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TIENES HAMBRE CURUNCO?

Hace una semana que mi abuelito esta viviendo con nosotros, todas las mañanas sale a caminar bien temprano, ayer escuche que ya tiene algunas amigas, mi abuelito es un gran picaflor, todas las señoras le gustan, me causa gracia como le lanza piropos a las mujeres que salen en la televisión, ya sea en anuncios o dando las noticias.

Mi mamá dice que cuando el era joven, era muy bien parecido y que por eso las mujeres le hacían caso y esa es la razón por la que tengo 20 tíos en total, aunque mi abuelito dice que esas son las que le dijeron que tenían un hijo de él, pero que otras ni le dijeron si eran de él, así que pienso que tal vez tenga más de 20 tíos, el menor de los hijos de mi abuelito es solo 2 años mayor que mi hermana Denia.

Hoy le dije a mi abuelito que quería salir a caminar con él, la verdad tengo curiosidad que tanto hace todo el día pues desaparece y regresa hasta la tarde y se duerme temprano, él me dijo que si pero bajo las condiciones que él me ponga, yo con tal de descubrir que hace le dije rápidamente que esta bien, aunque después me quedé pensando que debería haber preguntado cuales eran las condiciones antes de aceptar, pero no, como siempre, fui impulsiva, ni modo ahora a cumplir.

Llevamos un buen tiempo caminando y veo que mi abuelito se acerca y toca la puerta de una señora que esta cuidando de sus nietos y se sorprende al ver que mi abuelito lleva un espía con él, jaja la espía soy yo, me mira y le dice "Toño que bonita es su nieta".

Claro contesta él, por supuesto es mi nieta, contesta él muy orgulloso de ser mi abuelito.

Pasen adelante, dice la señora que se llama Maryori por cierto.

Mi abuelito y yo entramos y ella nos ofrece una taza de café ☕️, y un pan dulce, yo muy feliz acepto, desde que llegó mi abuelito tomo mucho café y sumerjo el pan dentro del café, igual que mi abuelito, antes de él, no sabía que esa es la mejor manera de combinar los sabores y de suavizar el pan tostado o duro, estoy muy feliz de aprender cosas nuevas con él.

Después de tomarnos el café y disfrutarlo con ese pan dulce tan delicioso, mi abuelito me manda a jugar con los dos nietos de la señora Maryori, el mayor se llama Roni y tiene mi edad, su piel es más blanca que la mía, el segundo se llama Beni y el es moreno, los dos son muy juguetones, yo no protesto aunque mi abuelito dice muy serio, "ve a jugar afuera con ellos y no entres espérame afuera, entendiste curunco".

Si abuelito, contesté sin entender porque, pero bueno eso no importa, lo único que me importa es que no estaré sola jugando, sino que tendré compañía, luego de un buen rato, un larguísimo rato diría yo. mi abuelito sale muy feliz, y no entiendo porqué tiene una sonrisa de oreja a oreja, quizás le dieron un pan dulce más rico que el que yo comí y no quería compartir mi abuelito y por eso me sacó a jugar, que abuelito tan egoísta, lo perdono solo porque es mi abuelito y lo amo muchísimo.

Comenzamos a caminar nuevamente y después de un rato llegamos a donde otra señora, ella es morena y muy amable se llama Rosa, me gusta su nombre y después de presentarme como su hermosa nieta y que doña Rosa me sonriera, ella dice pasen adelante, quieren café con pan dulce, antes de que yo responda mi abuelito Toñito sonríe y dice "Por favor" nos encantaría, yo me quedo viendo a mi abuelito y guardo silencio, cuando ella se va dice mi abuelito "Ni se te ocurra decir que ya tomaste café, solo tomate y come lo que puedas", por primera vez veo a mi abuelito muy serio con cara de advertencia, si abuelito contesté yo, en mi pequeña cabesita pienso "Porque café con pan dulce, será que no tienen otra cosa que comer estas señoras".

Doña Rosa se acerca y nos da el café con pan dulce y luego de un rato cuando terminamos mi abuelito se pone a charlar un rato con ella y luego me manda a jugar afuera nuevamente y me vuelve a repetir "ve a jugar afuera en el patio y no entres, espérame afuera, entendiste curunco".

Si abuelito contesté nuevamente y me di la vuelta y como doña Rosa no tiene nietos me voy aburrir sino encuentro con que jugar, veo unas ramitas tiradas en el suelo y las ordeno por tamaño, la más grande es el papá, la otra grande pero un poco más pequeña es la mamá, las otras dos que casi son iguales son la hermana y la prima, luego otra más pequeña es el hermano, y por último una ramita chiquita es la hermanita menor y así me divierto imaginando lo que haría esa familia de ramitas y luego me asusté cuando me di cuenta que olvidé poner unas ramitas más y busqué una del tamaño de la hermana y la prima y ese será el novio de la hermana mayor y la otra grande y gordita del tamaño del papá será el abuelo de la familia, hoy si estamos completos pienso, luego de un rato mi abuelito vuelve a salir con esa gran sonrisa, ya me estoy enojando, comienzo a pensar que no quiere compartir conmigo lo que le dan a escondidas y digo en mi mente que abuelito tan egoísta tengo.

Caminamos otro rato y llegamos a otra casa y de ella sale una señora que se llama Avelina y por primera vez no ofrece café con pan dulce, el menú es pan con frijoles, y yo conteste que si rápidamente y me sorprende cuando mi abuelito dice que un café nada más, yo me quedé observando sospechosamente y cuando veo el resultado de mi respuesta, entiendo porque él se negó a comer pan con frijoles, esta señora le mete los frijoles adentro del pan dulce, a mi se me fueron los colores por mi mala decisión, otra cosa que me sorprende es que la señora tiene sillas de cemento, mesa de cemento, y una cama de cemento, me duele de pensar que pobrecita como le dolerá la espalda y el cuerpo, y antes que mi abuelito diga algo, yo le digo rápidamente, me voy a comer el pan allá afuera y te espero afuera abuelito, no te preocupes no entraré, me levanto y salgo corriendo.

Estando afuera me como los frijoles nada más, pues lo demás no se me antoja y busco un lugar donde enterrar el pan, para mi sorpresa, esta vez mi abuelito no sale sonriendo, sino que sale sobando su espalda, por primera vez me da lástima y pienso que quizá no debí dejarlo solo, esa doña Avelina quizás le pegó, ella está sonriendo pero el está adolorido, pobrecito.

Ya es hora de regresar, dice mi abuelito, yo solo pienso que hoy caminaré mucho y es el resultado de la caminata por pausas que mi abuelito hizo.

Tienes hambre curunco?, pregunta mi abuelito, yo me quedé pensando un momento y le digo si pero no quiero café con pan dulce, ni tampoco pan con frijoles, mi abuelito se pone a reír a carcajadas 😆 y dice no te preocupes 😉, te portaste muy bien te compraré una pupusa y una soda, te parece, yo feliz contesté claro que si abuelito.

Después de comer nos fuimos para la casa y los dos llegamos sin hambre y cansados y nos acostamos temprano.

Wow que abuelito más egoísta, yo también me pregunto que clase de pan dulce comía para salir con una sonrisa de oreja a oreja, y pobre abuelito la paliza que le dio la señora Avelina, porque salió sobando su espalda, pero no hay duda que ama a su nieta mucho, le compró comida, para recompensar su buen comportamiento.

Ruth_Tobarcreators' thoughts