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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · アニメ·コミックス
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935 Chs

Capítulo 12 - Moria

El viaje de la comunidad del anillo había sido lento, con el paso lento de los hobbit, habían tenido que disminuir su velocidad y para cada cierto tiempo para comer. Su aguante no era el mismo de los elfos y humanos. El primer día, en plena noche, con un cielo estrellado sobre sus cabezas, la comunidad se detuvo en las montañas, en medio de un grupo de peñascos que les proporcionaba resguardo del viento y de cualquier ojo maligno que los estuviera vigilando. En medio del sueño de algunos y la vigilia de otros, se escuchó un grito.

-Tytos Hill, Bastardo, ¿Por qué nunca me dijiste que podía hacer eso?- pregunto Carmen mientras miraba a su marido sentado al lado de la hoguera.

Tytos la quedo mirando algo sorprendido, que él sepa, no ha hecho nada que la haga enojar, e incluso se guardó sus comentarios cuando ella se detuvo a mitad de camino para ayudar a unos extraños.

-¿Qué pasa Carmen?- pregunto Tytos

Carmen molesta, camino hasta él y lo tiro de la mano y se lo llevo a otro lado dejando a los pocos despiertos con la boca abierta. Nunca habían visto a Carmen tan enojada, bueno, para empezar, Carmen nunca se enojaba, ella era solo paz y buena voluntad.

Tytos camino con Carmen hasta ganarse detrás de un peñasco en medio de las praderas.

-Tytos ¿Por qué nunca me dijiste que podía utilizar magia de sanacion?- pregunto Carmen como si se sintiera traicionada

Tytos puso un rostro serio y pregunto -¿Quién te dijo?-

-Nadie, solo responde mi pregunto-

Tytos negó e insistió -¿Quién te dijo?-

Carmen miro al suelo y dijo con un susurro -el abuelo-

Tytos apretó el ceño y soltó un bocanada de aire. Miro a Carmen y le dijo -te enseñe alquimia, con eso debería ser suficiente-

-Pero Tytos…-

Tytos levanto la mirada y dijo de manera autoritaria -te dije que con eso es suficiente. Sabía que este día llegaría y por eso te enseñe alquimia, confórmate con eso-

-¿Pero y la magia de la luz?-

Tytos soltó una carcajada y le dijo -Carmen, no sé quién te hablo tanta estupidez pero para sanar necesitas tener afinidad con la magia del agua- Tytos relajo su ceño y la abrazo -Carmen, amor de vida, tú tienes esa afinidad pero tu alma es muy débil, tanto que si utilizaras ese poder más de dos veces morirías. Es más segura la alquimia, estúdiala y créeme, podrás hacer grandes milagros-

Carmen apoyo su cabeza contra el pecho de Tytos y le pregunto -¿es verdad?- Tytos asintió y Carmen continuo -¿mis hijos tienen este poder?-

Tytos asintió de nuevo y complemento -como ellos también son mis hijos sus almas son más fuertes, pero es igual de peligroso para ellos. A lo sumo podrían ocupar ese poder unas seis veces y después morirán, por favor, no les digas nada-

Carmen asintió y compartió un beso con Tytos.

Carmen y Tytos caminaron de vuelta al campamento y se sentaron en un rincón. Carmen se sentó en el regazo de Tytos y se durmió mientras apoyaba su cabeza contra el pecho. Después de eso, quedo Tytos vigilando mientras el resto dormía.

Una hora más tarde, Gandalf se acercó y le dijo -muchacho, perdón pero tuve que decirle, es su destino-

Tytos bufo y le dijo en un tono mordaz -ella no tiene un destino más allá del que ella elija. Gandalf, se quién eres y para quién trabajas. Dile a tu dios que si se mete con las vidas de mi familia, yo me meteré con él. Tu dios debe saber mi nombre al igual que los otros dioses-

Gandalf soltó un suspiro y asintió, no agrego más palabras a la conversación y se fue a dormir.

Carmen con los ojos cerrados pellizco a Tytos y le dijo -te he dicho muchas veces que seas respetuoso con el abuelo-

-Y yo te he dicho muchas veces en que no confíes en los dioses y sus mensajeros. Nada bueno saldrá de eso- dijo Tytos

Carmen levanto su cabeza y le dio un beso acompañado de un -lo sé- y después recostó su cabeza para seguir durmiendo.

-o-

Al otro día, la comunidad se levantó temprano en la mañana. Caminaron durante varias horas entre malezas y rocas, pero llego un punto en donde el camino se dividió. Por un lado, estaban las montañas nubladas; un lugar de hielo y nieve, muy peligroso y extenso si no se conocía bien. Por otro lado, estaba el acantilado que llevaba a minas de la ciudad oculta de Moria; un lugar olvidado según cuentan los libros. Un lugar en el que los enanos excavaron con exceso de codicia y encontraron algo que no debería ser desenterrado.

Tytos miro a la comunidad y pregunto -¿Adónde vamos ahora?-

Carmen dijo -vamos por Moría, no me gusta el frio de las montañas-

Gandalf soltó una risita, como si no supiera lo que había en ese lugar y le siguió la corriente a Carmen -concuerdo con esta niña, deberíamos ir por ahí-

Legolas, un hombre elfo que utilizaba un arco asintió y miro a Trancos, este último asintió y dijo -vamos por Moria, Gandalf lo aconseja y yo le creo-

Gimli, el enano, soltó una risotada y dijo -vamos a ver a mi primo, nos atenderá como reyes-

Los hobbits el grito de júbilo por eso, todos estaban felices, menos Frodo que constantemente se frotaba el pecho en donde estaba el anillo. Él sentía angustia al no sentir el poder del anillo y de vez en cuando se lo ponía para probar si el poder había vuelto. Pero después de pensarlo, recordó que faltaba al menos un dos meses para que eso pasara.

Tytos asintió y el hombre que vino de Minas Tirith, él cual Tytos no se molesto en aprender su nombre, no se pronunció. Cada vez que lo miraba Tytos se le paraban los pelos y en todo momento tuvo miedo de empeorar su posición.

Cuando caminaron por el acantilado que llegaba a minas Moria, empezó a surgir un rio, debe haber sido subterráneo ya que no había ninguna vertiente que lo alimentara. El camino se angosto y el rio se ensanchó tanto que solo podían caminar de dos en dos. El agua estaba oscura, tranquila y no había ningún movimiento, Tytos se percató que no habían seres vivos en el agua.

Pasaron gran parte del día surcando el acantilado, hasta que comenzó a llegar la tarde y empezó a oscurecer. Cuando ya era de noche llegaron a las puertas, un lugar desolado donde habían dos árboles secos como pórtico y un dibujo sobre una de las paredes de piedra del acantilado. Por otro lado, el agua estaba oscura y quieta, Carmen instintivamente sintió algo en el agua y apretó la mano de Tytos. Este último sonrió y se concentró en sentir que es lo que había en el agua, abrió los ojos grandes y sorprendidos y le pregunto -Carmen ¿te gustaría comer pulpo?-

Carmen lo miro algo preocupada y dijo -querido, este no es momento para hablar de comida-

Tytos sonrió, tomo la mano de Carmen y la beso. Después se apartó de ella y camino hasta el rio, emitió la segadora de almas. Algo que alerto a todos y asusto a más de alguno. Tytos tomo una roca del tamaño de la cabeza de un adulto y la lanzo hasta al lago. Trancos y Legolas se asustaron y le gritaron que no lo hiciera pero ya era tarde. Tytos creo un camino de hielo sobre el agua y cuando llego a la mitad del rio unos enormes tentáculos lo quisieron arrastrar. Carmen lo quedo mirando y cuando vio al enorme pulpo subirse al hielo que creo Tytos, dio un grito.

Tytos no se inmuto y con un movimiento de la segadora de almas, congelo al pulpo. Después se acercó a la bestia y la jalo fuera del agua, ahí la disecciono en varias partes. La cabeza era muy grande como para procesarla en el corto plazo, así que la guardo en su anillo y solo dejo las patas del pulpo. Carmen que recupero sus sentidos corrió hasta él y lo golpeo varias veces.

-Maldito- grito molesta -hace años que no salimos a una aventura pero sigues asustándome a cada momento, por favor deja de hacerlo-

Tytos se dio la vuelta y le dio un abrazo. El resto de la comunidad los quedo mirando y solo los hobbits se recuperaron rápido. Después de mirar las patas del pulpo caminaron hasta la pareja y Sam le pregunto -señor Tytos ¿Cómo se prepara esto?-

Tytos asintió y le dijo mientras mantenía su abrazo con Carmen -tiene muchas preparaciones pero por ahora solo podemos asarlo y comerlo con sal, será bueno, créeme-

Merry y Pipin, dos hobbits entrometidos que hace años le robaban a Tytos, ayudaron a Sam a preparar la carne. Tomaron algunas ramas y pincharon la carne para ponerla al fuego mientras la fueron girando a medida que se cocía. Sam les dio una patada en el trasero cuando se quisieron alimentar primero que nadie. Sam era un hombre agradecido y respetuoso, así que primero le ofreció a Carmen -mi señora doctora, por favor-

Carmen recibió la carne con una sonrisa lo que dejo a todos cautivados. Incluso Legolas con su orgullo élfico la encontró hermosa.

Tytos solo comió una vez que todos se sirvieron y dentro de todo, tuvo que comer a medias. Carmen le dijo que ahora comía por dos así que tenía que alimentarla mejor. Tytos sonrió y le dejo casi toda la pieza de pulpo a ella. Después de comer, Carmen se durmió con una sonrisa feliz en el regazo de Tytos mientras el resto de la comunidad buscaba la forma de abrir las puertas de Moria. Mientras Gandalf conversaba con Frodo en un intercambio de preguntas, encontraron la respuesta al acertijo para abrir las puertas de Moria. La puerta se abrió y dejo salir un apesto olor, Tytos intuyo que la gente que vivió alguna vez en este lugar ya murió. No dijo nada para no herir a Gimli pero su detalle no sirvió de nada, porque solo a la entrada estaba rociado de cadáveres. Gimli corrió y miro los cuerpos, Legolas saco una de las flechas que perforaban los cadáveres y dijo -orcos, hay que tener cuidado- y saco su arco y flecha para entablar batalla en cualquier momento.

Tytos camino con Carmen en sus brazos y les dijo que avanzaran, que ya habían avanzado lo suficiente como para retroceder. Gandalf lo encontró razonable y el resto asintieron y siguieron adentrándose en la ciudad de Moria. En el viaje se escuchó algunos sonidos raros y cuando habían más de un camino se detuvieron. Nada despertó a Carmen que iba cálida y tranquila en los brazos de Tytos.

El hombre de minas Tirith tenía los nervios de punta y pregunto -¿Por qué trajimos a una embarazada?-

Tytos le respondió con desdén -está embarazada podría cortarlos a todos ustedes y en el mejor los casos, solo los hobbits se salvarían-

El hombre de minas Tirith le respondió -ve a contar tus cuentos a otro lado-

Tytos sonrió y ya no se molestó con él. Pensó que la ignorancia era algo hermoso, mantenía a las personas en un mundo seguro y pacifico en donde creían tener el control. Pero ¿Qué pasaría si les dijera la clase de criatura que habita estas minas? ¿Qué pasaría si les dijera que si no fuera por las murallas y los acantilados que separan este camino del resto de catacumbas, estarían completamente rodeados de orcos?. Soltó una risita que erizo los pelos de los hobbits.

Carmen al escuchar la siniestra risa de Tytos, se despertó y pregunto -querido ¿Cuánto tiempo dormí?-

Tytos le dio un beso en la cara y le dijo -desde que estábamos afuera hasta ahora, unas cinco horas. Si quieres dormir más, aprovecha. Lo más probable es que en unas tres o cuatro horas más se ponga un poco ruidoso-

Carmen se arropo con su capa y siguió durmiendo. Ahora incluso Legolas y Trancos pusieron mala cara, pero no se atreverían a enfrentar a alguien que tomo a la bestia del rio y la saco como quien saca una persona del agua. Tytos los ignoro y siguió esperando a que Gandalf alcanzara la iluminación y supiera que camino tomar. Era molesto pero era mejor así, de esta manera Carmen podría descansar mas.

Frodo se acercó a Gandalf y converso con él. Mientras eso pasaba, Legolas se acercó y le dijo a Tytos -no deberías haber traído a tu esposa a este viaje-

Tytos sonrió y le dijo -a mi es a el que traen, mi amigo. Tu dios le dijo a esta mujer que los acompañara en este viaje, así que no te preocupes, yo no la he traído, pero estoy aquí para protegerla-

Legolas quedo pensando y después asintió, le pregunto a Tytos -¿Cómo hiciste eso con el agua?- mientras se sentaba al lado de Tytos en una roca.

Tytos lo miro y le dijo -digamos que tengo alguna afinidad con los elementos de poder. Dime ¿de dónde eres?-

-Soy Legolas, hijo Thranduil. Vengo del Bosque Negro, pero la voluntad de nuestro dios me guio a la reunión en la casa de Elrond-

Tytos asintió y dijo -soy Tytos, vivo cerca de los hobbits y acompaño a esta hermosa mujer y a mis amigos los hobbits que al parecer, han pasado de ser una raza tranquila a una revoltosa- un estruendo ruido se escuchó y todos le dirigieron la mirada a Pipin, el cual estaba al borde de una saliente tirando piedras mientras trataba de medir la profundidad de la caída. Tytos soltó un suspiro y Legolas una risa. Después siguieron conversando mientras Gandalf amonestaba a Pipin por su estupidez.

A la media hora después, cuando Gandalf estaba a punto de terminar de fumar su tabaco alcanzo la iluminación y siguieron su viaje. Habían dos escaleras que bajaban por el interior de la montaña. Tomaron la de la derecha, según Gandalf, olía mejor por ese camino. A mitad del descenso Carmen se despertó y le dijo a Tytos que caminaría por su propia cuenta.

Llegado a uno de los niveles inferiores, se encontraron con una gran cavidad subterránea. Amplia, por la cual corría un viento helado y polvoriento. Gandalf ilumino el camino y se pudo contemplar los magníficos ciudad de Moría. Grandes pilares que se elevaban por decenas de metros sobre el piso. Calles de piedra tan planas como la superficie de una mesa. Todo amplio, gran y majestuoso. Carmen dio vueltas mirando los grandes pilares que parecía desaparecer en los oscuros techos y le pregunto a Tytos como se hicieron. Tytos la tomo de la mano porque de otra manera parece que esta mujer se iría a explorar por su cuenta.

En contraste con la alegría de Carmen, estaba Gimli qué empezó a correr y a gritar como un loco. El resto de la comunidad lo siguió y se metieron a una recamara mortuoria en donde estaba lo que quedaba del rey de Moria. Gimli lloro sin consuelo.

Gandalf por otro lado, reviso uno de los cadáveres que había por la recamara y tomo un libro. Parecían ser los últimos registros de lo sucedido en la ciudad. Gandalf leyó las últimas palabras dejadas por los moradores de Moría, en donde dejaban una advertencia a medio terminar. Escrita con letra temblorosa y un línea que empezaba en la última letra y se deslizaba cruzando la mitad de la hoja.

Todos estaban tranquilos, no queriendo crear el más mínimo ruido. Estaban preocupados por lo que pudo provocar las muertes de tantas personas. No obstante, nunca faltan las personas torpes, por decirlo de alguna manera. Entre los muy torpes estaban Pipin, el pequeño hobbit bandido. Pipin se acercó a un pozo que estaba detrás de la tumba del rey de Moria y con su curiosidad habitual, toco la flecha de un cadáver, este cadáver dejo caer su calavera, la cual empujo un cubo y cayo por el pozo generando un gran estruendo. Esta vez Gandalf le dio un coscorrón y lo reprendió hasta que escucho unos sonidos raros que venían de todas partes. Era como si viajaran por cada grieta que había entre las rocas. Era el sonido de tambores y el chillido de orcos. Legolas y Trancos se asomaron a la puerta y una flecha les paso rozando. Con eso todos se pusieron en guardia y Carmen y Tytos desenvainaron sus espadas. Los hobbits fueron enviados a la parte posterior de la recamara.

Gimli por su parte se subió sobre la tumba de su primo, el rey de Moría y dijo con fiereza -¡que vengan! Les demostrare que aún queda un enano vivo en Moria-

Tytos sonrió mientras Trancos y el hombre de minas Tirith cerraban la puerta y la bloqueaban. Detrás de la puerta aguardaron la llegada de los enemigos. Tytos miro a Carmen y reviso si llevaba las cosas que le había pasado. Carmen lo pateo en las canillas y le grito -concéntrate-.

Tytos sonrió y miro a la puerta que empezaba a ser destruida con los espadazos que le daban los orcos. Por su parte, Trancos y Legolas lanzaban fechas a través de los agujeros que se abrían y cuando la puerta ya no pudo más se rompió.

Trancos desenvaino su espada y acompañado de Gimli y el hombre de minas Tirith, conformaron la vanguardia. Legolas reforzó el ataques, disparando flechas desde la retaguardia y Gandalf ayudo protegiendo a los hobbits.

Carmen se lanzó al combate con la fuerza de un huracán, su cuerpo se movía como fuera un torbellino de cuchillas que iba cortando todo a su paso. Los hobbits miraron a la mujer que siempre les dio medicinas pelear como una fiera y un frio les paso por la espalda. Carmen se movía con sutileza sin ser alcanzada. Se agachaba, esquivaba de izquierda a derecha y decapitaba de un golpe a los enemigos. Tytos la siguió y remataba a todos los que quedaban a medió morir, pero cuando vio a un gigantesco troll acercándose, tomo a Carmen de la ropa y la aparto del camino. El troll medía tres metros de altura y era tan grueso como tres personas juntas. Su garrote, el arma que portaba era casi tan alta como él y tan grueso como una persona. Lo levanto y lo dejo caer con la intensión de aplastar a Tytos, pero este soporto el golpe con una mano. El impacto fue fuerte, tanto que su rodilla derecha cayó al piso, pero no sufrió daño alguno. Tytos se levantó haciendo fuerza hacia arriba y le propino un corte en el vientre. El troll retrocedió dando un grito agónico en medio del caos de la batalla.

Entre medio de eso se escuchó una voz que gritaba con asombro -¡Qué clase de bestia hemos traído!-

Tytos por su parte, siguió su ataque, cortando las extremidades del troll mientras el resto de los compañeros mataba a los otros orcos. El troll quiso arremeter contra Tytos en un desesperado intento de sobrevivir. Pero Tytos evito el garrotazo y se movió con rapidez para ganarse en la espalda del troll. Le corto la parte trasera de las rodillas obligando a arrodillarse y posterior a eso, lo decapito.

Carmen se acercó y le pregunto -¿estás bien?-

Tytos asintió y dijo -será mejor que nos movamos, vendrán más-

Todo el mundo asintió, salieron de la recamara mortuoria y empezaron a correr por las calles de Moría. Descendieron por uno de los puentes y al llegar al siguiente nivel se escuchó cómo los orcos los seguían desde todas las direcciones. Tytos tomo a Carmen y empezó a correr más fuerte, pero de repente se detuvo y dijo con una sonrisa -pensé que no ibas a venir-

Un rugido bestial se escuchó por toda Moría y los orcos se detuvieron emitiendo chillidos de miedo. Dudaron por un momento y después corrieron para esconderse por los orificios de donde habían salido. Gandalf quedo petrificado y murmuro algo. Nadie lo escucho, pero Tytos se empezó a devolver mientras veía a los lejos cómo una luz infernal iluminaba las oscuras calles de Moría. Carmen lo tiro del brazo para que le dijera qué estaba pasando.

Tytos se detuvo y le dijo -Carmen, una cosa poderosa viene. Huye con el resto, yo me ocupare de nuestro amigo-

Carmen lo miro un poco confundida y le pregunto -¿estás seguro?-. Tytos asintió y ella le dio un profundo beso. Despu��s se bajó de los brazos de Tytos y camino hasta Gandalf -abuelo- dijo -dejemos esto a Tytos, él dice que se puede hacer cargo-

Gandalf por fin reacciono y asintió sin duda. El resto de la comunidad miro cómo Tytos caminaba hasta la criatura que emergía con un fuego infernal desde la oscuras calles Moria. Carmen dudo por un momento pero cuando vio cómo Tytos invocaba la segadora de almas, recordó que pocas cosas son normales en su marido. Con un poco más de confianza le grito al resto del grupo -vamos, Tytos se ocupara de esa cosa, él nos alcanzara después-

Tytos camino hasta el demonio que emergía de las calles de Moria. Eran una criatura demoniaca, con forma de gárgola, cuerpo rocoso y corazón de fuego. Parecía que llevaba un manto de fuego y azufre sobre él. Medía por lo menos diez metros de altura por cuatro metros de ancho. A Tytos le gusto, revelo una sonrisa carnívora y se lazo de frente, corriendo a toda carrera y salto con la segadora de almas por delante. Una vez que choco contra el cascaron rocoso del pectoral, perforo profundamente en el demonio. La segadora de almas imbuida en el elemento de agua hizo gran parte del trabajo. El demonio rugió de dolor y le dio un manotazo, enviando a Tytos a volar. Tytos choco contra un pilar de la ciudad subterránea, sin embargo, no estuvo fuera de combate. No obstante, no quedo ileso, tenía quemaduras por todas partes y el brazo con el que atravesó al demonio quedo carbonizado. Gracias a la técnica del Lobo Celestial su regeneración había mejorado, así que solo bastaron unos instantes para que se sanara. Tytos sonrió viendo el inigualable resultado de su entrenamiento y se lanzó una vez más contra el demonio.

El demonio invoco una espada de fuego que choco contra la segadora de almas, enviando a volar un vez más a Tytos. Esta vez, Tytos no choco con nada, solo cayó al suelo rodando hasta que pudo volver a ponerse en pie. Como el confrontamiento directo no estaba sirviendo, Tytos cambio de táctica y corrió bordeando al demonio. Este último lo quiso agarrar con su otra garra pero no fue tan rápido y cuando reacciono ya era tarde. Tytos había alcanzado sus piernas y le había cortado la parte posterior de la rodilla, obligándolo a arrodillarse. Tytos siguió con la otra pierna y mientras el demonio se apoyaba en el suelo, Tytos salto sobre la espalda y lo comenzó a apuñalar una y otra vez. El demonio intentaba alcanzar a Tytos, estirando sus manos y tratando de sacarlo de su espalda. Al tercer intento lo logro y lo lanzo lejos una vez más. No obstante, había sido tiempo suficiente para que Tytos lo apuñalara en la espalda diez veces.

El demonio no pudo más y huyo de Tytos. Corrió hasta una de las grandes puertas de Moria mientras Tytos lo perseguía. La carcajada Tytos se escuchaba por toda la ciudad de Moria, hasta que vio al demonio encontrar un orificio que ascendía por un acantilado. Si el demonio lograba subir por ese agujero, podría escapar de Tytos y de la misma ciudad. Tytos por su parte, junto sus fuerzas y se lanzó dando un gran saldo. El demonio se elevó por los aires con su mirada enfocada en la luz exterior, sin embargo sintió una fuerte apuñalada en su espalda. No obstante, el demonio siguió elevándose a pesar del dolor. Por otro lado, Tytos apuñalo varias veces al demonio. Ya cuando Tytos lo le había puesto la décima apuñalada, el demonio había salido de la ciudad de Moria y de las montañas. Rugía una corriente de viento frio mezclado con nieve. Sin embargo, a pesar de que el demonio había alcanzado la salida, estaba débil.

Así que sin fuerzas, cayo de los cielos llevando a él con Tytos.

Como Tytos estaba en la espalda, podía ver con qué iban a chocar. Habían unas especies de torres construidas en lo alto de una montaña. Era un impacto inminente, así que Tytos junto sus fuerzas y salto para caer en un lugar seguro, o al menos más seguro que caer debajo del demonio. Tytos cayo diez metros más allá del demonio y se aferró a una de las salientes de la torre más alta. Tytos solo se zafo un brazo y su carne quedo herida, pero no fue nada serio. Por otro lado, el demonio no tuvo tanta suerte. Había caído sobre la punta de una torre negra, la cual le perforaba todo el pecho. Había quedado mirando al cielo mientras soltaba rugidos de agonía.

Tytos miro como el demonio gemía y movía sus extremidades tratando de buscar una salida. Llego un punto en el que se calmó un poco y pudo divisar a Tytos. En ese momento el demonio escupió fuego, pero no tenía la suficiente fuerza como para alcanzar a Tytos. Este último lo miraba con indiferencia desde lo alto de la torre. Poco a poco se estaba sanando.

Al cabo de dos horas, el demonio había quedado inerte, se seguían escuchando sus leves rugidos, pero ya no tenía fuerzas. Por otro lado, Tytos se había recuperado por completo y solo aguardaba los últimos momentos para comer el alma del demonio. Esto le ayudaría a volver al mismo nivel en el que estaba en el primer mundo y recuperar su dominio elemental de fuego.

El demonio soltó un último rugido agónico y Tytos salto de la torre emitiendo la segadora de almas para apuñalarlo en el pecho. Un grito se escuchó en lo alto de las montañas -VAE VICTOS-.

-O-

Carmen miro la salida de la ciudad Moria pensando en cómo estaría Tytos, Gandalf le palmeo el hombre y ella asintió. Todos corrieron por el rocoso camino, pasaron un rio y entraron a un bosque. Carmen se sintió en paz en ese lugar y con una sonrisa, miro alrededor. Era un paraíso lleno de plantas medicinales. Estuvo durante media hora recogiendo plantas, pero se descuidó y de repente se encontró con una espada en su cuello.

Un elfo frunció el ceño y le dijo -deja esas plantas, mujer. Ni siquiera sabes para qué sirven.

Carmen se puso de pie y con dos movimientos de su espada desarmo al elfo. Varios elfos aparecieron y apuntaron sus arcos a Carmen. No obstante, Carmen no se intimido y le dijo -sé muchos más usos que tus antiguos y obsoletos métodos. Te sorprendería lo que puedo hacer con esto-. Le mostró una flor azul en su mano izquierda y puso una sonrisa llena de confianza.

Trancos camino y bajo la espada de Carmen y le dijo algunas cosas al elfo. El elfo dijo en un tono frio -la señora del bosque los quiere ver-

Todos entregaron las armas y el elfo que detuvo a Carmen, le pregunto -¿Quién te hizo esta espada?-

Carmen sonrió con superioridad y le dijo -mi marido, un humano-

El elfo frunció el ceño y le advirtió -no me mientas mujer-

Gimli salió al baile y dijo -niña, no pierdas tu tiempo con estas mierdas, siempre se han creído mejores-

-Haces mucho ruido enano- dijo el elfo con un tono despectivo -si mi señora no te quisiera ver, te mandaría a colgar-.

Legolas se unió al baile y le dijo mientras lo encaraba -no te permitiría eso, antes tu caerías por mi arco- y los ánimos una vez más se calentaron. Varios elfos levantaron sus arcos pero el elfo hizo un ademan para que bajaran sus armas. Encontró simpático que un elfo defendiera a un enano, le dio la espalda a Legolas y siguió su camino.

Carmen le acerco el puño a Gimli y juntos chocaron puños mientras caminaban y se reían. Lo mismo hizo Carmen y Legolas y este último se sintió raro al hacer tal acción, pero de alguna manera se sintió más cerca de los otros.

-o-

Carmen llego a un hermoso bosque en donde habían casas sobre los árboles, quedo fascinada y se preguntó si Tytos podía hacer algo igual. Estaban hechas de una madera blanca y resplandeciente. El bosque era oscuro, pero la madera emitía una luz tan especial, que los rayos del sol eran innecesarios. Los caminos se extendían desde lo más bajo del bosque, hasta alcanzar la copa de los árboles, en donde habían más casas. Siguieron caminando hasta llegar a una larga escalinata que llevaba a una especie de casa grande, en lo más alto de las copas de los árboles. Una vez que llegaron al final del camino, una mujer alta, elfa y de rostro resplandeciente les saludo. Ella les hablo a todos o al menos esa fue la impresión que tuvieron. Cuando la elfa miro a Carmen, esta última sintió que le hablaba en su mente. La elfa le pregunto si quería que le enseñara a utilizar su poder, a lo que Carmen expreso su agradecimiento y le dijo que no era necesario. Le dijo que si quería aprender, ya tenía a alguien que le podía enseñar.

La elfa estuvo decepcionada ante tal respuesta. Después les dijo que se podían ir a dormir.

Carmen se acostó en una habitación y durmió hasta la mañana siguiente.

-o-

Cuando Carmen se despertó se dio cuenta de varias cosas. Primero y más importante, Tytos aun no los había alcanzado. Segundo, había varios de sus compañeros que actuaban de manera extraña. Tercero, el elfo que la detuvo ayer, estaba practicando con su espada, algo que le desagrado.

Carmen camino hasta lo alto de un árbol, en donde había una especie de plataforma para entrenar y le dijo -¿Cuándo piensas devolverme mis espadas?¿no crees que es un poco descarado utilizar las cosas de otra persona sin su consentimiento? Agradece que mi esposo no está o te hubiera golpeado-

El elfo detuvo su entrenamiento y frunció el ceño -te devolveré tus espadas cuando te vayas- dijo

Carmen apretó el ceño y le dio la espalda, no le gustaban las personas que se creían mejores que otros. Siempre comparo a esta gente con su esposo y los miro con desdén, ya que no tenían motivos para creerse mejores. Al final Carmen bajo del árbol y fue a ver a Gandalf. Este último le dijo que deberían seguir el cauce del rio que estaba cerca de allí. Algo que a Carmen no le cayó en gracia y protesto un par de veces, pero Gandalf siempre respondió que no tenían otra forma de viajar. Que era lo más seguro.

Al medio día partieron de viaje. Sobre el dichoso bote, Carmen perdió todo su majestuosidad y se convirtió en una máquina de vómitos. Se sintió horrible durante todo el viaje, hasta que decidieron acampar cerca de un monumento hecho por los hombres. Eran dos enormes estatuas que se elevaban por varios cientos de metros, las cuales extendían sus manos, cómo diciéndoles que no podían pasar. Al sacar lo botes del agua, Carmen se acostó en la orilla del rio y después de media hora de descanso, por fin se pudo recomponer. Armo una fogata junto a sus amigos hobbits y preparo algo de comida, de alguna manera tenía recuperar sus fuerzas. Frodo desapareció durante ese tiempo y cuando volvió, sus amigos y Carmen ya habían comido. Después de que todos comieron desaparecieron varias personas, Carmen incluida. Ella no se molestó en preguntar, porque pensó que lo más probable es que todos fueron a hacer sus necesidad, igual que ella.

Mientras Carmen estaba haciendo lo suyo, escucho un sonido y pensó que era alguien la vino a espiar. Termino su asunto y desenfundado sus espadas mientras caminaba hasta el lugar de donde venía el sonido. Para su desgracia se encontró con algo feo, orcos. Si es que se les puede llamar así, había un grupo de quince, pero a diferencia de los habituales esqueléticos y jorobados, estos eran altos y fornidos. Carmen realizo un ataque sorpresa y los mato a todos. Corrió de regreso al campamento y encontró que faltaban todos los hobbits. Un cuerno se escuchó a la distancia y corrió en esa dirección.

Un gran grupo de orcos llego desde todas las direcciones y Trancos, Legolas, Gimli, Boromir y Gandalf combatían como uno solo. Carmen se lanzó a los orcos y grito mientras los cortaba -¿Dónde están los hobbits?-

Trancos grito en respuesta -no lo sabemos, desaparecieron y cuando estaba conversando con Boromir, aparecieron los orcos. No hemos podido encontrarlos-

Carmen en diez movimientos mato a diez orcos y dijo -voy a ir a buscarlos, traten de no morir-. Carmen corrió y el resto de la comunidad la quedo mirando. Alguien soltó un "mujeres" y siguieron luchando.

Al cabo de un par de minutos de correr buscando por el orilla de rio, Carmen encontró a Sam y Frodo empujando un bote. Ella los tomo de los brazos y les pregunto con un tono serio -¿A dónde van?-

Frodo miro al suelo y le dijo -es mejor que vaya solo, de esa manera no habrán más sacrificios-

Carmen soltó un suspiro y aparto los negativos pensamientos que tuvo al separarse de Tytos. Recobro su valor y dijo -Frodo, Tytos no ha muerto ¿has visto su cuerpo?, no ¿cierto? Él está vivo y volverá pronto-

Frodo miro a Carmen e insistió -déjame hacer esto Carmen, esta es mi labor-

Carmen abrazo a Frodo y a Sam y les coloco a cada uno, un talismán de los que había hecho Tytos. Ella les explico -esto los mantendrá protegidos, llévenlo siempre con ustedes y no se separen-

Sam se negó y dijo -esto los hizo el señor Tytos para usted, si sabe nos matara-

Carmen sonrió y les dijo -tranquilo, él no les hará daño, él es solo un poco egoísta-

Frodo y Sam preguntaron al unísono -¿un poco?-

Carmen soltó un suspiro y dijo -bueno, él es muy egoísta pero eso lo hace un poco idiota y lindo-

Frodo y Sam no supieron qué contestar. Al final, tomaron el bote y dejaron a Carmen en la orilla. Unos orcos alcanzaron a Carmen pero en unos pocos movimientos perdieron sus cabezas. Ella enfundo y trato de buscar a Merry y Pipin que no se veían por ningún lado. Carmen mato en su camino unos treinta orcos y cuando ya se empezó a cansar tomo una medicina que poco a poco la recupero del cansancio. Cuando llego a dónde estaban sus compañeros los ayudo a matar al remanente de los orcos.

Cuando todo acabo, Trancos le pregunto -¿Dónde están los hobbits?-

-Sam y Frodo se fueron por su cuenta- dijo Carmen mientras limpiaba la suciedad de sus espadas con un paño viejo -a Merry y Pipin no los pude encontrar por ningún lado. Puede que se los hayan llevado-

Todos se miraron y Trancos dijo -hay que buscarlos. No podemos hacer nada por Sam y Frodo, pero debemos salvar a Merry y a Pipin-

Carmen asintió, lo mismo fue Legolas, Gandalf, Gimli y Boromir. Los seis corrieron por el bosque y después de un día de viaje alguien los alcanzo.

Tytos apareció en la noche y los saludo con una agradable sonrisa. Gimli lo abrazo como si fuera un hermano al que había perdido. Gandalf también le dio una abrazo y los demás un apretón de manos. Después de contarles que había pasado les mostró la segadora de almas envuelta en poderosas llamas. Todos quedaron asombrados y Gandalf le dijo a Tytos que lo acompañara a convencer a los Ents de unirse a su causa. Tytos le dijo que primero salvaran al par de revoltosos hobbits y podrían seguir con eso.

Tytos en medio de la conversación le dijo -cuando estuve en lo más alto de la montaña, sentí que un gran poder se cernía sobre una torre oscura. Era un poder como el tuyo pero fundido con algo maligno, no sabría describirlo mejor. Estaba muy lejos-

Gandalf cerro los ojos con tristeza y dijo -debemos detener a Saruman-

-Me comeré su alma- dijo Tytos con una mirada sería pero Gandalf negó y le advirtió -él es un Istari, solo nuestro dios tiene poder para juzgarlo. Si lo haces habrá un conflicto-

Tytos frunció el ceño, pero alguien atrajo su rostro y le dijo -Tytos no seas impulsivo- Carmen le tomo la mano derecha y la coloco sobre su vientre -recuerda a nuestro hijo, recuerda por lo que luchamos. Yo quiero ayudar a las personas y tú me proteges ¿verdad?-. Tytos se refregó el rostro con su mano izquierda en un gesto de exasperación y asintió. Carmen sonrió porque supo en su corazón que él solo cedió por qué la ama.

Al mirar a la distancia, Tytos la tomo en los brazos y le pregunto al resto -¿seguimos?-

Gimli un poco cansado le dijo -sí, pero dile a esta niña que me convide más medicina-

Carmen se bajó de los brazos de Tytos, le paso un bolsita a Gimli y le dijo -solo consume esto dos veces al día, más que eso generara adicción y te volverás impotente ¿no quieres eso?¿cierto?-

El enano negó con todas sus fuerzas y varios se rieron. Compartieron la medicina y siguieron corriendo.

¿Qué tal les pareció la batalla con el balrog? Espero que bien, muchas gracias por seguir leyendo el fanfic y mañana mas...

Antes de despedirme, quisiera consultar dos cosas:

1.-¿Sería buena idea crear un twitter o un instagram?

2.-¿Cómo a sido este segundo volumen hasta el momento (Juego de Tronos y Señor de los Anillos)?

Cómo siempre les digo, su opinión me ayuda un montón. Gracias por su tiempo

AOoBeligerantecreators' thoughts