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The Last Rising Sun (Spanish ver.)

Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, según quiso el destino, esta misma creación destruye todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora ha reencarnado en otro mundo sin sus recuerdos. ¿Qué pasará en la nueva vida de nuestro protagonista? Nota del autor: Multiverso próximamente. Además, esta es una historia que se desarrolla lentamente. El volumen 1 está en proceso de remake, pero tenéis el volumen 1 original hasta ahora.

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179 Chs

Capítulo 172: Cerca de mi (+18)

Toru alguna vez pensó que estar solo era lo mejor que podía hacer. Desde la masacre de su propio clan, se mantuvo recluido en su apartamento, solo, junto a sus extraños artefactos caseros. Sin embargo, él sentía algo horrible cuando se daba cuenta de que estaba solo en esa habitación, pero como es propio en él, no le dió mucha importancia y siguió aferrándose a esa idea.

Tiempo después, entró a la Academia Shinobi, solo para hacer lo mismo de siempre, alejar a todos de su lado, pero eso cambió cuando tuvo que formar su primer equipo con Ino, Hinata y Yamato. Él, en aquel entonces, descubrió nuevas cosas y sentimientos que no lograba entender. De ahí en adelante, muchas cosas cambiaron. Se separó de su equipo, se volvió un traidor sin siquiera tener la culpa de ello y todos pensaban que está mentira creada por Danzo era real. Estaba solo nuevamente, pero al menos tenía a su compañera Okaminaru. Sin embargo, aquel día…

Cómo un ángel que descendió del cielo, ella apareció y le ofreció entrar a Akatsuki, la organización criminal que estaba buscando a los Jinchūriki. Lo que pasó después, es una larga historia hasta este momento.

***

¿Toru seguiría aferrándose a esa idea de mantenerse solo? Eso… ya no podía ser así.

Él miró a Konan con deseo, sintiendo algo diferente después de mucho tiempo. Él sabía que ahora su cuerpo solo estaba reaccionando ante la estimulación de tener a una mujer cerca de él, pero era difícil controlarse. Tocó sus labios con los de ella, intercambiaron saliva cuando tocaron sus lenguas dentro de sus bocas. Para él era algo demasiado extraño, algo nuevo, demasiado…

Konan miró a Toru a los ojos. Estaba recostada en la cama debajo de él. Ella de alguna forma se sintió indefensa, pues cuando él la empujó contra la cama, ella sintió algo extraño. Toru se acercó y la besó otra vez, pero está vez la beso en el cuello, lo cual fue suficiente para que ella dejara salir un pequeño gemido. Konan sintió escalofríos cuando sintió los labios de Toru en su cuello, su cuerpo entero se estremeció y tuvo una sensación extraña entre sus piernas. Esto la hizo cerrar los ojos sin poder entender qué había sido eso y cuando volvió a abrirlos, vio a Toru.

La expresión en el rostro de este chico era diferente, su mirada estaba fija en ella, su respiración era un poco pesada y de alguna forma, esa extraña manera en que Toru la miraba, hizo que Konan ya no pueda negarse a lo que estaba a punto de pasar. Miró hacia otro lado, como si estuviera diciéndole a Toru que continúe.

Él puso su mano en la mejilla de Konan y se acercó más a ella.

"¿Estás segura de esto?" Con un susurro le preguntó.

En respuesta, Konan se cubrió la cara con las manos y asintió con la cabeza. Ella no sabía muy bien cómo demonios había llegado a esta situación. A diferencia de ella, Toru es prácticamente un niño, el demasiado joven como para relacionarse con una mujer mayor que él. Aunque esto no parecía importarle a Toru.

Él sabía bien lo que tenía que hacer ahora, pero era la primera vez que lo intentaba y eso de alguna forma lo hizo sentir nervioso. Mientras Konan seguía ocultando el rostro, Toru extendió su mano, un poco indeciso, y entonces…

"Hm…"

El puso su mano sobre uno de los pechos de Konan, haciendo que ella soltará un pequeño gemido incómodo. Esto, sin embargo, no evitó que Toru apretara un poco su mano. En el fondo de su mente, quería escuchar qué tipo de sonidos podían salir de la boca de Konan. El desde siempre tuvo esa mente curiosa, así que en ese momento, esa mente quería descubrir más y más de esta mujer. Así que, apretó un poco el pecho de Konan y con el dedo índice comenzó a acariciar un pequeño bulto que se había levantado en medio de uno de los senos de ella.

'¿Qué es esto? Se siente muy raro…' Ella se cubrió los ojos con el brazo y su respiración comenzó a hacerse pesada. Tan solo ser acariciada en ese lugar hizo que su cuerpo entero se calentara.

Toru fue consciente de que la estimulación estaba lentamente excitando a Konan, por lo que usó su otra mano y agarró los pechos de Konan con fuerza.

"Ah-"

Antes de que ella pudiera soltar un gemido, Toru le cerró la boca con un beso. Acariciándola y besándola, Toru comenzó a sentir que su mente se estaba nublado, él ya no podía concentrarse en otra cosa que no sea la mujer que tiene enfrente.

La habitación estaba llena de aquel sonido que provocaba el beso apasionado de Toru para Konan. Ella apenas podía respirar, pero sentía que podía ahogarse estando entre los brazos de Toru, tocando sus labios con los de el. Ella se dió cuenta de que los brazos de este chico eran gruesos y fuertes. Sin embargo, aquel recuerdo de Toru con el cuerpo lleno de cicatrices hizo que le doliera el pecho.

"Hah… hah… hah…"

"Hah… hah… hah…"

Separándose por la falta de aire, Toru y Konan respiraban pesadamente. En este momento, en esta habitación, solo existían ellos dos y nadie más. Estaban solos, solos en este mundo y nadie los aceptaría en algún otro lugar.

Pero eso está bien porque al final eso hizo que ambos se conocieran.

¿Esto es amor? Toru no podía estar seguro de eso, pues sus emociones siempre han sido confusas desde que recuperó los recuerdos de su vida pasada, pero él sí sabía una cosa.

El se quedará con ella para siempre.

"¿Uh…? ¿Qué haces?" preguntó Konan.

Ella vio que Toru la tomaba de las manos y la ayudaba a sentarse en la cama. Él la miró en silenció y pensó detenidamente. Se acercó más a ella y la miró a los ojos.

"Pensé que sería más fácil de esta forma"

"Más fácil… ¿a qué te refieres?" dijo ella. Aunque se sentía nerviosa, decidió confiar en Toru. Ya que, tal parecía que Toru hacía lo mismo.

"Me refiero a esto"

"¡¿...?!"

En un rápido movimiento, Toru le quitó la túnica a Konan. Esto la dejó un poco sorprendida por lo rápido que él hizo esto. Ella ni siquiera tuvo oportunidad de reaccionar, pero al final simplemente aceptó esto y miró hacia abajo intentando ocultar la expresión confundida y nerviosa en su rostro.

Ella ya sabía lo que iba a hacer con Toru, lo sabía muy bien y es por eso que se sentía inquieta. Su cuerpo entero estaba caliente y ya no podía negarse a estar entre los brazos de este chico. De alguna forma, a pesar de su extraña y excéntrica personalidad, Toru tenía el don de cautivar a las mujeres con sus acciones. Él la salvó de morir a manos de Madara, la ayudó a arrepentirse de haber participado en la muerte de Jiraiya y al final, él le dió a alguien a quien entregar su cuerpo y alma. 

Okamitsuki dijo antes que Toru solo está con Konan porque él mismo siente que le debe algo, pero…

'Soy yo la que te debe mucho' 

Dejando de lado la vergüenza y el dolor en su corazón, se dejó llevar por el momento. Acercó su mano al pecho de Toru y luego acercó sus labios a los de él. En este punto, ya nada importaba. Madara, la guerra, nada, nada importa porque para ella era suficiente estar con él.

Toru, por otro lado, presenció el cambio de actitud de Konan. Ahora ella se acercó a él, lentamente lo acarició con la mano y tocó sus labios con los de él. Sus labios tímidamente se tocaron y en respuesta a la estimulación, ambos no se contuvieron y acariciaron sus lenguas dentro de sus bocas.

Toru ya no pudo más, lo que le hizo empujar a Konan contra la cama. Sin esperar mucho, con las manos solamente, le arrancó la blusa y la despojó de toda la parte de arriba de su ropa, lo que dejó a la vista los grandes y pálidos pechos de Konan. Ella ya no sintió vergüenza, pues dejó eso atrás. Ahora ella solo veía a Toru con deseo, así como él la miraba a ella.

Acercando su mano, él acarició los pechos de Konan y con los dedos estímulo los pezones. 

"Ah~"

Aquel excitante gemido, dejó en claro que el punto débil de Konan son los pezones. Así que, Toru continuó atacando esa zona. Cada vez que sus dedos rozaban los pezones de Konan, ella dejaba salir un débil gemido mientras su cuerpo tenía pequeños espasmos. 

"Espera, Toru~ Ah~"

En este punto, Toru ya no iba a detenerse, pues lo único que había en su mente era el placer de hacer sentir bien a Konan. Él la miraba a los ojos en cortos intervalos de tiempo, para volver a concentrarse en los senos. Aunque había algo raro, mientras más acariciaba los senos de Konan, Toru tenía una extraña necesidad en su boca y entonces una pregunta surgió…

'¿Qué clase de sonidos haría Konan si la estímulo con mi boca?' Él tenía en cuenta de que sus dedos y, en general, sus manos, son muy ásperas y grandes, pues son las manos de un hombre. Entonces, partiendo de esta información, si él trata de estimular los senos de Konan con la boca, el placer debería ser mayor.

Bueno, en este momento el pensamiento lógico de Toru ya no funcionaba, pues simplemente se estaba dejando llevar por sus instintos. Y sus instintos le decían que lo mejor es lamer los pechos de Konan. Se acercó más a ella y sacó la lengua. Konan se dió cuenta de esto, ya que, de un momento a otro, sintió que Toru se detuvo, así que lo miró para asegurarse de que nada raro haya pasado, pero lo que vio hizo que una extraña sensación se hiciera más grande en el interior de su vientre. Ella miró a Toru, quien estaba a punto de poner su boca en aquel lugar.

Ella instintivamente puso sus manos sobre el cabello de Toru, lo que hizo que él la mirara mientras aún tenía la mano de uno de los pechos de ella.

"¡Ah!"

Konan apretó el cabello de Toru al sentir la lengua del mismo acariciándole el pezón. Usando su lengua, este chico acarició cada lugar en el que ella sentía placer. Aunque en ese momento, él solo estaba acariciando los senos de Konan, por lo que, esto dejaba muchos otros lugares para tocar y acariciar.

'Ngh… se siente caliente… se siente muy raro…' Era su primera vez siendo tocada de esta forma, por lo que era obvio que desconocía este tipo de sentimientos. La lengua de Toru, para ella, se sentía muy suave y caliente, acariciando cada centímetro de sus senos. Cada vez que la lengua de este chico la lamía, su cuerpo se estremecía y sentía escalofríos placenteros recorrer cada centímetro de su piel.

Pero no fue suficiente para ella. Ya que, aquel lugar entre sus piernas comenzó a sentirse húmedo y esto, al final, la hizo sentir ansiosa. 

'Tan dulce…' El olor de Konan cambió para Toru. Él sabía bien lo que significaba esto. Además, y extrañamente, el sabor de los pezones de Konan era levemente dulce. Cada vez que su lengua la tocaba, ella temblaba y eso hizo que Toru sintiera que ese control que sentía sobre sí mismo lentamente se está desvaneciendo.

Actuando solo y guiado por su lujuria, que fue despertada por esta mujer debajo de él, Toru lentamente comenzó a bajar. Con la lengua, acarició el abdomen de Konan, recorrió su piel lentamente, sin apresurarse tanto, pero al final no pudo controlarse y el fino hilo que separaba su cordura y su lujuria se rompió.

Dejándose llevar al fin, Toru colocó sus manos en los muslos de Konan y le abrió las piernas. 

Instintivamente, Konan intentó cerrar las piernas, pero la fuerza de Toru era mayor, lo que le impidió hacerlo. Ella miró como Toru se quedó observándola ahí abajo durante unos largos tres segundos, a pesar de que decidió dejar la vergüenza de lado, tener a Toru tan cerca de su vagina si que la hizo sentir avergonzada.

Toru se dió cuenta de esto. Así que, un largo y caliente suspiro salió de su boca. Casi de inmediato, con solo sus dedos, le arrancó los pantalones a Konan junto a su ropa interior, dejando a la vista los pétalos de una flor pulcra, de color rosado y un tanto humedecida por su extraño néctar.

De pronto, aquel olor erótico hizo que Toru se sintiera mareado, pero sin poder controlarse, abrió la boca y saco la lengua. Ahí mismo, con un suave toque de su lengua, él saboreó aquel néctar que brotaba de esa flor. Era amargo, si, pero por alguna razón no podía detenerse. Además, sintió como Konan intentaba cerrar las piernas, pero él no iba a permitirle hacer eso. Clavando suavemente sus dedos en los muslos de Konan, Toru comenzó a lamer con más fuerza la entrepierna de ella.

"Toru… ah~ no… espera~" Sintiendo que su cuerpo perdía fuerzas, Konan soltó el cabello de Toru y apretó las sábanas con toda la fuerza que le quedaba. Cada vez que la lengua de Toru la acariciaba allí abajo, su cuerpo entero se estremecía estrepitosamente. Ella no podía evitar dejar salir su voz, como pequeños gemidos tímidos y ahogados que trataban de aguantar el placer que su cuerpo sentía. "Ngh… Oh~... Ah~ To… ru…" pero era imposible para ella ocultar su voz.

Y esos melodiosos gemidos incrementaron la lujuria de Toru, quien finalmente metió la lengua en la vagina de Konan.

"¡¿?!" Sus ojos se abrieron de par en par. Algo extraño entró en ese lugar y acarició el punto justo. Casi un segundo después de que la lengua de Toru tocará ese punto dulce, todo el cuerpo de Konan se puso rígido, y ella arqueó su espalda hacia atras mientras dejaba salir un gemido ahogado. Sintió un escalofrío placentero recorrer su cuerpo, seguido de espasmos que, al igual que aquel escalofrío, eran extrañamente placenteros. Esa era la primera vez que ella sentía un orgasmo, era la primera vez que hacía algo como esto. 

Mientras tanto, Toru, quien tenía la lengua aún dentro de Konan, sintió como los pliegues de la vagina de esta mujer se estremecieron y se apretaron con fuerza. Justo por esta reacción de Konan, él se asustó un poco, pero aún así la lujuria en su cuerpo logró destrozar ese miedo, por lo que ya no había nada que pudiera detenerlo.

Dejando que Konan se acostumbré a esta sensación de orgasmo, él se quitó la camisa y dejó salir otro suspiro. El aún tenía un poco de los fluidos de Konan en su boca, pero en lugar de limpiarlos con algo, se relamió y el Kodō Shigan apareció en sus ojos. 

Cuando Konan se recuperó del orgasmo que la hizo perder la razón por unos segundos, se dió cuenta de que Toru se había quitado los pantalones y las vendas quemadas de las piernas y los brazos, dejando ver al fin lo que se escondía bajo la ropa de este chico.

Ciertamente ella una vez lo vio desnudo aquel día cuando fueron a por el Rokubi, pero en esa ocasión no logró ver esa zona, pero ahora que al fin podía mirarlo de frente…

'Es muy grande…' pero a pesar de que ella pensaba eso, no podía quitar su mirada del miembro de Toru.

Al igual que un animal salvaje, Toru puso sus garras en los muslos de Konan otra vez y le abrió las piernas una segunda vez. Ya siendo guiado por sus instintos más salvajes, dejó salir un suspiro que por alguna razón dejó salir una pequeña nube de vapor y entonces…

Continuará…