Edward miró a lo alto en el cielo en donde algunos aviones de última tecnología pasaban volando.
Era la mañana y el brillo del sol era más intenso que otras veces, aunque no hacía tanto calor.
¿Estaba pensando demasiado? Era difícil decir que el día se sentía diferente solamente por el brillo general o por la situación que estaba por venir.
Hoy todas las fuerzas aliadas se moverían.
"¡Revisen los equipos! ¡Verifiquen sus armas!"
Edward bajó la cabeza, escuchando los gritos de los capitanes que se extendían por el campamento, organizando los grupos para el asalto al portal y la misión de cerrar la grieta.
Los militares estaban revisando los tanques colosos y comprobaban las armas, mientras que los mercenarios y aventureros le daban una última mirada al equipamiento que llevaban.
Los héroes más profesionales también estaban comprobando sus equipamientos y artefactos, mientras que otros héroes estaban grabándose o saludando virtualmente a sus fans.
Las fuerzas aliadas prohibieron grabar el campo de batalla y aquellos que lo hicieran serian castigados de acuerdo a las leyes rumanas y sus historiales tendrían una marca a nivel internacional.
Muchos usuarios de habilidades participaban en este asalto y algunos eran equipos de aventureros de diferentes países que eran profesionales y veteranos.
Elegidos a dedo, lo que las fuerzas aliadas buscaban era profesionalismo y destreza.
La grieta se podía ver desde lejos todavía presente, rodeado de la densa niebla oscura, y Edward comprendía que cuando se acercaran lo suficiente los monstruos saldrían en cantidades alarmantes.
Para enfrentar a tales monstruos necesitaban profesionales organizados y unidos con los cuales cooperar.
Edward limpió el sudor de su mano y respiró hondo, calmando el nerviosismo y la emoción.
Con cada día que pasaba la preocupación aumentaba y ahora que las autoridades decidieron actuar, él no pudo ocultar la emoción de terminar con todo.
Quizás esa era la razón por la cual él veía este día como un día más brillante de lo normal.
Edward, al controlar su respiración, se calmó y dejando de la torre del campamento, se bajó y caminó hacia el frente del campamento, pasando por las carpas y la zona de seguridad.
Quienes participaban en este gran asalto era el Duque Kristoph, el Cardenal Auguste, la Cardenal Najjar, el Director Vincent y la Reina del Norte, Eva Santos.
Esos eran los rangos SS que eran reconocidos a nivel mundial y en cuanto a si había fuerza de refuerzos o alguien extra, Edward no lo sabía.
Pasando los soldados y aventureros que estaban amontonados en el frente, Edward cuando se acercó percibió que su maestro estaba mirando al cielo.
¿Estaba sintiendo que este día era más brillante de lo normal?
No era calor, era el brillo de la luz que daba una sensación resplandeciente muy única.
"¿Sucede algo maestro?" Preguntó Edward con curiosidad.
El Director Vincent bajó la cabeza y lo observó.
"No, solo estaba pensando en alguien." Respondió el Director Vincent y observando sus alrededores, agregó. "La humanidad está unida."
Edward se dio cuenta de que había cambiado de tema, pero siguió la mirada de su maestro.
Soldados, aventureros, mercenarios y héroes de toda clase, todos estaban reunidos aquí
Desde magos, espadachines, cambiaformas, domadores de bestias, mecánicos y aquellos con habilidades innatas. Aquí se estaban reuniendo profesiones de distintos tipos y de toda clase, preparándose y listos para encargarse del portal abismal.
"Se puede hacer más." Dijo Edward con seriedad.
Él no le estaba quitando valor a aquellos que vinieron y si bien estaba sorprendido, en el fondo sabía que podía hacer más.
Dejando de lado los países, los gremios y grupos de usuarios de habilidades, los héroes podían hacer más.
"Si el gremio de héroes fuera más participativo y se organizara mejor, los héroes tendríamos una mayor libertad y podríamos involucrarnos en diferentes tareas. Cumpliríamos un objetivo mayor." Mencionó Edward de forma solemne.
Aquí estaban individuos del ejército, de las iglesias, aventureros, mercenarios y héroes.
Sin embargo, estos últimos no estaban totalmente organizados, no al menos como uno esperaría de los héroes.
"Muchos rechazarían tal clase de organización. Un asunto es estar registrado con identidad y otro muy diferente es ser ordenado." Respondió su maestro.
Su maestro notó lo que él estaba apuntando y lo negó de inmediato, pero Edward no se inmutó.
"¿Es así? Pero a muchos de ellos le gustan usar el 'título' y 'estatus' de héroe, como si fueran alguna clase de superestrella, todo sin tener ninguna responsabilidad." Replicó Edward y dándole un vistazo a su maestro, señaló. "Hasta hay algunos que compran sus títulos."
No estaba mintiendo.
Era cierto que en el tiempo de su maestro los héroes se ocultaban y había muchos de tales individuos.
Héroes cuyos títulos tan conocidos como era el Director Vincent, el Gigante de Acero o la Luz de Plata y eran ellos quienes una vez actuaron ocultando sus identidades, hasta que eventualmente fundaron el Gremio de Héroes y revelaron sus identidades al mundo.
Sin embargo, ellos iniciaron una era de héroes que y muchos jóvenes los siguieron, queriendo imitar los pasos y utilizaban mascaras para cubrirse, alardeando del estatus que tenían.
El gremio de héroes instaba a que todos los héroes se registraran para que nadie causara problemas al mantener una identidad secreta y si bien hubo algunos héroes que siguieron utilizando máscaras, ellos por lo general eran registrados por otras instituciones de importancia.
Muchos héroes se retiraron cuando fueron obligados a registrarse y revelar sus rostros y era una prueba de que el cambio traía rechazo.
Para Edward, al menos esos héroes enmascarados no se aprovechaban de la imagen y el título de héroe para hacer publicidad y ganar dinero como los héroes actuales.
No estaba mal ganar dinero, pero en este caso la mayoría de tales individuos tenían la única tarea de proteger ciudades de unos pocos monstruos sin importancia, dejando áreas que necesitaban héroes poderosos desprotegidos.
Para Edward, si esos individuos querían usar el estatus de 'héroe' y ganar dinero estaba bien, pero tenía que cumplir las obligaciones que ese estatus llevaba y eso era usar su fuerza en donde se necesitaba.
En cuanto a lo de comprar los títulos… Era una verdad a voces y era algo que muchas personas hacían y todo eso era debido a la falta organización y dirección del gremio.
"Aun así, el cambio traerá mucho rechazo y más el cambio que buscas." Dijo el Director Vincent y dándole una mirada, declaró. "Prepárate, vamos a empezar."
Sin permitirle responder, el hombre se elevó al cielo y liberó su presencia, dejando a la vista que un rango SS estaba presente.
Como uno de los antiguos fundadores del gremio de héroes y que ahora era el director de la Academia de Héroes, Vincent no estaba interesado en cambiar ese antiguo modelo.
Edward suspiró entendiendo que este no era momento para hablar del tema y también se elevó en el aire.
No usó su hechizo para cambiar el clima y controló sus emociones para que cualquier cambio no sucediera.
Eso se debía a que ahora era una batalla a gran escala y no deseaba molestar a otros con un cambio climático.
Agregando los aviones de combate que pertenecían al ejército atlante, era importante no crear problemas para sus pilotos.
Edward observó la grieta a lo lejos.
La antigua Ciudad Constanza fue cercada y durante los preparativos ese cercamiento se encogió, hasta que ahora estaban a varios cientos de metros.
Algunos monstruos de vez en cuando eran atraídos por la multitud, pero ya no era tanto como al principio.
"Que empiece la marcha."
Una voz fue escuchada por medio de los altavoces de algunos tanques y todos avanzaron.
Había equipos seleccionados para exterminar a esos grupos de monstruos que se acercaban y entre medio de toda la fuerza de asalto, se encontraban sacerdotes para evitar la corrupción.
En los otros lados también avanzaron al mismo tiempo.
Las fuerzas se contaban en cientos, con pequeños grupos de soldados rodeando los tanques colosos que eran usados como escudo y artillería pesada y luego a su alrededor pequeños grupos de usuarios de habilidades.
Algunos centrados en apoyo a larga distancia con arqueros y maestros de armas, otros en el combate cercano y otros eran aquellos de 'fuego pesado' que eran los que podían ocasionar más daño.
Los ruidos de la marcha atrajeron a más monstruos que salieron de las ruinas de la ciudad y se acercaron, pero los usuarios de habilidades se encargaron desde lejos con ataques a distancia.
Era una forma metódica de asesinar a las criaturas y no generaba ninguna tensión.
Los planes estaban hechos y no solamente los grupos tenían tareas, sino que los rangos SS.
Desde el Duque Kristoph quien iba a encargarse de proteger y asegurar que el portal abismal no fuera dañado o no se desestabilizara más de la cuenta, hasta la Cardenal Najjar quien iba a realizar el ritual.
Dejando al Cardenal Auguste en una posición más de apoyo debido a la información que se había extendido de él, que lo restringió por las miradas del público.
Los goblins también estaban presente, pero en otra área.
"…"
Entre los ruidos todos observaron la destrucción cuando se acercaron al límite de la ciudad.
El Duque Kristoph destruyó la mayor parte de la ciudad y luego con la artillería posterior todo lo demás también fue destruido.
Ahora solo quedaban restos de ruinas que dejaban en evidencia que en este lugar hubo una ciudad.
La grieta estaba en lo alto y era visible sutilmente debido al espesor oscuro que estaba a su alrededor, cubriendo lo que sería el centro en donde se encontraba el portal.
Los hechizos de luz y los rezos a la Diosa del Orden junto al Dios Zabathza empezaron a sonar tratando de alejar esa oscuridad que se extendía desde el centro.
Esto era el comienzo… Si bien debido a que ahora era de día esa oscuridad se veía como una tiniebla, necesitaba ser purificada antes de acercarse más.
O si no era posible que aquellos que participaban en las fuerzas de asalto fueran corrompidos.
Aun así, no iba a ser tan fácil.
"¡GRAAAA!"
Gruñidos bestiales y de monstruosidades se escucharon desde lo profundo de la tiniebla.
Ahora no estaban tan lejos y ellos podían notar una ligera neblina a sus alrededores, pero todo el cerco se había encogido y ya habían entrado en lo que era parte de la ciudad.
En los restos de las ruinas creadas por la corrupción y el hechizo del Duque Kristoph, los soldados y todos los usuarios de habilidades prepararon sus armas.
Estaban a una distancia segura de la grieta, lo suficiente como para que aquellos de mentes débiles no tuvieran pensamientos al ver el interior del portal y de paso no ser corrompidos por esa tiniebla en los alrededores.
Sin embargo, estaban lo suficiente cerca como para que pudieran escuchar los gruñidos salvajes y alocados de todos los monstruos.
Para ellos esa tiniebla era peligroso, pero para los monstruos podían resultar un beneficio.
"¡GRAAA!"
Y eso se demostró cuando cientos de esos monstruos salieron de las tinieblas avanzadas para todas partes.
Todo tipo de grotescas criaturas y abominaciones salieron al mismo tiempo.
"¡Fuego!"
*BOOM*
*Boom*
La orden llegó y los tanques colosos dispararon junto a los usuarios de habilidades a distancia.
Las criaturas de todo tipo de formas fueron destrozadas por los diferentes hechizos y la tiniebla tembló alejándose por la onda expansiva de las explosiones.
Sin embargo, la destrucción y el ruido atrajo más monstruos que empezaban a avanzar con ímpetu pasando por arriba de los cadáveres de otras criaturas.
Edward se movió lanzando sus hechizos de magia de relámpagos para paralizar a sus enemigos.
Necesitaban reducir el número oculto en esa tiniebla lo máximo posible con ataques a distancia, antes de que se volviera un enfrentamiento cercano y que el grupo que iba a cerrar el portal se acercara.
"¡GYAAA!"
Un chillido se escuchó cuando una criatura de rango S de gran tamaño voló desde las tinieblas.
El Caos había corrompido a un pájaro y lo había convertido en un monstruo grotesco que solo tenía la cabeza, las alas y el pico de un pájaro, su torso parecía ser creada por diferentes partes de cuerpos difíciles de identificar.
El Director Vincent fue quien se movió, abriendo la mano y generando un torbellino que engulló a la criatura, despedazando el cuerpo en pequeñas porciones de carne.
Sin embargo, eso no detuvo a los monstruos y tampoco al Caos.
Esa energía que llamaban divina podía corromper todo a su paso y eso significaba que era posible corromper animales, bestias e incluso insectos.
Algunas criaturas llegaron bajo tierra, por los túneles y no salieron porque ellos lo deseaban, sino que debido a magos de tierra de rango S, que los levantaron para que otros los asesinaran.
Los líderes habían pensado en todas las posibilidades y había cerca de dos decenas de rangos S, divididos por su zona, junto a otros en la parte trasera.
Sin embargo, los monstruos también eran numerosos y mientras los sacerdotes purificaban esa tiniebla tratando de que no se acercara, más enemigos llegaban.
Abominaciones grotescas eran las más problemáticas.
Creadas por partes múltiples de cuerpos de otras criaturas, algunas hasta se detenían para devorar la carne de los caídos.
No había una forma definida, algunas eran como perros de gran tamaño, otros parecían criaturas humanoides y hasta había grotescos monstruos sin forma.
A pesar de que las abominaciones eran salvajes y carecían de inteligencia, eran numerosos.
La primera etapa del combate, tan solo estaba empezando.
******
Zrag saltó y cortó las piernas de una abominación de cuatro patas y dándose la vuelta velozmente, atravesó la cabeza de esa vil criatura.
Su espada, a diferencia de otros individuos que luchaban, tuvo una mayor velocidad al atravesar a la criatura que había sido corrompido por el Caos.
Eso se debía a su concepto que había logrado entender, luego haber 'ascendido' de 'rango' como los terrícolas lo llamaban.
Su gente lo llamaba Espada de la Salvación, pero para Zrag solo era un medio más efectivo para matar cualquier criatura corrompida por el 'Caos'.
Ya sea que tuviera un aura que rodeaba el cuerpo para evitar los golpes, atravesar la dura carne corrompida o para evitar la regeneración rápida que algunos monstruos podían tener.
Era un aura que siempre estaba infundida en su espada y le permitía purificar y enfrentarse al 'Caos' logrando facilitarle exterminar todo aquello que había sido corrompido.
Tal concepto le permitió matar y sobrevivir en sus tierras.
Estaba decidido a exterminar todos los monstruos afectados por el Caos y eso lo demostró al balancear su gran espada y cortar a los monstruos que buscaban atacarlo.
"¡Retirada! ¡Viene ataques a gran escala!"
Escuchando la voz por el pequeño artefacto en su oído, Zrag se retiró de inmediato.
*BOOM*
*BOOM*
Dos tipos de explosiones llegaron a su espalda, la primera provino de los magos que lanzaban sus hechizos y el segundo fue el disparo de lo que los terrícolas llamaron 'tanques'.
Ambos ocasionaron explosiones que destrozaron los cuerpos y los monstruos que seguían saliendo.
El enfrentamiento había durado bastante tiempo tratando de reducir los números antes de comenzar el ritual para cerrar la grieta.
Zrag desde que había tomado su decisión de apoyar y participar en este enfrentamiento, había aprendido todo lo que pudo aprender de este mundo conocido como Tierra.
También había comprendido como iba a moverse la fuerza de ataque y ahora sabía que estaban por pasar a la siguiente etapa.
Adentrarse a esa tiniebla que ahora era menos densa y prepararse para realizar el ritual.
"La segunda fase dará comienzo. La Empresa Cosmos abre paso."
La voz volvió a sonar en su oído y Zrag en ese momento, les dio una señal a los rangos S bajo su mando.
Goras el Grande, quien en realidad era una pequeña criatura salvaje y Ragas su único subordinado, dejaron ver expresiones de odio al participar en esta misión, pero a su orden, obedecieron.
Diferente era Bogas, su leal subordinado, y el inteligente Wozikas, quienes dejaban ver seriedad al seguir su orden.
"Jarka comanda a las fuerzas que quedan." Dijo Zrag y mirando a los soldados que estaban detrás de ese chamán, declaró. "Luego brindaremos por nuestra victoria, como lo hicimos antes de venir."
Jarka y bastante soldados que quedaron de sus fuerzas asintieron con solemnidad y lealtad, pero otros dejaron ver miradas de disgusto.
Goras aprovechó el tiempo de espera hasta que inició la misión, confabulando e incitando a aquellos disconformes, para que se rebelaran.
Zrag los ignoró.
Antes de venir aquí habían bebido unos tragos conforme a sus deseos en donde nadie pudo rechazar, pero para él no fue una bebida de festejo o un trago previo de batalla… Fue un trago de despedida.
Mirando a Wozikas cuya mirada era solemne, Zrag escuchó un fuerte sonido del cielo y cuando observó de donde venía, pudo notar que era la señal previa al inicio del asalto.
Los monstruos seguían saliendo, pero en una zona los disparos y ataques se detuvieron.
*BOOM*
En esa área abierta, esferas metálicas cayeron del cielo sin que nadie supiera de donde vinieron y cuando esas cajas se abrieron en mitad del campo de monstruos, figuras salieron.
Fueron diez figuras, algunas median más de dos metros y otras llegaban a tres metros.
Sus cuerpos eran armazones metálicos que a Zrag le recordaban los caballeros humanos de su mundo, pero esta vez esos gigantes metálicos daban la sensación de golems.
Cada uno de ellos llevaban armas pesadas, parecidas a las 'armas de fuego' que llevaban los soldados, pero más grande.
Quien lideraba era una armadura de poder de tres metros de alto que tenía una gruesa arma y cuando un monstruo fue atacarlo, ese armatoste metálico de color plateado abrió fuego.
"Gh…"
"…"
El monstruo no pudo ni soltar un gruñido cuando el arma liberó, lo que se podría describir como un haz de luz, que atravesó al monstruo.
"¡Equipo de asalto, avancen y liberen camino!" Ordenó la armadura más grande cuando empezó a disparar esos rayos de luz roja.
Los miembros del equipo de armatostes de metal sacaron sus armas y avanzaron.
Algunos llevaban unas gruesas espadas con sierras que giraban y atravesaban a las criaturas, mientras que otros disparaban sus grandes armas logrando crear agujeros en el cuerpo de los monstruos.
Zrag pudo notar un brillo alrededor de algunos de esas armaduras gigantes y supuso que los individuos en su interior, eran aquellos que llamaban 'mecánicos'.
Por las miradas de los otros soldados, todos estaban sorprendidos por ese equipo de armatostes que ahora se estaban adentrando a la tiniebla, derribando a todos los monstruos.
Estaba claro que la fuerza que dejaban ver ese grupo de armazones era lo que los terrícolas llamaban Rango S… Básicamente, esas armaduras eran capaces de enfrentarse a los jefes entre jefes.
"¡Es hora de avanzar!"
Las órdenes llegaron y Zrag avanzó junto a los otros equipos, manteniendo su atención centrada en la Cardenal Najjar quien estaba en el centro acompañado de paladines.
Las flechas de vez en cuando volaban desde la distancia y ese era el otro individuo poderoso que estaba de su lado, era conocido como la Reina del Norte y Zrag estaba impresionado por las flechas.
Tales flechas acertaban incluso cuando sus objetivos estaban al otro lado de la tiniebla.
*BOOM*
"¡GRAHH!"
Los ruidos y explosiones vinieron desde dentro de esa tiniebla que generaba un ambiente oscuro y Zrag pudo ver como los armatostes estaban derribando a los monstruos.
El capitán, quien media tres metros de alto y llevaba el arma que liberaba haces de luces que penetraba a los monstruos, estaba primero disparando a todos los enemigos que se encontraba.
Los demás estaba a su espalda y uno había sacado una gran arma que liberaba llamas blancas de tipo mágico que eran extremadamente efectivas en contra la corrupción del área.
Los monstruos saltaban de los pocos edificios en ruina queriendo devorar y destruir a sus enemigos, pero eso fue perfecto para que ellos avanzaran.
Zrag se movió asesinando a los monstruos que estaban en ese lugar.
Los alrededores estaban cubiertos por protuberancias y cuanto más se acercaban al portal, podía notar gruesas raíces que palpitaban.
A lo alto estaba una gran grieta y en su interior estaba todo oscuro… No, si uno lo miraba por un tiempo, podía ver qué formas se agitaban.
Era el Caos del Vacío.
Aquellos que lo miraron por mucho tiempo tendrían pensamientos espeluznantes apareciendo en sus mentes y cuando se fusionaba con la tiniebla que era corrupción, las personas empezaban a ser afectadas.
Todos lo que estaban en el interior eran rangos S y eso se debía que aquellos de menor rango tendrían dificultades para resistir la corrupción que generaba esa tiniebla, pero incluso ellos tenían dificultad cuando miraban el interior de la grieta.
Zrag podía sentir pensamientos tenebrosos salir de su mente, pero él lo soportó.
En su equipo, Wozikas y Bogas lo resistieron, el primero más que el último, pero fueron Goras y Ragas quien se dejaban llevar revelando sonrisas viciosas.
Ellos habían vivido en un mundo rodeado por Caos y corrompido de forma extrema, pero igual aceptaban esos pensamientos más alocados.
"¡No duden!"
Una voz se extendió por los alrededores y todos los rangos S temblaron cuando esa voz se adentró en sus mentes.
El hombre que había hablado fue el Cardenal Auguste, quien hizo uso de sus habilidades mentales para aplacar los pensamientos más oscuros.
Sin embargo, Goras y Ragas lo miraron con salvajismo, animosidad, rencor y ambición.
Esas cruentas criaturas se dejaron llevar por sus pensamientos incitados por el Caos sin darse cuenta de que no solo podían corromperse, sino que volverse locos.
O tal vez lo estaban… Para Zrag era lo mismo.
Él solamente estaba esperando la siguiente fase para darle fin a sus antiguos compañeros.
No podía dejar que tales individuos siguieran viviendo y más cuando sabía que no aceptarían los valores que los humanos pregonaban.
Era por eso que con Wozikas quien tenía hechizos de veneno en su repertorio, hizo que todos brindaran una última vez.
Ahora solo faltaba que la etapa final comenzara para que Wozikas diera el golpe final… A aquellos que podrían llevar a su gente que deseaba vivir bien, a su fin.
Las escorias finalmente llegarían a su fin de la misma forma que su utilidad.
******
El Duque Kristoph observó desde lo alto del cielo, ahora mismo estaba manteniendo el hechizo para estabilizar el portal abismal por sí mismo.
Este hechizo había sido mejorado y ahora generaba una barrera en el exterior y tenía cierto efecto estable en el interior para controlar que el portal abismal no causara otro desgarro como antes.
O al menos retrasarlo lo máximo posible.
Se había preparado para mantener el hechizo, que tal vez se necesitaba varios Archimagos para mantenerlo y si bien estaba por su cuenta, no tenía problema.
Podía ver que la lucha continuaba abajo, mientras que a su espalda el brillo del día se estaba volviendo más intenso.
El Duque Kristoph observó a la Cardenal Najjar que se estaba acercando al portal.
Ella con solo agitar su mano distorsionaba los alrededores de los monstruos, convirtiendo esas criaturas en masas de carne sin forma a causa del espacio deformado.
Por otra parte, los goblins estaban luchando en una zona apartada, y en otra parte el Director Vincent estaba con su estudiante y otro grupo aniquilando todo a su paso.
Sin embargo, todos estaban atentos.
Había escuchado que una criatura se encontraba en la entrada del portal abismal, pero a pesar de que las raíces palpitantes eran visibles, la criatura todavía no había sido vista.
"La tercera fase comienza." Avisó la Cardenal Najjar.
Estaba a una distancia moderada del portal abismal y la mirada de la Cardenal Najjar estaba dirigida a la grieta que empezaba a temblar con sutilidad.
Esa sacerdotisa fue rodeada por sus paladines que llevaban escudos de torres y crearon una poderosa barrera espacial, permitiéndole que la Cardenal Najjar sacar una estatua del tamaño de un niño que no tenía ningún detalle.
Su rostro no podía ser visto y no podía ser notado.
Entonces, bajo sus pies dejo núcleos y cristales que contenían una gran cantidad de energía mágica.
El Dios que adoraban exigía energía mágica como sacrificio, pero lo que estaban llevando a cabo iba a necesitar un gran sacrificio.
Era por eso que se dejaron esos objetos con una densa cantidad de energía mágica sirvieran como sacrificio y que no se utilizara la energía mágica exterior.
Si bien la energía mágica volvería a sus niveles naturales con el paso de las horas, ahora los Archimagos lo usaban para sus hechizos.
La Cardenal Najjar empezó a rezar y los cristales junto a los núcleos se desvanecieron alrededor de la estatua que empezaba generar una sensación extraña.
Era del tamaño de un niño, pero su rostro que antes no podía ser visto empezó a ser difuminado como si ocultara los detalles que de repente habían aparecido.
Entonces, la estatua se rompió en pedazos convirtiéndose en polvo como si el tiempo la hubiera destruido por completo y ese polvo se esparció por los alrededores.
Especialmente por la gran grieta y entonces... Todo tembló cuando la grieta se empezó a cerrar.
"¡GRAAA!"
Las criaturas que se encontraban en las ruinas de la ciudad gruñeron y se acercaron al centro en donde se encontraban todos… Especialmente hacia la Cardenal Najjar que estaba rezando.
El Dios del Tiempo y el Espacio estaba cerrando la grieta, pero no sabían lo que podía hacer los monstruos, así que era necesario intervenir.
"¡Libertad!"
De repente, un rugido poderoso resonó desde donde antes se había encontrado el portal y una grotesca criatura se levantó desde debajo de la tierra.
Las raíces palpitaron y retrocedieron mientras que esa criatura se levantaba.
Su parte superior era la de un hombre con protuberancias en gran parte del cuerpo, pero su parte inferior era un conjunto de gruesas y grandes raíces que hicieron que su cuerpo superior pareciera pequeño.
"¡LIBERTAD!"
*BOOM*
El rugido hizo eco por los alrededores y los monstruos empezaron a reunirse por el aura que emanaba esa criatura.
¿Cuánta corrupción habría extendido y cuanta vitalidad había absorbido esa criatura?
Ya había entrado al rango SS… El Duque Kristoph simplemente observó con seriedad manteniendo la barrera.
Esa criatura que antes había sido un rango S cuando fueron ver al portal había subido de rango y ahora él reflexionó un momento por no haberla acabado cuando estaba débil a pesar de que sabía que podía ocasionar un desastre en su momento.
Sin embargo, su arrepentimiento duro muy poco.
*BOOM*
La grotesca criatura sacó sus raíces causando una gran destrucción y luego golpeó a unos rangos S que estaban cerca, enviándolos a volar en un instante.
"Libertad… AGhh…"
Una flecha surcó el aire y atravesó el estómago de esa criatura, con una penetración y precisión digna de un francotirador, pero la criatura no murió y volvió a rugir con furia.
Las raíces se levantaron en los alrededores, destruyendo las pocas ruinas y creando agujeros en la tierra, pero la Cardenal Najjar se mantuvo en su lugar rezando.
La grieta se estaba cerrando y el Director Vincent se acercó lanzando torbellinos para cortar todas esas raíces.
Los soldados mecánicos con sus armaduras de poder sacaron armas más grandes y empezaron a cortar las raíces, pero fue su líder quien se elevó al cielo sin miedo.
Su gran arma láser se convirtió en pequeños cubitos que se volvieron a ensamblar alrededor de su brazo mecánico, formando lo que para el Duque Kristoph era un cañón y ese mecánico disparó el cañón.
*BOOM*
Un poderoso ataque láser quemó la tierra, dividió varios tentáculos y cortó a varios monstruos que se acercaban.
El aura de rango SS de la criatura era potente y todos entendieron que, si dejaban que esas gruesas raíces se usaran de forma despreocupada, ellos serían quienes sufrirían.
Aun así, era el momento perfecto para eliminarla.
El aura de esa criatura era la de un rango SS, pero no tenía ni la inteligencia de un humano ni los instintos de una bestia.
Agregando que había ascendido recientemente, se encontraba en su momento de mayor debilidad y lo mejor era que en este lugar había bastantes individuos poderosos.
"¡Voy!" Anunció el Cardenal Auguste formando una esfera de pensamientos que lograban tranquilizar y aturdir a quienes miraban.
Ese era un poderoso ataque mental tan potente que se había manifestado en la realidad y tal vez era intangible, pero que pudiera ser visible dejaba ver lo poderoso que era.
No… El Duque Kristoph sentía mayor tranquilidad y lucidez, pero a la vez calma al mirar esa esfera, dejando a la vista que era capaz de afectar con solo verlo.
Entonces el cardenal la lanzó de inmediato y su velocidad fue tan temible que se convirtió en una onda que golpeó directamente a la monstruosidad.
"…"
No hubo gritos, explosiones o rugidos, simplemente los ojos de la parte humana que todavía permanecía sano adquirieron algo de lucidez a pesar de que era un monstruo.
El Cardenal Auguste había potenciado la voluntad y mente humana que quedaba en esa aberración, logrando que el Caos pudiera ser frenado por un momento.
El antiguo líder del Gremio Victrix se observó a sí mismo y luego miró sus alrededores.
Tal vez el Cardenal Auguste esperaba sacar el lado humano para que el hombre controlara su lado más monstruoso y esperara la muerte con calma, sabiendo que no podía volver a ser humano, pero su plan fracaso.
"¡Quiero sobrevivir!" La criatura rugió logrando evitar la flecha de la Reina del Norte que rompió parte de su estómago, pero que no fue letal debido a su grotesca regeneración.
El Director Vincent convirtió el aire de los alrededores en un poderoso torbellino que buscaba cortar la criatura, pero ese monstruo humano agitó sus tentáculos para destruirlo.
En ese momento, que se agitaba los tentáculos con locura, el Duque Kristoph pudo ver como Zrag atravesaba el pecho de un pequeño goblin y luego lo empujó hacia un tentáculo que destrozó a la pobre criatura.
El chamán al lado del líder goblin hizo algo parecido con el compañero de esa pequeña criatura y tras realizar un hechizo extraño, tal criatura empezó a vomitar sus extrañas, en lo que el Duque Kristoph entendió que era un hechizo de veneno y corrosión.
Ese líder goblin estaba priorizando sus intereses en esta tal difícil situación, pero al Duque Kristoph no le importó y miró al Cardenal Auguste.
Ese hombre convirtió los pensamientos de calma en aturdimiento, logrando que esa aberración se detuviera.
Entonces, el Duque Kristoph apuntó con su mano que lentamente empezaba a aumentar de tamaño y obtener un color gris cuando su forma vampírica se manifestaba de forma parcial.
Controlar el hechizo para mantener un portal abismal requería su total atención, pero eso podía cambiar cuando usaba su forma vampírica debido al aumento extraordinario de sus capacidades.
Sin embargo, antes de que pudiera lanzar un segundo hechizo, él sintió como su espalda empezaba arder y se detuvo.
*BOOM*
Al momento siguiente, la luz de afuera de la tiniebla se condensó en un punto y un pilar de luz cayó arriba de esa abominación.
"¡AHHH!"
El ataque fue tan potente que derritió la tierra y la luz empezó a tomar una tonalidad plateada cuando derritió el cuerpo de la criatura.
No importaba si la parte humana gritaba de dolor y miedo a la muerte, la luz plateada derritió el cuerpo a donde fuera que se moviera y sin importar con cuantas raíces tratara de cubrirse, terminó calcinado hasta desaparecer derretido.
Su carne, sus órganos, las gruesas raíces negras y la tierra que estaba detrás… Todo fue derretido por el pilar de luz plateada.
Hasta que solo quedaron algunas raíces y nada más, dejando en silencio todo el lugar.
La luz atravesó la tiniebla alejando esa oscuridad y el Duque Kristoph dio una mirada al cielo que podía ser visto al otro lado.
"¿Fue el Arcángel Miguel?"
"¿El Arcángel de la Guerra?"
Los murmullos se extendieron por todas partes ante ese individuo que era conocido por ser capaz de generar una luz poderosa, pero el Duque Kristoph no los corrigió a pesar de saber que estaban equivocados.
"Exterminen a las criaturas y monstruos restantes mientras la grieta se cierra." Ordenó el Duque Kristoph de forma seria.
******
Una figura aterrizó en una zona apartada a varios cientos de metros de las ruinas de la ciudad Constanza.
"¿Agotada?" Preguntó una voz suavemente mientras la figura aterrizaba.
La figura estaba usando una capucha que impedía que cualquiera viera su rostro o expresión.
Esa figura tomó la esfera de donde salía la voz y luego se giró para observar la grieta cerrarse.
"No cansada. Disgustada. El ambiente es desagradable para mi estado actual. Prefiero mis vacaciones." Respondió la figura con una voz femenina y agradable al oído, pero con cierta frialdad.
Una suave risa vino de la esfera de comunicación y en voz baja, murmuró. "¿No deberíamos decirles a ellas?"
"No, no hay necesidad. Además, ¿importará? Incluso si le decimos que no puede contar con sus padres frecuentemente. Aurora igualmente se moverá como desea. En cuanto a Alice, la seguirá a donde sea." Respondió la figura e inhalando, los alrededores temblaron cuando la energía mágica fue absorbida por su sola respiración, entonces miró a la grieta y murmuró. "Es mejor dejar todo como está y que ella siga con lo suyo."
Mirando como la grieta finalmente se cerraba, la figura desvió su mirada al portal abismal y al ver lo que sucedía, soltó un largo suspiró.
"Todo lo demás depende de ella… Ya estamos muy viejos para ayudarla." Dijo la figura logrando que desde la esfera una suave risa saliera.