Cristina estaba hablando cuando una sombra descendi�� frente a sus ojos y al segundo siguiente, sus labios fueron besados por Gonzalo.
El repentino beso hizo que los ojos de Cristina se abrieran violentamente. Sus dedos no pudieron evitar agarrar el asiento, e incluso se olvid�� de respirar.
Gonzalo solo quer��a darle un peso originalmente. Pero una vez que toc�� sus suaves labios, no pudo evitar morder suavemente sus labios.
Cristina abri�� la boca por el dolor y dej�� escapar un grito grave.
Esto permiti�� a Gonzalo aprovechar la oportunidad para estirar su lengua en su boca. Ya que por primera vez se mostr�� dominante y desenfrenado.
Cristina se qued�� boquiabierta por el beso. Cuando volvi�� a sus cabales, estaba empujando contra el pecho de Gonzalo y tratando de empujar su lengua fuera de la boca con fuerza.
Pero este acto suyo para Gonzalo, no era m��s que su respuesta apasionada.