En una silenciosa biblioteca, Alice que estaba leyendo su libro, pudo escuchar un pequeño ruido y levantó su mirada, para observar a su nueva invitada.
"Lo siento… Me sorprendí al ver que era un libro sobre cómo hacer contratos con dioses demonios." Murmuró la joven que fue presentada como Yoshihisa Akira.
Estaba sosteniendo un libro algo viejo, que Alice había traído de su colección personal y por su mirada, se notaba que le sorprendió el contenido.
Era repentino que ella estuviera aquí, pero según lo que había escuchado había elegido a su hermana luego de la reunión y como la situación con respecto a los estudiantes extranjeros que vinieron era complicada, la dejaron quedarse en el edificio.
La joven era guapa, con un rostro redondo y cabello negro, sus ojos marrones temblaron al cerrar el libro, algo asustada.
"El conocimiento no te lastimará. Lo hará cuando lo uses y el libro está para que no lo utilices mal." Dijo Alice con una voz simple, siguiendo con su lectura.
Parecía asustada al ver ese libro que estaría prohibido en la mayoría de las naciones y que sería considerado ilegal… Cualquiera enseñanza con realizar contratos con dioses demonios, era un asunto peligroso, para aquellos que no sabían en donde se metían.
"Entiendo…" Dijo la joven sin deseos de seguir su consejo y tomando otro libro, su expresión tembló y murmuró. "'Dioses Demonios y sus capacidades para los rituales'… 'Que Dios es mejor y para que'… 'Eligiendo sabiamente el ritual'… 'Pedir favores, pero no adorar'… 'Un trato demoniaco'… 'Como convertirse en un actor de espectáculos para dioses'…"
Esa jovencita empezó a leer los títulos de su colección y Alice al ver que estaba actuando algo extraña por tantos libros de ese tipo, dio un suspiro, pensando que hubiera sido mejor guardar su colección en otra parte.
Esta era su biblioteca y no había pensado que alguien más la invadiría de este modo.
Aurora no le gustaba leer sobre dioses y si bien sabia lo básico, era solo eso, mientras que por su parte Liam le gustaba leer por proyección, dejando que esta biblioteca fuera suya.
¿Tal vez debería ocultar su colección en un lugar más profundo?
"¿No es peligroso?" Preguntó Akira sin poder evitarlo.
Su mirada algo seria y temblorosa, solo lograba dar una sensación de alguien responsable que no se animaba a decir directamente que estaba 'mal' tener esta colección.
"Peligroso es que en las escuelas te digan que rezar a los dioses demonios está mal y no te digan cómo evitar ese peligro." Dijo Alice y con una mirada simple, añadió. "Peligroso es meterte a un ritual de una secta e interferir sin saber de qué trata el ritual."
Las entidades malvadas se acercarían a los jóvenes sin que ellos se den cuenta y si alguien deseaba realizar un ritual, podía hacer lo que fuera y era probable que lo consiguiera mientras supiera el título de quien rezaba.
No obstante, esta clase de ritualismo era más profundo y había medidas tanto para protegerse a sí mismo, como para evitar que tales existencias actuaran de forma precipitada.
Terra nova era un mundo increíble y se había perfeccionado muchas 'artes', los rituales eran parte de ellos.
Ni hablar cuando se enfrentaba a sectarios y ritualistas, no saber que hacia el ritual que preparaban, era como no saber desactivar una bomba… Romper todo podía detenerlo o podría llevar que algo peor se desencadenara.
"El conocimiento no es peligroso, el cómo lo utilizas lo es. ¿Quieres realizar un ritual a algún dios demonio buscando desencadenar un apocalipsis?" Preguntó Alice y al ver que la joven agitaba su cabeza rápidamente, declaró. "Entonces el libro guardado en una estantería, no hará daño a nadie."
Akira volvió a mirar los libros, sin estar desanimada por sus palabras o avergonzada por su tono indiferente.
Todo mientras Alice volvía a suspirar en silencio, pensando que no deseaba ver a los otros estudiantes, que se quejaron por ver un poco de sangre.
Tal vez no todos los estudiantes se quejaron, pero algunos informaron a sus padres y crearon un problema sobre un asunto insignificante… Se alegraba de que su madre se los sacara de encima.
Y fue bueno que solo uno decidiera venir aquí.
"Estos son tuyos, ¿cierto? Aurora no parece alguien que leería estos temas." Dijo Akira y al ver que ella asentía, se acercó y preguntó. "¿Eres maga?"
Alice levantó su mirada de su libro y su expresión que fue lo suficiente indiferente, como para alejar a cualquiera, fue recibida por una joven que le sonrió animada.
Daba la impresión de ser una niña, que no podía quedarse quieta y su curiosidad insistente, extrañamente no fue tan malo.
"No, no soy capaz de utilizar magia. Y no necesitas ser mago para aprender de estos temas. Cualquier persona puede hacerlo y, es más, recomendaría darle una lectura al menos a los temas básicos." Respondió Alice de forma honesta.
Aprender sobre este lado de la 'teología', que se acercaba más a ritualismo, siempre lo relacionaban con magos, pero era algo que todos eran capaces de estudiar y utilizar.
A diferencia de lo que cualquiera pensaría, tales temas eran aprendidos por sacerdotes, paladines y miembros de la iglesia ya fuera que enfrentaran a sectarios y dioses malvados o no.
Era un tema cuyo aprendizaje podía ser bastante revelador y de ayuda en situaciones muy particulares.
"Solo no compres libros al azar no importa de qué autor famoso te digan que es, ya que esos son verdaderamente peligrosos." Recomendó Alice con un tono simple.
El conocimiento no era peligroso, sin embargo, algunos vendían libros falsos con información falsa sobre los rituales, los dioses e incluso dejaban nombres directos, para que las personas despistadas fueran atrapadas, nombrando a entidades muy peligrosas y conectándose a ellas.
Razón por la cual, tales libros estaban tan restringidos.
"Lo tendré en cuenta, pero… Digamos que, en mi academia, siempre han sido estrictos con no leer cosas de este tipo." Murmuró Akira con un tono algo avergonzado.
¿Responsable? Esa era la imagen que daba, pero para Alice sintió que era alguien limitada por lo que le decían las personas a su alrededor.
Las voces de 'autoridad' de personas como sus profesores o padres podían ser bastante influyentes, para alguien como esa joven y lo curioso era, no solo que estuviera aquí cuando algunos de sus compañeros se habían ido, sino que se mantuvo en calma, incluso sabiendo que en esta casa había esa clase de libro.
"¿Cómo es Aurora? ¿Qué clase de trabajo realizan?" Dudó Akira al cambiar de tema y con una gran sonrisa, preguntó. "¿Qué clase de aventuras tienen?"
Su lado más animado y lleno de curiosidad volvió a surgir, esta vez con más fuerzas mientras se acercaba, lo suficiente para mostrar sus ojos brillando con pura atención.
La forma que inicio conversación, sacándola de su lectura y ahora la manera que se acercaba, dejo ver que era buena para acercarse a las personas y era probable que no fuera algo que hiciera de forma consciente.
"Aurora es Aurora. En cuanto al trabajo… Es algo que no está en mí contarte." Respondió Alice y cerrando su libro, comentó. "En cuanto a las 'aventuras'… Depende de la persona que responda, pero algunos no ven lo que se hace aquí como una 'aventura', sino que como su vida."
Llamarlo aventura dio la sensación que las personas que trabajaban en Zerzura y en África, estaban aquí por un poco de emoción y adrenalina, por aventurarse probando cosas nuevas, pero no era de esa forma para la mayoría.
Para los ciudadanos de Zerzura y la mayoría de los milicianos o los Orisha Oko, el trabajo era su vida y no una aventura.
De cierta forma, para Aurora era un 'trabajo' y no una aventura por diversión, un poco de emoción o simplemente porque estaba aburrida.
Un trabajo que parecía ser más una forma de ayudarse a sí misma… Al menos, eso era lo que probablemente pensara su hermana.
"Entiendo." Murmuró Akira asintiendo de forma inteligente y con curiosidad, preguntó. "¿Y qué es para ti?"
Tal vez no sabía que era en lo que trabajaban, pero su respuesta llevo a que comprendiera que la dificultad y las problemáticas, no podían ser tratadas como aventuras, lo que llevo a que fuera seria.
Era perspicaz para captar ese comentario oculto que Alice dio y a la vez, siguió siendo curiosa.
"No importa demasiado." Respondió Alice con calma.
No necesitaba decirle la verdad de sus razones para estar aquí y como ella veía todo lo que sucedía en este lugar, así que dio esa respuesta, que claramente era un aviso que no respondería a su pregunta.
Akira asintió sin desanimarse y volvió a caminar por la biblioteca, que era bastante grande, con diferentes estanterías en donde se encontraban varios libros.
Por su parte, Alice al sentir la presencia dirigió su mirada a su hermana que estaba entrando a la biblioteca y notó que la joven se volvía a acercar con una sonrisa.
"¿Y cuál es mi destino, Directora?" Preguntó Akira con una sonrisa, que consiguió que la expresión de Aurora temblara.
Era en parte vergüenza ante el respeto que estaba utilizando la joven y cierta diversión, a su broma.
Lo que le gusto a Alice, era que Akira detrás de su broma, mostraba seriedad para aceptar cualquier cosa que podría suceder.
Aurora había estado arreglando lo que sucedería con los estudiantes que se quedarían y la razón, fue porque ella, ahora tenía una estudiante en este lugar.
"Todavía no se ha determinado nada." Respondió Aurora de forma honesta.
"Lo entiendo. Mantendré mi mejor imagen, directora." Respondió Akira y riéndose suavemente al ver la mirada de Aurora, añadió. "Trataré de no ser una molestia hasta que decidan a donde enviarme. Estoy agradecida de que me hayas dejado quedarme aquí."
Supo que, al elegir a Aurora, fue algo que no estaba planeado y si bien por su mirada deseaba quedarse, a la vez aceptaría a cualquier lugar que la enviaran, dejando en claro que deseaba continuar con las prácticas.
La forma que buscaba no causarle problemas a su hermana, fue alto notable y si bien estaba curiosa por sus trabajos, supo mantenerse controlada.
"No es un gran problema, el lugar es grande." Dijo Aurora y haciéndole una señal a Alice, ambas se retiraron dejando a Akira mirando la biblioteca.
Alice que entró a uno de los portales para descender al primer piso, le dio una mirada a su hermana, mientras se dirigía a la oficina.
"¿Quieres quedártela?" Preguntó Alice, notando lo que su hermana estaba pensando.
"Ella no es una mascota abandonada." Murmuró Aurora ante su pregunta y cuando la vio sonreír, añadió. "Y sí, ella parece querer quedarse. Antes de venir discutió con su profesor y pese a que bastante de sus compañeros se han ido, ella todavía sigue queriendo quedarse."
¿Ya otros estudiantes se habían ido? Alice que solo estaba informada que su madre intervino, mintiendo sobre que era vicedirectora, solo asintió.
Era probable que los rumores de que la Luz de Plata era miembro de la academia o estaba metida en la Academia de Zerzura, se extendiera llevando a que aquellos que se fueran, se arrepintieran y que aquellos que se quedaron, se sintieran emocionados.
No obstante, Akira no parecía informada de ese tema y era normal cuando, no eran del mismo curso que sus compañeros a pesar de estar en el mismo grado.
"¿Solo quieres quedártela porque está un poco sola, cierto?" Dudó Alice con curiosidad y con seriedad, añadió. "¿O por qué te eligió a ti? Si alimentas a un gatito en la calle, obviamente te seguirá."
Su hermana no comprendió a que en cuanto a 'quedársela', era literal.
Si aceptaban a Akira, ella se quedaría en este lugar como parte de sus prácticas, pero su hermana lo tomó como si estuviera bromeando, pensando que la trataba como un cachorro y esta vez Alice siguió con esa broma.
¿No decían que si alimentan a un animal callejero lo seguiría?
"Si es solo por eso, es mejor que no la aceptes." Añadió Alice al ver que su hermana solo agitaba su cabeza ante su broma y viendo que ahora le prestaba atención de forma directa, comentó. "Ella está en una práctica. Si dejas que se quede, no puedes restringirla y mantenerla encerrada tan solo por su seguridad."
Eso era lo que su hermana no entendía cuando Alice dijo que se la iba a 'quedar'.
Akira vino a este lugar por prácticas y si bien era probable que tuviera sus intenciones, la verdad era que necesitaba obtener algo de estas prácticas y si su hermana la aceptaba aquí, era probable que la restringiera.
Y la razón era simple…
"Seguirás trabajando y eso significa que mientras nosotras estemos allá afuera, Akira tendrá que quedarse aquí. Y hay veces que nos vamos durante varios días. Si es así, es preferible que vaya a otro lugar." Señaló Alice con simpleza.
Aurora no pudo negar sus palabras.
No pudo negar que iban a salir a trabajar y era un hecho, ya que su hermana no se iba a detener con sus acciones y había muchos lugares que podrían contar con un par de manos.
En Sudan, Melgar estaba encargándose de bastantes cosas, pero esas tierras eran grandes y sus fronteras coincidían con lugares en situaciones también complejas.
El trabajo no iba a terminar y si su hermana actuaba sobre protectora, como seguramente lo haría, entonces Akira perdería sus prácticas al quedarse.
Su hermana puso una mirada complicada, algo difícil como si de verdad le agradara la joven, pero a la vez no queriendo, que participara en las misiones más complicadas.
No importaba si era o no un rango A o una de los mejores estudiantes, su hermana no iba a dejar que corriera peligro.
Sin embargo, Aurora en vez de aceptar ese hecho de inmediato, dudó ante sus palabras y fue esa duda, que llevo a que Alice se diera cuenta, de que de verdad le agrado la joven.
"¿Qué tal si lo hablas con ella?" Preguntó Alice y cuando obtuvo la atención de su hermana, explicó. "Revela todo lo que hacemos aquí y dale a elegir a ella."
Pudo notar que su hermana le agradaba la joven, lo suficiente como para dudar si dejarla quedarse y eso era sorprendente, ya que desde hace un buen tiempo había sido distante.
Y ahora trataba de escapar de esa barrera en la que se había encerrado, queriendo acercarse de forma directa y si bien era inconsciente, solo necesitaba un pequeño empujón.
"Solo ella puede elegir lo que desea hacer." Añadió Alice con seriedad.
¿Akira fue atraída por la seriedad que mostró su hermana en el enfrentamiento que tuvo? ¿O fue porque le agrado? Había elegido este lugar sin saber lo que hacían, pero si se deseaba quedar, necesitaba saber todo y entender no solo la complejidad, sino que el peligro del trabajo.
Tenía que saber a dónde se estaba metiendo antes de querer entrar.
******
Guerra, lunáticos, asesinatos a sangre fría y demasiada oscuridad… África era un lugar más peligroso de lo que Akira había imaginado.
Y a la vez más necesitado y precario de lo que pensó.
Desde lo sucedido con la Gran Señora de las Bestias en el oeste, lo sucedido en el bosque mágico o toda la mierda oculta en Sudan al este de Zerzura… Akira que acababa de leer todos los informes, sobre lo que se trabajaba aquí, estaba impactada.
La paz entre los demonios se había firmado y ahora que estaban en enero, públicamente se decía que el año 2045, era un año de paz.
¿Paz? Los informes más recientes que tuvo que leer demostraron, que había gente en situaciones muy complicadas en todo este continente, que literalmente fue abandonado por todos.
¿Era normal? Akira que estaba en su habitación sentada en el sofá de este edificio que contenía un departamento, no supo qué decir.
"…"
Pero en el fondo lo sabía.
Su vida en una gran academia, en una nación segura, que se consideraba del primer mundo, le dio la sensación de que el mundo estaba bien… Y lo estaba.
Su pequeño y diminuto mundo, siempre estuvo bien.
En una academia, recibiendo apoyo de sus padres, siendo la mejor estudiante y solo preocupándose por el estudio, ese era su mundo.
Sin embargo, solo era una pequeña realidad de una totalidad, que ahora apenas captaba.
Comprendió la razón por la cual, Aurora fue tan seria y fría cuando enfrentó a ese luchador del ejército y si ella fue atraída por la fuerza y la curiosidad, ahora se dio cuenta de que había más.
¿Estaba lista para tales misiones que los informes describían? ¿Para ver el mundo más allá de su pequeña realidad? ¿Para enfrentarse a peligros que podían llegar ser mortales?
Aurora le dio toda la información para que decidiera quedarse y cuando lo hizo, estuvo muy dudosa de entregarlo.
¿Era capaz de hacer una pequeña parte de lo que esas hermanas hacían? No, en este punto no se trataba de admiración o deseos de ser su igual, o de orgullo para superar a alguien que parecía más joven que ella, esta vez se trataba de sí misma.
De decidir sobre lo que deseaba hacer, si aceptaba tomar esta misión y cargar con las responsabilidades que significaba trabajar aquí o se alejaba.
¿Estaba preparada?
"Que se vaya todo a la mierda." Maldijo Akira mientras se levantaba de su sofá.
Saliendo de su departamento, sintiendo que su corazón latía con fuerza, bajo al primer piso por un portal y se dirigió a Aurora, que estaba viendo televisión con su hermana.
"No estoy preparada y creo que necesito mucho para aprender." Dijo Akira mirando a esa joven y viendo la mirada seria de Aurora y Alice, anunció. "Pero deseo intentarlo… No, daré lo mejor de mí para hacer este trabajo y me esforzaré para aprender de ustedes."
No, no estaba preparada.
¿Cómo podría estarlo? Era un rango A y su fuerza era decente, pero lo que aquí hacían iba más allá de la fuerza y a su vez, algo que iba más allá de cualquier trabajo que había tomado hasta ahora.
Y por eso no estaba preparada, pero iba a tomar este trabajo y se iba a esforzar, aprendiendo de personas que tenían una mayor experiencia.
Esas personas iban a ser sus nuevas jefas.