Aunque Kain, en el calor del momento, le había dicho a Elrond que empezaría ese mismo día a ir al calabozo, se olvidó de un pequeño detalle, Elrond no había tenido ningún entrenamiento hasta el momento. Así que durante medio año, Elrond tuvo un curso intensivo de magia y esgrima. Ekaterina le enseño la magia tradicional y Kain le enseñó a utilizar la katana. Por su parte, Ryu también se estuvo entrenando bajo la tutela de Kain con la esperanza de poder cuidar de la mejor manera posible a su maestro. De esa manera, pasaron los días entre libros, magia y espada.
Cuando llego el cumpleaños número ocho de Elrond, su hermano que iba y venía, estuvo presente. Hijo de su mamá Hephaestus, Viggo heredo los buenos genes de su madre. En Orario lo conocían como Rojo, por su larga cabellera roja como el fuego y su actitud fuerte y poderosa. Por otro lado, era una de las dos estrellas en ascenso en Orario junto a Ottar. De vez en cuando, se les podía ver en las planicies, a las afueras de Orario, luchando entre sí. Nadie entendía porque se reunían en tal lugar a luchar, ya que existía el calabozo, pero siempre que luchaban, se convertía en un aterrador espectáculo.
Así que con Viggo presente, se le encargo llevar a Elrond a su primer día en el calabozo.
Viggo no se hizo problema y asintió mientras le guiñaba un ojo a su hermano menor. Sin embargo, a Ryu no le pareció tan buena idea ya que lo encontraba demasiado barbárico. Por lo general, Viggo caminaba por las calles de Orario con el torso al desnudo y un cuerpo cubierto de tatuajes rúnicos. Su largo cabello rojo iba arreglado en varias trenzas anudadas con hilos azules. Según Ryu se veía demasiado barbárico, peor que las amazonas y las tribus nómadas de los grandes pastizales. No obstante, independiente de sus quejas y las de Riveria, Kain no cedió en esto. Él sabía bien que si iba alguien más, solo tratarían a Elrond como a un niño y no lo dejarían experimentar los peligros del calabozo. Por otro lado, Viggo era su hijo predilecto, no solo porque fuera un semi dios, sino que había salido de su confort y se había enfrentado al mundo. Gracias a eso, ahora podía luchar contra Ottar sin tener la bendición de ningún dios. Solo con sus manos, su escudo y su espada.
-o-
El día de la reunión, Viggo fue temprano a la habitación de su hermano y lo encontró durmiendo en total calma, como si no tuviera ninguna preocupación. Viggó sonrió, camino hasta la cama, lo destapo y se lo echo al hombro. Después fue al baño y dio la el agua para llenar la tina. Por su parte, Elrond siguió durmiendo aunque de vez en cuando se quejaba entre dormido por lo incomodo que era el hombro de Viggo. No obstante, cuando la tina estuvo llena de agua fría, Viggo lo lanzo y Elrond salió del agua profiriendo un grito que despertó a todos en la casa. Al poco rato llego Ekaterina, Ryu y Riveria para ver que le pasaba al niño. Como vieron a Elrond tiritando y mojado, se asustaron, pero cuando captaron al pelirrojo Viggo a un lado, estallaron en furia.
-¿Qué le estás haciendo a mi hijo?- grito Riveria, en ese momento solo iba cubierta por una bata de color verde. Por otro lado, cualquiera que la conozca quedaría asombrado. Después de todo, se le conoce por tener la capacidad de mantener la calma bajo cualquier circunstancia.
Viggo sonrió y le dijo -solo despierto al muchacho. Se supone que hoy saldríamos temprano, pero él estaba durmiendo de los mas bien. Eso no podría ser posible en el calabozo y lo sabes bien-
-Es un niño- argumento Riveria
-Sí- respondió Viggo -pero no es un niño cualquiera, él es especial, por ende, papá quiere que se fortalezca. Mira, esto no es nada, mi viejo está siendo suave con el niño y esta dejado su entrenamiento en mis manos ¿O prefieres que mi viejo lo entrene? Tú sabes bien como es mi viejo, te lanza fuera del nido para que vueles o te estrelles contra el acantilado-
Riveria, roja de la ira, apretó sus puños con todas sus fuerzas y le dio la espalda a Viggo -si algo le pasa- dijo -aunque seas hijo de mi marido, jamás te lo perdonare-
-Eres una buena madre, Riveria- añadió Viggo con una sonrisa, se arrodillo frente a Elrond y lo empezó a secar con una toalla -mi madre también le dijo lo mismo a mi padre-
-Tú y tu padre están fuera de sí, ambos están locos- y se fue dejando a su pequeño a la merced de su hermano mayor.
Por su parte, Ekaterina le dio un fría mirada -joven Viggo- dijo -existen otras formas de despertar a la familia-
-Lo estoy entrenando- dijo Viggo -si se compromete a algo, debe concentrarse en ello y estar preparado. El agua fría es un castigo muy pequeño en comparación con una espada cortándote en el campo de batalla-
-Tenga cuidado, joven Viggo, no está entrenando a un soldado raso, ese que tiene entre sus brazos será el próximo rey del Bosque de Alf-
Viggo sonrió y miró a su hermano a los ojos, sus pequeños ojos se mantenían enfocado en él, como si esperara a escuchar su respuesta. La sonrisa de Viggo se enancho y le dijo -con mayor razón, el rey debe tener la capacidad para dirigir a su gente y permanecer enfocado. En el futuro le esperan largas jornadas de reuniones y un montón de deberes. Claro, si lo quieres convertir en un rey inútil no hay problema en dejarlo tal cual como esta-
Ekaterina como institutriz entendió el punto de Viggo y formo una línea con su boca, sin saber si estar en desacuerdo o aprobar los métodos barbáricos. Al final, soltó un suspiro, le dio la espalda y le dijo -no se sobre pase joven Viggo, estoy confiando en usted-
-Es mi hermano- dijo Viggo con una voz fría -no necesito que ustedes me lo confíen. Sé lo que es mejor para él y su crecimiento. El problema son ustedes que no ven el inminente futuro-
-Meditare en sus palabras-
Después de terminar de secar a Elrond, Viggo se puso de pie y le tendió la mano. Por su parte, Elrond miró la gran mano y puso su pequeña mano sobre la de su hermano. Viggo se giró y lo condujo fuera del baño, hasta acercarlo a la cama de su habitación. En ese lugar lo esperaba Ryu, con la ropa del Elrond ya preparada y estirada sobre la cama.
-Ven aquí- dijo Viggo tomando a Elrond en sus brazos y parándolo en la cama -estira tus brazos hacia los lados-
Elrond siguió las indicaciones de su hermano al pie de la letra y lo vio como le quitaba el pijama y después lo vestía con sus ropas de aventurero. Mientras sentía la áspera tela hecha para soportar la suciedad y el desgaste, miró a su hermano a los ojos. Inspecciono lo que había en su rostro y no pudo encontrar ninguna mala intención. Su hermano nunca andaba mucho por casa, pero siempre fue cariñoso con él, así que le llamo la atención la brusquedad con que lo trato.
-¿Estas enojado porque me quede dormido?- le pregunto Elrond con una voz pequeña
Viggo tendió su mano a Ryu y ella le paso un pantalón para Elrond. Viggo lo tomo y lo estiro por la cintura -afírmate de mis hombros y levanta un pie a la vez- dijo
Elrond se concentró en levantar su pie derecho y meterlo en el pantalón. Primero un pie y después el otro. Después siguió mirando a su hermano como queriendo persistir en su pregunta. No obstante, Viggo jamás le contesto, le puso el pantalón, la camisa, la correa, le ayudo a colocarse las botas y lo bajo de la cama.
-Eso no importa, enfócate en lo que haces- respondió Viggo con dureza -recuerda, avanza y llega a tu objetivo. Una vez que te equivocas, puede ser un pequeño error o un gran error, pero lo hecho, hecho esta. Solo puedes lidiar con tus errores a medida que avanzas-
Elrond asintió y Viggo sonrió y le desordeno el pelo. Después miró Ryu y le dijo -ayúdalo con su desayuno y prepárate. ¿Tengo entendido que nos acompañaras al calabozo?-
Ryu asintió con total indiferencia.
-Bien, los estaré esperando en el patio-
-¿Y tú no nos vas a acompañar, hermanito?- pregunto Elrond
-No, muchacho- dijo Viggo -ya desayune hace una hora-
Entonces dejo la habitación y Elrond miró al suelo sintiendo culpa por faltar a su compromiso. No obstante, antes de que pudiera sentirse mal, alguien le dijo -enfócate, Elrond, lo hecho, hecho esta. Solo puedes lidiar con tus errores a medida que avanzas. Pero si te estancas pensando en pequeñas cosas, solo eres un blanco fácil-
Elrond levantó su rostro y miró a su hermano que estaba mirándolo desde el dintel de la puerta. Tenía una gran sonrisa enmarcada por una larga cabellera roja. Le lanzo algo y Elrond en un apuro, lo atrapo. Era un panecillo dulce de los que le gustaban. Por lo general, no le permitían comer estas cosas por las mañanas, pero su hermano siempre que estuviera, había sido su compañero de crimen. Elrond lo miró con una gran sonrisa.
-Ve a desayunar- dijo Viggo y despareció en el pasillo.
-Él dice que te enfoques y que no te malcriemos- dijo Ryu en una protesta -pero él es el que te malcría. Entrégueme eso, joven maestro-
-Pero- dijo Elrond con una carita de pena y ocultando el panecillo detrás de su espalda.
-Nada de peros, usted sabe lo que dice su madre de los dulces-
-Solo por hoy. Tengo que ir al calabozo y necesitare todas las energías posibles-
Ryu frunció el ceño y le dijo -solo por hoy, pero si su madre lo ve, usted y su hermano tendrán que explicarse-
Elrond asintió con una gran sonrisa y Ryu soltó un suspiro.
Una vez que Elrond tomo su desayuno, sin ser pillado infraganti infringiendo las reglas de alimentación, fue al patio. Como otras veces, su padre estaba sentado bajo el manzano y Viggo lo acompañaba. Ambos estaban bebiendo vino y riéndose de ciertas cosas. Elrond se acercó a ellos con su katana en mano y siendo seguido por Ryuu y ponpon.
Kain y Viggo dejaron de reír una vez que llego el pequeño elfo frente de ellos. Kain asintió al ver la vestimenta y notar que llevaba una pequeña mochila con provisiones. Por otro lado, encontró bastante estrafalaria la vestimenta de Ryuu, con unos pantaloncillos cortos y botas largas hasta las rodillas. En la parte superior vestía una chaqueta ajustada con cuello de tortuga y sobre ella una capa verde esmeralda. Bueno, Kain miró a Viggo, que parecía un dios nórdico con sus trenzas y tatuajes rúnicos y ya no la encontró tan estrafalaria.
-Ven acá, muchacho- dijo Kain y Elrond camino hasta quedar a unos quince centímetros. Kain continuo -vas a escuchar a tu hermano ¿entendido?-
-Entendido- respondió Elrond con una voz llena de determinación
-Recuerda, este es tu campo de batalla. Él estará para aconsejarte y salvarte de la muerte, pero si te hieres o te lastimas, será tu culpa ¿Entendido?-
-Entendido-
Kain soltó un suspiro y le dijo -eso espero. Ahora pórtate te bien y aplica todo lo aprendido-
Elrond lo quedo mirando con una carita de pena y Kain hizo una mueca de "que le vamos a hacer". Entonces lo abrazo y le susurro al oído -da lo mejor de ti y piensa ¿Por qué es importante ser fuerte? Es una prueba larga y difícil, te tomara años, pero créeme, aprender esto joven te ahorrara un montón de penas-
-Sí padre- dijo Elrond y le dio un pequeño beso en la mejilla. Kain sonrió y también le beso la mejilla y la frente, como si lo estuviera bendiciendo para que todo le salga bien.
Después de eso, Elrond, Ryuu y Viggo se fueron al calabozo. Por su parte, Kain entro a la casa y fue a ver a Riveria. Tenía miedo de que después de dar su consentimiento para entrenar al muchacho, se estuviera retractando. Así que la busco por las habitaciones y la encontró sentada en uno de los sillones de la sala de estar. Estaba leyendo en ese momento y más tranquila de lo que podía esperar. No obstante, una vez que se ganó a su lado, noto que estaba muy mal. El libro que sostenía estaba dado vuelta al revés y ella no lo había notado. Kain le quitó el libro y al parecer, la despertó de sus profundos pensamientos.
-No lo hagas- dijo Riveria en un tono apático -estaba leyendo-
-¿Al revés?- pregunto Kain medio en broma, medio en serio -nunca he conocido a alguien tan original-
-Eso, solo estoy un poco preocupada, nada más-
-Yo también estoy preocupado, pero tú sabes que esto es necesario. Si Elrond fuera un niño elfo normal, no habría problema, pero él es especial. Solo falta un poco de tiempo para que se dé cuenta del aterrador poder que posee. Si no es fuerte de mente y cuerpo, solo se convertirá en víctima de sus circunstancias-
-Ya lo sé, papá también lo quiere empezar a educar. Dice que es una buena edad para que empiece a relacionarse con sus pares nobles-
-No hay problema- respondió Kain sentándose en el sillón del frente.
-¿Pensé que estarías en contra?-
-Lo estoy, no me gustan los nobles, pero no sacamos nada de apartar al niño del mundo y tenerlo protegido de todos. No vamos a durar toda la vida Riveria y cuando eso pase, él tendrá que valerse por sí mismo-
Riveria asintió y se levantó de su sillón, para ir donde Kain y sentarse en sus piernas. Kain la abrazo y trato de darle consuelo. Esto era preocupante para ambos, pero era necesario para Elrond.