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The Last Rising Sun (Spanish ver.)

Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, según quiso el destino, esta misma creación destruye todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora ha reencarnado en otro mundo sin sus recuerdos. ¿Qué pasará en la nueva vida de nuestro protagonista? Nota del autor: Multiverso próximamente. Además, esta es una historia que se desarrolla lentamente. El volumen 1 está en proceso de remake, pero tenéis el volumen 1 original hasta ahora.

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179 Chs

Capítulo 175: Me la debías.

-División 2 de la Alianza Shinobi-

Sus puños, al igual que su máscara y ropa, estaban llenos de sangre. Bajo esa máscara de ANBU, una mirada sin vida observa los cadáveres de todos los Shiro Zetsus que emergieron de la tierra luego de que los shinobis del elemento Doton los forzaron a salir de debajo del suelo. Muchos miraron a Hinata con expresiones de asombro, pero algunos también la vieron con un poco de miedo. 

Ella atacaba a matar sin dudar ni un segundo. Sus movimientos eran perfectos, con una coordinación fluida y con la fuerza para atravesar un cuerpo humano. Ese no era el Taijutsu de los Hyūga, era algo más poderoso.

Neji se había quedado atrás, había sido superado por Hinata, y miró esto decepcionado de sí mismo. También se sintió un poco enojado porque la razón de la fuerza de esta chica yace en el sufrimiento que le hizo pasar Toru. Sin embargo, sentirse enojado por esto es ser demasiado hipócrita, él no tenía el derecho a sentir empatía ahora. Incluso llegó a ser herido por uno de los Zetsus, pues había sangre corriendo por su brazo y tenía algunos golpes y raspaduras en la cara.

'Hah… hah… son demasiados… incluso si tenemos a alguien como Hinata-sama…' 

Mirando que uno de los Zetsus venía por la espalda, Neji, aún con el brazo herido, dió un salto y, aún en el aire, con el único brazo que tenía sano, lanzó un ataque que dejó fuera de combate al enemigo. Y cuando aterrizó, cayó de rodillas, pues se dió cuenta de que había usado demasiado chakra en tan poco tiempo.

'¿Qué me pasa…? ¡Normalmente no soy así!' apretó el puño y dejó salir un suspiro. 'No… esto se debe a que no he mantenido la calma. Me estoy desesperando demasiado rápido. Debo calmar mi mente, debo pensar con claridad…' 

La paz mental es algo que guía a los que han perdido el camino al sendero correcto. Él entendía eso y es por eso que, a pesar de sus heridas, se levantó y siguió peleando, ahora estando más concentrado y calmado. Por otro lado, cerca de allí, Hanabi frunció el ceño y continuó golpeando a los enemigos.

"¡No sé acaban! ¡Por cada tonto que derroto, aparecen dos más!"

Moviendo sus puños con fuerza, como corrientes de agua que acarician a los enemigos, Hanabi apretó los dientes y lanzó un grito de batalla mientras continuaba golpeando sin parar.

"¡Oraaaaah!"

¡Boom! Cómo si una explosión hubiera retumbando en el lugar, Hanabi golpeó a uno de los Zetsus en el abdomen, haciendo que este se quede sin aire, a la vez que los conductos de chakra de todo su torso se destrozaban con un extraño crujido. Literalmente aquel Zetsu murió por ese simple golpe. Esto hizo que algunos de los shinobis desviarán su atención a la niña, pues está era la kunoichi más joven en esta División de la Alianza.

Por otro lado, mientras Neji continuaba peleando con las heridas que tenía y mientras Hanabi peleaba sin detenerse, Hinata abrió los ojos con una cara inexpresiva bajo la máscara. Mientras peleaba, como si fuera algo causal, ella pensó profundamente en lo que su padre le dijo aquel día. "Solo piénsalo un poco, no te apresures. El tiempo se hará cargo de sanar tus heridas" eso fue lo que dijo Hiashi.

'Decirlo es más fácil que hacerlo…' apretó el puño y golpeó a uno de los Zetsus destrozándole la cara. Dió un salto y, estando sobre cinco Shiro Zetsus, ella cambió de Omoiken a Juken. "Hakke Kūshō [Ocho Trigramas Palma del Vacío]" y con ese ataque los cinco Zetsus murieron. 

Cuando sus pies tocaron el suelo, miró a los demás peleando y tuvo un horrible recuerdo de ese día. Lo que sus ojos veían era sangre, muerte y sufrimiento y, en medio de todo eso, estaba Toru.

Ella se mordió el labio lastimándose. Apretó los puños con fuerza y las venas alrededor de sus ojos palpitaron. 

Es fácil decirlo; difícil hacerlo.

'¿Qué hago?' pensó y mató a uno de los Zetsus dándole una patada. '¿Qué debo hacer?' Lanzando más golpes, mientras la muerte se derramaba en sus puños, cerró los ojos y continuó preguntándose a sí misma. '¡¿Qué debo hacer?!' La ira, el odio, la tristeza, el dolor… todo eso estaba consumiendo su frágil corazón. Cada vez que recordaba el pasado, cada vez que veía al amable y solitario Toru en sus memorias, ella se llenaba de ira y odio. Ella lo amó y le dió su confianza, pero Toru pisoteó todo eso. Hinata no podía perdonarlo, no podía volver a amarlo. Él lo arruinó todo, él es el culpable de todo este sufrimiento que se está acumulando en su corazón. 'Te haré pagar, Toru…'

¡Boom! El suelo se rompió por la fuerza de su puño chocando contra el mismo. El chakra fluyó por las grietas en el suelo, golpeando a los enemigos y matándolos al instante. 

'Yo… te haré pagar…' 

Bajo su máscara, una expresión sin emociones se mostró. Tenía los ojos humedecidos porque a pesar de que ya ha pasado un tiempo, ella sentía que sus emociones se desbordarían por sus mejillas en cualquier momento.

Al final, ella llegó a la conclusión de que Toru merece pagar por todo lo que ha hecho. Si Konoha no hace algo en contra de Toru, entonces ella se encargará de terminar el trabajo. Solo así ella podrá encontrar la paz, terminando con la vida de aquel hombre que la hizo sufrir. Ahora las palabras de Hiashi no tenían cabida en su corazón, pues ahora ella se está dejando controlar por el odio que siente.

-División 3 de la Alianza Shinobi-

Ella tuvo una sensación bastante familiar en aquel momento, pero ahora se encontraba tirada en el suelo, sin poder moverse y con algunos huesos rotos. Ino levantó la mirada y, aún con la visión un poco borrosa y el dolor que la molestaba, observó lo que esa mujer había hecho. Había cadáveres por doquier y, frente a todo esto, los ojos de la muerte brillaron en el rostro de esa hermosa mujer. Ella tenía el cabello largo negro y un rostro extrañamente elegante. Sin embargo, sus ojos brillaban de forma extraña y peligrosa. Un color azul brillante se manifestó en su iris y la pupila había tomado la forma de un trébol de cuatro hojas que se extendía hasta los extremos del iris.

Esta mujer apareció después de que Kakashi y Gai derrotaran a Los Siete Espadachines de la Niebla con la ayuda de los demás shinobis. Casi al instante, después de salir de los arbustos, ella atacó a Kakashi y a Gai, quienes de un solo golpe fueron sacados del campo de batalla.

'¿Qué fue lo que pasó?' Para Ino, todos los recuerdos de cuando esa mujer apareció son bastante confusos. Aun así, había algo que ella recordaba vívidamente. Fue en el momento que Kakashi y Gai fueron lanzados fuera de su campo de visión.

-Hace unos segundos-

Aquella mujer sostenía dos dagas de madera en cada mano y miraba a todos los shinobis con una leve sonrisa amable. Cuando eso pasó, Ino abrió los ojos en estado de shock, pues por un momento vio a Toru reflejado en esa mujer. Ella pensó que algo así era imposible, pero en su mente rápidamente las piezas comenzaron a aparecer y a unirse tan rápido que, la verdad se reveló para ella.

"Estar en una guerra es algo muy nostálgico. Extrañaba este tipo de ambiente. Kakashi-kun y Gai-kun, ustedes dos han crecido bastante, pero es una lastima que hayan sido derrotados por uno solo de mis golpes. Esperaré a que ustedes reaccionen" Ella miró a los árboles del bosque y sonrió. Para ella fue gracioso ver cómo Kakashi y Gai volaban lejos del campo de batalla después de recibir una patada.

Al mismo tiempo, los demás shinobis de la Alianza, en específico los más experimentados y, por así decirlo, los más viejos, temblaron al ver a esta mujer.

"Es ella… no puede ser…"

"Estamos muertos…"

"No hay forma de que podamos derrotar a esa mujer"

"No nos dieron la orden de huir de ella, ¿verdad?"

"Maldición. Y pensar que revivirían también a ese monstruo disfrazado mujer…"

Todos los más experimentados comenzaron a murmurar mientras ya consideraban sus vidas perdidas, pues conocían demasiado bien a esa mujer. Es más, muchos hasta este momento consideraban un mito la existencia de ella, pero ahora que la veían con sus propios ojos no podían negarlo.

Sakura frunció el ceño al verla. No entendía nada de lo que estaba pasando, solo que está persona es peligrosa. Y, al ver la reacción de Ino, ella también pudo sospechar algo.

'Esa mujer se parece a Toru e incluso tienen ojos parecidos…' Si lo que su instinto le decía llega a ser verdad, entonces todos en este momento están jodidos. 

Ino, por su lado, ya tenía el mismo presentimiento que Sakura, pero no podía confirmar esas sospechas. Así que, sin quitarle los ojos de encima a esa mujer, sacó un kunai y le preguntó a uno de los shinobis que estaban frente a ella.

"¿Sabes quien es?"

El hombre, un poco nervioso, respondió. "¿Qué si sabemos quien es? Me parece estupido que tú no sepas quien es esa mujer." Él frunció el ceño y sostuvo su katana con fuerza. "Ella es conocida en todo el mundo por las horribles cosas que hizo en la Tercera Guerra Mundial. Cada que sus dagas se movían, decenas de soldados caían muertos al instante. Sus ojos brillaban misteriosamente en la noche y se te consideraba un héroe si sobrevivías a ella. Era extremadamente veloz y estaba a la altura del Yondaime Hokage. Tanto así que incluso ella misma se declaró rival del Yondaime. De una familia de herreros y científicos, marginados por su falta de talento para moldear el chakra, ella llegó para cerrarle la boca a todos con su poder…" Entrecerró los ojos sin quitarle la vista de encima a esa mujer. "Ella es Asahi Kyoko, La Espina Sangrienta de Konoha"

Ino frunció el ceño con ira y apretó el kunai. Recordó cuando siguió a Toru a aquel cementerio hace tres años y vio la lápida de la madre de ese chico. Era el mismo nombre…

'Asahi Kyoko…'

Eso explicaba muchas cosas sobre Toru. Pero ella no tuvo tiempo para seguir pensando. Ya que, todos los shinobis dieron su grito de batalla y se lanzaron al ataque contra esa mujer. Ella vio a Sakura, quien le devolvió la mirada y juntas asintieron con la cabeza. Esta es una guerra, ellas no pueden quedarse divagando así sin más. No importaba si a quien se enfrentan es la madre de Toru o a un dios, pues la Alianza debe ganar esta guerra. Por el mundo y por un futuro mejor. 

Con esto en mente, Ino sostuvo su kunai y lo balanceo justo después de impulsarse contra el enemigo. Sakura la imitó, también lanzándose al ataque.

Kyoko, al ver que todos la atacaron de frente, sonrió emocionada y el trébol de cuatro hojas en sus ojos dio una pequeña rotación. Levantó las dagas y asintió con la cabeza.

"Shimikomaseru, Fūton…"

***

Esto nos trae devuelta al presente, donde Kyoko ya ha asesinado a una octava parte de la División 3 de la Alianza Shinobi. Su ropa estaba manchada de sangre y frente a ella se encontraba Ino, quien tenía todo el cuerpo lastimado.

'Ya lo recordé… Solo hizo falta que ella nos golpeara una vez para dejarnos fuera de combate…' Ella apretó los puños en la tierra y entrecerró los ojos mientras miraba a Sakura, quien estaba en la misma situación que Ino. Ellas tuvieron la suerte de no ser cortadas por las dagas, pero aun así salieron heridas después de que esa mujer las pateara como si fueran basura. 

Ino tenía rotas la mitad de sus costillas ya que recibió una patada de lleno en el lado derecho del torso, lo que también afectó a algunos de sus órganos internos. Al final, ella terminó enterrada unos pocos centímetros en el suelo debido a la fuerza del impacto. Sakura, por su lado, al ver que también sería golpeada de la misma forma que Ino, se protegió con ambos brazos, pero la fuerza que usó Kyoko fue tanta, que terminó por romperle ambos brazos a Sakura para finalmente enviarla a volar contra un árbol, donde quedó fuera de combate.

Todos los shinobis, al ver cómo Ino y Sakura cayeron como moscas, comenzaron a guardar la distancia. El plan de atacar por todos lados con todo el poder que tenían era imposible. Cualquier tipo de ataque, ya sea Ninjutsu, Taijutsu o Genjutsu, parecía que nada de eso podía lastimar a Kyoko, mucho menos tocarla. Esa mujer estaba a otro nivel y esto explicaba el por qué ella era la rival autoproclamada del Yondaime Hokage, Namikaze Minato.

'Yo… no pude hacer nada…' Ya siendo consciente de todo lo que había pasado, Ino frunció el ceño y se lamentó en silencio. 'Toru… Sakura… Konoha… no pude hacer nada y ahora tampoco…' Dejó que su amiga de la infancia muera, permitió que su aldea natal sea destruida y no pudo traer de regreso a Toru. Recordando todo en lo que había fallado, ella sólo llegó a una única conclusión. 'Soy tan inútil… no puedo hacer nada sola. Todo siempre termina de esta forma… yo… yo…' Tocó la frente contra el suelo y apretó los dientes mientras trataba de contener las lágrimas. 'Yo quería cambiarme a mi misma… yo quería mejorar… no quería cometer los mismos errores otra vez, pero incluso ahora, en esta guerra, contra la madre de Toru… también he fallado…'

Su vida se ha llenado de errores y fracasos desde que Toru abandonó Konohagakure. Cada día después de eso fue sombrío, ya no había felicidad como en aquellos días. Se dió cuenta de que había perdido tanto y ganado nada. Todo siempre termina de esta forma.

"¿Qué más puedo hacer?" Susurró. '¿Qué debo hacer para dejar de ser así?'

Los shinobis han perdido contra Kyoko. Una gran cantidad de Shinobis ya han muerto y nadie puede hacer nada para cambiar eso. Este mundo, está vida, todo se ha vuelto tan horrible, tan deprimente. La esperanza se estaba desvaneciendo y todo se perderá frente a sus ojos. Ya no hay nadie que pueda cambiar eso. Solo les quedaba rendirse.

Ding…

Ding…

Ding…

Aquel extraño sonido, como el de una pequeña campana y una extraña voz hizo eco en su mente, pero Ino ni siquiera se dió cuenta de ello. Continuó lamentándose en silencio, recostada boca abajo en el suelo, mientras sus costillas rotas le perforaron los pulmones.

"¡Cof! ¡Cof!" Escupió la sangre que se estaba acumulando en sus pulmones. Su visión comenzó a tornarse borrosa y fue entonces que ella dió cuenta de que, si no sanaba sus propias heridas, morirá. Pero… 'Incluso si logro sanar mis heridas… ¿podré hacer algo al respecto?'

Asahi Kyoko está a un nivel superior a todos los shinobis presentes. No hay nada que ella pueda hacer.

"¿Qué pasa con todos ustedes? ¿Ya no van a atacarme? Es aburrido si huyen o se quedan ahí, congelados, sin hacer nada. Vamos todos, levanten sus armas y peleen, está es una guerra" Kyoko miró a Ino y le sonrió. 

Esto hizo que la sangre de Ino se congelara por un momento ya que otra vez vio a Toru reflejado en esa mujer. La forma en la que esos ojos brillaban, la forma en la que ella sostenía esas dagas de madera. Ella era bastante parecida a Toru, no, es todo lo contrario, Toru es bastante similar a esta mujer. Esto hizo que ella bajara la mirada otra vez, pensando en lo que debería hacer.

Ding…

Ding…

Dos pequeñas campanas resonaron, haciendo que Ino se sintiera confundida. Aquel sonido de campanas le recordó a esos muñecos de tela que suelen colgar en la ventana para que al día siguiente la lluvia no caiga y haga buen día. Fue entonces que sus ojos se abrieron en estado de shock.

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Una voz femenina mecanizada se escuchó e Ino sintió algo cálido en el corazón. 

Como aquel muñeco que espera pacientemente a que mañana ya no haya lluvia, como aquel muñeco que trae un día soleado…

Habrá un buen día…

Será un buen día…

"Yo…"

Mañana…

Será un gran día…

Mañana… todo será mejor…

Ino se levantó del suelo, aún tambaleándose y con dolor. Sintió como sus propias costillas perforaban sus órganos y cómo sus pulmones se llenaban de sangre, pero aún así tuvo la fuerza suficiente para ponerse de pie.

Aquella noche, cuando Toru asesinó a una persona por primera vez, ella se escondió detrás de él, llorando, llena de miedo y de desesperación. Ella le dejó todo el trabajo a Toru y simplemente huyó…

Ella ya no era esa niña cobarde y débil.

Ella no quería quedarse a vivir en el pasado…

Los niños crecen, los adultos evolucionan…

Ella…

"¡DEBO LUCHAR!"

Ella ha cambiado.

Kyoko vio a la niña levantarse y sonrió. Pensó que los jóvenes de ahora sí que tienen espíritu de combate y se sintió orgullosa de ello. Aunque también se preguntó si Toru era parecido a estos niños. Sonrió con nostalgia al recordar a su pequeño hijo y pensó en la posibilidad de volverlo a ver, pero eso no sería bueno para nadie. 

Por otro lado, cerca de uno de los árboles, Sakura lentamente abrió los ojos y cuando se dió cuenta de sus brazos, lanzó un grito ahogado por el dolor. Estaba tirada en el suelo y cuando se calmó, sus ojos se abrieron en estado de shock al ver a Ino levantarse del suelo.

'Ino…'

Era una escena triste y horrible. Parecía que la misma Ino no se había dado cuenta, pero una de sus costillas sobresalía de su piel, dónde la sangre se derramaba como una pequeña cascada. Algunos de los shinobis presentes también la vieron y de inmediato pensaron que ella debía ser tratada por un médico de inmediato, pero ellos también sabían algo…

Ellos sabían que…

Está niña es un médico shinobi.

Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. El dolor ya no era nada, ahora debía levantarse y pelear porque solo así ella logrará que mañana sea un gran día.

"No puede ser… Ino… no…" Sakura vio como las heridas de Ino comenzaron a sanar solas y eso solo podía significar una cosa. "Ninpō: Sōzō Saisei… [Arte Ninja: Creación del Renacimiento] Ella está usando ese Jutsu…" 

Esto era malo. Si Ino se forzó a sí misma a usar este Jutsu, eso quiere decir que la misma Ino está tirando su propia vida a la basura. Sin embargo, había algo más que Sakura no estaba notando. En lugar de que la marca en la frente de Ino se extendiera solo por su frente, extrañas marcas negras comenzaron a rodear su cuerpo entero, formando un patrón de dos líneas que recorrían todo el cuerpo de Ino. Incluso ese patrón de líneas negras se podía ver en los pies y abdomen de Ino, los cuales se asemejan a grietas en su cuerpo.

Cuando el Jutsu se completó, Sakura al fin se dió cuenta de lo que Ino estaba haciendo y eso era sin duda, algo sorprendente.

¡Boom! El suelo bajo los pies de Ino se rompió, quien se impulso a una velocidad abrumadora contra Kyoko. Casi al instante, Kyoko reaccionó y puso las dagas frente a su rostro para defenderse del puñetazo que apuntaba directo hacia su boca. Sin embargo, eso no funcionó. El puño de Ino chocó contra las dagas y parecía que esto se convertiría en una batalla de resistencia, pero eso no fue así. Las dagas se rompieron y el puñetazo conectó con la cara de Kyoko, quien salió disparada contra el suelo, rebotando de forma violenta por la fuerza del golpe.

"¡No te voy a dejar usar esos ojos!"

Apareciendo arriba de Kyoko, Ino lanzó otro puñetazo, obligando a Kyoko a rebotar contra el suelo una segunda vez. Esto motivó a Ino a seguir golpeando, pero Kyoko sonrió y, justo antes de recibir otro puñetazo, agarró el torso de Ino con las piernas y le rompió el brazo usando las manos. Con esto, Kyoko pensó que Ino quedaría inmovilizada por unos segundos, pero ella no pareció afectada por esto. Es más, ella vio con ira a Kyoko y con su brazo restante le dió otro puñetazo en la cara, haciendo que se suelte de su agarre, para finalmente caer al suelo.

"Hah… con tus dagas rotas… no podrás matar a nadie más… hah…" Su brazo se sanó al instante, pero respiro con dificultad. 

"Fufufu…" Kyoko cerró los ojos. "Un shinobi no solo depende de sus armas. El cuerpo del shinobi en sí es un arma"

"¡¿?!" Los ojos de Ino se abrieron en estado de shock al ver cómo Kyoko desaparecía sin dejar rastro y, antes de poder darse cuenta, Ino…

¡Bam! Ella sintió como su columna vertebral se quebraba. Por una décima de segundo, mientras era lanzada lejos, vio como Kyoko había usado su rodilla para golpearla. 

"Que gran fuerza la que tienes, niña. Tus ojos me recuerdan a Inoichi-san. Seguro eres su hija, pero es una lastima. Así termina nuestro combate"

Acercándose a la herida Ino, quien estaba tirada en el suelo boca abajo, Kyoko tomó un pedazo de la daga rota y se agachó para mirarla a los ojos. "Has sido un gran combate, te lo agradezco. Es hora de que descanses. En el mundo de los muertos se está muy agusto, puedo prometer eso, así que… Adiós…" Lentamente acercó el filo de la madera a la frente de Ino.

Ella solo pudo fruncir el ceño ante esto. A pesar de que dió todo lo que tenía en este combate, aún así falló. Se sintió decepcionada de sí misma, pero si su destino era morir en este lugar…

'Que así sea…'

Al menos no iba a morir como una niña inútil. Al menos peleó usando toda su fuerza, pero eso no quiere decir que ella no aprecie su propia vida. Ino no quería morir, sin embargo, en esta situación, no había otra salida…

"¡Dainamikku Entorī! [Entrada Dinámica]"

La voz de un hombre se escuchó, acto seguido, Ino vio de cerca como la cara de Kyoko era pateada, lo que hizo que esta mujer retrocediera unos metros mientras rodaba en el suelo hasta detenerse.

Ino abrió los ojos y frunció el ceño un poco al ver dos sombras masculinas frente a ella. Ellos eran Gai y Kakashi.

"Ino, has demostrado mejor que nadie que el poder de la juventud aún puede brillar con intensidad. Así que, por favor, descansa. No queremos perder a una estrella tan brillante como tú" Por un momento, Gai miró a Ino y le dió sus respetos. No cualquiera logra golpear más de una vez a Asahi Kyoko.

A la vez, al lado de Gai, Kakashi se sujetó el brazo y frunció el ceño. "Nosotros nos encargaremos de terminar esto"

"Así que al fin se despertaron. Tardaron más de lo que esperaba" dijo Kyoko, sonriendo con calma.

"Sensei solía decir que, en batalla, tú eres cruel y despiadada. A pesar de tu apariencia, podrías ser incluso más sanguinaria que alguien de la Niebla Sangrienta"

Kakashi estaba en lo correcto. Está era una de las razones del por qué Tsunade llamaba loca a Kyoko. Era obvio con solo ver la masacre que se extendía en el campo de batalla y también una de las razones del por qué la misma Tsunade se sintió tan preocupada de que Toru haya dejado la aldea. Al final, todos los problemas se reunieron en un solo lugar.

"Muchos dicen cosas sobre mí y eso es algo que trajo muchos problemas a mi vida después de mi retiro. También me costó mucho ocultar esas cosas de mi hijo. No quería que él me viera de esta forma, no quería que él sea igual que yo…"

"Pero al final…"

"Si. Lo sé, Kakashi-kun. Jiraiya-sensei me lo dijo"

Kakashi abrió un poco los ojos por lo que Kyoko dijo. El sabía bien que las almas de los muertos podían interactuar entre sí, pues aquel día, durante la invasión a Konoha, él murió a manos de Toru y se encontró con su padre en el limbo.

"Toru-chan se ha ido por el mal camino y eso es todo por mi culpa. Si desde un principio no le hubiera prohibido a Jiraiya-sensei acercarse a Toru-chan, es muy probable que él no hubiera terminado así. Estoy consciente de ello y acepto toda la culpa"

Gai y Kakashi se miraron entre sí y asintieron con la cabeza. Kyoko era una mujer excéntrica y llena de secretos. Y la razón del por qué murió tan fácilmente a manos de Itachi aún era desconocida para todos.

"No tenemos tiempo que perder, Kyoko-san. Te derrotaremos y te sellaremos. Así podrás regresar a descansar en paz" dijo Gai. A lo que Kakashi continuó.

"Te aseguro que Asahi Toru ya no está en el camino de la oscuridad. Si entiendes esto, podrás regresar al mundo de los muertos y descansar sabiendo que tu hijo está bien"

Sin embargo, Kyoko sonrió. Es cierto que ella quiere regresar a descansar en paz, pero también quería seguir divirtiéndose en esta guerra. Aunque sabía que su estadía en este mundo iba a durar poco, ella aprovecharía esto para pelear en serio contra el discípulo de Minato y el hijo de Maito Dai.

"Fufufu… nada me asegura que mi hijo esté seguro. Sacrifiqué mi vida para salvarlo, así que nada me dolería más que ver a mi pequeño Toru-chan en el Mundo Impuro. Yo…" Levantó la guardia y frunció el ceño. "No quiero que mi hijo termine como Obito-kun"

Kakashi abrió los ojos en shock al escuchar esto.

"Punto débil…" y Kyoko vio debilidad en esa expresión. Así que se lanzó al ataque y golpeó a Kakashi en el estómago con el puño. Gai reaccionó rápido y, con una patada, la alejó de Kakashi. Sin embargo, el ataque de esta mujer no terminaba. Kyoko juntó las manos cuando aterrizó con ambos pies en el suelo y realizó dos sellos de mano. "Shimikomaseru, Katon: Hi no Ken [Imbuir: Puños de Fuego]"

Los puños fueron envueltos en Katōn, lo que, a la vez, hizo que Ino frunciera el ceño mientras miraba toda esta pelea. Ella pensó que, si le quitabas a un shinobi sus armas, le quedará el Ninjutsu y, cuando le quites su Ninjutsu, solo le quedará el Taijutsu. Kyoko era una de las kunoichi más completas en batalla, no por nada pudo masacrar a gran parte del ejército con facilidad.

'¡Mangekyō Sharingan!' El Sharingan de Kakashi giró, transformándose en el Mangekyō. 

Gai vio esto y aceptó que no podían contenerse ante un enemigo tan formidable como Asahi Kyoko. Es por eso que él puso una cara sería y apretó los puños con fuerza.

"¡Hachimon Tonkō: Keimon! [Eight Gates Released Formation: The Gate of View]"

Y sin contenerse, abrió la sexta puerta de las ocho que existen. Esto hizo que Kyoko asintiera con la cabeza. 

Con todo esto, el suelo comenzó a temblar con fuerza ante el poder de Gai. Su piel se puso rojiza y fue envuelto en un aura verde que, aunque puede confundirse con chakra, en realidad no es así. 

"Todos han crecido mucho…" Cerró los ojos relajada y, cuando volvió a abrirlos, el Shigan se mostró en su mirada. A pesar de que no podía cortar las líneas de muerte, ella al menos podía ver los movimientos del enemigo de forma predictiva.

¡Boom! El suelo debajo de los pies de Gai explotó, quien apareció delante de Kyoko con todo el poder de la juventud. Levantó el puño y Kyoko sonrió al verlo. No había forma de esquivar eso, pero sí de bloquearla.

Kyoko puso los brazos frente a su rostro y el puñetazo de Gai fue bloqueado. Sin embargo, este no sería un ataque vacío y sin sentido. Gai sabía bien que a alguien como Kyoko, al momento de pelear, no se le debe dar la oportunidad de descansar. Con ataques constantes, patadas y puñetazos, Gai comenzó a golpear a Kyoko, quien poco a poco comenzó a verse afectada por esto. Aunque ella se cubría bastante bien, el daño comenzó a afectar su cuerpo. 

Al mismo tiempo, justo detrás de Kyoko, Kakashi conectó los sellos en sus manos e inhaló una gran cantidad de aire.

"¡Katōn: Karyūdan! [Estilo fuego: Bala Dragón de Fuego]"

Exhalando una llamarada que tomó la forma de un dragón, Kakashi atacó la espalda de Kyoko. Esto también hizo que Gai sonriera, pues era la hora de huir. Si ese Jutsu también lo golpea, estará en graves problemas. Así que, con su alta velocidad, apareció al lado de Kakashi y el dragón de fuego logró golpear a Kyoko.

"Shimikomaseru, Raiton" ¡Boom! El dragón de fuego explotó y Kyoko salió de entre el humo después de hacerlo explotar. Sus brazos estaban llenos de electricidad y en su rostro podía verse claramente que esto mismo le estaba haciendo daño. "Es sorprendente lo que ustedes dos pueden hacer en un segundo, pero eso no será suficiente para derrotarme. ¡Shimikomaseru, Fūton!" Ella extendió los brazos con las palmas de las manos abiertas, como si fueran espadas. Sus ojos brillaron tenuemente bajo su cabello y una sonrisa maníaca se formó en su boca. Casi al instante, su cuerpo parpadeo, dejando una imagen residual y apareciendo detrás de Gai.

"¡Gai!"

"¡Ahora, Kakashi!" Mirando hacia atrás, vio como Kyoko lo apuntaba con sus manos, como si fueran cuchillas, listas para matar. Pero ese era el plan.

En un solo segundo, el suelo bajo Kyoko se rompió, del cuál salió Kakashi con el Chidori relampagueando en la palma de su mano. Aprovechando el factor sorpresa, Kakashi apuñaló a Kyoko en el corazón y rápidamente se hizo a un lado, pues encima de ellos dos, Gai se agarró a sí mismo del puño y apuntó su codo contra Kyoko.

"¡Konoha Kaiganshō! [Destructiva Roca Ascendente de Konoha]"

El codo de Gai impactó contra la espalda de Kyoko, quien de forma violenta, se estrelló contra el suelo, lo que a la vez hizo que todo el lugar temblará, dejando un gran cráter de 15 metros de diámetro.

"Esa fue una excelente combinación. ¿Cómo deberíamos llamarle a nuestro ataque combinado, Kakashi?" Aterrizando al lado de Kakashi, Gai levantó el pulgar y las 6 puertas se desactivaron, lo que hizo que él cayera de rodillas. "Maldición… el poder de la juventud se me está acabando…"

"Si tienes tiempo para decir tonterías, será mejor que sellemos a Asahi Kyoko antes de que se regenere"

El polvo se asentó, mostrando que, en medio del cráter, el cuerpo de Kyoko estaba partido en pedazos, pero su cabeza aún seguía unida a una parte del torso. Los restos de su cuerpo lentamente comenzaban a unirse de nuevo, por lo que era obvio que tenían que darse prisa.

***

"No vuelvas a hacer eso otra vez, tonta. ¿Quieres que te maten?" Sakura puso sus manos sobre las heridas de Ino y trató de curarla lo más rápido posible. "Imagínate tener que sanar a una kunoichi médica"

Ino, por su lado, miró de lejos como Gai y Kakashi derrotaron a Kyoko en tan solo 5 segundos, pero había algo raro en todo esto. "Jejeje… lo siento…" Sin embargo, respondió a lo que Sakura le había dicho. "No quería quedarme tirada viendo como todos mueren. Aun me queda chakra, así que sanaré el resto de mis heridas yo sola"

Ino se levantó con un poco de dolor y caminó hacia el cráter. Vio de lejos como Gai se arrastraba para llegar, mientras que Kakashi solo lo ignoraba.

Cuando estuvo lo suficiente cerca para escuchar lo que decían, sus ojos se abrieron al escuchar algo en específico. Kyoko había dicho algo que la dejó pensando demasiado y, con todo lo que acababa de pasar, la situación no mejoraría.

Kakashi cubrió a Kyoko con vendas y el equipo de sellado ayudó de inmediato, dejando a Kyoko sellada entre una montaña de vendas.

"Asahi Kyoko… la madre de Toru…"

¿Qué fue lo que le dijo Kyoko a Kakashi y Gai? Ella pudo escucharlo…

-Aldea del Clan Ōkami, más tarde por la noche-

Mientras los shinobis de la Alianza eran atacados por Zetsus infiltrados en medio de la noche, Toru y Konan estaban teniendo un rato de pasión en la cama. Ninguno de los dos sabía que estaba pasando ahí afuera, pues ambos se encontraban concentrados en el otro y en el placer que sus cuerpos se otorgaban.

Estuvieron de esa forma durante gran parte de la noche hasta que finalmente se cansaron. 

"Konan…" Toru miró al techo. "¿Estás despierta…?" Dijo con un leve susurro, pero ella no respondió. 

En lugar de eso, se escuchó su suave respiración cerca de su oído. Esto hizo que Toru volteara su mirada a la mujer a su lado. 

'Hm…'

El rostro de Konan durmiendo, para Toru, era bastante relajante de ver. Parecía que no había preocupaciones en la mente de esta mujer y que su corazón ahora estaba en paz. Esto hizo que Toru sonriera levemente, pues de alguna forma sintió que esto era lo que quería. El concepto de felicidad para él siempre se ha distorsionado demasiado. Se puede decir incluso que Toru no sabe lo que es la felicidad y que las únicas emociones que tal vez conoce y entiende son el sufrimiento y la tristeza. Para él esas emociones eran algo con lo que está familiarizado, pero ahora…

'¿Está bien para mí vivir de esta forma?' Se preguntó a sí mismo debido a que sintió otro sentimiento que le era bastante familiar. El… se sintió culpable…

De alguna forma Toru hizo que Konan se enamorara de él y eso estaba bien. El, desde el fondo de su corazón, deseaba darle felicidad, pero para alguien como él… ¿Estaba realmente bien eso?

También estaban esas dos chicas. Está era otra de las cosas que lo hicieron sentir preocupado. Sin duda alguna sentía algo por Ino y Hinata, pero sentirse así por ellas sería demasiado hipócrita y egoísta. Es mejor que ellas lo odien a que lo amen porque de esa forma está bien para él.

'En este momento… ¿Ellas estarán durmiendo o seguirán peleando en la guerra sin detenerse?'

El hecho de que Hinata e Ino, y muy probablemente Hanabi, sigan peleando a estás horas de la noche, sembró preocupaciones en su corazón. Si ellas mueren…

'Si ellas mueren…'

La imagen de aquellos amigos apareció en su mente, como un recuerdo lleno de luz y de un sentimiento extraño y confuso. Fue entonces que se levantó de la cama y se vistió, para luego salir de la casa.

***

Hay luna llena esta noche. Desde lo alto de uno de los árboles, Toru exhaló un poco de aire frío y negó con la cabeza. El otra vez estaba pensando demasiado en las cosas. Esto lo estaba agobiando y esa sensación solo aumentaba con el pasar de los segundos.

"¿Debería ir a revisar?"

No, esa guerra no era su problema. Lo único que podía interponerse entre esa respuesta que el tanto busca es Madara y, si él se atreve a atacar otra vez, entonces él no tendrá más opción que usar "ese" Jutsu para matarlo. A pesar de que él hizo esa promesa con Konan, frunció el ceño al darse cuenta de que… posiblemente…

'Trataré de no pensar en eso…'

-Cárcel de Konohagakure, medio día-

Click, click. Un pequeño alfiler entró en la cerradura de la celda. Karin movió el alfiler con cuidado, buscando la posición correcta para abrir la puerta metálica, pero parecía más complicado de lo que se veía. Aun así, ella continuó con lo mismo hasta que la cerradura hizo aquel típico sonido. Una sonrisa se formó en su rostro y, en la celda contigua, Tayuya suspiró.

"Llevabas media hora en eso y al fin lo conseguiste. Rápido, sácame de aquí también, Karin. Llevo tres años encerrada en esta mierda" puso las manos en los barrotes y miró a Karin.

Sin embargo, Karin le dió la espalda y sonrió. Lentamente se dió la vuelta, levantó la mano y… "Jodete, perra" le mostró el dedo del medio con una sonrisa burlona. Acto seguido, salió corriendo tan rápido como pudo.

"¡Maldita zorra! ¡Sácame de aquí! ¡Me las vas a pagar! ¡Te voy a patear el culo, perra!"

***

"Esa tipa es ruidosa. Tengo que encontrar a Sasuke rápido para apuñalarlo un poco y luego restregarme la cara en su pecho"

Karin al final pudo escapar cuando los centinelas se distrajeron. Con esto, solo tenía un destino al que ir.

-Aldea del Clan Ōkami-

Al mismo tiempo, en este lugar, se estaba llevando a cabo un pequeño torneo entre los lobos. Se trataba de combates 1 vs 1 dónde el premio era un gigantesco jabalí capturado por la mismísima Okamitsuki. 

¡Boom! ¡Bam! Los golpes, mordidas y zarpazos se escucharon uno tras otro. Dos lobos se estaban enfrentando y, alrededor, los demás lobos observaban emocionados mientras hacían sus apuestas.

Konan parecía estar bastante atenta a esto, pues tenía una leve sonrisa en la cara.

'Todos aquí se entienden, eh…' ella no pudo evitar pensar en ello, pues, a pesar de que los lobos estaban peleando por un pedazo de carne, se veían felices con este tipo de cosas. Todos se llevaban bien y no había peleas. 'Si tan solo los humanos fueran así…' pero eso era algo aún más difícil de lograr.

Mientras tanto, flotando sobre todos, Toru tuvo el mismo pensamiento de Konan. Está paz lo tenía un poco perturbado. Ahora mismo se está llevando a cabo una guerra, dónde la gente está muriendo y sufriendo. Y en todo eso seguramente están Hinata e Ino.

'No debo pensar en eso. Hay shinobis bastante fuertes en el mundo. Así que, la guerra para ellos debería terminar rápido. Sin embargo, si Madara llega a triunfar… yo… lo mataré…' su mirada se volvió sombría de un momento a otro y suspiro al darse cuenta de que otra vez estaba pensando demasiado.

-Alianza Shinobi, más tarde-

¡Zakihhhhhhhhh! La bestia de diez colas rugió y extendió todas sus colas como si fueran manos. Miró a todos los shinobis y, de sus colas en forma de manos, más específico de los dedos, comenzaron a salir grandes espinas como bastones que se lanzaron en picada contra todos los shinobis. 

Casi de inmediato se sembró el caos en el ejército, ya que, debido a esto, comenzaron a morir uno tras otro sin detenerse. 

Naruto vio esto con ira, pero estaba cansado y no podía moverse con facilidad. Aun así, él debía intentarlo.

"¡Fūton: Rasen Shuriken!"

Creando en shuriken en la palma de su mano, Naruto la lanzó al cielo y explotó destruyendo gran parte de las espinas. Sin embargo, eso no fue suficiente para detener todo el caos.

Al mismo tiempo, un poco cerca de Naruto, Hinata uso Omoiken para romper tantas espinas como sea posible, pero estás no se terminaban y seguían apareciendo. Teniendo en cuenta que Ino acaba de perder a su padre por culpa de una de las Bijūdamas, Hinata intentó protegerla.

"Orrraaaaahhhh!!" 

Sin embargo, Ino se podía defender sola. Ya que, con el Byakugo activado, junto a Hinata, destruyeron las espinas. 

Esto, sin embargo, no será suficiente. Naruto gastó demasiado chakra al lanzar tantos Rasen Shurikens, lo que hizo que cayera al suelo exhausto. El Jūbi aprovecho esto para lanzar las espinas directo a él, por lo que esto iba a ser una muerte asegurada.

Neji vio esto y, ya que estaba más cerca, sin importarle su propia vida, se lanzó delante de Naruto como escudo humano. Cerró los ojos y espero su destino, sin embargo… Nada pasó…

Neji cayó al suelo y vio la cara de Naruto confundido, quien miraba hacia arriba en estado de shock. Esto lo hizo mirar hacia atrás, pero lo que vio hizo que, por un momento, el mundo fuera en cámara lenta.

La máscara de esta chica se agrietó y la sangre se derramó por toda su ropa. Una suave sonrisa se formó en su rostro a la vez que caía de rodillas.

"¡¡HINATA-SAMA!!"

Neji de inmediato atrapó a Hinata entre sus brazos y miró las heridas que ella tenía por haber sido atravesada por las espinas.

"No puede ser… ¡¿Por qué hizo esto, Hinata-sama?!"

Neji no podía creerlo, pero esto era real. Casi al mismo tiempo, la máscara de Hinata se rompió, dejando ver una amable sonrisa por parte de esta chica. 

Cuando ella vio a Neji lanzarse frente a Naruto para recibir el daño, por un segundo vio a su propio padre y recordó lo que pasó durante la invasión a Konoha. En ese momento, su cuerpo se movió por su cuenta, lo que la llevó a aparecer delante de Neji, protegiéndolo así, de su propia muerte.

"Neji-niisan… no voy a volver permitir que alguien de mi familia muera frente a mis ojos…"

A unos metros de ahí, dándose cuenta de que el ataque se detuvo de la nada, Hanabi miró hacia atrás y se congeló en ese mismo lugar al ver lo que estaba pasando.

"¿Onee-san…?" 

Había sangre allí… había muerte frente a sus ojos… igual que aquel día… igual que con su padre…

"¡¡ONEE-SAN!!"

Con lágrimas en la cara, Hanabi corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, apareciendo al lado de Neji y delante de Naruto quien, a la vez, miraba todo esto en estado de shock. 

Los ojos de Naruto observan con incredulidad está escena. Neji trataba de hablarle a Hinata para que está misma no cierre los ojos y Hanabi lloraba desesperada a su lado. Todo estaba pasando tan lento delante de sus ojos que parecía casi irreal, parecía una pesadilla. Miró los alrededores y vio todos los cadáveres que el ataque del Jūbi dejó. Nuevamente regresó su mirada a Neji y se dió cuenta de que Ino venía corriendo a toda velocidad.

"¡Estorban!" Con el brazo, Ino empujó a Neji contra Naruto y casi de inmediato, le quitó las espinas a Hinata y la recostó en el suelo. "Hinata, escúchame. No vas a morir. ¡No lo voy a permitir!" Ella decía eso, pero en su rostro había lágrimas que se desbordaban por sus mejillas. Sus manos temblaban envueltas en color azul, temblaban por el miedo de no poder sanarla. Sin embargo, ella debía hacerlo.

"Onee-san, por favor… no te vayas…" Con lágrimas en la cara y con los puños apretados, Hanabi se negó a perder a su hermana. Ella no quería ver morir a alguien de su familia otra vez.

Y mientras todo esto pasaba, sobre la cabeza del Jūbi, Madara sonrió y Óbito miró todo en silencio antes de hablar.

"Mira tu alrededor, Naruto. Dime… ¿Qué ves?" Levantó la mirada con seriedad. "¿Dónde quedaron las palabras que dijiste antes? ¿Seguirás diciendo que no dejarás morir a tus amigos? ¿Seguirás mintiéndote a ti mismo? Mira atentamente, Naruto. Este es el infierno, pero puedes cambiarlo. Ven aquí… no hay necesidad de estar en esta horrible realidad…"

-En algún extraño lugar-

Completamente blanco y puro, un lugar lleno de luz y de un extraño sentimiento cálido. Aunque todo esto parecía estar vacío, en medio de todo había una gigantesca figura conformada solamente por una extraña energía brillante. La figura tenía la forma de una pequeña niña de cabello corto, quien apretaba los puños como si estuviera enojada.

"¡¿Qué demonios hacen?! ¡El idiota es quien debe morir, no ella! ¡Así no escribí está historia!"

Ella agitó los brazos, completamente enojada y negó con la cabeza mientras hacía un berrinche. 

"¡Ya dejen de cambiar mi historia! ¡¡Así no es como debe pasar, así no!!"

Floto en el vacío blanco, dando vueltas de un lado a otro mientras continuaba con su berrinche.

"Tonto Overlord que invadió mi mundo" frunció el ceño y suspiro. "Si… es todo culpa de ellos. ¡Dioses tontos que no me escuchan cuando trato de decirles que hay un Overlord que está alterando mi historia! ¡Escúchenme! ¡Ustedes me crearon, háganse responsables!"

Aunque gritaba y pataleaba, nadie la escuchó, los dioses la ignoraron. Esto fue algo que la hizo sentir decepcionada.

"¿Qué debe hacer una madre para que los dioses la escuchen? Huh. Da igual. Tendré que hacer que todo regrese al canon"

-En algún lugar cerca del la Aldea del Clan Ōkami-

"Esto es bastante curioso. Parece que han reformado el terreno. Hay caminos interesantes, como si los hubieran hecho a propósito" era extraño para él. Acababa de revivir y ya estaba viendo cosas nuevas e interesantes. Se suponía que estaban de camino al antiguo templo del clan Uzumaki, pero había algo extraño en el camino. Esto lo llevó a sonreír con curiosidad, ya que sintió una esencia, un chakra conocido. 

Él se relamió los labios con su lengua de serpiente y avanzó junto a Sasuke, Suigetsu y Jūgo.

"¿A qué te refieres, Orochimaru?" Sasuke frunció el ceño.

"Esto será algo que te va a interesar"

***

Ya había anochecido y el aire comenzaba a ponerse frío. Para Toru y Konan, todo ha sido medianamente pacífico en este lugar, pero no podían evitar escuchar lejanas explosiones y sentir leves temblores. Está guerra estaba a otro nivel, pero a pesar de eso, continuaron viviendo una vida tranquila hasta mientras.

Alrededor de la fogata, todos los lobos comieron una parte de jabalí crudo, mientras que Toru, usando una sartén que hizo, cocinó la carne mientras miraba la llama en silencio. A su lado, Konan mordisqueó un pedazo de carne que Toru había cocinado anteriormente, pero se decepcionó al notar que esto tampoco tenía sabor.

"¿Te parece bien si lo cocino yo?"

"Esta bien"

"Gracias"

Konan tomó la sartén y agregó un poco de sal a la carne. Con esto, mientras la carne se cocinaba en su propia grasa, ella tarareo una canción con una leve sonrisa en los labios. Toru la miró con atención, en silencio mientras los lobos charlaban entre risas y pequeñas peleas juguetonas. Todo parecía una noche cómoda y relajante para todos. Incluso Okamitsuki estaba comiendo junto a su hija mientras se divertía viendo a los lobos de su clan.

Todo era tan pacífico…

"Konan…" 

Pero de repente, Toru frunció el ceño y el Kodō Shigan Eterno se activó en su mirada. 

Ella vio la mirada de Toru y de inmediato pensó que algo malo estaba pasando. 

"¿Cuántos son…?" Preguntó ella.

"Son cuatro. Todos ellos tienen bastante chakra. Es más, los conozco a todos…"

"¿Estás seguro de eso?"

"Si. No creo que vengan con intenciones hostiles, pero no hay que confiarse"

Toru se levantó del tronco de madera en el que estaba sentado y caminó hacia una dirección en específico. Él no sé alejó mucho de Konan, pensando que así podía protegerla en caso de un ataque. Se cruzó de brazos en ese lugar y miró fijamente al camino que se extendía entre los árboles del bosque. 

Esto fue visto por todos los lobos con curiosidad hasta que todos detectaron cuatro tipos de olores diferentes. Esos cuatro seres olían a muerte y sentían peligro en esos aromas extraños que llegaron a sus fosas nasales.

"Okaminaru, no hagas nada innecesario. Mantente al margen"

"Está bien, kaa-san"

Después de unos segundos…

Ellos al fin aparecieron…

"Es una sorpresa encontrarte aquí, uno de mis mayores orgullos, Asahi Toru-kun" Sonriendo con cordialidad, Orochimaru apareció de entre los árboles cubierto por una capa con capucha que ocultaba medianamente bien su rostro. Sin embargo, se quitó la capucha en el momento en que entró en contacto con esta aldea. 

Al mismo tiempo, detrás de él, aparecieron tres sujetos más. Uno de ellos se veía grande y robusto, mientras que el segundo se veía bastante delgado. El último era el más reconocible de todos, pues esos ojos carmesíes son bastante familiares para Toru. 

"Para mí es una sorpresa ver que sigas vivo" Toru fue agresivo con sus palabras. Miraba a Orochimaru con intenciones asesinas, pero eso no parecía afectar al hombre serpiente en lo más mínimo.

"Es irónico saber que te he estado buscando durante tanto tiempo y, cuando no estoy buscándote, apareces frente a mi"

"No me importa si estuviste buscándome" dijo Toru.

Viendo quienes eran los visitantes, Konan dejó la sartén a un lado y se acercó a Toru por la espalda. Suavemente lo tomó de la mano y miró a Orochimaru con ira.

"Orochimaru…"

El abrió un poco los ojos al ver a Konan con vida frente a él. 

"Heh. Pensé que Madara ya te habría matado, pero mírate. Sigues con vida, aferrándote a otra persona como siempre sueles hacer"

Toru tomó estas palabras de forma hostil y soltó la mano de Konan. Se acercó a Orochimaru y lo miró a los ojos.

"Si estabas buscándome o no, eso no me importa. Mi única pregunta aquí es…" Una gigantesca presión de chakra abrumó a todos de un segundo a otro a excepción de Sasuke y Orochimaru. Este último pareció emocionado por esta pequeña muestra de poder "¿Qué demonios hacen ustedes aquí?" Con ese brillo característico en sus ojos, miró a los cuatro visitantes.

Ya harto de quedarse callado y sin hacer nada, el tipo de los ojos carmesíes, Sasuke, hizo a un lado a Orochimaru agarrándolo del hombro y quitándose la capucha para mirar a Toru a los ojos.

"Sasuke"

"Toru"

Detrás de todos, Suigetsu suspiro. Tal vez era su propia imaginación, pero él juraría que, en las miradas de estos chicos, había un pequeño rayo blanco que unía los ojos de ambos. 'Asahi Toru, eh… Qué miedo. Es la segunda vez que lo veo y puedo sentir que es peligroso. Ahora entiendo a qué se refería Karin en ese momento… aunque no recuerdo qué relación tienen estos dos" La relación que tenían estos dos durante sus cortas vidas siempre fue bastante extraña, pero Suigetsu no tenía forma de saberlo. En el pasado fueron amigos, hace unos días enemigos, ¿y ahora qué?

"Tranquilícense un poco. Solo estamos de paso. No tenemos asuntos en este lugar." Orochimaru calmó un poco las aguas con sus palabras. Algo que, a la vez, hizo que Konan se sintiera aliviada, pues parecía que Toru y Sasuke iban comenzar una pelea, pero con esto, al final todo se calmó.

"Entonces, si tan solo están pasando por aquí, lárguense rápido y no vuelvan"

Escuchando a Toru, Sasuke pasó a su lado como si nada, alejándose de allí. Orochimaru se sintió decepcionado al ver la indiferencia con la que Toru y Sasuke se trataban, pero esto es lo que hay. Él no puede generar un espectáculo así de la nada. 

Pero…

¡Boom!

Una gigantesca mano brillante de color púrpura apareció y golpeó a Toru en la cara, enviándolo a volar contra Okamitsuki. Casi al instante y en silencio, Sasuke apareció delante de los lobos y miró a Toru hacia abajo.

"Me la debías"

Por un momento, Toru abrió los ojos y tuvo un recuerdo de hace unos días y de hace unos años. Al pensar en esto, sonrió levemente y se puso de pie. Le respondió a Sasuke con las mismas palabras que hace tantos años dijo.

"Si que eres un mal perdedor"

Orochimaru asintió con la cabeza al ver esto. Parecía que tanto Toru como Sasuke han cambiado bastante desde la última vez que los vio. Eso era algo bueno. Sin embargo, también había algo que lo intrigaba. Vio como Konan sostuvo de la mano a Toru como si fueran una pareja y eso era algo extraño y turbio para él.

'Heh. Eso es algo que no me incumbe, pero…' Volteo su mirada y miró a Konan con una sonrisa irónica. "Ni siquiera yo me atrevería a tanto" refiriéndose a la relación que ella tiene con Toru.

Konan entendió esto. "Cualquier cosa que digas no me afectará. Mejor sigue tu camino y aléjate de nosotros"

"Fufufu. Tan pasivo agresiva como siempre. Esa parte de ti es agradable. Y supongo que te tomaré la palabra" Miró a los dos chicos frente a él. "Sasuke. Es hora de irnos. Estamos perdiendo tiempo valioso. Si quieres hablar con ellos, debemos apresurarnos"

"Si, lo que digas"

Con las manos en los bolsillos, Sasuke pasó al lado de Toru y Okamitsuki. Levantó la mano, despidiéndose, algo que dejó confundido a Toru, pero que igual entendió como un símbolo de paz entre los dos.

"Hasta luego, Sasuke"

Al escuchar a Toru, Sasuke lo miró por encima del hombro y asintió con la cabeza. Orochimaru también lo siguió, junto a Suigetsu y Jūgo. Todos estaban dispuestos a salir de la aldea, adentrándose en el bosque que se extendía a lo largo, pero Orochimaru se detuvo y sonrió con malicia. Sin apartar la mirada del bosque, dijo:

"Toru-kun. ¿Sigues trabajando de mercenario?"

Konan frunció el ceño ante esta pregunta. Ella sabía a lo que se refería este hombre y entendía lo que él quería.

Okamitsuki y Okaminaru se miraron entre sí, sin entender bien lo que estaba pasando. Pero esto era un asunto de Toru, así que nadie de la aldea debía interferir, tampoco es que hayan iniciado una pelea así que eso estaba bien. Al menos así pensó ella y su hija compartió ese pensamiento. Aunque Okaminaru si quería ayudar a Toru, pero se contuvo al ver que todo esto terminó rápido. Bueno, todo se reanudó con esa pregunta.

"Ya no. Deje de serlo cuando me uní a Akatsuki"

"Es una lastima. Sasuke y yo tenemos un trabajo para ti"

Sasuke miró a Orochimaru de inmediato sin saber a lo que este hombre se refería. El solo lo miro y le sonrió, como si estuviera diciéndole que guarde silencio. Por lo que, a regañadientes, Sasuke se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

"Hay algo que quiero hacer y necesito mano de obra. Cualquier cosa que tú desees, ya sea un jutsu prohibido, dinero… una persona viva… cualquier cosa que pidas, te la daré a cambio de tu trabajo" Con una mirada sombría, terminó de decir.

A Konan no le gustó para nada como sonaba eso. La decisión es de Toru y de nadie más, así que lo miró para saber qué pensaba este chico, pero cuando giró su mirada, se dió cuenta que Toru la estaba mirando también, como si estuviera pidiéndole permiso. Esto hizo que ella recordará la promesa que Toru hizo. 

'Es como si lo estuviera limitando…' Así que simplemente asintió con la cabeza, pues ella últimamente ha visto a Toru actuar de forma extraña, más extraña de lo normal. De alguna forma se veía preocupado y eso no le gustaba a Konan. Si esto hace que Toru se sienta en paz, entonces no tiene objeciones.

Con este gesto, Toru asintió con la cabeza. "¿Qué clase de trabajo tienes para mí?"

Orochimaru se vio emocionado por esto. Así que, con total naturalidad respondió: "Vamos a invocar a los cuatro Hokages"

***

Media hora después, montando el lomo de Okaminaru, Toru y Konan miraron al frente. Hace rato llegaron a un templo extraño y tomaron una máscara de una de las paredes. Con esto, Orochimaru dijo que ya habían completado uno de los pasos necesarios para realizar el Jutsu. Aunque, Toru no entendió cuál es su papel en todo este proceso. Ahora mismo, todo el grupo se dirige a Konoha, dónde deberán completar una serie de pasos más para terminar el trabajo.

"¿Por qué el perro gigante vino con nosotros?" Suigetsu sintió curiosidad. 

Okaminaru insistió en acompañarlos, ya que no quería dejar solos a Toru y Konan con gente tan extraña. Es por eso que se encuentra llevando a estos dos sobre su lomo.

"Será un problema cuando la gente de Konoha vea un lobo gigantesco entrar. Antes de llegar a la aldea, deberás enviarla de regreso a su aldea, Toru-kun"

"Eso haré. ¿No tienes ninguna queja, Okaminaru?"

"Para nada. Estoy bien con eso. Solo que tendrás que llamarme cuando me necesites. Y por último" Okaminaru miró su propio lomo, poniendo sus ojos en Konan. "Cuídalo, Konan"

Ella asintió con la cabeza con una leve sonrisa. Konan obviamente estaba dispuesta a proteger a Toru, no hacía falta que Okaminaru lo mencionara, pero aún así ella apreció ese gesto. Esto solo demostraba que ambas ya se llevan mejor.

Por otro lado, Toru tenía curiosidad sobre muchas cosas, pero tenía que esperar y pensar seriamente en qué le pedirá a Orochimaru como recompensa por el trabajo.

"Orochimaru, ¿qué planeas?" Sasuke se acercó a él y susurró frunciendo el ceño. El no sabía lo que Orochimaru tenía planeado al involucrar a Toru en todo esto, pero la respuesta era más sencilla de lo que parecía.

"Aprovechando esta coincidencia, pensé que sería bueno para ti tener a un viejo amigo cerca. Tal vez te ayude a encontrar la respuesta que buscas más rápido"

"Eso no es todo y lo sabes"

"Tengo mis razones también, si, pero no es algo tan importante. Te lo aseguro. Ya no haré nada malvado. Aunque no puedas confiar en mí, actuaré siguiendo mis deseos y lo que quiero es ver cómo avanzas en todo esto. Y si Toru-kun está involucrado, esto solo es más interesante"

"No hacia falta traerlo a él, lo digo en serio"

"Fufufu. No lo sabes porque estás confundido, Sasuke-kun. Pero Toru-kun y tú son más parecidos de lo que crees. Estoy seguro de que encontraras tu respuesta en el y en lo que los Hokages digan"

Aunque para Sasuke era innecesario, para Orochimaru era interesante. Aprovechar esta coincidencia al máximo es lo que él hará y, si tiene suerte, podrá ver el verdadero potencial de Toru.

'Sin embargo, hay una sola gran diferencia que tiene Toru' Miró al muchacho sobre el lomo del lobo y sonrió. 'Tu no deberías existir y eso es lo que te convierte en alguien especial, mucho más especial que Sasuke-kun' Orochimaru sabía un poco de la historia del clan Asahi. Alguien que aparece y desaparece de la nada sin dejar rastro no es algo normal. La forma en la que este clan nació era extremadamente misteriosa. 'Y no solo Toru-kun… sí no todo su clan…'

En este mundo existen muchos misterios y el clan Asahi era uno de ellos. Aunque esto es más una teoría descabellada de Orochimaru, aunque él mismo piensa que las probabilidades son grandes, no tiene los suficientes fundamentos para confirmarlo. Es por eso que él necesitaba ver de que es capaz Toru.

"Ya casi llegamos" Suigetsu se adelantó y observó el gigantesco agujero que el Shinra Tensei de Nagato dejó. Dentro del cráter, Konoha había resurgido de los escombros.

Toru abrió un poco los ojos al ver esto. Parecía que la gente era lo suficientemente fuerte mentalmente para volver a construir lo que una vez fue. Ahora podía verlo con sus ojos. "Aunque ha cambiado bastante, es algo nostálgico" dijo al ver los rostros de los Kages en la montaña.

Continuará…