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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · ファンタジー
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982 Chs

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 132: Grandes movimientos.

Akira que estaba en la casa de Aurora en Zerzura, abrió sus ojos de sorpresa al escuchar una voz desde el reloj holográfico.

Era una voz celestial, casi angelical, con un ritmo único y una calidad sin comparaciones… Era una canción de un disco.

La voz de Serafín estaba tintineando en sus oídos, interpretando una canción, que se había publicitado como parte del primer disco y ahora ella lo estaba escuchando antes de que ni siquiera el disco saliera.

"Regalo." Dijo Aurora con una sonrisa al verla.

"¡AHhh! ¡Gracias!" Gritó Akira abrazando a su amiga, quien le devolvió el brazo mientras se reía.

En cuanto a su grito de fanática, fue sincera y fue inevitable, ya que desde que Amber firmó con una discográfica y se anunció su futuro disco, estuvo emocionada esperándola.

No esperaba que Aurora lo consiguiera y Akira en vez de preguntarse el 'como', decidió abrazar fuerte a su amiga.

"Está bien, te lo mereces por haber ascendido al rango S." Respondió Aurora que le devolvió el abrazo.

Ascender al rango S… Estaba en su último año antes de graduarse y decidir qué hacer con su vida y ya era un rango S.

Algo que no solo impresionó a los profesores, a los gremios y los medios de Japón, sino que le trajo bastante reconocimiento.

No obstante, Akira dudó un momento, al pensar en la idea de que se graduaría.

Estaba feliz por el reconocimiento, pero la sensación de no saber qué hacer últimamente la estaba carcomiendo, lo suficiente como para sentir que estaba perdiendo el tiempo.

"¿Qué sucede? ¿Fue un regalo simple? Pensé que te agradaría." Dijo Aurora un poco ansiosa al notar su desánimo.

¿Regalo simple? Le acababa de conseguir el disco antes de que ni siquiera saliera y ahora podía escuchar las canciones sin esperar el estreno.

"No, el regalo es genial y me agrada." Respondió Akira y mirando a la joven al frente de ella, preguntó. "Escuche de Alice que tienen planeado hacer misiones en las tierras sin ley… ¿Aurora, cuando decidiste hacer lo que deseabas hacer?"

¿Cuándo decidió que su objetivo era ayudar a otros? Mirando a la joven que estaba en silencioso, ella continuó.

"No sé lo que quiero hacer cuando me gradué y eso me está poniendo ansiosa." Murmuró Akira de forma honesta y un poco avergonzada por la falta de camino.

Alcanzó el rango S por la presión de Alice, no por algún ideal y podía sentir la falta de un camino.

Como si fuera poco estaban a mitad de mayo y este año estaba pasando 'volando', lo suficiente como para que antes que se diera cuenta, ya estuviera graduándose.

En cambio, Aurora que era un año más joven que ella no solo estaba estudiando algo que le era útil y que la ayudaría, sino que estaba trabajando en Zerzura realizando misiones y como si fuera poco, iba a trabajar con los terranovense en las tierras sin ley.

Daba la impresión de que seguía un camino claro y…

"No tengo ni la menor idea. Tal vez antes deseaba ser una heroína y ahora... No lo sé. Seguro lo has oído, mi pasado no es el más agradable y es doloroso recordarlo, pero no sé, desde qué momento pasé de ayudar a las personas para no hundirme en la oscuridad de mi pasado a esto." Murmuró Aurora de forma honesta y dando una pequeña sonrisa, añadió. "Solo es trabajo."

Trabajo.

Akira pudo sentir el peso detrás de la palabra 'trabajo'.

Estaba igual de perdida que ella en cuanto a su razón y decir que 'trabajaba' era su forma de guiarse.

Aunque lo suyo era más grande… Ese pensamiento hizo que Akira la abrazara y respirara hondo, antes de animarse.

"Haré un grupo de aventureros. ¡Tengo un amigo que es una bestia y una amiga arquera, necesito buscar otros miembros y crearé el mejor grupo de todos!" Exclamó Akira levantando sus brazos de forma decidida.

No podía sentirse perdida todo el tiempo y más por algo tan pequeño como lo que sentía y menos cuando su amiga, se encontraba más perdida que ella, pero igualmente continuaba a su propia manera.

Fue por esa razón, que hizo su plan en su mente y organizó todo sin querer detenerse.

"Luego después de trabajar, crearé un gremio con el dinero que reúna… Y ayudaré a las personas que lo necesiten, muy al estilo de los Orisha Oko." Añadió con un tono bajo y mirando a Aurora que la miraba con ojos brillantes, dudó. "¿Qué tal suena?"

Los Orisha Oko trabajaban a honores, ayudando en áreas alejadas y limpiando mazmorras que nadie deseaba.

Era cierto que recibían financiamiento de Zerzura, pero era al estilo donaciones y ellos de verdad ayudaban bastante.

A Akira le gustaba la idea y ahora quería llevarla a cabo, solo que en la región de su hogar.

"Suena increíble." Respondió Aurora con una sonrisa emocionada y sin ocultar esa emoción, añadió. "Si deseas ayuda, te apoyaré."

Fue esa mirada alegre que daba ánimo y apoyo a que avanzara, lo que llevó a que Akira diera cierta expresión seria.

"¿Entonces podrías aceptar una trabajadora de rango S? Me gustaría ir puliendo mi registro como rango S." Dijo Akira de forma honesta.

Cuando se ponía algo por delante, le gustaba lograrlo y esta vez era lo mismo.

Para crear un gremio reconocido era necesario que su líder tuviera un historial impecable y más cuando la sociedad en Japón era estricta con esos temas.

Y eso significaba que necesitaba empezar a trabajar, no limpiando mazmorras, sino que realizando misiones más complejas y Aurora era la persona que era capaz de ayudarla.

Fue la seriedad con la cual habló y la mirada que le decía que estaba lista, lo que llevo a que Aurora suspirara.

Era una aceptación silenciosa.

******

A fines de mayo, en alguna parte del extremo norte de Bolivia, un grupo de bestias se reveló en la oscuridad.

César que estaba observando a lo lejos el almacén que estaba en medio del bosque dio una expresión seria.

—Las mafias no solo han estado cazando bestias y vendiéndolas en el extranjero esclavizándolas. Si no que también han capturado a nuestro equipo de apoyo que ha sido enviado para conectarse con las tribus de las amazonas. —Dijo una voz fría y con una seriedad incuestionable, declaró. —Algunos de ellos son estudiantes. Si se han atrevido a hacerle algo. Mátenlos a todos. No dejen a nadie.

El rencor, la furia y la sed de sangre estaba al nivel de una bestia enloquecida… Esa clase de hombre era Arailt Rothach, profesor de la Academia Cernunnos y líder de los equipos de asalto de la academia.

Ahora su voz logró despertar la ferocidad de todos, incluyendo César y Rupert que estaba en el equipo de asalto.

—Que el asalto comience.

La voz del Profesor sonó y luego provino un siseo, entonces desde el frente del almacén, una gigantesca serpiente de más de quince metros de largo, un metro de grosor apareció.

"¡Una anaconda perdida! Llamen al equipo de caza. Que todas las fuerzas se preparen."

Los gritos provinieron de aquellos que estaban en las casas cerca del almacén y bastantes personas salieron para encargarse de esta 'bestia perdida'.

Un error imprudente.

"¡GRR!"

A mitad de camino en menos de un segundo Arailt dejo ver la razón por la cual era reconocido como uno de los mejor cambia formas del mundo, cuando cambio su forma a la de un Oso de Hielo que disparó sus lanzas de hielo, matando a un par de enemigos despistados.

"¡Ataque enemigo!"

La alarma vino demasiado tarde y eso fue porque decenas de bestias surgieron de los alrededores y entre ellas César salió con sus puños llameantes golpeando a un humano desprevenido.

Su objetivo fue el almacén y él se movió hasta ese lugar, permitiendo que los felinos entraran en combate cercano.

Unas flechas volaron en su dirección, pero un muro de piedra se levantó, creado por quien sabe cuál bestia y César cuando estuvo por acercarse al almacén junto a otras bestias, pudo captar una escalera oculta por magia de ilusión.

Se había desestabilizado debido a que una bola de fuego explotó cerca y él dándole un aviso a sus compañeros que junto a otros estaban haciéndose cargo del almacén, se dirigió al lugar que volvió a estabilizarse.

Parecía tierra y pasto normal, pero él había visto las escaleras y decidió caminar, logrando adentrarse.

—Hay sitios ocultos con magia. Es necesario explorar. —Dando su aviso por la red de comunicación, se dio cuenta de que el interior estaba 'desconectado' del exterior.

Al menos en el ruido, las paredes del lugar parecían estar activas con algunas barreras para evitar las interferencias externas de las internas.

Un lugar alto, grande y con un simple vistazo parecía que eran los dormitorios algunos individuos importantes.

"No. Aléjate..."

Dudando sin saber si los de afuera recibieron su mensaje, escuchó un grito ahogado desde lejos y él decidió moverse de inmediato.

Sus pasos estaban silenciados por los artefactos que usaba y él se movió con rapidez, hasta que avanzó a una habitación.

"¡No! ¡Aléjate!"

Los gritos de desesperación y ruidos vinieron, llevando a que César captara la presencia y sin importarle nada, rompió la puerta.

En el interior, vio a una mujer adulta tratando de desnudar a una jovencita que ni siquiera alcanzaba la mayoría de edad, quien trataba de protegerse sin poder lograrlo.

El collar en su cuello dejaba ver que sus habilidades estaban suprimidas y como si fuera poco la mujer se notaba musculosa con una gran fuerza en su cuerpo… César al ver que estaban tratando de abusar de la joven, que reconoció como estudiante, se abalanzó.

*Boom*

Chocando con su propio hombro a la mujer, que voló hacia atrás golpeando la pared, César al ver que esa mujer reaccionaba tratando de salir, le dio un puñetazo rodeado de sus llamas.

Uno tras otro sin darle apertura, sin importarle si era cruel o si la mujer gritaba de dolor, César continuó no solo estando furioso porque alguien atacara a una estudiante intentando abusarla, sino que también sabía que no debía bajar la guardia.

*Boom*

"Uhg…"

Y fue por eso que cuando la mujer cayó al suelo, pareciendo noqueada, César le dio otra patada lo suficiente como para romperle las piernas y los brazos.

Tan solo en ese momento, le tiró un collar para que restringiera las habilidades y se dio vuelta para ver a la jovencita acurrucada en la cama, cubriendo su desnudez.

Charlotte Cuvillier estudiante de la Academia Cernunnos, siendo una gran estudiante fue traída por los profesores para acercarse a las tribus de las amazonas y fue capturada como todo el grupo… César la pudo recordar del informe de la misión.

Su misión esta vez había sido venir a rescatar a este grupo cuando se enteraron de que fueron capturados y por eso la Academia Cernunnos envió un grupo numeroso para aplastar la mafia local.

Ahora al ver que la joven lloraba desconsolada y llena de miedo, dudó un momento, pero luego se acercó.

"Ahora todo está bien." Dijo César al acercarse a la joven, tratando de dar la sonrisa más tranquilizadora posible.

Recordó algunas historias en donde Aurora utilizaba esa forma para tranquilizar a las personas que rescataba y él trató de hacer lo mismo.

La joven al verlo se quedó mirando un poco aturdida… Y César se dio cuenta de que, si un gorila sonreía de forma 'tranquilizadora', no era muy agradable al menos para el sentido estético humano.

Y el problema era que él tenía una sonrisa feroz.

"Lo siento." Murmuró César y al ver que ella se calmaba, se acercó a la joven y utilizando las sabanas de la cama, la cubrió antes de romper el collar que restringía sus habilidades.

Cuando estuvo cerca notó que la jovencita temblaba y luego empezó a llorar antes de abrazarlo como si por fin se diera la cuenta que fue salvada.

César solo pudo alabar en su mente los rápidos preparativos de la Academia Cernunnos, que, tras enterarse de la perdida de comunicación con el grupo de estudiantes, no solo prepararon un equipo, sino que encontraron a sus oponentes.

Aliviado de que hubiera llegado a tiempo, César al sentir que la joven lo abraza, llorando sin fuerza para levantarse por su cuenta, la alzó en sus brazos.

"Ya todo está bien ahora… Todo estará bien." Susurró César moviéndose con la jovencita en sus brazos y caminando en dos patas por el lugar, añadió. "Pronto saldremos. Estarás bien te lo prometo."

Podía sentir por el temblor de la joven cubierta por las sabanas y sus brazos, que ella tenía miedo y estaba llorando desconsolada.

Y él entendía que, en este momento, ella necesitaba que alguien le dijera que todo saldría bien y que todo pronto terminaría.

Sus misiones arcas en su tiempo con Aurora, le había enseñado que a veces no solo se necesitaba salvar a la persona del peligro, sino que convertirse en el pilar de aquellos que lo necesitaban y se hacía, asegurando que todo saldría bien.

Moviéndose hasta las escaleras, al salir pudo escuchar los ruidos de batallas, pero pudo ver que el asalto estaba terminando de forma aplastante a causa de la ferocidad de las batallas.

El Profesor Arailt había cambiado de forma y ahora estaba transformado en un León Dorado con sus garras y fauces llenas de sangre humana.

Los ojos feroces parecían perdidos en la locura, pero César supo que profundamente estaba oculto una racionalidad mortal y un control absoluto.

Avanzando hasta la parte trasera mientras abrazaba a la joven, pudo llegar al campamento en donde estaba el equipo de respaldo y pudo ver a otros estudiantes y profesores rescatados.

"Aquí te cuidarán." Dijo César al inclinarse, para que la jovencita se bajara, tratando de mantener su cuerpo cubierto, pero ella no lo soltó y continuo con su abrazo.

Un profesor de la academia que mostraba una expresión solemne se acercó y por su mirada estuvo claro que era probable que supiera lo que podría haberle sucedido a Charlotte.

Muchos de los estudiantes estaban llorando, algunos temblando de miedo y algunos con miradas serias.

Incluso si el equipo de rescate se movió rápido, era probable que sucedieran cosas malas, solo que esta vez César tuvo suerte para rescatarla.

Haciéndole una señal al profesor de que no había sucedido lo que pensaba, César en vez de irse, se tiró en un árbol con la jovencita en sus brazos y la continúo abrazando.

"Me quedaré contigo hasta que te sientas mejor, no necesitas preocuparte." Murmuró César con calma abrazando a la joven con cierta preocupación.

Le hubiera gustado luchar, pero la verdad era que no estaba aquí solo por el simple deseo de luchar y no había aceptado estas misiones, solo por querer ser fuerte, sino que para ayudar a aquellos que lo necesitaban.

Solo que el objetivo de estas misiones, eran las bestias mágicas o en caso excepcionales como este, profesores y estudiantes como Charlotte en sus brazos.

Y ahora que sentía que Charlotte estaba relajándose hasta caer dormida del cansancio, César solo suspiró aliviado.

El mundo era cruel, lo fue dentro del bosque mágico como afuera y lo único que alguien como él podía hacer en este momento, era darle alivio a alguien que lo necesitaba.

******

En el exterior de una mansión a las afueras de la Ciudad 'La Paz', Bolivia, estaban un hombre y una bestia.

La bestia media tres metros de alto, tenía un pelaje blanco que no ocultaba sus fuertes músculos y sus grandes pies.

Un rostro ligeramente humanoide con ojos azules que brillaban con una densa energía mágica.

Su sola presencia, parecía una montaña congelada buscando aplastar a todos aquellos que se encontraban a sus pies, sin embargo, solo fue ligeramente estimulante para Víctor.

Era el estímulo que le decía que era un oponente peligroso y tal hecho lo empujaba a que quisiera desafiarlo.

Solo que no era el momento ni en el lugar para hacer tales cosas y la razón fue simple, cuando uno veía las decenas de bestias y profesores juntos a los diferentes guardias de la sombra patrullando esta mansión.

El dueño de la mansión era el jefe de la mafia boliviana, que controlaba este territorio y era conocido por sus equipos de caza ilegales.

Fue uno de los tantos que causaba problemas con la Cordillera de los Andes y los elementales que habitaban en esa zona, buscando cazarlos para vender sus restos.

Y también era quien se encargaba de cazar y aterrorizar las pocas tribus en las amazonas, que solo provocaban que las bestias quisieran ocultarse aún más.

Sin embargo, esta vez trataron de 'cazar' a una bestia que no estaba a su nivel, más específicamente a los estudiantes de esa bestia.

"El grupo ha sido rescatado… Dos profesores han muerto. Uno de ellos fue torturado y el otro asesinado a sangre fría cuando trato de defender a los estudiantes." Murmuró el Profesor Kernen y en voz baja, añadió. "Nuestros estudiantes han sido rescatadas, pero la situación por la que han pasado les pasara factura."

La nieve empezó a caer del cielo que antes estaba soleado y no fueron algunos copos fue una gran cantidad de nieve que cubrió cientos de metros tal vez más.

Con una sola respiración la nieve que empezaba a teñir la tierra de blanco, se arremolinó en el Barbegazi antes de volver a caer al suelo.

Era una bestia, pero no solo cualquier bestia, era una con un concepto de luchador y la nieve fue solo una pequeña muestra de su concepto… Una que ocultaba un terror mayor.

Los segundos pasaron y ambos se quedaron en silencio mientras que los demás volvían a su trabajo y entonces un grito provino de la mansión.

"¡Suéltenme! ¡Por favor! ¡No he hecho nada! ¡Déjenme ir!"

Arrastrando al jefe de la mafia, vino el Director Ackermann con su traje lleno de sangre y sus garras pareciendo que estaban ardiendo a punto de derretirse.

Un aura literalmente ardiente... Ese hombre tiró al jefe de la mafia al frente de ambos y si antes tenía miedo, cuando los vio a los dos, se llenó de terror.

Ni siquiera sabía lo que sucedía.

¿Cómo podría saberlo? El grupo de estudiantes de la Academia Cernunnos fue atrapado por un equipo al norte y antes de avisar habían decidido 'jugar' un poco con las extranjeras.

Sin darse cuenta de que estos no eran simples estudiantes de una academia al azar, eran miembros de la Academia Cernunnos.

Si le hubieran avisado el jefe de la mafia era probable que este último los hubiera estado esperando con las cabezas de esos idiotas, pero eso no sucedió y ahora se enfrentó a ellos.

"Por favor… No sé lo que sucede… Déjenme ir." Rogó el jefe de la mafia y al ver que el Barbegazi lo miraba con ojos llenos de ira, se giró a Víctor y gateando, pidió. "Por favor déjame ir. ¿No teníamos un trato? Ninguno de nosotros se involucra con el otro."

¿Se estaba refiriendo al trato con la mafia? Víctor ni siquiera conocía a este pequeño alevín y fue por eso que dio una risa despectiva.

Tenía un trato con la mafia, al menos eso era para ellos, pero Víctor solo los había dejado vivir hasta el momento que fuera necesario y ese momento acababa de llegar.

"Todo tuyo." Dijo Víctor pateando al hombre a los pies de la gigantesca bestia blanca.

"No, yo…"

"…"

Antes de que el hombre pudiera hablar la gran bestia lo pisó, desparramando la sangre y las entrañas por la nieve blanca, salpicando lo suficiente como para que lo alcanzara a él.

Las gotas de sangre se congelaron en el aire y cayeron como perlas de sangre al suelo, entonces la bestia dio una mirada y…

"¡GRAAAA!"

Soltando un rugido poderoso que arremolino la nieve y llevo a que los profesores y bestias retrocedieran afirmándose ante la fuerza expansiva, solo Víctor y el Director Ackermann quedaron en el lugar.

El Barbegazi estaba furioso y fue lo suficiente como para que deseara matar a todos aquellos que se atrevieron a atacar a sus estudiantes y profesores.

Era probable que de hace bastante tiempo alguien no lo desafiara como esta vez y a pesar de que era muy inteligente, de cierta forma era muy 'territorial' con los suyos.

Que la sed de sangre fuera tan intensa y que la compartiera el Director Ackermann, solo hizo que Víctor esperara hasta que el rugido acabo.

"¿Enojado?" Cuestionó Víctor y recibiendo miradas frías, dio una sonrisa sin problemas y caminando a la gran bestia, señaló. "¿No te gustaría que eliminemos estas sucias mafias?"

"¿Quieres usarnos para hacer el trabajo sucio?" Preguntó el Barbegazi con un tono molesto.

"En realidad, no necesito tu fuerza. Llevo varios meses preparándome para eliminar las mafias de mis tierras, y lo único que ahora requiero es un desencadenante." Dijo Víctor y con seriedad, preguntó. "¿Quieres ser esa razón?"

El mafioso ya muerto hablaba del trato que hizo con las mafias para que ambos no interfirieran, pero ambos grupos sabían que solo era una tregua que pronto terminaría.

Y Víctor tras haber utilizado estos meses para unificar las naciones bajo las mismas leyes y regulaciones, instaurando cierto orden general, necesitaba eliminar los tumores cancerígenos que se ocultaban en estas tierras.

Ahora obtuvo la 'razón' para actuar y causar problemas.

La sola mirada gruñona e interesada del Barbegazi, solo era un extra ante la idea de limpiar estas tierras de las mafias.

Aunque este solo era el comienzo.

******

En el sótano de una mansión en Jamaica, una mujer estaba de brazos cruzados mirando un círculo mágico.

Llevaba ropa ajustada de ejercicio y su expresión era nada más que solemne, pero en el fondo… Estaba riéndose a carcajadas.

"El Emperador Víctor está llevando a cabo una redada masiva con las fuerzas de la Academia Cernunnos. Se rumorea que la mafia local atacó a un grupo de estudiantes y profesores de la Academia, llevando a que el Director Ackermann decidiera actuar."

La voz del noticiero vino, logrando que los magos que estaban asegurando el círculo mágico de teletransporte se sintieran tensos cuando ella aumentó la presión que liberaba.

"Los expertos señalan que las mafias en toda Sudamérica caerán… Este es un acontecimiento sin precedentes, que demuestra que el Emperador Víctor quiere estas tierras para él."

El noticiero continuó logrando que las personas que estaban presente solo parecieran más desanimadas y era normal.

Eva Santos sabía que algunos de ellos tenían negocios y conocidos en Sudamérica, conocidos que ahora era probable que estuvieran luchando por sus vidas.

"No necesitan preocuparse. Nuestro equipo de rescate ayudará aquellos que lo necesiten." Calmó Eva Santos con una voz ligera.

No estaba mintiendo.

El año pasado el Emperador Víctor y el General Quiroga comenzaron sus ambiciones, pero solo el primero lo logró.

Un hombre problemático que parecía demasiado recto y si bien hizo un trato con las mafias para que ambos se hicieran a un lado en los negocios del otro, alguien le había mencionado que no se detendría.

"Greco previo este resultado y él traerá a aquellas personas que lo necesiten y nosotros le brindaremos un lugar para que se queden." Dijo Eva en voz alta y con seriedad, declaró. "Pero primero necesitamos asegurar un lugar propio."

Greco Barbosa vino luego de que su familia fuera asesinada por el Emperador Víctor y ese hombre tan deseoso de venganza y enloquecido, deseaba que ella luchara en contra ese emperador.

Una broma de mal gusto.

Incluso si era un rango SS, la diferencia con una calamidad era astronómica, Eva no estaba tan loca como para morir en sus manos.

No obstante, lo apaciguó y le permitió que trabajara con ella como conexión entre la mafia de Sudamérica y la que ella controlaba en el centro y sus aliados del norte.

Su forma de moverse no era control, era diplomacia, alianzas y de cierta forma lealtad a los intereses en común y fue gracias a eso que consiguió convertirse en la Reina del Norte.

No iba a perder todo su progreso por venganza, pero como ese hombre era útil le dio una oportunidad y ahora demostró que era un peón excelente.

"…"

Manteniendo su expresión imperturbable, ella ocultó el hecho de que, con la destrucción de la mafia de Sudamérica, ella obtendría sus restos, dándole sitios para quedarse y a la vez con el tiempo asimilarlos para aumentar su poder.

Ahora mismo Greco estaba tratando de 'rescatar' a aquellas personas importantes y valiosas, entonces luego les brindaría las herramientas para que intentaran volver a Sudamérica.

No importa cuánto Víctor tratará de erradicarlos, las malas hierbas siempre volverían a crecer.

"Si Greco tiene éxito deberá ser ascendido. Los inteligentes merecen recompensas." Murmuró Eva cuando vio que el círculo mágico estaba por funcionar.

Greco insistió en que el Emperador Víctor se movería y si bien ella le dio los recursos para prepararse, fue ese hombre quien empezó a trabajar.

Incluso cuando estaba tan enfurecido por la muerte de su familia y deseaba venganza, no utilizó los recursos para tratar de suicidarse al enfrentarse al emperador, sino que siguió con el plan de rescatar los mafiosos sudamericanos cuando Víctor se moviera y ahora estaba teniendo éxito.

Tal talento necesitaba ser reclutado bajo sus alas y permitirle crecer, para que la ayudara a ella a convertirse en la verdadera Reina de todo el norte americano.

¿Al final quien sabía? Tal vez se podría convertir en su mano derecha.

Ante ese pensamiento, Eva mantuvo su expresión seria cuando vio que el círculo mágico se activó y en el interior apareció un solo hombre.

Un hombre en sus cuarenta años, con una expresión simple y con características que solo podían describirse como comunes.

Sus rasgos más destacables era su cabello rubio y ojos celestes.

"¡Agente Smith!" Saludó Eva Santos con una sonrisa diplomática.

"Reina del Norte. Al parecer nuestra reunión se ha hecho en un mal momento." Dijo el Agente Smith y con seriedad, añadió. "Hay algunos locos que solo crean problemas, no lo cree?"

¿Se estaba refiriendo a Víctor? El General Quiroga incluso si estaba bajo Víctor seguía ocasionando cierta tensión y que el Emperador estuviera reformando el imperio, incluyendo el ejército llevo a que las tensiones aumentaran.

Algunos pensaban que el Emperador Víctor deseaba una guerra y la verdad era que tenía el potencial para llevarla a cabo.

Era un rango SSS y tenía dos rangos SS bajo su mando mientras que en el norte si bien había un par de rangos SS, solo estaba el Arcángel Miguel como el único rango SSS.

Como si fuera poco, había muchos movimientos sucediendo en el centro y norte americano.

"Los hay." Respondió Eva y con calma, agregó. "Y sería mejor que todos terminarán sus objetivos, antes de que enloqueciera de verdad."

Su gente ya había abandonado este lugar y ahora solo quedaba ella y ese hombre, rodeados por una barrera que impediría que cualquiera escuchara.

Él estaba hablando de Víctor como un peligro y lo era, tanto para el bajo mundo como para el resto del continente americano y sus naciones.

Fue debido a esa sensación de peligro que las cosas se estaban acelerando en el norte, específicamente la unión de las naciones y las negociaciones diplomáticas, que estuvieron estancadas durante un tiempo.

"Por mi parte me he encargado de 'convencer' a aquellos que necesitaban un empujón. Sin embargo, si son ellos quienes eligen al representante, no importa cuánto los trate de convencer, no es suficiente para que le quiten el puesto a Ángel Batista y ustedes puedan presentar su candidato." Dijo Eva con seriedad, pero profunda atención en el Agente Smith.

Se estaba dirigiendo un movimiento de unificación de centro y el norte americano, buscando que se formalizara una sola nación.

Era un movimiento grande dirigido por Estados Unidos y tenía de cabeza a Ángel Batista, un antiguo Senador Mexicano que era conocido tanto en las tierras de esa gran nación, como en diferentes naciones en Centroamérica.

Una vez que se iniciara el proceso para unificarse, alguien debía tomar el mando como representante hasta que las primeras elecciones comenzaran y ese individuo sería elegido por los presidentes de las naciones que se unirían.

Y la persona con mayor probabilidad de ser elegido hasta este momento era Ángel Batista y el problema era que su designación, molestaría a algunas influencias en los Estados Unidos.

Después de todo, Batista no era un simple político, era alguien que tenía contactos con el Anciano Harris del Gremio de Aventureros y Héroes, luego también con el rango SS de Canadá y de México, a la vez que estaba conectado tanto a gremios de aventureros dentro del territorio estadounidense, como de todo Centroamérica.

Era un verdadero peso pesado en la política y era admirado por los pueblos centroamericanos por su constante apoyo, como así respetado en las tierras estadounidenses.

"No puedo decir lo que desean los altos mandos. No obstante, no es necesario que te preocupes por ese tema." Respondió el Agente Smith y sin cambiar de expresión, se inclinó y añadió. "Me retiro. Se te pagará por tus servicios."

Sus servicios fue asegurar que las pequeñas naciones que estaban quejándose de no unirse o que deseaban más, finalmente dieran su apoyo total y fue fácil para ella que controlaba el bajo mundo.

Era un control tan profundo que llegaba a las altas esferas políticas de diversas naciones y los Estados Unidos no era la excepción.

Fue por eso que ella sonrió cuando ese hombre que actuaba como intermediario del gobierno estadounidense se fue.

No sabía lo que pensaba el Agente Smith por su cuenta, pero estaba segura de que Ángel Batista no solo sería representante de la nueva nación hasta las elecciones generales, sino que también era posible que decidiera postularse para presidente cuando todo se formalizara.

Y lo haría no solo por el apoyo que tenía, sino que a causa de que el mayor respaldo era el Arcángel Miguel que se encontraba en Estados Unidos.

Un rango SSS era de temer y no se trataba solo de su fuerza, sino que del poder político y la influencia tenía.

"De todas formas, esto sirve para mí." Murmuró Eva dando una pequeña risa.

¿Cómo no serviría? No importa si es que los Estados Unidos deseaba poner una 'cara' más conocida como representante, si Batista lo consiguió trabajando duro o deseaban alguien de la 'minoría' para aplacar los clamores de los centroamericanos, al final daba lo mismo.

Una vez que las naciones se unificaran y nuevas elecciones comenzaran, ella podría conectarse con aquellos que necesitaban financiamiento y buscar extender sus raíces aún más profundamente tanto en la política como en los negocios más turbios.

Y eventualmente aquellos que no se subordinaron a ellos, se acercarían tratando de jurarle lealtad buscando obtener parte de los beneficios.

Tanto lo que sucedía en el norte como en el sur, era una ventaja para Eva Santos, que aprovecharía sin dudarlo para convertirse en la gobernante del bajo mundo.