webnovel

The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · ファンタジー
レビュー数が足りません
980 Chs

Resignar.

En una sala silenciosa, Shao Ya y Shao Fen observaron la televisión, específicamente la conferencia de Xu Long.

"Hemos asegurado el Portal Abismal y estamos preparando la expedición. Las Familias tienen grandes y capaces individuos. He decidido entrar junto a la cabeza de la Familia Kong." Dijo Xu Long mostrando seriedad y deteniendo las preguntas continuó. "Las Familia Tao y Sun nos ha estado ayudando y apoyando en esta arriesgada misión."

"¿Y qué hay de la Familia Shao? ¿Ellas enviarán a las personas que han contratado? Hay rumores que dicen que ellos están débiles." Dijo un periodista en voz alta.

Fue tan oportuno que era imposible no darse cuenta de que estaba arreglada, no obstante, la pregunta que hizo fue lo que atrajo la atención de todos.

"La Familia Shao ha estado en un mal momento. Sin embargo, ellos han contratado mercenarios. Ustedes ya deben haber escuchado sobre ellas." Reveló Xu Long y observando la cámara, anunció. "Hemos pedido que la Familia Shao las invite y ellos han rechazado, incluso no desean presentarlas. Esperemos que tengan un plan en mente y piensen en la salvación de nuestra nación y gente."

"Bastardo astuto." Gruñó Shao Fen apagando la televisión y mirándola a ella con frialdad, añadió. "Mira lo que has conseguido."

Shao Ya se quedó en silencio sintiendo la ira de su madre y que, si bien no era una usuaria de habilidad, seguía siendo dominante.

"No dejaré que ellas se vean afectadas." Respondió Shao Ya sin retroceder.

No iba a retroceder y menos en esta situación.

Tenía un límite y a ella no le importaba soportar las quejas de su madre o las obligaciones de la familia, sin embargo, era diferente cuando se metía con las personas con la cual se relacionó durante años.

Eran sus hermanas menores y no iba a dejar que nadie les hiciera daño… Y menos que se vieran obligadas por ella.

"¿De verdad querías esto? Yo no te he enseñado a ser emocional. ¡Incluso si estamos atrapados o si no quieres algo no debes mostrarlo!" Regañó Shao Fen elevando la voz con decepción.

Shao Ya era la hija de la Matriarca, aquella mujer que llevó a la Familia Shao a ocupar un lugar entre las grandes familias de china.

Los puso ante los ojos del mundo y para conseguirlo tuvo que sacrificar todo lo que tenía en su poder para lograrlo.

Era una sombra de un gigante que Shao Ya siempre vio desde lejos, pero no era uno que quería superar, era un gigante que daba miedo.

"Nunca he sido como tú, madre… Por eso mi prima ocupo mi lugar." Respondió Shao Ya y observándola, añadió. "Y por eso me fui. ¡Y fueron ellos quienes me dieron un lugar! ¡Siempre me he quedado con ellos!"

Akira era una niña que era tan agitada como problemática.

Inteligente y capaz, lo suficiente como para ascender siendo muy joven y esa niña problemática decidió viajar a África y conoció amigas que explotaron todo el potencial y la guiaron a que descubriera su camino.

Esa mujer cuando era una adolescente fue hasta la enfermería en donde trabajaba para la Academia Aetherium y la invitó a formar un grupo, contándole que deseaba crear un gremio.

Si hubiera sido cualquier otra persona, hubiera parecido un sueño, pero Akira no solo era capaz, sino que no se rendía.

Y fue esa niña quien le dio un lugar y cuando fue a África, ambas hermanas la trataron cordialmente, siempre siendo amistosas.

Incluso cuando las hermanas en esos tiempos se cerraban demasiado.

"Sin embargo, tienes un deber con la familia. ¡Fue ese bastardo quien asesinó a tu prima y llevó a esta familia a este estado!" Gritó Shao Fen mostrando por primera vez ira y rencor.

El rencor de alguien que era vengativo, lo suficiente como para revelar los colmillos y mostrar un fuerte rencor.

¿Tanto le dolió la muerte de su prima? Sin duda ambas mujeres fueron iguales y eran más cercanas de lo que Shao Ya alguna vez fue con su madre.

"¡Y fuiste tú quien decidió arriesgar la familia!" Respondió Shao Ya sin contener la ira y la molestia.

Hablaba de deber familiar y de tener obligaciones, sin embargo, fue esa mujer y su prima quien decidieron tratar de golpear a la Familia Xu, metiéndose en un altercado.

Uno que los llevo a la ruina.

Sus palabras fueron letales y Shao Ya se arrepintió de inmediato al decirlo, dándose cuenta de que afectó a su madre, quien volvió a ocultar sus expresiones y dolor en su rostro.

"Vete." Ordenó Shao Fen y sin esperar respuesta, añadió. "Y ve haciéndote la idea del casamiento. Kong Tian sigue manteniendo la idea."

Sin esperar respuesta, Shao Fen se fue dejando a Shao Ya apretando sus puños con ira.

Le importaba la Familia Shao no por sus miembros, sino que por lo que ella había logrado y no le importaba sacrificar a cualquiera por sus objetivos.

"Mierda…"

Shao Ya maldijo mordiéndose los labios y salió por la entrada haciendo ruido por la puerta.

¿Debería irse? ¿Huir con su caballero a su lado? Como las historias narraban de aquellos que huían para obtener felicidad.

Sonaba tan bien y tan agradable que provocó un nudo en la garganta de Shao Ya y un dolor en su pecho, que la presionaba.

¿Fue la falta de aire? Ella caminó al jardín familiar, tratando de calmar su mente y cuerpo.

La idea de huir sonaba tan bien, pero no podía hacerlo.

Por más que no le gustara tenía una responsabilidad con su familia y ella fue criada con la idea de priorizar su familia.

Y fue libre durante años… No, no se trataba de ser libre, sino que las cadenas que la ataron fueron extensas y ahora la han tirado acortándola.

"Desearía ser libre…" Murmuró Shao Ya al afirmarse mirando el jardín.

Era un pequeño lago rodeado de varias plantas con flores y que daba al pasillo de madera al aire libre y este lugar era relajante.

Recordaba su infancia en este lugar, su madre enseñándole, jugando con su prima, los sirvientes y los otros familiares, que venían de visita.

Era un hermoso recuerdo desde la perspectiva de una niña, que no era capaz de ver lo que se hizo para conseguir esa paz que le dieron.

Sintiendo que ese nudo se volvía pesado, Shao Ya sintió una presencia y se giró notando una figura que la miraba.

"¿Escuchaste algo?" Preguntó Shao Ya al ver que Alice la miraba.

¿Por qué estaba aquí? Esta sección era de su madre y los invitados no tenían permiso para acceder a este lugar.

"Si estás perdida puedo acompañarte." Dijo Shao Ya tratando de recuperar su sonrisa y al no poder lograrlo, murmuró. "Solo ignora todo. Te compraré una bolsa de papitas y le diré a los cocineros que te preparen algo."

La estaba sobornando y esta vez la expresión de Alice ni siquiera cambió y en vez de responder, se sentó en el lado del pasillo abierto.

Del mismo modo que ella a veces se sentaba para observar el hermoso jardín que expresaba calma y serenidad.

"Escuchó más de lo que me gustaría." Respondió Alice y observándola para que se sentara, detalló. "El murmullo de una sirvienta, la discusión de madre e hija o el llanto de una mujer."

El cuerpo de Shao Ya tembló al escuchar la respuesta y su expresión cambió, sin saber cómo reaccionar.

Los ojos negros de Alice la observaban con una seriedad mayor a la jovencita que podía ser comprada por una bolsa de papitas o algún almuerzo gratis.

Y fue esa misma mirada que la invitó a sentarse y Shao Ya obedeció, ligeramente perdida por esa atmósfera, que no concordaba con la Alice que conocía.

Que ella siempre mostró.

"…"

Y Alice le convido de su bolsa de papitas y se quedó sentada a su lado, llevando a que Shao Ya la observara de reojo.

Calma y serenidad, la joven que alguna vez conoció y que le gustaba la comida, se convirtió en una mujer y, aun así, todavía no podía decir que la conocía perfectamente.

¿No fue lo mismo con Aurora o Akira? Ambas siempre mostraban una nueva faceta que lograba sorprenderla y fue agradable ver como se desarrollaban.

Era una pena que ella no hubiera tenido hermana… No, tal vez fue lo mejor que no tuviera hermana y menos en esta familia.

Sin embargo, la familia a sus ojos no era aquella de la cual nacía, sino que aquellos que la rodeaban.

Y al igual que su madre, le importaba su familia y por eso, no quería dejar que usaran a Aurora ni a Alice o Akira o a los demás.

"¿No preguntarás por qué sigo aquí?" Preguntó Shao Ya en calma.

Aurora trataba de no inmiscuirse en el tema familiar y era porque ella no lograba entender lo que significaba pertenecer a la Familia Shao.

Siempre fue libre, sin restricciones y responsabilidades u obligaciones para alcanzar grandes alturas.

Ella misma lo mencionaba.

Akira, por otra parte, era sumamente cuidada por sus padres y si bien eran estrictos, sus padres deseaban protegerla de todos los peligros posibles.

"Por la imagen que representa la familia. Las responsabilidades y las obligaciones que otros fuerzan sobre ti y todos aquellos que dependen de ti." Respondió Alice y viendo que ella estaba sorprendida, reveló. "Lo que representa la posición en la que te encuentras."

La Familia Shao tenía responsabilidades y heredar no significaba tomar el prestigio.

Si su madre levantó toda la familia, la responsabilidad y las obligaciones era mantenerlo y más importante para Shao Ya mantener a todos aquellos que dependían de la familia.

Una familia nacional cuya influencia y ramas se extendían por todo el país.

De la familia dependían miles, si no es que decenas de miles y ser la heredera representaba el pilar que sostendría la familia.

Un pilar que significaba mantener la familia y aceptar los pedidos de aquellos que estaban debajo de ella.

Alice acertó y Shao Ya se sorprendió ligeramente y luego dio una sonrisa agradable.

"Lo sabía. Eres más atenta de lo que aparentas." Respondió Shao Ya y observándola, dudó. "¿También tienes esas obligaciones?"

¿Tenía la obligación de representar algo que otros pedían de ella? ¿Cargar con obligaciones y responsabilidades? Alice era la primera accionista de la Empresa Apicius y si bien era probable que con su hermana tuviera libertad, no sabía lo que sucedía con la empresa.

"Responsabilidades, más que nada." Dijo Alice y mirando el jardín, murmuró. "Ellos ven en mí alguien que no soy."

¿Se estaba refiriendo a la Empresa Apicius? Alice nunca mostraba su relación y cercanía a la empresa o a los negocios, excepto las veces que preparaba un restaurante.

"¿Una glotona cuya hambre parece interminable?" Dudó Shao Ya en broma y sonriéndole, añadió. "Yo veo una guapa mujer cuyo mayor secreto es la capacidad de mantener una figura perfecta."

Dio una broma cambiando tema, porque pudo sentir que el murmullo de Alice era seco, indiferente y pareciendo salir profundamente de ella.

No se trataba del miedo, sino que no deseaba obligarla a contar algo que no deseaba y Alice se dio cuenta y se rio.

¿Fue por su broma? ¿O por el tonto modo de tratar de cuidarla?

"Diría que ven un monstruo." Respondió Alice sonriendo.

Era una sonrisa que ocultaba cierta diversión propia y a la vez, que era imposible descifrar si bromeaba o lo decía seriamente.

"Tienen malos ojos." Murmuró Shao Ya logrando que Alice se riera aún más.

Fue una risa divertida y era difícil precisar porque se estaba riendo, no obstante, era una risa honesta.

"Hubiera sido fácil mencionar quienes somos nosotras para detener a tu madre. Y más cuando tu familia depende tanto de la Empresa Apicius. Su actitud hubiera cambiado totalmente." Dijo Alice observándola en calma.

La Primera y Segunda Accionista de la Empresa Apicius con la cual la Familia Shao cooperaba estaban presentes en este lugar.

Trabajando y limpiando las mazmorras de modo constante y su madre las ignoraba o las menospreciaba.

¿Qué hubiera pasado si le revelaba quiénes eran? Muy probablemente Shao Fen las tratara del mejor modo posible y se hubiera controlado.

Hasta la apoyaría con las presiones de las otras familias.

Sin embargo, no lo hizo y la razón era simple.

"Ustedes vinieron para limpiar mazmorras. No quiero que se le ocurra hacer una locura." Dijo Shao Ya con un tono de regaño y dándose cuenta de lo que acababa de hacer, observó a Alice y pidió. "No se lo cuentas a Aurora ni a Akira. Me gustaría que ellas no se inmiscuyan en esto."

Fue honesta con su pedido y sus palabras.

No iba a revelar quién era Aurora y Alice, ya que ambas no vinieron como accionistas, sino que como amigas y ella no se iba a aprovechar de sus amigas.

Y por eso no deseaba que Akira o Aurora se enteraran.

Prefería solucionar sus problemas por su cuenta o sufrir las consecuencias.

"Lo haré." Respondió Alice y dando una risa entretenida, añadió. "Sin embargo, no conoces a mi hermana. Ella ya ha decidido que hacer desde el inicio. Mi recomendación es que te resignes."

¿Resignar?

Alice sonrió divertida ante su propia idea, llevando a que Shao Ya no supiera como responder.

"Y es un poco tarde para no inmiscuirnos y más cuando ya no apuntan a ti." Agregó Alice sonriendo.

¿Se estaba refiriendo a Xu Long? Shao Ya le contó lo que sucedió a Aurora y por la sonrisa de Alice era probable que ella lo supiera.

"Esper…"

Antes de que Shao Ya pudiera detenerla, el rostro de Alice se deformó y la apariencia desapareció cuando la ilusión terminó, revelando figura creada a partir de oscuridad.

Entonces el cuerpo y el rostro que no tenía detalles humanos se deformaron disolviéndose en un líquido negro que luego de tragar el artefacto de ilusión, desapareció en una sombra que se movió por el pasillo.

"…"

¿Qué acababa de suceder? Shao Ya parpadeó y luego volvió a parpadear otra vez sin comprender lo que acababa de ocurrir.

¿Fue una broma de Alice? ¿O ella estaba probando sus habilidades?

A veces esa glotona era extremadamente compleja de entender y antes de que Shao Ya suspirara, escuchó voces en la entrada de la sección y ella se dirigió a ese lugar

"¿Pueden buscar a Shao Ya? Tengo algo que hablar con ella."

Aurora que estaba en la entrada hizo la pregunta a una sirvienta y como siempre dio una sonrisa amigable, que llevó a que la sirvienta asintiera queriendo ayudarla.

Fue innecesario cuando Shao Ya apareció luego de controlar su expresión y le dio una sonrisa.

"¿Qué sucede?" Preguntó Shao Ya en calma.

Aurora y Alice se habían retirado a la Ciudad Zerzura no solo por los medios que estaban cada vez más agitados e insistentes, sino que tenían días familiares.

Sin embargo, ahora que había vuelto pudo darse cuenta de que Aurora llevaba un brillo mayor en sus ojos negros.

"Voy a participar en el Portal Abismal y quería hablarlo contigo para arreglar todo." Reveló Aurora y dando una sonrisa brillante, comentó. "No te preocupes, ya hablé con Alice."

¿Lo habló con Alice? ¿Por eso le mencionó que se resignara?

"¿Por qué?" Preguntó Shao Ya.

De todas las preguntas que podía hacer esa fue la única que salió.

¿Por qué participarían? Estaba claro que Xu Long no solo tenía malas intenciones con la Familia Shao, sino que estaba apuntando posiblemente a Alice.

Entrar al Portal Abismal ya fuera con cualquier promesa de por medio era peligroso y era probable que las familias no hicieran votos a dioses.

Al menos antes no lo hicieron y menos ahora.

Así que no tenía sentido arriesgarse de ese modo.

"¿Por qué no?" Dudó Aurora y riéndose entretenida, declaró. "No te preocupes. No es la primera vez que me meto en situaciones peligrosas."

Confiada y una sonrisa no solo animada, sino que lleno de entusiasmo y fuerza, queriendo hacer lo que ella deseaba hacer.

Y como un auto sin frenos, una vez que arrancaba ella no se detendría, no importa como trataran de pararlo.