"La mirada de Zeres se agudizó por un momento, y su mandíbula se contrajo. Permaneció completamente inmóvil, sin decir nada, mientras seguía mirándola fijamente.
Pero Alicia persistió y se negó a ceder. Esperó su respuesta con sus ojos sinceros e intensos. Ojos que estaban gritando su negación a aceptar su silencio como respuesta a su pregunta.
Al darse cuenta de que Alicia estaba más que decidida a escuchar su respuesta, la mirada de Zeres finalmente se suavizó. Para él, esta reina bruja era realmente difícil de manejar, y su intensidad realmente lo estaba perturbando. No podía resistirse a sus miradas inquisitivas y obstinadas.
—Suspiro… escúchame, reina —Zeres finalmente comenzó—. Creo que es mejor si no te involucras en esto. No quiero que tú –
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