Las risas se escucharon en el jardín de un gran edificio, que estaba lleno de invitados.
Una vista rara para este edificio… Liam que estaba bebiendo unas copas con Oscar y Santiago del grupo de Akira, simplemente disfrutó la cerveza.
"Todos hemos tenido trabajo este año, pero deben haber hecho algo divertido. ¡Cuenten sus mejores anécdotas!" Pidió Akira en voz alta, atrayendo a los invitados.
Cualquier creería que esa jovencita estaba ebria, al verla tan animada, pero la verdad era que solo estaba tomando bebidas mágicas sin nada de alcohol y esa era su naturaleza.
Estaban en julio del año 2046 y tal como Akira decía tuvieron demasiado trabajo.
Liam estuvo preparando el sistema de seguridad con Atenea, ayudándola a mejorar en algunas áreas y asegurarse de mantener cierta información de los alrededores y los pueblos.
Sin embargo, ese trabajo era individual y en grupo con sus jefas, siguieron participando en misiones arcas primerizas a diferentes lugares y mayormente en misiones de asalto.
La formada Republica de África Occidental o el Reino de Madagascar llevo a que los señores de la guerra creyeran que podían lograr las mismas hazañas.
Y entraban en conflicto, lo que significaba problemas, que Aurora y Alice se encargaban.
A Aurora le gustaba mantener cierta 'estabilidad' en estas tierras y si bien algunas veces fue restringida por su posición en Zerzura, Liam sabía que en secreto los problemas desaparecían.
Algunos lugares fueron atacados por una gran criatura, que parecía algún tipo de monstruo demoniaco y algunos pocos hablaron de que realizaba cortes afilados, que dividían los tanques.
Por supuesto, aunque sus jefas no le dijeran lo que sucedía de verdad, él se encargó de limpiar sus rastros en silencio.
Así que le sorprendió la pregunta de Akira sobre contar una anécdota divertida.
"¿Tiene que ser algo fuera del trabajo?" Preguntó César que estaba al lado de una joven y mirando a esa jovencita, detalló. "He estado yendo de visita para hacer turismo y Charlotte ha pasado bastante vergüenza conmigo. Tiene un compañero salvaje."
La jovencita con la cual hablaba, se llamaba Charlotte Cuvillier y la presentó como su compañera.
Al parecer ambos se relacionaron luego de que Charlotte fuera salvada por César y si bien ese gorila no deseaba tener compañera, ambos fueron bastante compatibles y ahora se llamaban compañeros.
Liam no sabía cuan profunda era su relación y si estaban bajo un contrato, pero viendo a la joven suspirar y acariciar el gran brazo de su compañero sentado a su lado, pareciendo consolarlo, dejo en claro que eran cercanos.
"No eres salvaje. Solo que las personas no están acostumbradas a mirar a un gran gorila de cinco metros, que parece un niño que va a una gran ciudad por primera vez." Dijo Charlotte y si bien su expresión trataba de ser seria, sus labios se deslizaron en una sonrisa cuando César tembló.
¿Ese gorila hizo algo que la avergonzó cuando hicieron turismo y ahora ella se vengaba? Tal hecho era una posibilidad, al ver que César temblaba de forma sutil.
"Para ser un niño es demasiado grande y viejo." Señaló Akira lanzando varios copos de nieve.
"Hmph. Prefiero ser un niño grande y viejo que una vieja llorona." Refutó César, deshaciendo los copos de nieve.
El gruñido sutil y los dientes blancos que revelaba, causaría miedo a cualquiera si uno miraba a ese gran gorila de cinco metros, pero con quien estaba hablando no era alguien simple.
"¡Eso lo hice cuando fui más joven!" Exclamó Akira lanzando una bola de nieve.
"Sin embargo, no la has vuelto a enfrentar, llorona." Gruñó César atrapando la bola de nieve.
Ambos volvieron a discutir y Liam pudo ver que hubo algunas risas entre aquellos que observaban.
Las personas que no lo conocieran, creerían que se llevaban mal, pero era todo lo contrario.
Eran capaces de bromear entre ellos, pelear y contradecirse, tan solo para que minutos después estuvieran uniéndose en contra de cualquiera.
Las anécdotas comenzaron a ser narradas.
Rupert que estaba presente, contó que estuvo aprendiendo algunas especializaciones pedagogía y contó cómo se encontró en desafíos a la hora de la enseñanza que reciben los gorilas comparados a los niños humanos.
El compañero de ese joven gorila era un profesor de alma y ese joven gorila estaba tratando de apoyar a su compañero, dedicándose más a la enseñanza.
Una de las razones por la cual, César había alcanzado el rango S antes que Rupert, pero a este último no le molestaba.
Shao Ya, Aeko, Akira, Santiago, Oscar y luego Liam contó su historia al grupo que escuchaba.
Debía ser una anécdota 'divertida' que estuviera fuera del trabajo y…
"¿Se puede considerar trabajo infiltrarse en los sistemas de seguridad por cuenta propia?" Dudó Akira en un murmullo bajo.
"Si fue por diversión y no por entrenamiento, cuenta." Respondió Liam, encogiéndose de hombros.
Una pequeña anécdota divertida personal, sobre infiltrarse a redes de seguridad de forma ilegal y con el peligro de que lo encontraran.
No buscaba robar nada, solo fue una competencia con Atenea y para él era entretenido… Claro, esa anécdota era mejor que contar su afán por los drones y la emoción que sentía.
Como si fuera poco, tampoco tenía muchas anécdotas que contar fuera del trabajo, ya que estuvo ocupado.
¿Y cómo no lo estaría? Sus jefas estaban al frente trabajando sin parar y él como un excelente subordinado no deseaba quedarse atrás.
No era como si Aurora lo obligara y menos Alice, pero era un asunto de orgullo de mantenerse a la altura de sus jefas.
"Primero, Alice. ¿Una anécdota fuera del trabajo y que sea divertida? Aunque bueno, es subjetiva la diversión." Invitó Akira, primero mirando a Aurora que parecía estar pensando alocadamente por una anécdota y luego a Alice que estaba comiendo.
Fue una buena amiga y supo que Aurora estaba en una encrucijada… Y era obvio que lo estaría cuando estuvo trabajando tanto.
"El otro día fue a un restaurante en la India. Fue excelente, pero al salir y antes de volver a casa, me encontré con unos hombres tratando de violar a una mujer. Pensé en matarlos, pero luego decidí asustarlos." Dijo Alice con una voz plana.
Bastante miradas fueron dirigidas a Alice, por la indiferencia que decía de matar, pero Akira tembló al escuchar 'asustar'.
No obstante, Liam no pensó en la frialdad, sino que…
"¿Para eso me pediste que hiciera la aplicación del cambio de voz monstruosa?" Dudó Liam en voz alta.
Si Aurora era pedirle que trabajara en bastantes tareas complicadas, mayormente relacionadas con Zerzura, Alice era quien se encargaba de pedirle tareas más simples.
Enseñarles a los drones como crear sus platos favoritos, una aplicación para marcar sus restaurantes y que utilizara la influencia de la Empresa Apicius para que pueda ir a comer cuando desee, una aplicación de pedidos con drones y lo último fue una aplicación que cambiaría su voz a una monstruosa.
"Si, pero como te demoraste mucho tuve que noquear a los maleantes antes de que completaran el acto y al final no necesite hablar." Dijo Alice y comiendo una bolsa de papitas, sonrió observando a Akira y declaró. "Mostrarle cientos de brazos negros saliendo de mi espalda, fue suficiente como para que esos ebrios se desmayaran. Fue divertido."
Akira volvió temblar ante la sonrisa de esa jovencita, cuyo sentido de diversión dejo en evidencia que era diferente al normal.
Fue una historia extraña, para no decir menos y por la mirada para nada sorprendida de Aurora, estuvo claro que ella, conocía sobre hecho.
Al menos no lo mató… Ese pensamiento tuvo Liam, pero luego al pensarlo más detenidamente, se dio cuenta de que incluso si los hubiera asesinado, ella podría encargarse de borrar la evidencia con facilidad.
Al final no importaba, Alice era más probable que amenazara a un chef para que le cocinara, que asesinara a una persona al azar que no la molestó a ella o a su hermana.
Las miradas fueron a Aurora, quien, al tener tantos ojos en cima, dudó un momento.
"El otro día fui a ayudar a una tribu de búfalos que se asentó cerca de la ciudad y…"
"Eso es trabajo." Intervino Akira antes de que Aurora pudiera seguir con su historia.
"Definitivamente es trabajo." Interrumpió César como si fuera obvio.
"Al menos deberíamos darle la ventaja de la duda." Dijo Rupert y todos lo miraron, como si fuera demasiado inocente.
Liam fue uno de esos, ya que estuvo claro que la historia que estuvo por contar Aurora era trabajo.
La expresión de Aurora tembló y ella solo dio una media sonrisa, como si fuera atrapada.
"No está mal que no tenga anécdotas divertidas fuera de trabajo. Puede contar algunas anécdotas interesantes." Intervino Shao Ya con una mirada amable, buscando dar un salvavidas a Aurora, pero cuando vio la expresión de la joven, dudó. "La tienes, ¿cierto?"
"Gracias por el intento de ayuda." Respondió Aurora con una media sonrisa, esquivando las miradas, especialmente la de Akira.
Todos tenían anécdotas y si bien la diversión era subjetiva, cada uno tenía un tiempo libre apartado del trabajo.
A Liam le gustaba su trabajo y se divertía, pero al final trabajo era trabajo y Akira lo que buscaba, era que todos dejaran en claro que si bien trabajaban tenían tiempo para sí mismo.
Para descansar y apartarse de tanto trabajo, llevando a que Aurora quedara al descubierto.
Incluso si algunas anécdotas no eran divertidas, seguían siendo interesantes e incluso Alice tenía una de esas anécdotas.
Aurora dejó en evidencia que no tenía ni anécdota divertida o interesante y que no hacía nada fuera de lo que se consideraba trabajo.
"¿Nada de nada?" Dudó Akira y al ver que Aurora solo desviaba su mirada, se levantó y anunció. "Cambio de planes, me quedaré una semana más y te secuestraré, para hacer todo tipo de cosas divertidas."
Como siempre su energético anunció, solo hizo que todos dieran una mirada de pena a Aurora, quien solo sonrió, aceptando las locuras de su amiga.
******
Principio de Octubre del año 2046.
Alice entró el gigantesco edificio que era utilizado como sede del Gremio de Mercenarios de Zerzura.
El Gremio Internacional daba bastante énfasis en esta sucursal y la razón era debido al trabajo que se podía encontrar en la ciudad y sus alrededores.
Ahora la sala estaba repleta de mercenarios, visitando a las secretarias para hablar de sus pagos, algunos jóvenes registrándose y otras guías turísticas que narraban sobre los alrededores.
Alice tras dudar un momento, notó al individuo que estaba saliendo por su cuenta.
"Hemos preparado todo lo necesario, por favor sígame." Dijo Abdellah en voz baja, señalando el camino hacia adelante.
La forma que estaba actuando no era la que debería ser el líder del Gremio de Mercenarios de Zerzura… Alice solo siguió su camino en dirección del ascensor y luego al entrar pudo ver que Abdellah presionaba el botón hacia abajo.
Estaba en el gremio debido a que finalmente debía registrarse y la razón era que Akira le mencionó a Aurora que debería registrarse como grupo para oficializar las misiones que realizaba.
Su hermana vino a registrarse como luchadora de rango B y ahora ella estaba haciendo lo mismo.
Aurora no le importaba llenar su historial grupal, pero le encontró facilidad a la hora de registrarse debido a que no solo podía aceptar misiones de forma oficial, sino que también podían trabajar con Urfin, sin que este último tuviera que mover sus contactos para aceptarlas.
A todo eso, cuando fuera a trabajar con Akira no la metería en problemas, cuando descubrieran que Aurora no estaba registrada.
Bajando por el ascensor cuyas entradas eran de vidrio, ella pudo ver a un grupo de estudiantes en unos de los campos subterráneos de entrenamiento.
"El gremio de mercenarios se encarga de patrocinar a estudiantes y jóvenes, que no desean entrar al ejército, a la academia o algunas de las fuerzas de la ciudad." Explicó Abdellah mientras bajaban.
"¿Es el gremio o la Empresa Apicius?" Dudó Alice, sacando una bolsa de papitas.
"La Empresa. Reclutamos jóvenes capaces y los ayudamos a forjar un futuro. Aquellos con gran talento los invitamos a que se unan a diferentes gremios o grupos de mercenarios por todo el mundo. Si algunos muestran talento y capacidad excepcional, pueden afiliarse a nosotros y si dejaban ver lealtad. Su filiación se hace más profunda." Explicó Abdellah con calma.
El tono que utilizaba no era el indiferente que usaba de forma normal, sino que daba la impresión de que estaba hablando con su superior.
Muy similar a como hablaba James cuando la llamaba 'Su Excelencia'.
"¿Eres alguien que se ha afiliado de forma profunda?" Preguntó Alice mirando a ese hombre, quien solo pudo mantener su mirada por unos segundos, antes de esquivarla y al notar eso, añadió. "No sé qué te ha mencionado James o como ha dividido esas supuestas afiliaciones. Tampoco me interesa y pueden hacer lo que deseen, pero hay límites."
Su madre mencionó hace tiempo que era probable que James financiara la candidatura del Presidente Batista, mostrando que la empresa era una influencia a tener en cuenta.
Sin embargo, a Alice no le importaba si ellos se enriquecían, jugaban a la política o buscaban extender su poder aún más, como una poderosa empresa.
Ya fuera que pudieran influenciar a naciones con su riqueza o se encargaran de levantar y crear poderosos gremios en diferentes partes del mundo, no tenía importancia para ella.
Mientras no cruzaran sus límites, James podía hacer lo que deseara.
"He sido informado de ello." Respondió Abdellah, manteniendo su calma.
Alice sin querer saber que era lo que estaba haciendo James, solo salió a la sala de entrenamiento que había bajado.
"¿Debo mostrar mi fuerza? Me gustaría ser rango B." Pidió Alice con calma.
Si alguien escuchaba lo que acababa de decir, sin duda no dudaría de mirarla sorprendida.
Al registrarse era necesario ser honesto con la fuerza, porque tales registros eran oficiales y servían para dejar ver las fuerzas de las personas.
No obstante, en este lugar solo estaban los dos.
"No es necesario saber su fuerza." Respondió Abdellah y con una mirada extraña, al final suspiro y añadió. "No obstante, le veo difícil poder ocultarse como rango A. Aurora lo pudo hacer gracias, a que su estilo de luchadora impide que alguien la capte como espadachín."
La diferencia del rango S al Rango A era gigantesca y si bien algunos podían ocultarse, la versatilidad que mostraba ella con sus capacidades estaba a un nivel diferente.
Era una pena que no pudiera ser el mismo rango que su hermana, pero al final asintió como si nada.
"¿Qué nombre desea que le ponga a su capacidad?" Preguntó Abdellah y con calma, explicó. "Como se trata de una habilidad categorizada como innata, debe tener su nombre y si bien algunos al registrarse le dan un potencial, aquí lo único que necesitamos es el nombre."
Nombre… Alice fue atrapada por sorpresa ante esa duda seria.
Le estaban dando a elegir que deseaba y eso mostraba que todo este registro estaba arreglado.
¿Qué nombre sería mejor? Alice en vez de pensarlo, le dejo la tarea a otro.
"Liam, necesito un nombre para mi habilidad. Relacionado con la oscuridad y que sea creíble." Pidió Alice, al realizar la videollamada a Liam, que parecía estar trabajando.
Ese hombre se detuvo y al ver su mirada, empezó a mover sus dedos y…
"'Reina de la Noche', 'Terror Nocturno', 'Soberana de la Oscuridad', 'Emperatriz de lo Oscuro'. ¿Qué tal la Bestia Guerra? Ya sabe, su forma de guerrero es única." Dijo Liam, con una sonrisa muy animada ante los nombres que daba y al ver su expresión, tosió y tras unos segundos, añadió. "¿Qué tal 'Dominio de la Oscuridad'? Suena dominante, con potencial ilimitado."
El último le agrado bastante.
Simpleza y facilidad para recordar.
Lo mejor para Alice era que tal como Liam decía, tenía un potencial ilimitado, lo que significaba que cualquiera que lo escuchara podría pensar cualquier posibilidad y, aun así, sentir que estaban correctos.
Nadie tendría que explicar nada.
"Me gusta." Respondió Alice con calma.
Sus habilidades se asemejaban a algún tipo de dominio, pero llamarlo de tal forma, era alejarlo de la verdad.
Sin embargo, a Alice no le importaba.
Si alguien necesitaba descubrir sus verdaderas capacidades solo necesitaba hacerla enojar.
******
Vísperas de año nuevo.
En la noche, un hombre saltó por el muro que rodeaba la antigua ciudad de Manaos que actualmente estaba siendo reconstruida.
La muralla alrededor de la ciudad fue construida, los edificios estaban siendo creados y las inversiones empezaban a llegar.
Empresas poderosas querían poner sus sedes, algunos individuos ricos querían un lugar para construir sus mansiones y la verdad era que toda esta ciudad era un gigantesco complejo personal.
Víctor que miraba con calma mientras dejaba una gigantesca araña en la plataforma para que se encargaran de venderla, observó la ciudad.
El presupuesto para construir toda la ciudad estaba saliendo de su propio bolsillo y eso dejaba ver lo profundo que era su billetera.
A la vez esta era una inversión gigantesca, que dio trabajo no solo a miles de personas, sino que empezaba a mover las industrias de diferentes países de su imperio.
El material, los muebles y prácticamente todo lo que se necesitaba, se buscaba conseguir de forma local, para de esa forma tratar de incentivar la industria.
"¿Su Majestad no ira a la fiesta de navidad que fue invitado? Escuche que la hija de una de las familias de China está presente, queriendo conocerlo." Dijo Ersin apareciendo a su lado y mirándolo con una pequeña sonrisa, comentó. "Es una belleza. Joven, linda y agradable. Puede ser una excelente emperatriz."
Parecía estar 'guiándolo' para que tomara una mujer, pero Víctor sabía que tales palabras eran una trampa.
Si llegaba a aceptar, era probable que su amada, se enojara y aunque por lo general era tranquila, la verdad era que resultaba ser aterradora si se molestaba solo un poco.
"No, gracias. Me he enamorado hace años de una sola mujer." Dijo Víctor y utilizando un objeto para limpiarse, añadió. "Aunque ella es mucho mayor que yo."
Se rio al ver que Ersin levantaba su ceja de forma sutil.
Sabía que ella estaba bromeando con el tema de las amantes al igual que le gustaba divertirse con la idea de él la 'acosaba en el trabajo'.
"¿Quieres ir a cenar?" Preguntó Víctor con calma.
Para alguien de su tipo era probable que el paso de los años fuera algo rápido y nada destacable, pero los humanos festejaban cada nuevo año.
Esperando buenos deseos y mejores oportunidades que la anterior y para Víctor el año 2047 esperaba desarrollar el Imperio Sudamericano.
La apertura de la industria en las Cordilleras de los Andes, el control y sistematización de las mazmorras nacionales, la vigilancia y exploración de las amazonas, junto al dominio de los mares que rodeaban Sudamérica, estaba empezando a mostrar efectos en la economía y la vida de las personas.
Eliminar la corrupción nunca era fácil y menos cambiar el pensamiento de miles de millones de personas.
Las reformas políticas, sociales y económicas junto a un sistema de jerárquica y baja corrupción, combinado con el miedo que generaba como Tirano que quería que todos hicieran lo que él deseaba, estaba dando frutos.
Y si bien algunos frutos demorarían más tiempo en madurar, los cambios a diferencia de antes eran notables y lo serian aún más en el año 2047… Al menos, eso esperaban su equipo de análisis y previsión.
"Si me encantaría." Dijo Ersin y deteniéndose un momento, añadió. "Sin embargo, será luego de que atienda su visita secreta. Un Sabio ha venido a verlo."
Un Sabio… Víctor sabía de quién se trataba y dejo que esa mujer lo moviera con su magia espacial.
Llegando a un palacio, tras un paso, sus alrededores cambiaron a otra sala y en ese lugar se encontraban varios círculos mágicos, bastante complejos.
Uno de ellos brillaba y en él apareció, un hombre en sus cuarenta y tantos, que estaba dejando crecer su barba desaliñada.
"Espero no molestar. Me acabo de enterar de algo." Dijo Su Chin, saludándolo con una sonrisa y al ver detrás de él, añadió. "Será rápido."
¿Le estaba diciendo a Ersin que sería rápido? Era probable que su amada estuviera preparando una buena noche, sabiendo que los terrícolas apreciaban esta época del año.
"El año que viene habrá una subasta. He escuchado que la Empresa Apicius venderá algunos platos creados por su maestro culinario. Hay un rumor de que se tratara de un plato que aumentara las posibilidades para que un rango S, ascienda y dicen que quien lo compre, puede elegir las características del plato." Avisó Su Chin, atrayendo de inmediato su atención.
"Eso suena útil." Murmuró Víctor de forma honesta.
Como rangos SS tenía a Quiroga y Rivas, pero como un gran imperio necesitaba nuevas fuerzas extras.
Ya tenía pensado algo con una mujer que era tratada como 'Reina' en el norte, no obstante, era necesario aumentar sus fuerzas y un plato de esa famosa empresa era sin duda una excelente oportunidad.
Lo mejor era que como se trataría de un plato que se podía elegir las características, se podía definir para que tipo de profesión se deseaba.
Pensando en el Cóndor Emperador que seguía vivo y que era una variable problemática que sus enemigos alguna vez podían utilizar, se le vino algunas ideas a la mente.
"¿Hay algo mejor?" Preguntó Víctor notando que su amigo daba una expresión seria y con calma, dudó. "¿Algo que deseas?"
Como el Sabio de la Magia de la Diosa del Conocimiento era probable que tuviera una gran cantidad de dinero y sus conferencias fueran sumamente apreciadas.
Si creía que iba a necesitar su ayuda o algún tipo de préstamo, era probable que lo que deseara no fuera simple.
"Se venderá algunas pertenecías de Malik Zamora." Informó Su Chin y viendo que su expresión se volvía seria, añadió. "Aparecerá un Grimorio del Enemigo de la Humanidad. Al parecer el Rey Demonio Pacífico es el vendedor."
Un grimorio… En términos para los magos, significaba que sería un brillante tesoro que era probable que muchos lo desearan.
¿Y cómo no lo desearían? Conocido como 'asesino de dioses', un mago de invocación capaz de invocar calamidades y gran mago en diferentes magias.
Era normal que uno de los grimorios fuera codiciado, no obstante, incluso con eso la mirada de Su Chin no disminuyó.
"Y venderán el cuerpo del mismo Malik Zamora." Añadió Su Chin y al ver que él abría sus ojos, explicó. "Se rumoreaba que el Rey Demonio Pacífico entregó el cuerpo de Malik a las autoridades. En ese lugar la única autoridad presente fue el Fundador del Gremio Los Caídos."
Mercurio el líder del Gremio Los Caídos que ahora gobernaba los restos de Turquía con el mismo Rey Demonio.
Ahora estaban vendiendo el cuerpo… Un cuerpo de un antiguo rango SSS.
Incluso si había pasado tiempo desde su muerte, un cuerpo de un mago de rango SSS, seguía manteniendo su fuerza y era un tesoro para los investigadores.
Y más si el alma seguía atada al cuerpo o los atisbos de ella, hasta era probable que pudieran revivirlo como no-muerto, si estaba en manos de un nigromante.
Incluso sin alma, podrían crear un poderoso no-muerto y ni hablar de investigadores más avanzados en otros temas, como el individuo que estaba al frente de él.
Fue obvio que ese cuerpo era lo que Su Chin deseaba y ya era claro que iba a ser una subasta interesante.