El Silencio de los Corderos

Cahp, chap chap

Como ya era rutina, Gloria se encontraba cortando el cabello, hoy la peluquería estaba saturada con clientes, después de todo el día siguiente se celebraba la fiesta de San Francisco de Asís y las calles se llenarían de personas.

- Entonces le dije a Inés que Manolito estaba consumiendo drogas detrás de la escuela, es una pena porque a ese mucho lo conozco desde que estaba en pañales- decía una señora de más de 50 años que vestía un gran vestido rosa con patrones azules que recordaban a olas enormes, el nombre de esta mujer es Mara y era atendida por la peluquera junto a Gloria.

- Pero que es que puede hacer uno, los culicagados ahora hacen lo que quieren, no les importa el bienestar de su familia- decía una joven negra que vestía una blusa amarilla por encima del ombligo y encima un overol verde, su nombre es Soraya - si es que uno puede salir a comprar pan porque estos chinos están que se meten sus porquerías.

Esto era cuento de todos los días para Gloria, pasaban las semanas y aun así había un nuevo cuento sobre como alguien a quien conoce del barrio resulta ser un consumidor, a menudo son los jóvenes, a veces, aunque en menor medida llega a escuchar sobre como alguien a quien conoció en colegio (secundaria) ya había muerto, con frecuencia eran adolescentes que por ese entonces ya andana en malos pasos.

Como joven madre con un segundo hijo en camino, ella empezó a prestarle más atención a estas historias, con cada historia le resultaba cada vez más sencillo imaginar a Alexandro o a su bebé por nacer como los protagonistas de las mismas, esto solo acrecentaba su deseo por salir del barrio, tal vez salir del país para buscar mejores oportunidades para sus hijos.

Antes de que se pudiese sumergir más en sus cavilaciones escuchó gritos desde fuera, probablemente sea otro ladrón que lograron atrapar, antes de que todas las personas dentro la peluquería retomasen lo que estaban haciendo; entró como poseído un adolescente con sandalias de cuero y una camisa de fútbol que le quedaba demasiado grande, era Pepe el hijo del departamento bajo el de ellos.

- ¡Gloria! ¡Gloria! – sus ojos se movían como pelotas de tenis por el pequeño local, mientras sus muñecas se movían inquietas - ¡A Javier le robaron el bebé!¡Todos estamos en el parque ven! – grito para luego desaparecer

Se quedo entumecida por unos segundos, de no ser por Soraya que la apresuraba a la salida no hubiese podido reaccionar, caminaba tambaleándose apoyada en la peluquera de overol- hay parece usted esta es pálida, debería sentarte un rato- trato de calmarla, solo para ser alejada un poco bruscamente.

- ¡No me voy a sentar hasta ver a mi hijo!- salió de la forma más rápida que pudo en su condición. En el exterior podía ver como había un tumulto de gente y en el centro se encontraba Javier con un aspecto sudoroso, acercándose a él lo agarró por los brazos ignorando el murmullo de la multitud.

- ¡¿Es verdad?!¡¿Es verdad?!- gritó de forma frenética sacudiendo los brazos de Javier el cual solo pudo asentir- ¡¿Cómo pasó?!¡¿Dónde estabas?!

- Estaba hablando con Antonio, el que estudió conmigo, mientras hablábamos me descuide por un segundo y la carriola ni él bebé estaban, después Antonio fue el que desapareció- todo esto fue dicho mientras miraba hacia el piso, cuando de pronto recibió un puñetazo en la nariz.

-¡¿Entonces por qué hueles a alcohol?!- Gloria era retenida por Soraya y Mara para que no siga atacando a Javier-¡NO!¡LO QUE PASÓ ES QUE TE EMBORRACHASTE Y DEJASTE QUE SE LLEVARÁN A NUESTRO HIJO!- soltándose llegó hasta él y arañó su cara- ¡ESO FUE LO QUE PASÓ!

Antes de que la madre aterrorizada siguiese atacando al padre irresponsable, el sonido de unas sirenas se escuchó, era 2 patrullas y de ellas bajaron 2 policías uno de cada automóvil que se acercaron a la aglomeración.

-¿Me podrían decir qué está pasando aquí? ¿Qué es este gentío?- Inquirió el policía de menor estatura llevándose las manos a la cintura resaltando aún más su redondo vientre, que con el uniforme verde y el sombrero no se veía muy bien.

Gloria rápidamente se acercó a él alterada- ¡Mi hijo! ¡mi hijo! ¡Me lo han robado!- el segundo policía la agarró y apartó suavemente- Está bien, entendí algo de lo que dijo, vamos a tratar de ayudarla, díganos paso a paso qué sucedió, ante esto la madre desesperada solo hizo una mueca desdeñosa e hizo un ademán brusco hacia Javier- ¡Pregúntele a ese malparido!¡ÉL DEJÓ QUE SE LO LLEVARAN!

Mirando de un lado a otro el policía decidió acercarse a el hombre con los rasguños en la cara- Buenas tardes, soy el oficial Martínez, señor…?

-Javier

-Nombres y apellidos señor

-¿Qué?¿Estoy siendo acusado de algo?

-Solo quiero saber su nombre señor

-No no no, dígame si se me está acusando de algo

-Pues así está la situación, aquí hay una mujer obviamente alterada que lo señala a usted como responsable, no sería la primera vez que un conocido de la familia está involucrado en la desaparición de un niño.

-¡Yo soy familia! ¡Soy el padre del niño!- exclamó frustrado Javier mientras alzaba los brazos con exasperación.

-¡PUES NO PARECE INFELIZ HIJO DE…!-

-¡ORDEN! Esta bien, entonces usted es el padre, bien necesito que me cuento exactamente cómo sucedieron las cosas, no omita detalles- dijo calmadamente el oficial que; a continuación escuchó con calma la historia del hombre golpeado, al finalizar el relato el mismo quiso golpear al hombre, razón por lo cual esta vez no detuvo a Gloria de darle un puntapié en los testículos seguidos de otro puñetazo.

-¡Capitán otro niño desaparecido!- gritó Martínez usando sus manos como bocina, para después acercarse a los padres del niño- De acuerdo, necesito una descripción del niño…

- ¡Es blanco, con el pelo café así café bonito como el mío, los ojos mas hermosos de un color entre amarillo y verde…!- Decía Gloria apenas tomando aire.

- Mire señora se que para las madres todos sus hijos son lo mas hermoso, pero necesitamos una descripción realista ¿O acaso usted ve a mucho colombiano blanco de ojos verdes? más aún aquí, en este barrio.

- ¡No miento! Mire aquí hay una foto de él, sus ojitos no se ven porque la foto es en blanco y negro, pero se ve que son hermosos- La foto fue sacada de su escote junto a un monedero.

-De todas formas, a eso no me refería señora, ustedes deben de venir a la estación con nosotros para dar la descripción del niño y usted señor para darnos con mas detalle todo lo que sepa de los sospechosos- Y así los padres subieron a una de las patrullas acompañados por Soraya como apoyo moral para Gloria y también para evitar que matase a Javier.

....................................Alexandro...................................

Para un bebe de 2 años es raro ver la cantidad de cariño que unos padres primerizos te dan, eso puede ser bueno o malo, en este caso malo, después de todo hace media hora acabo de ver como su padre caía inconsciente en la mesa sucia de ese taller que parecía abandonado.

"Lo peor fue cuando ese imbécil me dejo caer mientras intentaba amordazarme, felicidades imbécil hay un lugar en el infierno para los que amordazan a bebés, por otro lado; ¡¿PODRÍAN DEJAR DE TIRARME!? ¡ASÍ NACEN LOS ASESINOS!"- Pensaba intensamente Alexandro desde la jaula para mascotas donde lo pusieron, para luego taparlo con una manta- "¡PODRÍA MORIR ASFIXIADO!"

Sus cavilaciones se detuvieron, cuando sintió que la jaula se movía, escucho como la puerta del auto se abría, para luego sentir como su jaula se elevaba y recorría un camino turbulento.

-¡Ey Antonio! ¿Qué traes ahí?- Esa voz tenía un acento cubano o tal vez puertorriqueño, nunca fue tan bueno diferenciándolos.

-El niño que parece gringo, podremos tener buen precio por este, sabes lo que pagan los extranjeros por los blancos.

- Jajajaj si, parece que les cuesta creer que existen latinos blancos, entonces como será; lo venderemos en partes o completo.

- ¿En una pieza no? Digo esta vez no son órganos que robamos, les dará la oportunidad de hacer lo que quieran, esclavo, juguete sexual, comida o bien podrían hacer todo, ahora destápalo quiero ver que tenemos.

Al quitarse la manta 2 se quedaron sorprendidos, el primero fue la persona que hablaba con Antonio que era un hombre negro con guantes, un delantal de cuero y diversos instrumentos esparcidos por la mesa metálica que estaba colocada frente Alexandro, incluyendo un mazo para ablandar carne.

-Pero si a este niño solo le falta el pelo rubio y seria como esos gringos que se lo quieren comer jjajajaja- Al parecer este hombre encontraba muy graciosa la situación, como si el acto caníbal fuera más significativo al devorar a alguien a quien te pareces y aun pese a su diversión continuó con su labor.

La segunda persona en estar sorprendidas era el niño, puesto que; en la mesa frente a él estaba un cadáver que aún se veía con color, solo estaba abierto desde abajo del cuello hasta arriba de la entrepierna, justo en ese momento el hombre terminó de cortar la cabeza y un chorro de sangre cayó directo sobre Alexandro, casi bañando su pequeño cuerpo con sangre.

-Perdón pequeño ajjajajaj, pero ya sabes, no es como si fueses a recordar esto o mejor dicho no creo que crezcas para recordar esto- El hombre se estaba inclinando y apoyándose en la rodillas debido a la gracia que le producía todo.

-Estas enfermo Enrique ¿Por qué siempre tienes que hablarle al producto?- volteo los ojos para luego recoger la jaula y llevarla por un pasillo estrecho. En el camino Alexandro vio cosas que quiere no recordar, como que hacían con las niñas y mujeres capturadas de lo cual solo vio leves vistazos, lo que lo marco fue el lugar de los desechos, donde tiraban todo lo inútil de los cuerpos, era como una pintura con relieve hecha de cabezas, manos, piernas y órganos sexuales apilados sobre un plástico negro en una especie de masa amorfa salida del averno, lo más inquietante es que vio un grupo de 5 ojos oculares juntos del lado izquierdo de la masa, los cuales parecían estar mirándolo.

- "Hola Dexter Morgan, ese… ese es mi nombre ahora"- pensó Alexandro antes de que su viaje aún más adentro en el siniestro pasillo continuase perturbándolo profunda e irreparablemente.