Cap. 1 -Almas Perdidas-

Después de 10 años de la muerte de Varían, Dark se dedicó a crear hechizos nuevos constantemente en secreto, ocultando la magia de Lucius para ahora ser su tutor.

Lucius ya tenía 17 años, y había cambiado mucho, paso de ser un niño de estatura baja, lleno de alegría, colores y sueños. A un tipo alto, de lentes y ojos verdes, cabello largo y lacio. Era amante de la música, y escuchaba con su abuelo las canciones que escuchaba su madre y su padre ya que les hacía recordar los momentos en los que estaban aún presentes antes de perecer.

Lucius tenía su teoría para su clase del momento, empezó contando como la música afectaba la percepción del mundo en las personas dependiendo el sentimiento que la gente asociará con cada género. Seguido de aquel testimonio explico factores de cada tipo de música como ritmos, acordes, notas, escalas, tonos e instrumentos. Termino su exposición preguntando a sus espectadores cuál era su género de música favorita y dando opiniones basadas en estudios sobre esos géneros de música.

Lucius después del instituto fue al parque a comprar cigarros, se dirigió a su casa mientras fumaba y escuchaba música en sus audífonos, no se había percatado que afuera de su casa se encontraba un auto. Su abuelo lo esperaba con la comida servida en la mesa y música tranquila en el hogar. Antes de entrar Lucius apagó su cigarro y tiro la colilla a la cera; la casa se situaba a muy pocos metros de un bosque lleno de árboles y arbustos pero a pesar de eso la casa era grande, con muchas ventanas y muy bien iluminada, la música se podía escuchar a lo lejos.

Lucius entro y cerró el portón con sus llaves, su abuelo lo esperaba en la mesa de espalda mientras escuchaba la música de su gran estéreo. -¡¡Abuelo!!- grito Lucius al abrazarlo por la espalda, su abuelo grito y empezó a toser sin parar, agitó sus brazos y Lucius lo golpeó en la espalda para que escupiera. -¡Wla, Mongolo fíjate casi me ahogo!- miro enojado a Lucius y este solo lo abrazo y le pidió una disculpa. -Siéntate, tenemos que hablar-.

-¿De qué se trata?- Lucius se sentó mirando la comida, -Es la comida favorita de mamá, ella vino?-. Su abuelo agachó la cabeza y un hombre de traje entro por la puerta mientras sostenía unos papeles. -No sobrino, tu mamá ya no está.- aquel hombre de lentes y pelo negro dejo salir un suspiro y se acercó hasta la mesa, -Hijo yo soy Giovanny y yo soy tu tío, tal vez no de sangre pero tú mamá y yo nos conocimos desde muy pequeños, y a tu abuelo nunca le molestó que tratara a tu madre como mi hermana.- este extendió su mano hacia Lucius mientras se quitaba los lentes, Lucius estaba en shock y apenas pudo moverse para tomar su mano, -Vengo a hacerte entrega de tu herencia por parte de tus padres, tu padre dejo para ti unas propiedades las cuales están por el momento a cargo de tu abuelo, y tu madre te dejo un regalo en cada propiedad de tu padre.- dijo Giovanny mientras retiraba a un lado el plato de comida y ponía los papeles en la mesa.

Dark volteo la mirada confusa hacia Giovanny, este entendió y quitó los papeles y regreso el plato a su lugar, se sentó y tomo la cuchara. -Lucius, se está enfriando la comida.- volteo a ver a Lucius con la misma cara y este hizo lo mismo. Cuando terminaron de comer Dark levanto los platos, Giovanny acomodo las sillas y Lucius lavo los cubiertos. Los tres se dirigieron a la salida de la casa y se despidieron mientras platicaban, Giovanny camino hasta su auto y se fue. Cuando Lucius y Dark Entraron a casa nuevamente se sintió un vacío en la casa, tan abrumador que ninguno de los dos pudo continuar y cada uno se fue a su cuarto sin decir nada. El alma destrozada de Lucius lloraba intensamente mientras buscaba la última foto de su madre que le quedaba, al encontrarla y apreciar otra vez la foto su corazón se llenó de dolor otra vez, sin embargo está noche era mucho peor, se la paso tirando cada una de las cosas que tenía de impotencia y ahogaba sus gritos llenos de dolor en su almohada, y toda la noche hasta quedar dormido.

En cambio el proceso de Dark fue diferente; tomo uno de sus libros, un cigarro y mientras escuchaba los destrozos de Lucius bajo al sótano, activo una puerta secreta que daba a una enorme biblioteca con pasillos oscuros. Al alzar una de sus manos y chasquear los dedos, el cigarro en sus labios se prendió seguido de las luces de la biblioteca y del pasillo. Dark puso un disco de música y tomo un libro de cada librería, abrió cada uno en una página diferente y empezó a buscar entre las páginas, conforme iba buscando tomaba cada vez mas libros de las estanterías, lleno sus pulmones del humo del cigarro, cerro los ojos, y expulsó todo el humo, extendió sus manos y empezó a manipular el humo haciendo que tomara formas runicas y colores brillantes en el aire, las runas se modificaban y tomaban diferentes aspectos conforme las manos de Dark lo indicaban.

Las lágrimas de Lucius se hacían constantes, pero cuando caían al suelo se secaban al instante, Dark seguía conjurando y en un momento de silencio el cuerpo de su hija apareció rodeada de las lágrimas de Lucius en la habitación. Dark la miro y al subir su mano, el cuerpo de su hija se separó de la masa de agua y empezó a levitar, Dark puso por debajo un sillón y paso a recostar el cuerpo de su hija, la masa de agua la evaporó con una llamarada. Tomo las manos de la mujer y se arrodilló ante su cuerpo sin vida diciendo -Descansa hija, Lucius estará bien, has servido a tu deber con honor como lo hizo Varían.- Por sus mejillas empezaban a escurrir lágrimas y su respiración se agitaba conforme seguía hablando con el cadáver, -A pesar de ser solo un peon en este ajedrez, serviste bien a la causa, te prometo que Varían y yo lo cuidaremos bien.- Dark cerro sus ojos y apretó la mano de su hija, recostó su cabeza en el pecho de su hija y siguió llorando toda la noche, y al igual que Lucius sus lágrimas se secaban al tocar el pecho de su hija.

Al día siguiente Dark presento el cuerpo en un ataúd de cristal ante Lucius, el cadáver no presentaba ninguna expresión, pero para Lucius ella se veía tan linda como el día que dijo emocionada que tenía que viajar para buscar a papá. -Despídete de ella Lucius, será cremada y sus cenizas las conservaremos.- Lucius miraba el cuerpo de su madre, tomo aire y entre susurros dijo -Ay ama, te ves tan linda como el día en que dejaste la casa y me dejaste al cuidado del abuelo, me dijiste que regresarían con papá en unos años y más sin embargo nunca me dijiste a qué era de manera literal, creí que hablabas de esa metáfora de que papá se encontraba jugando con duendes.- Lucius acarició suavemente el cabello de su madre en el ataúd mientras la miraba con tristeza.

Al siguiente día, el cuerpo de Celeste se transformó en cenizas las cuales fueron a parar a las pequeñas capsulas de un anillo y un collar; el anillo lo usó Lucius y Dark porto el collar.

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En la Siguiente semana, Lucius se presentó a la escuela de manera normal, pero con el detalle de lucir más muerto que de costumbre. Su única amiga Signora le tocó la espalda mientras se dirija a su salón, Lucius se volteo y al verla se quedó quieto, ella lo abrazo y tomo su mano. -Lamento lo de tu mamá, tienes que dejar de pensar en eso Lucius- le dijo ella mientras caminaba tomándole la mano con fuerza, -Tienes razón, pero tengo la sensación de que debí haberla ayudado antes, tal vez si lo hubiera hecho todavía la tendría a ella, ¿Que haría Don Varían si estuviera vivo?- contesto Lucius Mientras se frotaba la frente. -¿Tu padre murió en un accidente, no?- pregunto Signora y Lucius contesto -Si, mi papá falleció en un accidente de Aereopuerto hace 10 años, iba con mi abuelo a un lugar cerca de Rusia me parece, no me acuerdo, al rato le pregunto al abuelo-.

Lucius termino pronto sus clases y cuando iba de salida un pequeño jalón lo hizo retroceder. -te acompaño a tu casa.- Propuso Signora al tomar su mano. Lucius no encontró palabras para negarse y decidió que tanto el como su abuelo debían distraerse un poco para salir de aquel momento devastador por el que pasaban.

Lucius camino a su casa con la compañía de Signora y está se quedó asombrada por lo grande que era su casa, las cosas eran tan lujosas y brillantes, pero debido a los malos cuidados los colores tan vivos de la casa se hacían opacos, -Tu casa es...- Signora no pudo terminar de hablar cuando fue interrumpida por Lucius, -¿Grande? Si, sería un poco mejor si tuviera con quién compartirla, además de mi abuelo- Dijo Lucius mientras se quitaba el suéter. -Yo iba a decir linda.- contesto Signora, después lo miro y agregó -¿Dónde está tu abuelo?-, Lucius respondió -No lo sé, a veces desaparece un buen rato, a pasado que se llega a ir días y luego vuelve como si nada.- Lucius llegó a ofrecer agua a Signora.

Tras un rato juntos Lucius se quedó dormido mientras se quedaba abrazado a Signora quién al verlo dormido optó por dormir con el esa noche, llamo silenciosamente a su casa para avisar que llegaría mañana después de la escuela. Al día siguiente Lucius no se explicaba por qué su abuelo aún no aparecía en la casa, preparo el desayuno para el y Signora, después de un rato fueron juntos a la escuela y terminando sus clases se volvieron a reunir. -¿Tu abuelo aún no contesta?- pregunto Signora mientras miraba a Lucius desesperado en el campo mientras sostenía un cigarro. -Aun no, solo me faltaba que el también desapareciera y mágicamente pum, se va el mendigo viejo arrugado ese- dijo Lucius entre suspiros. Signora lo abrazo e intento calmarlo, le quitó el cigarro para ella también fumar un poco, -Tranquilo, yo aún no me he ido y no lo haré, no me iré Lucius, estaré otra noche contigo si te parece bien y no quieres estar solo-. Signora tiro el cigarro por la cera mientras caminaba con Lucius de regreso a su casa, al llegar se acomodaron y unos 20 minutos más tarde la puerta del sótano se abrió, era Dark y sostenía una taza de café, el estaba medio ebrio y no podía mantener sus pasos derechos, al mirarlos a ambos escondió la botella de ron que tenía en la mano e intento disimular.

Signora ya lo había visto, y susurró al oído de Lucius -Tu abuelo ya llegó.-, a lo que el contesto -Si, lo noté, seguro está medio ido, solo síguele la corriente y haz como que no lo ves-, -Ok, será fácil- declaro Signora. -Entonces, ¿Son novios?- pregunto Dark mientras se frotaba la cara e intentaba sentarse al lado de ellos, Signora escupió el agua y volteo su cara a otro lado pensando (Mendigo viejo). Lucius lo miro medió molesto -A ver.. Desapareces casi dos días y de la nada apareces medio ebrio y preguntas semejante estupidez. ¿Abuelo estás loco?-, Dark lo miro con los ojos entreabiertos -No, estoy ebrio que es una cosa distinta.- Lucius saco la botella de Ron que había escondido Dark, Signora solo miraba apenada mientras comía un trozo de pizza, Dark se quedó dormido en el sillón mientras murmuraba -Perdón hijo, debo hablar con tus papás-.

Lucius y Signora solo lo miraron unos segundos, -Si se muere, lo revivo, lo mato y me suicidó de paso- dijo Lucius tomando un trago de la misma botella de ron y Signora al oírlo le tiro un colchón, -Que- Signora se levantó del sillón -Si te mueres.- Lucius interrumpió preguntando -¿Y qué?- Lucius se paró frente a ella mientras sostenía la botella -¿Irias a buscarme en el infierno?- ambos se miraban a los ojos -Claro que si, imbecil.- Signora le dio un golpe que dejó a Lucius inconciente.

-EN LA MADRE- Grito Signora al darse cuenta que noqueó a Lucius, a pesar de ser más pequeña que el lo levantó y lo llevo cargando hasta su cuarto. Al día siguiente Signora preparo el desayuno antes de que Dark y Lucius se levantarán, Dark despertó con el olor de la comida y en un deseo insaciable de comida se arrastró hasta la cocina y levito del suelo para caer directamente en una silla a espaldas de Signora, apareció una taza de café en la barra y bebió un poco de este, -¿Le pusiste ajo?- pregunto Dark mientras miraba como Signora cocinaba y está al darse la vuelta se dio con la sorpresa de que el estaba ahí. -Perdone que tenga que decir esto señor, ¿Como pudo hacer un café sin que lo escuchará o tan siquiera haberme dado cuenta?.

Dark la miro mientras tomaba su café y después de tomar un trago le contesto -Fui espía en Estados Unidos, trabaje para Rusia.- tomo nuevamente la taza y tomo otra vez, -Aprendi a ser tan sigiloso como un mapache-. Signora se quedó impresionada y solo se quedó mirando a Dark. -¿Entonces es militar?- Pregunto a Dark. -Nah, Hechicero Supremo seguramente- contesto Dark de manera sarcástica y empezó a reírse, cuando termino miro la cara de sorpresa que tenia Signora y Lucius quién apenas se levantaba pregunto -¿Que es tan gracioso que no deja dormir?-, Dark miro a Signora, Signora le devolvió la mirada, Signora no tenía palabras, su impresión fue hechizo de Dark para que no dijera nada y Lucius no supiera del tema del que estaban hablando.

Tras un rato terminaron de desayunar y Signora recibió una llamada, al colgar se tuvo que despedir y tras irse un mar de tristeza y soledad inundó la casa de Lucius.

*Camino A Casa Signora Fue Absorbida Por Un Vórtice Que La Desapareció Del Mapa.*