La Fotografía Antigua
El amanecer del día siguiente llegó con una mezcla de ansiedad y determinación para Clara y Leo. La tarea que tenían por delante no solo era riesgosa, sino también de vital importancia. Después de pasar la noche leyendo el diario de Isabel Valera, estaban decididos a llevar a cabo el ritual que podría sellar la Sombra para siempre.
Mientras desayunaban, Clara no pudo evitar revisar una vez más los detalles del ritual. Se había asegurado de que tuvieran todos los elementos necesarios y que el lugar estuviera preparado. La presión era palpable, y la sensación de que el tiempo se les estaba agotando no les daba tregua.
"Necesitamos asegurarnos de que todo esté en su lugar" dijo Clara, mientras revisaba la lista. "Y si hay algo más que deberíamos hacer antes del ritual, debemos hacerlo ahora."
Leo, que había estado contemplativo durante el desayuno, de repente pareció recordar algo importante.
"Durante la lectura del diario, noté que Isabel mencionaba algo sobre una fotografía" dijo, mientras se levantaba y se dirigía hacia una de las estanterías. "No estoy seguro de si es relevante, pero podría serlo. Ella parecía tener una conexión especial con una fotografía que había encontrado en la casa."
Clara se inclinó hacia adelante, interesada en lo que Leo tenía que decir.
"¿Una fotografía? ¿Dónde está?"
Leo buscó entre los papeles y documentos que había estado revisando, hasta que finalmente sacó una fotografía enmarcada que había estado oculta entre algunos documentos antiguos.
"Aquí está" dijo Leo, mostrando la fotografía. "La encontré entre los papeles de Isabel. Parece ser de la misma época en la que vivió."
Clara tomó la fotografía y la examinó detenidamente. Era una imagen en blanco y negro, algo descolorida por el paso del tiempo, pero aún claramente visible. En la fotografía se podía ver una habitación antigua, con muebles pesados y una gran ventana que dejaba entrar la luz del sol. En el centro de la habitación había un espejo grande, similar al que ellos tenían en el sótano, aunque en mejor estado.
"Es la misma habitación que hemos visto en las visiones de Leo" dijo Clara, reconociendo la similitud. "Pero hay algo más. En la fotografía hay una figura que no habíamos visto antes."
En la esquina inferior derecha de la fotografía, parcialmente oculta detrás de un mueble, había una figura borrosa, casi como una sombra. La figura parecía estar en movimiento, como si estuviera a punto de desaparecer en el mismo instante en que se tomó la fotografía.
"¿Quién crees que es esa figura?" preguntó Leo, mirando la fotografía con preocupación.
Clara frunció el ceño, tratando de recordar si había visto algo similar en sus investigaciones.
"No estoy segura, pero creo que debemos averiguarlo. Esta figura podría estar relacionada con la Sombra o con los eventos que Isabel vivió."
Decidieron que necesitarían más información sobre la fotografía y la figura en ella. Quizás la clave para comprender la conexión entre Isabel y el espejo se encontraba en esa figura borrosa. Con eso en mente, se dirigieron a la biblioteca local, buscando antiguos registros y fotografías que pudieran arrojar luz sobre la identidad de la figura.
La biblioteca era un edificio antiguo y majestuoso, lleno de estanterías de madera y pasillos interminables. Clara y Leo se dirigieron a la sección de archivos históricos, donde esperaban encontrar información sobre la historia de la casa y sus antiguos propietarios.
Mientras buscaban entre los documentos, Clara encontró un archivo etiquetado como "Propietarios Anteriores". Dentro del archivo, había varios documentos, incluyendo fotografías antiguas, registros de compra y venta de propiedades, y algunas cartas.
"Aquí" dijo Clara, sacando una fotografía antigua que parecía relevante. "Es una imagen de la misma habitación que la de la fotografía que tenemos."
Leo se acercó y examinó la fotografía, notando las similitudes.
"Sí, es la misma habitación. Pero esta fotografía no tiene la figura borrosa. Tal vez la figura no era parte de la habitación en ese momento."
Continuaron revisando los documentos y encontraron una serie de cartas entre Isabel Valera y un hombre llamado Samuel Harrison. Las cartas hablaban de la creciente preocupación de Isabel por el espejo y la influencia que parecía tener en ella. Samuel, un amigo cercano, parecía estar preocupado por el estado mental de Isabel y su obsesión con el espejo.
"Parece que Samuel estaba tratando de ayudar a Isabel, pero no pudo hacerlo" dijo Leo, mientras leía una de las cartas. "Ella estaba convencida de que el espejo tenía un poder oscuro y que la estaba atrapando."
Clara se detuvo en una carta en particular, donde Samuel mencionaba algo que podría ser crucial.
"Mira esto" dijo Clara, mostrando la carta a Leo. "Samuel habla de una figura en las sombras, que parecía aparecer en las fotografías que Isabel tomaba. Él pensaba que podría ser una manifestación del propio espejo."
Leo leyó la carta, su expresión preocupada.
"Si la figura en la fotografía es una manifestación del espejo, entonces podría ser una representación de la Sombra. Isabel estaba tratando de documentar lo que veía para entenderlo mejor, pero parece que la influencia del espejo fue demasiado fuerte."
Decidieron que tenían que profundizar más en la investigación. Volvieron a la casa y revisaron los documentos y fotografías nuevamente, buscando cualquier otra pista que pudiera ayudarles a comprender la conexión entre la figura en la fotografía y la Sombra.
A medida que pasaba el día, Clara y Leo sintieron la presión creciente del tiempo. Sabían que el ritual debía llevarse a cabo pronto, y cada nuevo descubrimiento solo aumentaba la urgencia de su misión.
Finalmente, mientras revisaban un último grupo de documentos, Clara encontró algo que parecía importante. Era una nota escrita a mano, oculta entre los papeles, que hablaba de un antiguo libro de ocultismo que había estado en posesión de Isabel.
"Este libro podría tener información adicional sobre el espejo y la figura" dijo Clara, mostrando la nota a Leo. "La nota menciona que el libro fue entregado a un anticuario en la ciudad cercana antes de que Isabel muriera."
Con una nueva dirección en mente, Clara y Leo decidieron que su próxima parada sería el anticuario mencionado en la nota. Sabían que el tiempo se les acababa, y cada segundo contaba en su búsqueda para sellar la Sombra.
Al caer la tarde, llegaron al anticuario, una tienda pequeña y polvorienta con vitrinas llenas de objetos antiguos y curiosidades. El propietario, un hombre mayor con una expresión sabia, los recibió y escuchó atentamente mientras les explicaban su búsqueda.
"Sí, recuerdo ese libro" dijo el anticuario, mientras los conducía a una estantería en la parte trasera de la tienda. "Fue un libro raro y valioso. Me lo entregaron hace muchos años, y desde entonces ha estado guardado aquí."
El anticuario sacó el libro de una estantería y se lo entregó a Clara. Era un volumen antiguo, con una cubierta de cuero desgastada y páginas amarillentas. El título en la portada decía: "El Arte de la Magia Oculta".
Clara y Leo hojeaban el libro, buscando cualquier referencia al espejo o a la figura en la fotografía. Finalmente, encontraron un capítulo dedicado a objetos mágicos y su influencia en el mundo espiritual.
"Aquí está" dijo Clara, señalando una página que hablaba sobre la manifestación de entidades a través de objetos mágicos. "Habla de cómo un espejo puede actuar como un portal para entidades oscuras y cómo estas entidades pueden manifestarse en fotografías o en la percepción de quienes lo usan."
Leo leyó la sección, sintiendo que estaban descubriendo algo crucial.
"Parece que la figura borrosa en la fotografía es una manifestación de la Sombra. No es solo un reflejo, sino una representación de su influencia y poder."
Con esta nueva comprensión, Clara y Leo se sintieron más preparados para enfrentar el ritual. Sabían que la figura en la fotografía era una manifestación de la Sombra y que debían tener cuidado de no permitir que esa influencia los afectara durante el ritual.
Con el libro en sus manos y la información reunida, regresaron a casa para prepararse para el ritual. Cada paso que daban se sentía más cercano al enfrentamiento definitivo con la Sombra, y estaban decididos a hacer todo lo posible para sellarla de una vez por todas.
La noche había caído, y el reloj avanzaba rápidamente hacia el momento crucial. Clara y Leo se prepararon para el ritual, armados con el conocimiento adquirido y la determinación de enfrentar a la Sombra en su propia trampa. Sabían que el desafío que les esperaba sería monumental, pero también estaban decididos a no dejar que la oscuridad prevaleciera.