webnovel

Saito, el hijo del rey demonio

Cristal es una mesera en un simple gremio, Saito es el hijo del rey demonio que fue expulsado del infierno por su padre. ¿Cómo se llevarán estos dos? ¿Se odiarán? Sigue la divertida aventura de estos dos.

Hector_Angel · ファンタジー
レビュー数が足りません
5 Chs

CAPÍTULO 5

Saito, el hijo del rey demonio.

CAPÍTULO 5

La anciana y el niño estaban arrodillados ante un hombre. Él tenía los brazos peludos blancos, enorme cuerno negro en su frente, ojos completamente blancos, solo usaba un pantalón blanco y era demasiado alto y fuerte (medía 2:56). Estaba sentado en un trono.

Al lado de él estaban dos Elfas semidesnudas.

—Esa magia es muy especial. Si robamos el poder mágico de esa persona, Zeismel despertará. Averigüen quién es el poseedor de este gran poder mágico. La magia provino de la ciudad diversa, así que deben investigar en ese lugar. Recuerden, lo necesitamos con vida.

—Está bien, padre.

—Nosotros nos encargaremos, Dreifa.

—Váyanse, necesito tiempo a solas con las chicas.

—Nos retiramos.

Los dos desaparecieron de ahí y las chicas abrazaron a Dreifa.

—Sigamos con lo nuestro.- Dijo sonriendo.

Al día siguiente.

Saito estaba parado frente al hombre que no dejaba de sonreír.

—Conseguí toda la información posible, Saito.

—Perfecto.

—Los principales lugares más peligrosos son los siguientes: Pueblo "Seca", en ese lugar se encuentran fantasmas tipo maligno, así que los que se arriesguen a ir a ese lugar, pueden terminar muertos o maldecidos. Su ubicación exacta es...

—Solo dime en qué país está.

—Claro. Se encuentra en el país "Morpa".

—Está bien, sigue.

—Existe un bosque maldito en este país. En ese bosque existen unos espíritus llamados "Dermas". Son los espíritus encargados de la dimensión del dolor, o comúnmente llamado "Dermol".

—Ya he escuchado sobre ese lugar. Suena bastante interesante.

—Aunque necesitas la ayuda de alguien que tenga magia demoníaca para... Lo siento, olvidé que eres un demonio.

—Sigue.

Gremio.

Cristal estaba recogiendo unos platos de comida en la cocina. Las cocineras, que eran Elfas, estaban cocinando.

—¡Cuéntanos de nuevo cómo te salvó Saito, Cristal!

—¡Sí, por favor!

—Ya me cansé de contarles, luego se los cuento de nuevo.

—¡Está bien!

Cristal salió de la cocina y se dirigió a una mesa.

—No fue para tanto, no sé por qué se emocionan.

Lejos del gremio.

La anciana y el niño estaban caminando por las calles de la ciudad.

—¿Sientes algo?- Preguntó el niño.

—Nada, todos en este lugar tienen magia normal... Espera... Siento un gran poder mágico.

—Sí, yo también lo siento... Creo que es el que derrotó a los muertos vivientes.

—Su poder mágico es igual... No, es mayor que el nuestro.

—¿Él tendrá la magia que buscamos?

—Es probable... Pero es muy poderoso, necesitamos planear un ataque.

—Está bien.

Cerca de ahí, Saito estaba caminando junto con el hombre sonriente.

—Entonces... ¿Cuál es tu nombre?

—Me llamo Izu.

—¿Izu? Es un nombre raro... Te queda a la perfección... Entonces, Izu, ¿ya no hay más lugares interesantes?

—Hay más, pero necesito más tiempo para investigar.

Saito sacó un puño de monedas de su bolsillo y se las dio.

—Consígueme toda la información. No me importa cuánto tardes, quiero toda la información.

—Sí, iré a investigar.

Izu dio la vuelta en una esquina y Saito siguió recto.

—Cementerios malditos, pueblos malditos, bosques malditos, lagos malditos, el océano de este mundo es bastante peligroso con criaturas bastante peligrosas y hay ruinas de construcciones antiguas donde se encuentran grandes tesoros, pero cualquiera que intente robarlos, será atacado por espíritus malignos... Este mundo es bastante interesante... Realmente interesante...

Saito recordó las palabras de su padre: "¡Mientras estés en ese mundo, quiero que ayudes a las personas! ¡Quiero que aprendas a respetar la vida de los demás y que aprendas a ser una persona que sepa comportarse! ¡Quiero que seas un verdadero hombre!

—Mi padre se comportó raro ese día... Él no es así... No tiene sentido que me haya enviado a este mundo... Da igual.

Saito dejó de caminar.

—Siento un poder mágico que está creciendo rápidamente... Está detrás de mí... ¿Intentará atacarme?

Se dio la vuelta y observó al niño y a la anciana, que se acercaban a él caminando.

La anciana le dio un gran golpe en la cabeza al niño.

—¡Aprende a ocultar la presencia de tu poder mágico, idiota!

—¡Lo siento!

Saito se acercó a ellos.

—Sí, están intentando algo.

La anciana golpeó el suelo con fuerza y un portal se abrió frente a ella. Del portal empezaron a salir muertos vivientes.

—¡Haz lo tuyo!

El niño extendió sus brazos, y de sus brazos empezó a salir un vapor negro, que rodeó a los muertos vivientes.

El portal se cerró y el niño cayó al suelo. Había 15 muertos vivientes en total.

—¡Ataquen!

Los muertos vivientes se dirigieron a Saito a una gran velocidad.

—¡Genial!

Los muertos vivientes intentaron golpear a Saito y él esquivó sus golpes con facilidad.

—¡Realmente son rápidos!

Le dio un gran golpe en la cara a uno de ellos y le destruyó la cabeza.

—¡¿Derrotó a uno tan fácil?!

Saito empezó a golpear a los muertos vivientes en la cara y rápidamente están disminuyendo.

—¡Debemos irnos!

Levantó al niño del brazo.

—¡Debemos escapar, él es bastante poderoso!

Los dos desaparecieron de ahí y Saito terminó de derrotar a los muertos vivientes.

—¡Es lo más divertido que he hecho en mucho tiempo! ¡Esos muertos vivientes eran bastante rápidos! ¡Genial!... Aunque esos dos escaparon... Ellos son los que controlaban a los muertos vivientes... Son unos cobardes, escaparon.

—¡Genial!

La chica de los duelos se acercó corriendo a él.

—¡Eres muy rápido, Saito!

La chica lo abrazó.

—¡Quiero ser tu compañera!

—No lo serás. No necesito compañeros, solo serías un estorbo.

—¡Por favor!

—No.

Se alejó de ella, pero caminó unos pasos y se detuvo. Se dio cuenta de algo malo… Muy malo.

—Espera... Personas con un poder mágico poderoso... Mundo con magia... Están robando poder mágico... ¡Maldita seas, Desmolfer! ¡No me mandes a derrotar a tus malditos demonios!

-Godfer-

Godfer era un pequeño planeta parecido a la tierra, en donde viven los Dioses y los hijos de los Dioses. También hay restaurantes, tiendas de ropa, posadas... En pocas palabras, es como un mundo normal, solo que ahí solo viven Dioses y las familias de los Dioses.

Desmolfer estaba observando a Saito quejándose por medio de un espejo mágico.

Estaba en un bar y un gran vaso con cerveza estaba frente a ella.

—Vaya, se dio cuenta bastante rápido.

Se le salió una pequeña risa.

—Me facilitará las cosas. Él sabe que no podrá regresar al infierno si no derrota al antiguo rey demonio, Zeismel.

Tomó el vaso y comenzó a beber rápidamente.

—Pobre, se siente utilizado... Espero que se dé cuenta del poder mágico oculto de Cristal- Pensó.

Gremio.

Cristal estaba recogiendo unos platos.

Saito entró al gremio con dos bolsas con monedas y un papel doblado en su mano. Cristal volteó a verlo y se sonrojó cuando lo miró.

—¿Eh?... ¿P-por qué estoy nerviosa?

Saito se paró frente a Ram.

—Quiero que coloques una misión en la tabla de misiones. Quiero que diga lo siguiente: "Se ofrece una recompensa de 20,000 Melfas por información sobre estas dos personas". Y colocas este dibujo en el papel.

Colocó sobre el escritorio las bolsas con monedas y desdobla el papel. En el papel había un dibujo de la anciana y del niño. Estaban muy bien dibujados.

—Claro, ahora mismo lo colocaré. Yo te avisaré si consiguen la información que pides.

—Por cierto, coloca una advertencia que diga: "Saito necesita esta información, si intentas engañarlo entregando información falsa, él te matará".

—C-claro.

Saito se dirigió a una mesa y se sentó.

—Maldita seas, Desmolfer. Tendré que derrotar a los malditos demonios para que pueda regresar al infierno... Si no fueras una Diosa, te mataría.- Pensó.

Cristal se acercó a él sonrojada… Después de que él la salvara, ella comenzó a ver a Saito de una manera diferente… Ya no lo odiaba tanto.

—¿Q-quieres comer algo?

Saito volteó a verla.

—Un plato de comida y cerveza.

Sacó unas monedas de su pantalón y se las dio.

—Quédate con el cambio.

—G-gracias.