Érica les dio una mirada a sus clones y también fue mirada por ellos.
Murieron muchos de sus clones y también clones de los demás, pero con Cécile habían formado un ejército lo suficiente grande como para ser considerado un peligro en la tierra.
No, esto era mucho más grande de lo que ella había imaginado al inicio. Cincuenta clones de Artorius, Noah, Morgan y Sasha conformaban doscientos rangos S con habilidades y destrezas de ese rango.
Era un ejército y de ese ejército fueron destruidos o agotaron su energía mágica alrededor de ciento veinte, dejando unos ochenta con la capacidad de luchar.
Cuarenta de sus cien clones propios también cayeron en combate y si bien había algunos que gastaron su energía mágica, seguían siendo capaces de ayudar en la batalla.
Érica vio a todos sus clones, sintió el miedo a la muerte y también vio la seriedad y determinación en cada uno de ellos.
Cécile le permitió obtener cerca de trescientos núcleos de rango S y cientos de núcleos de rango A y ella creó su pequeño ejército. El ejército mismo se podía considerar un hechizo prohibido y el nivel de fuerza que le daba estaba en un nuevo nivel.
"Cécile se acerca."
El aviso vino de uno de sus clones que le dio una mirada detenida como si le dijera que dejara de pensar en estupideces… Y de sentirse orgullosa de lo que había creado.
"Todavía no termina. Vayan a sus posiciones." Pidió Érica y al ver que los clones restantes se dividían en pequeños grupos, dio la vuelta.
Miró hacia la espalda de Cécile en donde una colosal hidra de seis cabezas con alas de murciélago y cabezas de dragones estaba luchando en contra de una figura que llevaba una armadura metálica de cuerpo completo de color negro.
Meredith era capaz de lanzar alientos de diferente elemento con cada cabeza. Hielo, fuego, agua, tierra, oscuridad y luz, causando destrucción a su paso, pero su enemigo no se quedaba atrás.
Atacaba con sus guanteletes y los largos dedos afilados del guantelete creando gruesas heridas y a veces cortando la carne y también a veces levantaba las rocas para atacar a Meredith y a Érica le recordó la forma que Clémentine atacaba con su telequinesis.
Sin embargo, esos ataques eran insignificantes comparados al verdadero problema y ese era el cómo los alientos se disolvían.
El aliento de agua que podía atravesar montañas enteras se convertía en humo, las rocas se volvían burbujas, el fuego desaparecía en viento y el mismo viento se convertía en arena que caía al suelo.
Ella no sabía cómo algo tan misterioso era posible, pero entendía lo importante. El enemigo que se enfrentaba no era alguien con el que pudieran luchar, no en este momento al menos.
"¿Cómo fue?" Preguntó Érica a Cécile que se había acercado al campo de batalla.
Ellas estaban a quinientos metros y habían dejado a los demás atrás, lejos del campo de batalla.
Sin embargo, incluso ella no se acercó demasiado, ya que los alientos de Meredith eran destructivos y el nivel de poder de la figura metálica era sumamente terrorífica.
"Meredith parece tener un plan." Respondió Cécile y frunciendo el ceño, informó. "Pidió que invocara algo y que prestáramos apoyo, aunque sea menor. Creo que quiere cansarlo."
Érica dejando de mirar a Cécile volvió a contemplar la batalla y a pesar de que estaba impresionada de la capacidad de la Directora de la Academia Merlín, sintió que la intensidad de la batalla no era como se esperaría.
El enemigo era un rango SSS y si bien era poderoso, no dio la impresión de atacar con todo lo que tenía.
"¿El mural decía que los nativos de este mundo quisieron llenar una necesidad y se pusieron en contacto con un ser superior de un reino donde la mente era todo?" Preguntó Cécile y al ver que ella asentía sin inmutarse, murmuró. "Cuando esa figura tuerce los ataques, siento energía psiónica."
Érica le contó la historia que Morgan le había revelado y confiaba que lo que le contaron era la verdadera historia por el contrato.
Los murales que Morgan vio hablaban de una raza que trató de llenar una necesidad y se contactaron con un 'ser superior' de un 'mundo donde la mente era todo'… Ella no era tan conocedora de los psiónicos, pero Clémentine les había contado una que otra historia del Plano Astral.
¿El 'mundo' del que hablaba los murales era el 'Plano Astral' de los que hablaba Clémentine o algo más profundo?
El punto de la historia no era ese, sino que…
"Lo que quedo fue una criatura encerrada en una armadura de metal con parte del ser y en parte mortal." Murmuró Érica recordando el fragmento que Morgan le había contado.
La figura atacaba con las garras del guantelete de la armadura, pero a veces se detenía que distorsionaba los alrededores como si manipulara la realidad, prácticamente deshaciéndose de los ataques.
Le costaba y era complicado, pero lo lograba y en esos momentos parecía cambiar totalmente de estilo de combate y si bien atacaba, no parecía hacerlo con todo.
¿Ese 'ser superior' seguía consciente? ¿Qué pasaba si lo liberaban?
"No lo pienses demasiado. Meredith no puede ganar y necesitamos movernos. Ya hemos perdido a algunos, incluso si esos niños dicen que tienen las almas de sus compañeros, la verdad es que ellos ya murieron." Cécile la sacó de sus pensamientos y cuando ella le dirigió la mirada, declaró. "Apoya desde lejos si es posible y quédate atrás."
La seriedad de la mujer era visible y sus palabras hicieron que Érica mirara hacia atrás a lo lejos donde habían dejado al otro grupo.
Sasha siempre dio la impresión de no sentir las pérdidas de sus compañeros y los demás eran iguales. La razón era que ellos recuperaron las almas de sus compañeros, pero Cécile estaba en lo cierto.
Independientemente de si podían ser revividos cuando salieran o tendrían que convertirse en no-muertos, ellos ya murieron. Dennis y Spencer ya estaban muertos y ya no podían esperar aquí sin hacer nada y necesitaban actuar.
Cécile al ver que ella estaba más tranquila voló y se alejó a unos cien metros.
Érica ordenó a sus clones de hielo se movieran por el campo de batalla, manteniendo distancia y a la espera. Como ella grabó círculos mágicos de comunicación en los cuellos de cada clon, podía enviarles órdenes con facilidad, aunque estuvieran lejos de ella.
Luego ella dirigió su mirada a Cécile, queriendo presenciar lo que esa poderosa maga estaba por hacer.
Cécile Leroux al ayudarla a creer el ejército invocó criaturas de rangos S y ellas las sacrificaron para tomar sus núcleos, pero ella podía invocar algo más increíble y ahora lo estaba haciendo.
La energía mágica se reunió alrededor de Cécile y el humo negro apareció rodeándola elevándose en el cielo donde una puerta de color negro empezó a solidificarse.
La puerta pasó de dos metros a cinco metros y luego a diez metros y Érica sintió la inmensa cantidad de energía mágica y ella no fue la única.
"…" Un par de sus clones de hielo acompañado de clones de Sasha la rodearon para protegerla y estos últimos usaron magia de luz para ocultarla.
Todo mientras ella permanecía sin apartar, la mirada de la puerta que se solidificó por completo y se abrió.
Desde el interior vino una luz repentina y luego un caballo blanco alado salió desde la puerta volando. Érica abrió sus ojos por lo magnífico que era ver un ser de mitología salir de la entrada y…
"¡GRaa!"
Un gigantesco pico salió hacia afuera y atrapó al caballo y entonces la criatura que estaba del otro lado finalmente salió revelando su masivo cuerpo.
Con un pico y cabeza similar a la de un gallo, un cuerpo largo con una cola emplumada y patas de pollo con garras afiladas. Era masivo midiendo cerca de siete metros y las plumas eran rojizas y mezclada con dorado, mientras que las alas parecían ser similares a las alas de un murciélago.
Ella rebuscó en su mente y en los libros de Terra nova el nombre de la criatura y…
"Cocatriz."
Su clon se le adelantó y ella vio como el caballo alado era aplastado en el pico y luego tirado al aire y quemado antes de ser tragado de un bocado.
"¡Gyaahhhhh!"
Ella se cubrió los oídos al escuchar el chillido que hizo que sus tímpanos sufrieran y cuando se detuvo, la bestia rebuscó en los alrededores al darse cuenta de que la puerta se había cerrado.
Emanando su aura de rango SS como si quisiera revelar su presencia y desafiar a quien lo había traído, su chillido fue también con la misma intención de desafío y venganza.
"¡Grrahh!"
Seis rugidos similares e igual de desafiantes vinieron desde la distancia y la Cocatriz al darse cuenta de que una bestia la desafiaba voló enfurecida en dirección de la batalla.
La criatura se detuvo cuando sintió el aura de rango SSS de la figura de armadura, pero Meredith lanzó varios alientos y la cocatriz esquivó y atacó a su enemigo sin dudarlo.
Para sorpresa de Érica, Meredith fue golpeada por las garras y ella voló y cayó al suelo en su forma de hidra gigantesca.
Ambas eran masivas y por más que la cocatriz fuera un rango SS, Meredith en su forma de hidra de seis cabezas también era grande y fuerte.
La directora no es que fuera superada en fuerza, sino que utilizó el ataque para alejarse y en el cielo solamente quedo la cocatriz y la armadura que empezaron a luchar entre ellos.
La cocatriz lanzó fuego desde su pico y luego extendió cortes de vientos con sus alas, pero la armadura se defendió y atacó cuerpo a cuerpo, llevando una batalla de altas velocidades en el cielo.
Las explosiones fueron increíbles y ella no se atrevió a acercarse ni ordenar que sus clones atacaran, no cuando la velocidad la superaba y la destrucción era tan alta.
Cécile se acercó a ella y luego una serpiente de dos metros de longitud apareció cerca de ellos y luego la serpiente empezó a cambiar.
Le crecieron piernas, las escamas se convirtieron en piel y el sonido de huesos cambiando pudo ser escuchado mientras que la carne se reformaba. Esta vez no hubo humo ni nada que cubriera el cambio, Meredith paso de una serpiente a una humana y al terminar su transformación se levantó sin cubrir su cuerpo desnudo.
Érica hizo lo mejor que pudo para no mirar el cuerpo desnudo de la mujer.
"Meredith la ropa." Dijo Cécile tosiendo con suavidad, pero la mirada que le fue devuelta las dejó en silencio.
La expresión fría de la directora fue a ambas.
"Estamos en un maldito portal y llevo días luchando cambiando de diferentes formas. Tengo hambre y en un momento tuve que comer mis propias cabezas durante varias batallas para regenerarme. Si yo aguante eso, ¿ustedes pueden soportar, ver un par de tetas y un culo redondo o me equivoco?" Preguntó la Directora de la Academia Merlín y viendo que Cécile no decía nada, se giró a ella y cuestionó. "¿O tienes celos de que sean tan grandes?"
Érica recibió la mirada de la mujer. La pregunta buscaba ser bromista, pero los ojos dejaban ver más un lado directo para nada provocativo ni juguetón.
¿Cuántas veces se convirtió en una bestia? La mujer en este momento parecía haber dejado de lado cualquier mentalidad humana y con ello el pudor.
También se notaba estresada y lo suficiente irritable como para no contenerse.
"No. Lo siento." Respondió Érica volviendo a mirarla tratando de que sus ojos no se desviaran a la desnudez de una de las mujeres más famosas de la tierra.
Meredith soltó una simple carcajada y se quedó mirando la batalla mientras sacaba una botella de energía mágica para beber.
La batalla de la cocatriz en contra de la armadura fue intensa, pero la bestia invocada lentamente estaba retrocediendo y estaba sufriendo daño. Lo bueno fue que la armadura no le permitió huir llevando a que la bestia luchara con todas sus fuerzas.
"Hay algo dentro. Lo sé. Necesito romper su armadura." Dijo Meredith y sin apartar su mirada del frente, añadió. "Si tenemos suerte liberamos algo bueno y si no… Bueno, espero que ustedes sobrevivan."
Las últimas palabras eran un claro aviso de que si algo llegaba a suceder, ella no los protegería y probablemente no pudiera hacerlo, no cuando el enemigo todavía no había mostrado el verdadero peligro.
Un rango SSS era mucho más fuerte que un rango SS, pero Meredith sobrevivió y ahora la cocatriz también estaba sobreviviendo y si bien la directora era fuerte, el enemigo en este caso no atacaba con todas sus fuerzas.
"No necesitas preocuparte por nosotras." Dijo Érica con un tono serio.
No conocía a la directora lo suficiente bien, pero ella no necesitaba protección. No cuando fue ella quien eligió venir al portal y quien decidió participar en esta misión y luchar con este enemigo.
Meredith se giró hacia ellas y luego a los colones.
"Lo veo." Murmuró Meredith mirando los clones de hielo que la rodeaban y sonriendo, comentó. "Tengo mucha curiosidad sobre como lo has conseguido, pero ahora no es momento para satisfacer mi curiosidad."
La mujer saltó en el aire y de repente su cuerpo cambio con rapidez delante de ambas. La piel se convirtió en escama, el tamaño del cuerpo aumento y los huesos se expandieron mientras que todo el cuerpo se reformaba.
Meredith tomó la forma de una hidra y todo el cambio fue tan repugnante como impresionante. Ver como las cabezas crecían desde la piel y como el tamaño aumentaba era una vista única.
Ella no se transformaba temporalmente como un cambiaforma, sino que parecía convertirse genéticamente en las criaturas en las que se transformaba y ahora tomó la forma de una hidra con cabezas de dragón y esta vez le añadió alas y cuernos al dragón.
Masiva y poderosa, una de las cabezas le dio una mirada a Cécile.
"Invoca un aperitivo para mí." Pidió la cabeza mientras las otras miraban la batalla.
Esta vez las cabezas se multiplicaron hasta doce cabezas, cada una parecida a la otra, pero Érica se dio cuenta de que los ojos miraban a diferentes partes y mostraban diferentes emociones.
¿Cada cabeza tenía su propio cerebro? ¿Qué clase de magia usaba para convertirse? ¿Tenía algún límite?
Érica tuvo decenas de preguntas, pero se quedó en silencio mirando como Cécile invocaba varios felinos sin pelaje y antes de que ella pudiera verlos bien, las cabezas se movieron, atrapándolos.
Los dientes prácticamente atravesaron la carne y cada cabeza devoró a una presa, masticándola y luego tragándola mientas la sangre salpicaba y las entrañas a veces caían al suelo.
Érica al ver tan grotesca escena entendió por qué a Meredith no le importaba que la vieran desnuda y cuando uno la veía comiendo carne cruda, la desnudez perdía sentido.
Luego de devorar a sus presas, la hidra movió sus alas y se alejó en un vuelo que fue más rápido de lo que uno esperaría, considerando su masivo tamaño.
"¡GRAAA!"
El rugido que liberó una de las cabezas fue llamativo, pero no amenazante como uno esperaría, y la cocatriz al ver que quien era atacado era la armadura, también se concentró en la armadura.
Érica estaba segura de que la cocatriz no era inteligente, al menos no al nivel humano, pero si parecía tener cierto intelecto y ambos se unieron para luchar en contra de la armadura.
"Apoya si puedes." Dijo Cécile y luego se teletransporto usando un artefacto y desde diferentes partes bestias salieron para acercarse y atacar a la armadura.
Atacaban desde lejos y algunas bestias se sacrificaban para causar daño. Las bestias de rango S eran más notables en su ataque, pero la batalla superaba ese rango.
La cocatriz prácticamente atacaba ferozmente y era violenta sin importarle sus aliados temporales, mientras que Meredith era destructiva y el enemigo que se enfrentaban también era impresionante.
Las rocas volaban, partes de montañas se elevaban y eran lanzadas por la figura de armadura y entonces los ataques que iban dirigidos a él se transformaban, pero el número de enemigos y la fuerza de los rangos SS, lo estaban superando.
Érica dio unas órdenes a su equipo y a pesar de que estaba lejos, vio como clones de Artorius a veces atacaban queriendo cortar la armadura o buscar un modo de destruirla y otras veces sus propios clones atacaban a distancia con magia de hielo.
Sin embargo, ella no se atrevió a ir por su cuenta. Ella era una maga de guerra y no quería quedarse a espalda de sus clones de hielo, sino que ir a la batalla con ellos, pero la situación era peligrosa.
El fuego que lanzaba la cocatriz derretía a sus clones de hielo y la figura de armadura con un golpe destruía sus clones y era fácil saber lo que le ocurriría a ella si recibía un golpe.
La batalla siguió y paso de quince minutos a media hora. Las invocaciones de Cécile continuaron yendo al matadero que era la batalla y Meredith perdió varias cabezas que se regeneraban continuamente.
La cocatriz fue la que más sufrió, ya que no tenía la regeneración de Meredith y perdió una pata mientras tenías graves heridas por su cuerpo.
Ella también perdió varios clones, mayormente los clones de sus compañeros, pero el resultado que buscaban se acercaba.
Érica entrecerró sus ojos y como se había alejado más que antes, utilizó un binocular para ver y notó como Meredith mordió a la figura en armadura con una de sus bocas y lo trató atravesar con los colmillos.
"…"
Ella vio el momento justo que la armadura era perforada. Fue ligero más de lo que ella había esperado, pero Meredith no pudo hacer nada mas, ya que la figura se retorció y cortó todo a su alrededor, destruyendo la cabeza que lo había mordido.
¿Cuántas horas más tendrían que seguir para destruir la armadura? La armadura era de cuerpo completo y lo único que quedaba a la vista era los ojos por la línea del casco, pero todo lo demás estaba sellado y era completamente hermético.
Justo cuando se hizo esa pregunta pudo ver que un humo rojizo salía desde el agujero que el colmillo de Meredith había creado y luego…
"…"
Una onda expansiva se extendió desde la armadura y todos fueron lanzados hacia atrás, incluso ella, que estaba a más de seiscientos metros.
La onda se alejó y ella, al volver a mirar, lo vio.
A pesar de que estaba lejos y que no estaba usando binoculares, vio como la armadura se rompía cayendo al piso y luego desde el interior se revelaba un ser.
Una figura humanoide de color rojo. No había detalles en el rostro ni en el cuerpo, excepto que era una figura masculina, pero aparte de los ojos que brillaban con un color rojo más intenso, no había nada más.
Cuando Érica vio esa figura se quedó tiesa y su mente dejó de funcionar, mientras que todo a su alrededor desaparecía y una presencia finalmente salía.
"Tres magas y una bestia."
Ella volvió a reaccionar y abrió sus ojos al darse cuenta de que de un momento a otro fue movida al lado de Cécile y también vio a Meredith a un par de metros en su forma humana.
¿Qué demonios acababa de suceder?
Ella al tratar de mirar a los dos rangos SS notó que estaban igual de sorprendidas que ella y a pesar de que deseaban moverse, ninguna pudo mover un dedo.
La cocatriz no fue diferente a ellas, pero esa bestia estaba más lejos.
La figura levantó la cabeza al cielo y los ojos rojos brillaron como luces y fue hasta el punto de que iluminaban los alrededores.
Lo extraño fue que ella se dio cuenta de que los ojos brillaban porque la luz se distorsionaba en el cielo como si lo estuvieran suprimiendo.
"La presión es molesta."
La voz del ser era poderosa y Érica la escuchó directamente y también en su mente. Ella trató de moverse, pero no pudo y al darse cuenta de que estaba entrando en pánico, respiró hondo y miró a la figura que parecía estar hablando solo.
La figura parecía estar mirando más allá del cielo, como si su mente estuviera en otra parte y aquí al mismo tiempo.
Érica tembló sutilmente cuando la entidad bajo la cabeza y ella fue mirada de repente y al ser vista por esos ojos rojos ella sintió como si su mente quedara abierta.
Cada secreto, cada pensamiento, emoción y recuerdo, todo fue leído y comprendido en segundos y ella lo sintió en lo profundo de su ser.
Supo que la entidad que estaba delante de ella no era un rango SSS, era algo más poderoso, más profundo y temible. Quizás contenido y limitado, pero seguía siendo un ser que mortales no podían entender ni enfrentar.
Era un…
"No soy un dios. Soy un Trascendental. El más Rencoroso de Todos." Dijo la entidad al leer su mente y mientras una sonrisa aparecía en el rostro, reveló. "Y ya me he vengado de aquellos que han intentado capturarme."
Érica que estaba pensando en que era el ser, vio una escena en su mente.
La escena de una raza que luchaba para sobrevivir al desierto, a las tormentas y a la vida tan dura de este mundo. Una raza que creyó que necesitaban a alguien que cambiara todo.
Que cambiara el mundo para bien y como ellos no eran tan fuertes, tomaron riesgos y viajaron por un plano de la mente y fueron más allá encontrándose con un 'ser superior'.
Una entidad que estaba aburrida y decidió escucharlos. La raza quiso aprender, pero ese ser no les enseñó, así que ellos decidieron usarlo a él y lo atraparon el cuerpo de uno de los suyos y lo sellaron con una poderosa armadura.
Creyeron que aquel que eligieron podrían controlar a ese 'ser superior', pero se equivocaron. La poderosa entidad ya sabía lo que iban a hacer y se dejó atrapar con tan solo un objetivo… La venganza posterior y esa venganza tomó la forma de dragones orientales que aniquilaron a la raza.
Sin embargo, ese ser no pudo escapar fácilmente. El mismo universo lo presionaba, limitaba y lo rechazaba llevando a que se debilitara y no pudiera escapar, pero a él nunca le importó y simplemente esperó, sabiendo que su presencia no iba a pasar desapercibida.
Y no lo hizo. Un portal los trajo a ellos aquí y el objetivo fue claro.
Para la entidad todo fue un juego y… Lo fue.
"…"
Érica al sentir que sus pensamientos tenían respuesta de otra entidad, abrió sus ojos con fuerza y se dio cuenta de que el ser ya no estaba.
La cocatriz estaba a quinientos metros y se estaba yendo lentamente mientras Meredith fruncía el ceño al lado de Cécile que estaba sentada sobre un felino que había invocado.
"Cuanto tiempo estuve…"
"Cinco minutos." Respondió Meredith esta vez ya vestida y ella apuntó a su espalda. "El bastardo se fue y nos trajo el portal."
Érica se giró y vio que a cien metros estaba el portal siendo vigilado por los demás miembros del grupo.
Esa entidad no era de este mundo. No, no era de este universo y si lo que ella vio en su mente era cierto, entonces él estaba jugando.
Dejarse atrapar y ser encerrado no fue algo que sucedió porque fuera débil, sino que lo hizo voluntariamente con el objetivo de vengarse después. No tenía sentido, pero esa entidad en sí misma no tenía sentido.
No, si pensaban más allá, los portales no tenían sentido.
¿Los portales estaban para enseñar? Quizás Aurora tenía razón y había una enseñanza en los portales, pero también aquel que creaba el portal ganaba algo y este portal apuntaba a liberar ese ser.
En cuanto a la enseñanza… Ella se dio cuenta de que una entidad de gran poder jugó con mortales y los destruyó simplemente porque estaba aburrido y la enseñanza era fácil de aprender.
No meterse con seres poderosos.
"No lo pienses demasiado." Dijo Meredith con un tono tranquilo.
Ellas parecían también haber tenido ese tipo de visión-sueño, solamente que salieron más rápido que ella.
Érica respiró hondo y exhaló.
Meredith tenía razón. No podía darle demasiadas vueltas al asunto y más cuando no entendía nada. Ni sobre los dioses o sobre los portales, así que prefirió dejarle ese tema a aquellos que se preocupaban.
Al decidirse, ella buscó a sus clones y los vio a lo lejos manteniendo la vigilancia en la cocatriz y ella se quedó mirando a la bestia.
La cocatriz estaba herida de gravedad, pero se recuperaría con el tiempo y ella se quedó mirando por un segundo y luego contó los clones de hielo que le quedaban y al ver que eran bastantes, volvió a mirar a la cocatriz.
Antes al derribar al dragón oriental no pudo recuperar el núcleo… No, para decirlo de otra manera, esas criaturas no eran de este universo y estaban relacionados con esa entidad que se dejó atrapar.
Así que ella no obtuvo nada, pero ahora viendo a la cocatriz herida no pudo ocultar su ambición. Avanzar en su hechizo fue bien, pero ella sabía que si quería ascender necesitaba algo más.
Crear un verdadero clon de rango SS y para ello necesitaba un núcleo de rango SS. Uno que en la tierra no iba a ser fácil de conseguir, pero aquí estaba para ella.
"El núcleo se encuentra en el cerebro. Así que ve a por su cuerpo si no quieres destruirlo." Dijo Cécile al acercarse y cuando Érica la miró, preguntó. "¿No es eso lo que buscas?"
Meredith que estaba distraída, se giró hacia ella y Cécile sin comprender, pero luego se encogió de hombros.
"Si lo matas es tuyo. Aunque si quieres ayuda puedo encargarme tan solo por una larga charla de pago." Dijo Meredith sonriendo animada.
La charla no iba a ser nada simple y era probable que ella le preguntara sobre las notas y de donde las consiguió si es que no le pedía que se las prestara, pero Érica al mirar a sus clones agitó la cabeza.
"No es necesario. Puedo encargarme por mi cuenta." Respondió Érica y dando una señal sus clones hizo que se acercaran.
Sus clones de hielo entendieron lo que ella quería hacer y a pesar de que esta no iba a ser una batalla de supervivencia…
"Hagámoslo."
La aceptaron.
La respuesta vino de uno de sus clones y Érica sonrió y luego de dar algunas órdenes y organizarse se movieron hacia la cocatriz que se dio cuenta de la situación y chillo amenazante, pero fue inútil.
En la batalla anterior ella había perdido varios clones, pero a diferencia de Cécile que invocó masivamente, ella los utilizó precavidamente y quedaron muchos clones.
Lo suficiente para abrumar a la cocatriz.
Érica al ver que las lanzas volaron a la bestia, no pudo ocultar su emoción al ver que de respuesta la cocatriz exhalaba fuego y para su deleite, el fuego fue demasiado débil.
Iba a volver a la tierra con un núcleo de rango SS… Y un camino libre hacia su ascenso.