? Porque te quedas ahí mirando, vamos comé algo, soy una diosa generosa. -

- okey.... -

Entre tu incomodidad y la actitud despreocupada de la arconte empezaste a comer lo que más te llamo la atención.

Soltabas una palabra de vez en cuando, solo para darle tu aprobación a toda fanfarroneria que decía Furina.

Pero, aunque no quieras admitirlo está vez ella no fue tan molesta como otra veces.

¿ . . . . . . ?

¡A quien engañas! ella nunca dejara de ser una niña mimada, orgullosa, caprichosa, bipolar, lunática....

- loca.... Rebelde..... Lunática.... -

- Hasta cuándo vas a seguir así? Ya salimos del restaurante. -

- Las veces que sean necesarias. - respondiste saliendo de tu trance. -

- suspiro - Esto es aburrido! -

- Eso debería decir yo, tu llevas como 100 años en esta ciudad y solo estamos andando en círculos! -

- Ah!? Para tu información yo tengo cosas mucho más importantes como mi deber de.. -

Antes de que terminara pusiste tu dedo en tu boca en señal de que guardará silencio.

- Podrías recordar por un segundo lo que hablamos. - hablaste lo más bajo y entendible posible. -

- ¡Mhp! - se cruzó de brazos. - nada de actos dramáticos... -

- Qué más? -

- Mmmm... -

- Dilo. - intensificaste tu mirada -

- Esto es ridículo. - desvío su mirada, deteniendo el paso junto a ti. -

Llevaste tu mano a la cara, con el terco puchero de la diosa tu paciencia estaba al límite.

Antes de salir del restaurante habían dejado bien claras dos reglas simples y necesarias.

Obvio para mantener a raya la personalidad "extravagante" de la diosa a tu lado.

- Dioses.... (Y se supone que este iba a ser un día tranquilo..) -

- En todo caso, si solo pusimos dos reglas para mí persona, yo debería tener las mías para ti. - reclamo. -

- eh? - miraste confundido -

- Así es! Primera regla, ninguna actitud pesimista o aburrida en mi presencia. -

- Pero si... -

- Segunda regla! No me faltaras el respeto y respetaras mis decisiones. -

Tu confusión era visible en tu rostro en ese momento, mientras la diosa se mantenía firme en su posición.

De verdad parecía una dictadora.

- Lo último es muy egoísta no lo crees? -

- Son mis condiciones o si no, llamaré a los guardias para que te devuelvan al palacio. -

- ah!? -

- como oíste, tu tan aclamado día de descanso se verá arruinado por solo una falta de respeto hacia mi persona. -

Un tic en tus ojos se mostro en ese instante, de verdad era dictadora no?

No tenías problemas con volver al palacio, pero no volver a salir nunca... ese si era el problema.

- suspiraste - al menos tengo derecho a pedir una condición su "alteza"? -

- Mmm, dependiendo - lo dijo colocando un dedo en su menton -

- levantaste tu mano para estrecharla con la de la diosa - Solo... Por este día.. puedes dejar esa actitud de diosa... soberana, porfavor?-

En ese corto instante pudiste ver cómo la cara de Furina dejó de emanar esa sonrisa típica de ella, parecía estar dudando.

Tu brazo empezó a cansarse por la espera, incluso pensaste que iba a rechazar la propuesta y amargarte el resto de la tarde.

Pero todos tus pensamientos fueron cayados por la respuesta final de la diosa.

- Trato hecho. - concluyó el trato con firmeza. -

- ¿? -

- Entonces... Nos ponemos en marcha? - dijo la diosa volviendo a su mismo tono de voz regular. -

- eh.. Bien... (Espero que esto no sea mala idea) -

Con eso en mente y todo arreglado, más o menos, reanudaron su camino a lo desconocido.

Una diosa que nunca sale de su palacio a menos que sea por una situación extravagante.

Junto con un aprendiz de mayordomo que no aprendió casi nada en sus 4 semanas.

Y que no lo dejan salir, por razones confidenciales.

¿Que podría salir mal?

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- media hora después:

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- No, puedo, creerlo.... -

- Qué pasó? Ya llegamos? - dijo con entusiasmo la arconte hacia ti -

El frío viento paso por tu cara palida y con pequeñas gotas de sudor.

bajaste del carruaje en el que te encontrabas junto a la diosa.

Cuando Furina salió del carruaje su rostro se palideció al momento de mirar lo que tus propios ojos estaban viendo.

- Disculpe, Monsieur... Creo que se equivocó de ubicación. - Fue la diosa quien hablo. -

- Qué ubicación niña? Ustedes me dijeron el mejor lugar turístico de Fontime y eso hice! - señalo al paisaje con un acento vaquero. -

- Pero en la ciudad! no en las montañas y además, no hay más que árboles. -

- Bueno tampoco es que hayan sido muy específicos, solo mirense, parecen una parejita de tortolitos buscando un lugar privado, arrenle!! -

Justo después de decir eso el jinete se fue a toda marcha.

Pero dejándote con la palabra en la boca, no solo a ti sino que también a la diosa.

- .... -

- .... -

Cuánto silencio... Creo...

- ¡Todo esto es tu culpa, no que muy inteligente sobre el mejor lugar turístico de Fontime! -

- ¿¡Te atreves a culparme!? ¡Yo no fui la tonta que sugirió un carruaje como medio de transporte! -

- ¡Se supone que era para andar de desapercibidos, porque tú, no podias soportar tener lentes de sol! -

- ah!? Eso que tiene que ver!? -

- ¡Que tú no podías aguantar ni un solo segundo sin llamar la atención! -

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Esto podría durar horas o tan solo unos minutos, pero por desgracia de esta pareja de gritones no hay nadie a leguas que los escuchen.

Ni una sola alma y sin ningun medio en el que puedan gastar su dinero.

Espera....

Nah.....

¡Continuará!...