Andrés se estiró mientras abandonaba el portal.
"Gracias por acompañarme." Dijo Clémentine con una media sonrisa, como si le faltara energía.
"Está bien, necesitaba hacer una misión de este tipo para relajarme." Respondió Andrés con calma y creando un portal al frente de él, preguntó. "Iré a desayunar, ¿vienes?"
Andrés se había levantado temprano y como no podía quedarse dormido, acompañó a Clémentine que estaba en un estado similar, a realizar una misión de limpieza de un nido de criaturas.
Cuando Clémentine asintió, ambos atravesaron el portal y llegaron a la sala.
Mirando por la ventana notaron que faltaba una hora para que amaneciera y ambos suspiraron y se dirigieron al comedor.
Cuando llegaron se encontraron con Nicole trayendo su desayuno.
"¿Hiciste ejercicio?" Preguntó Clémentine con curiosidad al notar la ropa que Nicole llevaba.
"Si, recién llego de correr." Respondió Nicole sentándose con calma y mirando al dúo, preguntó. "¿Ustedes llegan de hacer una misión?"
"Limpieza de una guarida de Lycaons." Respondió Andrés y tras preguntarle a Clémentine lo que quería, se dirigió a la cocina.
Este edificio todo estaba 'mecanizado', así que no hacían tanto trabajo cuando querían desayunar o comer.
Solo tenían que pedir a los drones y estos usaban los diferentes aparatos electrónicos para hacer su comida.
Esta vez Andrés preparó su desayuno por sí mismo mientras miraba como estaba por amanecer.
Luego de terminar trajo el café de Clémentine y sus tostadas, sentándose con su desayuno en la mesa.
El trío comió en silencio pensando en lo de ayer.
¡La Misión Asalto se trataba de encargarse del General Kavuri!
Encargarse de un individuo que tenía un pequeño ejército bajo su mando con milicianos de Rangos A.
Sin duda nunca hubieran creído que venir al grupo de mercenarios realizarían este tipo de misiones.
Ahora se enfrentaban a la decisión… Una decisión que ya había sido tomado durante la misión arca.
Era imposible mentirse a ellos mismos.
Eran héroes y si bien esta nueva misión había sobrepasado por mucho su capacidad, era una oportunidad para intervenir y cambiar las cosas.
Las fuerzas del General Kavuri en la Ciudad Nakuru actuaron como psicópatas y todos se sintieron imponentes ante sus acciones sin poder hacer nada.
Esta misión era diferente.
Por muy pequeña que sea su ayuda, cambiarían algo.
Aun así…
"Alice me asusto." Murmuró Nicole en voz baja y cuando la miraron, dio una sonrisa tímida y explicó. "Mi padre es un antiguo jugador de Terra nova, pero no despertó ninguna habilidad innata o el uso de la magia. A pesar de que sabe luchar no es un usuario de habilidad. Mi familia es común."
Andrés suspiró al escuchar esas palabras.
"Soy igual. Mi familia es normal en todo sentido, no saben luchar o tienen alguna habilidad." Comentó Andrés agitando su cabeza.
Era cierto que una gran cantidad de personas a nivel mundial jugaron a 'Terra nova' cuando no sabían que viajaban a otro mundo con esa máquina, sin embargo, eso no significaba que todos fueran expertos marciales.
En ese momento ese 'juego' tenía posibilidades infinitas y las personas que entraban a veces disfrutaban siendo granjeros, comerciantes, pintores, escultores o miles de otra forma de jugar.
Matando criaturas podían subir de nivel, pero era un 'juego' tan realista y diverso que para los jugadores de ese momento ser un mago o un luchador no era la única manera de divertirse.
Así que siempre se podían encontrar familias que eran completamente normales a pesar de ser jugadores y otras familias que antes fueron jugadores poderosos, en la actualidad no significa que tuvieran alguna fuerza o habilidad.
No tenían la seguridad necesaria para proteger a sus familias y más cuando, ellos no podían asegurar su propia seguridad.
"Por mi parte creo que hay que estar preparado para más cosas. No sé cómo es, pero… Están realizando un ritual y dependiendo de para cuál entidad sea, entonces nos encontraremos con situaciones horribles." Dijo Clémentine con un tono pesado.
Había bastantes dioses para realizar rituales y aunque muy pocos de ellos respondían, cada una de esas entidades eran aterradoras y sumamente peligrosas.
Los rituales diferían con respecto a los dioses que estaban dirigidas, pero si usaban humanos como sacrificios entonces no iba a ser nada simple.
¿Cómo podrían prepararse para esa situación?
"Estas situaciones siempre son difíciles." Dijo una voz y cuando miraron, Shao Ya entró y al ver al grupo, agregó. "Perdón, escuché su conversación."
Estaba dando una suave sonrisa de disculpa a pesar de que los miembros del grupo se dieron cuenta de que la disculpa no era sincera.
Había una razón para ello y era…
"En el futuro serán héroes y ustedes se encontrarán con situaciones aún más complejas. Tal vez en un momento estén en una situación que tengan que priorizar la misión en vez de vidas inocentes o pueden encontrarse en situaciones con jefes que sacrifican subordinados por un 'bien mayor'." Comentó Shao Ya con un tono pesado y a la vez serio.
¿Esas situaciones que parecían casi inhumanas sucedían?
La respuesta era más simple de lo que uno podría pensar.
Esas situaciones sucedieron antes del 'Gran Cataclismo' y después de este… Esa era la realidad, una que no cambio no importaba en qué situaciones se encontraban.
A veces esas acciones crueles salvaron a las personas de un final aún peor y otras veces solo fueron errores estrepitosos cuya consecuencia fueron vidas.
"No lo han vivido, es por eso que tal vez no lo entiendan." Agregó Shao Ya con una sonrisa a medias.
Escucharlo de alguien más era muy diferente a vivirlo en carne propia.
Ahora podían hablar de que harían en alguna situación, sin embargo, una vez que se encontraran en la encrucijada de decidir, seria cuando sus verdaderos pensamientos salieran a la luz.
Aun así…
"Aurora siempre prioriza las vidas inocentes." Declaró Shao Ya con un tono simple y a la vez, animado.
Ese era el punto vital.
Era cierto que ahora no conocían en donde estaban los rehenes y era difícil averiguarlo, pero si se ponían en la balanza la vida de inocentes y terminar la misión, Aurora siempre priorizaba la primera.
"Es cierto que podrían ocurrir cosas inesperadas y Alice trata de que acepten esas posibilidades y se preparen para ella, pero es inútil preocuparse sobre ello. Ya sea si aceptan o no, estarán seguros y la misión se realizará." Agregó Shao Ya antes de irse a la cocina.
Ellos no eran necesarios.
Por más cruel que pareciera era un hecho sincero.
La misión se realizaría de todas formas y los preparativos fueron hechos para realizar esa misión con éxito y prepararse para las peores de las posibilidades.
Que Akira y su grupo estuviera presente demostraba lo serio que Aurora estaban actuando.
Para algunos llevar a unos 'novatos' como los estudiantes podrían ser contraproducente, pero Aurora también se había preparado para esas situaciones y había asumido los peligros que conllevaba.
Las posibilidades siempre existen, no había duda y los estudiantes debían decidir sobre esas posibilidades.
Entonces, decidir si estaban dispuestos a asumir los riesgos y aceptar las consecuencias.
******
Aurora observó la proyección de los estudiantes escuchando toda la información clasificada de la misión asalto y los preparativos para su seguridad.
Una misión secreta en el que estaban presentes los altos mandos de toda Zerzura.
Desde el ejército, la iglesia y la misma Empresa Apicius.
La 'misión asalto' era más grande que su pequeño grupo y ellos realizaban una pequeña parte de esa misión.
Ellos solo asaltaban la mansión y detenían al General Kavuri, pero quienes se encargaban del 'Terror Somalí' era el mismísimo General McLean, un famoso Rango SS de Zerzura.
Acompañado se encontraba el Coronel Makeba y otros Coroneles de Rango S que protegían Zerzura.
Había señores de la guerra presentes en la actualidad.
El Rey de Madagascar Ronald Einhorn, era un antiguo señor de la guerra.
En Sudáfrica algunos antiguos Señores de la Guerra se unieron para mantener ese estado.
Al oeste de Zerzura en el África Occidental se encontraba la República de África Occidental que, a pesar de tener un sistema democrático, los gremios de aventureros, mercenarios y señores de la guerra tenían el poder.
En Somalia se encontraba el 'Pirata Somalí' un lunático que le gustaba salir al mar en barcos mágicos para cazar bestias mágicas manteniendo el Océano Indico limpio y bajo su control.
Cada uno de ellos eran Rangos SS y los únicos de ese rango que quedaron en áfrica tras la llegada de Zerzura.
Esta no era la primera misión de asalto de Aurora y tampoco de toda Zerzura.
La Ciudad Zerzura actuaba como potencia regional para mantener el orden, interviniendo en situaciones que creyera conveniente.
Esta clase de situación lo era.
El General Kavuri realizaba rituales a entidades desconocidas y el 'Terror Somalí' lo apoyaba mientras provocaba una guerra innecesaria, trayendo caos a la zona.
A nivel económico los gremios y otras empresas en Kenia tienen perdidas cada día, incluyendo a la misma Empresa Apicius.
A nivel político ayudar al Señor de Mombasa para estabilizar la zona en su control, sería considerado como un movimiento astuto que traería beneficios a Zerzura.
A nivel moral, la Iglesia del Tiempo y el Espacio a pesar de su neutralidad, no se podía quedar quieta mientras se realizan rituales atroces.
Era cierto que en otras regiones más alejadas pequeños señores de la guerra luchaban entre sí, pero nadie actuaba a esta escala.
El conflicto había empezado unas semanas después de que Aurora entrara a la academia de vacaciones, y en realidad la guerra que estaba por acercarse fue la razón por la que su madre y Alice la llevaron a la Ciudad Atlántida casi de forma obligatoria.
Alejarla de un conflicto innecesario que podrían llevar su estado mental para peor.
Sin embargo, eso era antes y ahora, Aurora estaba preparada para encargarse de su tarea de ayudar y de seguir adelante.
No importaba si fue hace cinco años o cuando era una jovencita que se encargaba de eliminar criaturas por su cuenta, Aurora cargaría con su misión y su objetivo.
Nadie la obligaba a ayudar y aun con su pasado y problemas, seguía en este lugar.
Aurora pensó a los estudiantes.
Eso era lo que buscó en la academia para distraerse.
Tal vez no podría contratarlos, ya que cada uno tenía sus propios objetivos y deberes, pero para Aurora era suficiente que uno de ellos compartiera unos valores parecidos a los de ella.
Aunque en cierta manera, ayudar por dinero, fama o por gratitud, o importaba mientras ellos ayudaran y utilizaran sus habilidades con ese objetivo en mente.
Tal como hacia Akira en Asia y seguramente como lo hacían aquellos que alguna vez trabajaron con ella.
Golpeando su escritorio con su dedo Aurora miró a su glotona amiga.
"Liam está investigando, pero es imposible encontrar a los rehenes que se usaran para el sacrificio por culpa de las acciones de la fuerza del General Kavuri." Murmuró Aurora con un suspiro que dejaba ver que estaba un poco agotada.
Descubrir cuáles eran los rehenes raptados por el General Kavuri o por sus tropas era una tarea imposible para ella.
Sucedían demasiado cosas al mismo tiempo y Aurora hacía mucho tiempo dejó de sentirse mal por situaciones que sucedían lejos de ella y las cuales no podía intervenir.
Ahora tenía su trabajo y necesitaba concentrarse en esta tarea.
"Los estudiantes ya han estado entrenando con el grupo de Akira y hoy a la tarde los enviaré al ejército para que entrenen con los militares." Dijo Aurora tras pensarlo detenidamente.
Cada vez que tenían tiempo el grupo de Akira entrenaba con los estudiantes, ayudándolo a mejorar sus habilidades de combate contra humanos.
Aun así, un entrenamiento diferente los ayudaría.
Tal vez no iban a mejorar muy rápido o mejorar en unos cortos días, sin embargo, corregir uno o dos errores, era suficiente y podía ser de mucha ayuda cuando realizaran la misión.
"Me encargaré de enseñarle a no dudar." Dijo Alice con una tenue sonrisa.
Era una sonrisa bastante encantadora, que ocultaba una profundidad que Aurora pudo comprender.
Los métodos de Alice, eran demasiado excesivos y exagerados e incluso podría ser descrita como cruel.
Hizo que Akira pasara por un infierno y ahora esa psiónica terminó teniendo una rivalidad con ella, que era muy posible que viniera del miedo profundo.
Sin embargo, Aurora no podía negar que era muy eficaz.
"Le pediré a la Cardenal Brousseau que te preste el área de entrenamiento de la iglesia." Dijo Aurora pensándolo con calma, al dejarlo estar.
Había bastante trabajo para hacer y todos estarían ocupados.