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Siete. La persecución.

Descendimos en un campo abierto donde decidimos acampar así que comenzamos a bajar nuestras cosas para comenzar a armar el campamento.

—Oigan escogieron un gran lugar para acampar, el césped esta suave. —dijo Toph.

—Eso no es césped, Appa está pelechando. —le dijo Sokka.

—Agh… que asco. —dijo Katara con una mueca.

—¿Qué dices? Es parte de la primavera, como todo, nacen aves, florecen flores y Appa cambia el pelaje. —

—Además es solo pelo, no es como si nunca lo hubieras acariciado. —le dije.

—Ah… la hermosa primavera. —suspiro Katara.

Entonces Appa estornudo y espacio su pelo por todas partes.

—¡Basta, Appa, basta! —comenzó a gritar Katara.

—No es tan malo, Katara. —dijo Sokka tomando pelo. —Puedes hacer una peluca. —

—Y una gran barba. —dijo Aang.

Se comenzaron a reír entre sí.

—Me alegra que seamos más mujeres que hombres porque ustedes son asquerosos. —dijo Katara quitándose el pelo de Appa.

—No hables tan pronto. —dije.

—¿Por qué? —me pregunto.

Apunte hacia Toph.

—¿Alguno tiene una navaja de afeitar? Necesito afeitar mis axilas urgentemente. —dijo y levanto los brazos dejando ver mucho pelo blanco.

Sokka, Toph, Aang y yo comenzamos a reír.

—Lin. —se quejó Katara.

—¿Qué? A mí no me da asco el pelo de Appa. No voy a hacer eso. —dije apuntando hacia los tres chicos que aún se seguían riendo. —Pero si me rio de sus tonterías. —

Me miro seria y después también comenzó a reír.

Después de tanto reír comenzamos a hacer lo que a cada uno nos tocaba a hacer. Siempre terminábamos dividiéndonos las tareas y ahora me tocaba junto con Aang armar la tienda.

A lo lejos pude ver como Katara se levantaba para hablar con Toph.

—{De seguro la está regañando porque no está haciendo nada.} —pensé.

Me encogí de hombros en verdad no era mi asunto y ni me importaba si no nos ayudaba, tampoco es como si fuéramos a armar el gran campamento.

Ya terminadas nuestras tareas ahora seguía ayudar a Aang a quitarle la montura a Appa. Aang formo una espera de aire por debajo de la montura y de un movimiento la quito, lo que no vimos es que iba a terminar justo arriba de Sokka.

Rápido lo ayudamos a salir.

—Sokka, ¿Estas bien? —pregunte cuando logro salir de debajo de la montura.

—Si pero a la otra fíjense. —dijo sobándose la espalda.

Sonreí apenada, después de todo fui yo la que le dio indicaciones a Aang.

—Si, lo siento. —me disculpe. —Bueno será mejor que durmamos. —

Tome la mano de Aang y lo jale hasta Appa, últimamente estábamos durmiendo juntos sobre una de las patas de él.

No habían pasado ni dos horas cuando Toph nos despertó con un grito.

—¡Algo se dirige hacia nosotros! —grito.

—¿Qué cosa? —pregunto Aang.

Toph puso su mano en el suelo mientras nos acercábamos a ella.

—Se siente como una avalancha pero no se ve como una avalancha. —

—Creo que tu poder de percepción es una locura. —dijo Sokka medio dormido.

—¿Deberíamos irnos? —pregunte.

—Creo que es mejor prevenir. —dijo Aang.

Le pusimos la montura a Appa, juntamos todas nuestras cosas, las subimos y nos fuimos.

Ya en el cielo pudimos ver como una cosa iba en nuestra dirección.

—¿Qué es eso? —pregunte.

—No sé pero es mejor alejarnos. —dijo Aang.

Estuvimos volando por varias horas, ya a todos se nos notaban las ojeras y estábamos tan cansados que no dejábamos de bostezar. Hasta que al fin logramos encontrar un buen lugar para aterrizar.

—Por fin, tierra. —dijo Toph al bajar de Appa. —Nos vemos en la mañana. —comenzó a caminar lejos de nosotros.

Me encogí de hombros y ayudé a descargar las cosas para el campamento.

—¿Y si nos ayudas a descargar? —pregunto Katara.

—¿Enserio? ¿Quiere que ayude con el saco maloliente de Sokka? —pregunto Toph.

Mire como Sokka olía su saco de dormir hacia una mueca y caía al piso.

Mi expresión cambio a una de desagrado.

—Bueno, sí… —Katara se acercó a Toph.

—{Esto me huele a otra discusión.} —pensé cansada.

—…eso y todo lo demás eres parte de nuestro equipo y…—

—¡Oye! —la interrumpió Toph. —Yo no te pedí que me ayudaras a descargar, yo me ocupo sola de mis cosas. —camino lejos de ella.

—No se trata de eso. —Katara camino hacia ella molesta. —Desde que te nos uniste solo has sido una niña egoísta y desconsiderada. —

—¿Qué? —Toph esturo su brazo y la señaló. —Escúchame princesita, yo renuncie a todo lo que tenía para que Aang aprenda a ser un maestro tierra, así que no te atrevas a decirme que soy una egoísta. —se sentó en el suelo y creo una tienda con tres muros de piedra.

—¡¿Princesita?! —Toph hizo otro muro y se encerró. —¡¿Me dejaras hablando sola?! —grito Katara enojada para después comenzar a gritarle un montón de cosas y a patear su tienda de piedra.

Mientras tanto de nuestro lado Sokka, Aang, Momo y yo nos encontrábamos viendo el espectáculo.

—¿Creen que será necesario hacer algo? —pregunto Aang.

Me encogí de hombros.

—Que lo resuelvan solas. —me recargue en su hombro.

—Solo disfruten del espectáculo. —dijo Sokka con una sonrisa.

Entonces Aang como la buena persona que es decidió ser la voz de la razón y hacer que Katara, que era la que estaba gritando como loca, se calmara.

—De acuerdo ya basta, les sugiero que se calmen un poco. —dijo Aang.

Katara volteo como una loca desquiciada.

—¿Yo? ¡¿No ves que estoy calmada?! —le grito.

Aang se asustó.

—Si, ya me di cuenta. —camino hasta esconderse detrás de mí.

Me acerque a Katara dejando a Aang atrás.

—Katara, no estas para nada calmada. —le dije calmada, no tenía ganas de gritar estaba muy cansada por no dormir.

Ella me iba a gritar pero la interrumpí.

—No, a mí no me vas a gritar. —dije firme. —Cálmate y soluciona tus asuntos sin la necesidad de parecer una loca. —camine hacia Aang pero me detuve a mitad de camino y voltee a verla por encima de mi hombro. Ya estaba más calmada. —Y para la otra que le grites a mi novio y lo trates como lo trataste hace un momento, solo te diré que se me va a olvidar por un momento que eres mi amiga y no te va a gustar lo que te hare. —sonreí inocente.

Me miro entre asustada y apenada por su comportamiento.

—¿Estas bien? —le pregunte a Aang cuando llegue a su lado.

—Si, gracias. —dijo Aang con una sonrisa y me dio un beso. —Aunque no había necesidad de amenazarla, lo que pasa es que estamos cansados he irritables, eso es todo. —

—Eres demasiado bueno para este mundo. —sonreí. —Lo bueno es que me tienes a mí. —lo abrace y caminamos hacia el lugar donde íbamos a dormir.

Estaba muy a gusto acostada junto a Aang y estaba a punto de dormirme cuando Katara comenzó a gritar.

—¡Las estrellas se ven hermosas esta noche pero tú no puedes verlas, Toph! —

—{Eso ya es crueldad.} —pensé mientras me acomodaba para decirle algo.

Pero Toph fue más rápida y con un poco de tierra control la saco volando, cayendo sobre Sokka.

—¿Oye cómo se supone que voy a dormir con tantos gritos y sacudidas? —pregunto Sokka irritado y molesto.

—Volvió esa cosa. —dijo Toph mientras salía de su "Tienda".

—¿Qué tan lejos esta? —pregunto Sokka y se acostó tapándose con su cobija. —Tal vez…logre…cerrar…los ojos unos minutos. —

Volteamos hacia atrás y pudimos ver una columna de humo que se acercaba hacia nosotros.

—No te entusiasmes, Sokka. —dijo Aang.

—Vamos, se acerca rápido. —apure a todos.

Rápido acomodamos todo y en pocos minutos ya nos encontrábamos en el aire.

—Insisto, ¿Qué es esa cosa? —pregunto Katara.

—¿Y porque nos sigue encontrando? —pregunto Toph.

Me encogí de hombros recargada en el hombro de Aang mientras intentaba mantener los ojos abiertos.

—No lo se. —dijo mi novio. —Pero esta vez no nos encontrara. —

Volamos lo más lejos que pudimos que cuando llegamos a la sima plana de una montaña Appa estaba exhausto y nos tiró al suelo pero no nos importó así que en donde caímos nos acomodamos para dormir.

Pero resulta que lo imposible paso y otra vez esa cosa que nos perseguía nos encontró.

—Vámonos de aquí. —dijo Katara.

—O podemos enfrentarlos para saber quiénes son, quien sabe pueden ser amigables. —dijo Aang.

—Siempre optimista. —se quejó Sokka.

—Como dije, demasiado bueno para este m-mundo. —dije bostezando.

Entonces el tren que nos seguía se detuvo, se abrió una de sus cabinas y tres chicas montadas en lagartos mangostas salieron.

—Son las tres chicas de Omashu. —las reconocí.

Las tres chicas comenzaron a acercarse.

Tomamos posiciones defensivas.

—Podemos contra ella, tres contra tres. —dijo Toph.

—Somos cuatro, Toph. —dijo Sokka.

—Oh, lo siento no te conté. —dijo riéndose. —Como no tienes ningún poder. —

—¡Pero se pelear! —grito enojado.

Toph no le tomo mucha importancia.

—De acuerdo, tres contra tres y Sokka. —se burló.

Sokka la miro enojado.

—Pongan atención y dejen de pelear. —los regañe. —Se están acercando. —

Toph hizo aparecer obstáculos para frenar a las chicas pero los lagartos los esquivaron y escalaron como si nada.

—Eh…bueno queríamos saber quiénes eran y ya lo sabemos, ahora vámonos de aquí. —dijo Sokka y todos corrimos hacia Appa.

Toph creo una muralla entre nosotros y las chicas pero Azula logro derribarla con un rayo.

No nos quedamos a saber más y nos fuimos en cuanto Toph subió a Appa.

—No puedo creer que esas chicas no hayan seguido desde Omashu. —dije una vez estuvimos lejos.

—Aun creo que podíamos con ellas. —dijo Toph.

—¿Estas bromeando? Las llamas de fuego azul y las dagas voladoras son suficientes pero…la última vez que las vimos una de ellas hizo algo que me dejo sin poderes fue horrible. —

—Bloqueo de chi. —dije.

—¿Qué? —me pregunto Katara.

—Esa cosa que hizo la chica de rosa…—

—Ty Lee. —me dijo Katara.

—Si, si, como sea, eso es el bloqueo del chi. Es una técnica que invento la primera Ānníng. —dije y me acerqué a ella. —Extiende tu brazo. —lo hizo y aprete la parte baja de su codo. —¿Sientes que te cosquillea? —asintió. —Es porque estoy bloqueando el flujo de tu chi pero no tan fuerte como para que la conexión se rompa. Solo tienes que pegar en los puntos precisos. —toque los puntos. —Para que a tu contrincante se le bloquee. —

—Oh no, está amaneciendo. —dijo Sokka de repente cuando vio el sol salir detrás de una montaña. —Ya paso la noche y no pudimos dormir. —

—Estaremos bien. —dije mientras me acercaba a Aang, el cual estaba en la cabeza de Appa como siempre, y me acurrucaba a su lado.

—¡¿Estas segura?! ¡Es la primera vez que no duermo! ¡¿Qué tal si me duermo y sucede algo malo?! ¡Siempre pasa algo malo! —grito totalmente alterado.

—Cada vez que aterrizamos ella nos encuentran. Solo tenemos que seguir volando. —dijo con simples Katara.

—Si te das cuenta de que Appa también tiene que dormir, ¿Verdad? —pregunte. —Él también está cansado. —

—Si, además no podemos volar para siempre. —dijo Aang.

Ya habían pasado varias horas, el sol ya había salido en su totalidad y cada vez me preocupaba más que Appa se quedara dormido en el aire.

—A-a-ahora que haremos. —pregunto Aang bostezando desde mis piernas.

Le había dicho que podía dormir un poco en mis piernas en lo que yo tomaba las riendas de Appa.

—No lo sé, no puedo pensar ahora. —dijo Toph igual de cansada que todos.

—Se nos ocurrirá algo después de dormir un poco. —dijo Katara.

—Si~… dormir. —dijo Sokka.

Asentí y cerré los ojos un segundo.

Y un segundo fue lo que basto para que no me diera cuenta de que Appa se había quedado dormido.

—¡Chicos, Appa se durmió! —grite y todos se agarraron de algo y comenzamos a gritar al sentir como caíamos.

Appa iba descendiendo a toda velocidad en lo que Aang trataba de despertarlo.

Yo fui rápidamente a un lado de Toph, no quería que por alguna cosa se soltara y como no podía ver no podía saber de qué agarrarse.

—¡Despierta, amigo! —le grito Aang.

Y justo cuando íbamos a estrellarnos Appa volvió a tomar un poco de vuelo pero no lo suficiente como para evitar estrellarnos con los pinos al descender.

Caímos en una parte abierta del bosque al lado de un rio.

—Appa está muy cansado. —dijo Aang.

Me bajé de Appa y pude ver como roncaba.

—Pobre. —dije acariciando un lado de su rostro.

—De acuerdo, ya le tomamos suficiente ventaja. —dijo Sokka caminando con su saco de dormir. —Sugiero que hagamos lo mismo que Appa y durmamos. —

—Aunque hubiéramos dormido antes si Toph nos hubiera dejado. —dijo Katara.

—Otra vez va a comenzar. —le susurre irritada a Aang.

—¡¿Que?! —grito Toph.

—Ya basta, estamos muy cansados tenemos que descansar. —dijo Aang.

—Si, y sus peleas no me van a dejar hacer así que todos…Shh~…—dije cansada.

—No. —dijo Toph firme. —Quiero escuchar lo que Katara va a decirme, ¿Tienes algún problema conmigo? —

—Solo digo que si nos hubieras ayudado hubiéramos terminado antes y hubiéramos dormido. —contesto Katara. —¡Y tal vez no estuviéramos en esta situación! —

Suspire rendida e irritada.

—¿Me estas culpando de esto? —Toph se acercó a ella.

—No, no te está culpando. —dijo Aang poniéndose en medio de las dos.

—Aang, no te metas. —le dije.

No me hizo caso.

—¡Si te estoy culpando! —grito Katara enojada.

—Oye... —Toph quito a Aang de en medio tirándolo al suelo.

Esta vez no hice nada porque le había dicho que no se metiera y porque estaba muy cansada como para decirle algo a Toph, así que solo fui a su lado y lo ayude a levantarse.

—…yo nunca le pedí ayuda a nadie, yo cargo mi propio peso. Además si hay un culpable es el peludo del grupo. —

—¿Qué? —preguntamos Aang y yo al unisonó.

—¿Estas culpando a Appa? —Aang la miro.

—Si, ¿No se te ocurre como nos encuentran? —Toph camino hacia Appa y tomo un puñado de pelo suelto. —El deja pistas a donde quiera que vayamos. —

—Oh~…—dije entendiendo.

Pero Aang no se lo tomo igual que yo. El si se enojó.

—No puedes culpar a Appa. —Aang camino hacia ella enojado. —Salvo tu vida tres veces hoy. Si alguien tiene la culpa eres tú… —

—Aang, cálmate. —camine hacia él y tome su brazo. —Estas enojado y vas a decir cosas que no quieres. —

No me hizo caso.

—{Bien, ya me cansé que no me escuches.} —pensé irritada y caminé lejos de él. —{Cuando se dé cuenta que me ignoro, se la devolveré y yo lo ignorare.} —

—… ¡Siempre dices que puedes cargar tu propio peso pero no, él lo hace! ¡Nunca le costó volar cuando solo éramos cuatro! —

Toph se puso seria y camino hacia sus cosas.

—Me voy de aquí. —

—Toph. —camine hacia ella. —Perdónalo no sabe lo que dice, está muy cansado como para pensar correctamente. —

Me ignoro y siguió caminado.

Entonces Sokka se puso delante de ella pero solo movió la tierra debajo de él haciendo que se recorriera a un lado y siguió caminando.

—¡Que acabo de hacer! —grito Aang triste cuando ya no vimos a Toph. —Le acabo de gritar a la única persona que me iba a ayudar a ser maestro tierra y ahora se fue. —

—Lo siento, es difícil acostumbrarse a otra persona y yo la trate muy mal. —dijo Katara.

—Si, se comportaron como unos tontos. —concordó Sokka.

—Me decepcionan, chicos—dije. —La verdad nunca pensé que se comportarían de esa manera y menos tu Aang. —me acerque a ellos. —No sé porque tanto alboroto en que ayudara, ya somos cuatro ayudando y otro mas no haría gran diferencia. —mire a Katara. —Y lo que dijo de Appa fue cierto. —

Aang me miro irritado pensando que le echaba la culpa.

—Mira. —tomé un puñado de pelo suelto y lo solté. —Han estado siguiendo el rastro de pelo de Appa. —

—Tenemos que encontrarla y pedirle disculpas. —dijo Katara.

—Bueno pero ¿Qué haremos con ese tanque lleno de chicas enfurecidas que nos persiguen? —pregunto Sokka.

—Tengo un plan. —dijo Aang. —Solo hay que darle un baño a Appa, crear un rastro nuevo para que se despisten y después irnos. —

Al terminar de darle su baño a Appa nos pusimos de acuerdo en que cosa haría cada uno.

Aang haría el rastro mientras Sokka, Katara y yo, nos íbamos por otro lado junto con Appa y Momo a buscar a Toph.

—¿Seguro que no quieres que te acompañe? —le pregunte otra vez a Aang.

—Seguro, es mejor si tú vas con ellos por si se encuentran con Ty Lee. —

Asentí.

Nos subimos a Appa y salimos volando.

—Toph no pudo haberse ido tan lejos. —dijo Sokka mientras buscaba.

De un momento a otro Momo comenzó a gruñir.

—¿Qué pasa, Momo? —pregunto Katara.

—¡Oh no! ¡Lin! —grito Sokka.

Volteé a verlo y pude ver como Mei y Ty Lee nos perseguían.

—¡Nos encontraron! —grite tomando las correas de Appa.

Pero él estaba muy cansado y cada vez que avanzábamos él iba perdiendo más altura.

—¡Vamos, Appa! —alentó Katara.

—¡Solo tenemos que cruzar el rio! —dijo Sokka.

—¡Tú puedes, amigo, solo un poco más! —anime.

Afortunadamente pudimos cruzar el rio, aunque terminamos estrellándonos del otro lado.

—Lo hicimos estamos a salvo. —dijo Sokka abrazando a su hermana.

—Bien hecho Appa, descansa un poco. —lo felicite y acaricie su cabeza.

Me contesto con un bramido cansado.

Sonreí y miré hacia el rio, mi sonrisa se fue.

—Chicos, miren. —apunte.

Los lagartos mangostas en los que la chicas iban montados cruzaron con facilidad el rio y llegaron con nosotros en cuestión de segundos.

Rápidamente hice que una ola chocara contra el lagarto de la chica rosa. Ella salto de su lagarto y llego donde estábamos nosotros.

Katara y yo comenzamos a esquivar sus intentos de bloqueo de chi y le lanzamos chorros de agua.

Por otro lado Sokka bloqueaba los ataques de Mei hacia nosotras pero estábamos tan cansados que en poco tiempo solo quedaba yo sin ser acorralada y fui a ayudar a mis amigos, los cuales no la estaban pasando muy bien, Katara estaba anclada a un árbol y Sokka ya no tenía movilidad en sus brazos y su pierna izquierda.

—Chicos, estoy muy cansada como para ir contra ellas dos yo sola. —les susurre cuando me acerque a ellos.

—Pensé que cuando al fin los atrapáramos sería más emocionante pero bueno la victoria es aburrida. —

Mire detrás de ellas, Appa venía a nuestro rescate.

—Pues yo creo que es muy divertida. —sonreí burlona.

Me miro irritada y giro los ojos.

—No cr…—

Appa la interrumpió y las lanzo hacia el rio.

—Gracias, Appa. —dijo Sokka desde el piso. —No sé qué haríamos sin tu ayuda. —

Appa le lamio toda la cara y lo dejo todo baboso.

—Dejen los ayudo. —dije.

Fui hacia Katara y quité las cuchillas que retenían sus muñequeras al árbol.

Con Sokka fue algo más complicado ya que tenía que alinear otra vez su chi, así que con un dedo golpeé su punto de presión del brazo y seguí la línea del chi para poder juntar la conexión, luego hice lo mismo con la pierna.

Una vez curado nos fuimos junto con Appa de ahí.

Teníamos que encontrar a Aang, algo me decía que estaba en problemas.

—¡Ahí! —grito Katara señalando varias columnas de humo.

El humo provenía de un pueblo abandonado en medio de la nada.

Justo cuando aterrizamos pude escuchar el grito asustado de Aang que provenía de una casa destruida y que echaba humo por el techo.

De un salto bajé de Appa y corrí hacia donde venia el grito.

Cuando llegué a la puerta de la casa, vi como Azula estaba a punto de atacar a mi novio, el cual estaba debajo de un montón de tablas. Hice un látigo de agua y jale su brazo antes de que pudiera atacarlo, y después le quite las tablas de encima a Aang.

—Lin. —dijo contento y aliviado.

Sonreí al verlo bien pero rápidamente salí de ahí cuando Azula comenzó a atacarme, entonces ahí llegaron Sokka y Katara, y pudieron ayudarme.

No quería admitirlo pero Azula era muy buena atacando.

Entonces de la nada se cayó al piso.

—Pensé que necesitarían mi ayuda. —dijo Toph apareciendo detrás de Azula con una sonrisa.

Sonreímos al verla.

—Gracias. —dijo Katara.

En poco tiempo ya estábamos rodeándola, Sokka, Katara, Toph, Aang, yo y sorpresivamente Zuko y su tío.

—Vaya miren eso. —dijo Azula con una sonrisa. —Enemigos y traidores, todos trabajando juntos. Me entretengo. —se burló y después levanto las manos. —No puedo con todos. Me tienen. Una princesa se rinde con honor.

No le creí nada asique no quite mi pose defensiva pero eso no evito que le lanzara un llamarada al tío de Zuko.

—¡No! —grito Zuko.

Todos atacamos a Azula.

Ocurrió una explosión y al irse el humo…ella ya no estaba.

—Maldita. —murmure.

Escuche como Zuko se lamentaba así que camine hacia el en compañía de todos.

—¡Déjenos solos! —grito enojado él.

—Zuko, puedo ayudar. —dije.

—¡Largo! —lanzo una honda de fuego que por poco logramos esquivar.

Nos miramos y salimos corriendo de ahí.

Al anochecer, al final pude dormir a gusto abrazada de mi novio sin tener que preocuparme de chicas locas persiguiéndonos.