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Abro los ojos y lo primero que veo es un techo desconocido. Trato de recordar qué fue lo que pasó, hasta que recordé todo lo que sucedió ayer.

Después de caminar por los alrededores, cenamos y luego nos fuimos a dormir. Estaba cansado por todo lo que paso, pero antes de dormir quería poner a prueba mi mente y saber cómo funcionaba mi habilidad de portales empecé a usar los portales y probar cosas, como hasta qué distancia los puedo crear, la cantidad que podía usar al mismo tiempo y cuánto duraban.

Confirme que solo podía invocar dos al mismo tiempo. Aunque ya lo esperaba quería estar completamente seguro.

Podía quitar y poner los portales las veces que quisiera, pero agotaba mucha mente y la sensación fue horrible, no tuve otra opción además de parar.

Después de recordar todo lo que hice ayer estiré un poco mi cuerpo después de bostezar y me levanté de la cama.

Mi cuarto está en uno de los dos áticos. Abeona y Adeona quisieron que me quedara en uno de los cuartos del primer o segundo piso, Pero yo insistí en que quería este.

Lo bueno es que ya había una cama en el ático, así que no hubo muchos problemas, y como literalmente no tengo ningún tipo de pertenencia conmigo, aparte de mi ropa de Selotrop, no tenía nada con que decorar la habitación por lo que se encontraba vacía excepto por la cama, la lámpara mágica y un escritorio.

Abrí dos portales. Uno a mi lado y otro en el techo. Cruce el portal y me senté, cuando empecé a sentir el fuerte viento y el gran frío que me golpeaba todo el cuerpo. Se me quitaron las ganas de volver a dormir.

Al sentir que ya me desperté por completo, volví a cruzar el portal y salí de mi habitación. Baje por las escaleras hasta el primer piso. No vi a nadie levantado así que fui hacia la cocina y decidí preparar el desayuno para todos.

Llevo años cocinando mi propia comida y no fue mucho problema cocinar el desayuno para seis personas aparte de que era un poco más tedioso y tardaba más tiempo. Aunque solo hice huevos revueltos, calenté algunos panes y preparé un poco de jugo.

Cuando termine de desayunar puse una nota. En la que dice que hice el desayuno y volveré más tarde.

Salí de la casa y caminé un poco. Hice un poco de estiramiento y empecé a trotar. Esta es una rutina que hacía en mi antigua vida todos los sábados y domingos. Me despertaba muy temprano porque a esa hora no suele haber nadie despierto y tampoco suelen caminar por la calle.

Aunque esta vez será diferente, pienso utilizar mi segunda habilidad y ver sus efectos.

Después de trotar un poco, me detuve. Active mi segunda habilidad.

Al activarla vi como me cubría con un aura brillante de color celeste. Si cualquier persona de cultura me viera, pensaría que se parece a lo que sucede cuando Goku o Vegeta se transforman en el Super Sayayin Blue.

Ignorando el aura azul. Empecé a sentir como mi corazón latía más rápido. Se sentía como un subidón de adrenalina y por alguna razón empecé a correr más rápido y fue una sensación increíble. No pude y tampoco quería parar de correr durante bastante tiempo hasta que me empecé a sentir muy agotado y los mismos efectos que sentí ayer por culpa de usar demasiado los portales. Tuve que parar aunque me sentí resignado de hacerlo.

Cuando volví a activar mi habilidad y cambie a mi estado sereno. Empecé a sentirme fatigado y me empezó a doler el cuerpo.

Me puse a descansar un rato. Sentí que ya descansé suficiente y volví de nuevo por donde vine. Que bueno que solo corrí en línea recta y no terminé perdiéndome en el camino de regreso.

Al llegar a la casa de la familia Abeona, entré y vi que todos estaban comiendo el desayuno que preparé.

"¡Buenos días!" los saludé y ellos me respondieron de la misma forma. Excepto por Milya que le costó un poco más decirlo.

Fui a asearme y volví después de hacerlo.

"¿Cuándo vamos al gremio?" Le pregunte a Abeona, por que ya quiero tener un asesor y empezar los primeros pasos para ser un aventurero.

"Podemos ir ahora mismo si quieres, solo espera que me arregle y cambie de ropa" Ella empezó a subir las escaleras y yo me quedé con todos los demás.

"¿Alguno de ustedes quiere venir con nosotros al gremio de aventureros?" No pude evitar preguntar.

"Quiero blandir la espada, así que no puedo acompañarte." Dijo David.

Adeona dijo "Tengo que salir a trabajar. Así que no puedo acompañarlos" .

"Lo siento, pero suelo correr a esta hora para poder mejorar un poco mi resistencia porque suelo cansarme muy rápido" dijo Mylie.

"Yo… no tengo… ningún problema" dijo Milya a lo cual solo pude responderle con una sonrisa.

Al menos me habla un poco más que ayer.

Después de eso ellos se fueron excepto por Milya y nos tocó esperar unos minutos hasta que vimos a Abeona bajar.

Una vez que estuvimos listos partimos hacia el gremio y cuando llegamos, solo pudimos ver a nuestra Diosa tener una conversación con una recepcionista hasta que la pusieron a hacer papeleo.

Ahora que lo pienso ¿podré ver a Rose y Eina ?

Quiero saber que se siente conocer personas que antes creía que eran pura ficción.

Empecé a observar a las recepcionistas y hubo algo extraño.

Vi a Rose con su uniforme del gremio que era un chaleco negro y pantalones con una camisa de manga larga con cuello blanco debajo y una corbata de moño gris.

Pero eso no es lo extraño, ella no se ve como creí que lo haría, se ve muy joven a pesar de tener más de 20 años.

Seguí observando a las otras recepcionistas. Estaba tratando de encontrar a Eina porque quiero que sea mi asesora. Recuerdo haber leído que ella era muy estricta en la formación y por eso tenía una mala reputación con los aventureros o algo así.

Me sentí decepcionado al no verla por ningún lado y simplemente me quedé esperando a que nuestra Diosa terminará el papeleo, Mientras trataba de establecer una conversación con Milya.