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Capítulo 38: Asesinato

編集者: Adrastea Works

Dorian vio salir una pequeña cantidad de hombres con armaduras de las mansiones o palacios, mirando al cielo confundidos. También vio a algunos vampiros, humanos, e incluso aeth, vestidos con trajes o túnicas, salir también, apuntando hacia arriba.

Levantó la vista, sin notar nada fuera de lo normal. Asumió que tenía que ver con haber devorado la puerta. Se disculpó mentalmente con cualquier persona inocente que resultara incomodada.

También vio, desde la mansión hacia la que se dirigía, salir la figura del mago vampiro, además de otro vampiro vestido con una armadura de cuero negro. Miró con furia al hombre, la furia iba brotando en él sucesivamente.

—Tu alma ha terminado su periodo de adaptación—. La voz de Ausra en su cabeza sonó con una sincronización perfecta, informándole—. Evolucionando a la segunda etapa de crecimiento del humano".

Inmediatamente su forma empezó a cambiar a medida que su forma humana llegaba a su finalización de crecimiento. Afortunadamente, estaba oculto detrás de un árbol grande, fuera de la vista.

No parecía haber un vigilante o guardia activo en esta área. Los habitantes probablemente asumieron que su puerta mágica era suficiente.

-Humano – Etapa de crecimiento: (2/2) humano adulto. Progreso de crecimiento – 59.494/0 –

Ni siquiera se tomó el tiempo para contemplar su apariencia, ya que cambió de forma inmediatamente.

- Titán – Etapa de crecimiento: (2/4) titán adulto joven. Progreso de crecimiento – 59.494/8.052 –

—Evolucionando a la tercera etapa de crecimiento—. Ausra se interrumpió a sí misma, y luego continuó—. Evolucionando a la cuarta etapa de crecimiento.

-Titán – Etapa de crecimiento: (4/4) titán adulto grande. Progreso de crecimiento – 624/0 –

Dorian sintió que su cuerpo comenzaba a alargarse a medida que su forma de titán evolucionaba, absorbiendo casi toda la energía que había conseguido, dejándolo con unas miserables 624 unidades restantes. Paulatinamente, sus brazos y piernas comenzaron a estirarse, al igual que su pecho. Empezó a crecer, transformándose en un enorme y corpulento titán de tres metros de altura.

—¡Condensar!—. Antes de que su cuerpo terminara de formarse, Dorian activó su habilidad condensar, encogiendo su altura inmediatamente y condensando su figura. Una sensación increíble de fuerza y poder descansó en sus manos mientras lo hacía.

Su cuerpo que antes se veía como el de un constructor cubierto de músculos adelgazó. Los músculos abultados fueron reemplazados por músculos magros y duros en su forma condensada, la densidad de los cuales era alucinante.

Casualmente agitó su mano, sintiendo como si un ligero toque suyo pudiera fácilmente diezmar los árboles en frente de él.

Dorian – Estado del alma

Etapa del alma: Magnus Magister (máximo). Salud: perfecta. Energía: 814/814

Sonrió al ver su estado. Al evolucionar su forma de titán, ¡su alma había crecido del intermedio de la clase Magnus Magister al máximo! Sus niveles de energía se habían cuadruplicado.

Echó un breve vistazo alrededor. Una vez más, notó que el mundo que lo rodeaba parecía haberse ralentizado, sólo un poco. Su percepción del tiempo se había mejorado. En comparación a antes, todo parecía moverse de nuevo la mitad de rápido. Su agudeza visual había saltado un reino entero, dejándolo distinguir cosas que antes no había sido capaz de ver.

Al mirar hacia arriba, vio débiles distorsiones en el aire. Eran casi imperceptibles, incluso con su visión aumentada, pero parecían serpientes retorciéndose, torciéndose y girando. Parecía que la barrera que protegía la puerta había subido hacia el cielo.

Cuando Dorian sintió que su cuerpo alcanzaba una condición perfecta, volvió su atención al vampiro mago que acababa de regresar a su casa.

Se frotó las palmas de las manos.

Un momento después, se podía ver como un pequeño lagarto salió disparado a través de la hierba hacia cierta mansión…

..

Al mismo tiempo, cuando el amanecer alcanzaba su plena realización, su luz brillaba sobre el majestuoso palacio en el centro de la ciudad. La mansión del Señor de la ciudad.

El señor de la ciudad de Potor, Uberon Bank, un mago de clase Dominus, miró hacia abajo a la delgada espada que acababa de apuñalar su corazón en estado de shock puro y absoluto.

—¿Marilyn?—escupió. La sangre roja brotaba de su boca mientras miraba a su esposa con horror. Había sido atrapado por completo con la guardia baja, el repentino ataque de alguna manera atravesó su barrera innata.

Estaba de pie en su vestíbulo, en la mansión del señor de la ciudad en el centro de la ciudad Potor. Una gran estantería con diez mil libros situado en la pared se elevaba por encima de un suelo de madera de roble teñido. Unos cuantos sillones pequeños descansaban frente a una chimenea encendida, mientras que una docena de pinturas de los anteriores Señores de la ciudad estaban colocadas en las paredes, entre grandes ventanas blancas.

El vampiro de clase Dominus se tambaleó, con sus manos sujetando la espada. Una sensación de cansancio atemporal se extendió por todo su cuerpo, algún tipo de veneno infame aniquilaba su habilidad de regeneración.

Su esposa era una humana pequeña y bronceada con cabello largo y rojo y una figura con mucho pecho. Uberon tenía una variedad de gustos, pero había descubierto que los humanos eran su elección única favorita, tanto en la sangre como en la cama. Se había casado con Marilyn, su esposa, hace años, obligándola a obedecer su voluntad gracias a la alardeada Magia de control que practicaba.

De cualquiera que lo traicionara, ella era la última persona de la que él habría sospechado. El pensamiento pasó rápidamente por su mente, la imposibilidad absoluta de que alguien rompiera el hechizo de control de clase Dominus que él había puesto en ella, mientras su visión comenzaba a ponerse borrosa.

Su hermosa esposa de cabello rojo lo miraba con lástima.

—Marilyn ya no es el nombre de esta forma—. Ella sacudió su cabeza, con su voz haciendo eco suavemente en el vestíbulo vacío—. Mi nombre es Mello.

..

Dorian cruzó el jardín en pocos segundos, escabulléndose a través de un puente pequeño que cruzaba sobre un foso. Se coló dentro de la casa, deslizándose a través de una ventana un poco abierta. A medida que avanzaba, notó que había un guardia parado al frente, mirando hacia el cielo.

El interior de la casa era tan lujoso como su exterior. Los pisos blancos de aspecto caro, pinturas finas decorando las paredes, estatuas de mármol puestas en fila en los costados de la casa, todo se veía extravagante y costoso.

Desde una habitación más allá de la entrada, Dorian pudo escuchar un par de voces hablando.

—…¡y contacta al líder de los Doce Palacios inmediatamente! Esto es algo inaudito, un desperfecto fatal en las tarifas que pagué—. La voz iracunda del vampiro mago resonó, llena de irritación y enojo.

—Sí señor, sí señor—respondió una atormentada voz femenina.

Unos momentos después, una vampira de aspecto furioso que usaba un vestido delgado y negro salió de una puerta, y se dirigió hacia la entrada. Dorian se escondió detrás de uno de los bustos cuando ella se fue, yéndose enojada en una rabieta.

Escuchó un gran suspiro desde la otra habitación.

Sus ojos se estrecharon, Dorian avanzó sigilosamente por el pasillo blanco e ingresó por la entrada de la que había salido la mujer.

Se encontró en un comedor de aspecto grande. Una gran mesa de madera marrón estaba ubicada en el centro, mientras que una docena de sillas de apariencia cómoda con cojines lujosos la rodeaban. Varios gabinetes llenos de fina cuchillería o decoradas piezas de joyería salpicaban las paredes.

Una gran ventana que daba a un campo repleto de flores azules, y el cielo arriba al final de la habitación. El vampiro mago estaba en ese momento mirando afuera, con las manos cruzadas tras su espalda.

Dorian fulminó al hombre con la mirada. ¿Debería transformarse y darle al hombre la posibilidad de explicarse primero?

Pensó en ello por un momento, y luego tomó su decisión.

Su pequeño cuerpo de lagarto se escabulló por la habitación en un instante, casi sin hacer ruido.

A pesar de eso, el mago vampiro se puso en alerta, comenzando a girar poco a poco con sorpresa. Los vampiros, especialmente aquellos de una clase alta, eran famosos por tener hábiles sentidos, en especial en entornos donde no haya nada que los distraiga. Incluso el leve sonido de las garras de Dorian en el suelo de madera era suficiente.

Cuando Dorian apareció detrás del vampiro mago, deseó transformarse, pero permaneciendo condensado.

Solo le tomó una fracción de segundo para su forma de titán el estirarse y emerger, apareciendo en la esbelta y devastadoramente fuerte forma de titán.

Los titanes, en el crecimiento máximo de su linaje, eran seres de la clase Magnus Magister en el punto máximo de la clase Magnus Magister.

Cuando se condensaban, su fuerza física entraba en un rango en el que podían considerarse de clase pseudo-Dominus. En ese nivel, un puñetazo concentrado de una bestia podía crear un cráter de cinco metros de diámetro en el suelo, un golpe devastadoramente poderoso que podía destruir árboles de metros de ancho con un movimiento casual.

El puño de Dorian aterrizó en el hombro derecho del vampiro mago, justo cuando el hombre estaba dándose la vuelta con sorpresa y confusión.

BUM

El piso de madera debajo de Dorian se agrietó y explotó por la fuerza de su puñetazo cuando envió al vampiro a volar, destruyendo completamente el comedor. Cubiertos, madera y vidrio ametrallaron el aire cuando Dorian levantó su brazo para cubrirse la cara, después de haber atacado la figura del vampiro mago.

Se podía ver un agujero enorme en la pared del lado del comedor, que llevaba a una cocina ahora parcialmente destruida. Podían verse alimentos al azar esparcidos alrededor, varios paquetes de fruta fresca mezclados con hierbas mágicas y algunas hileras de carne al azar.

Dorian irrumpió en esta habitación, y luego siguió corriendo, al ver otro agujero en la pared de la cocina que alguna vez fue elegante. Apartó una encimera de madera mientras corría hacia adelante, echando un vistazo para asegurarse de que no había nadie más allí.

Al lanzarse por el segundo agujero, Dorian distinguió una figura tendida en el suelo, cubierta con tablas y trozos de piedra caídas. Parecía estar en algún tipo de estudio, había un par de mesas y sillas largas con algunos libros y mapas abiertos en ellas. Varias ventanas iluminaban el área con la brillante luz de la mañana.

Había enviado al mago a volar por el aire a través de unos veinte metros, a pesar de dos paredes de piedra y madera reforzadas.

—Arrgh—. Ralf se esforzó en ponerse de pie, la sangre brotaba de su boca mientras levantaba la vista borrosa, el puro impacto del ataque casi lo había matado. Su preciada barrera innata había logrado bloquear una buena parte del impacto, pero la fuerza del ataque aun había sido suficiente para herirlo de gravedad.

—¿Qué les hiciste a los comerciantes aeth?—. La voz de Dorian era fría mientras se acercaba, sin darle tiempo al mago para orientarse. Se frotó las manos, sintiendo una sensación fuerte en ellas.

El pegarle un puñetazo al mago se había sentido como golpear un muro de hierro. Su puño había chocado con la barrera que sabía que el mago tenía, y se había visto obligado a atravesarla con toda su fuerza. Se sentía como si estuviera tratando de levantar un peso increíblemente pesado.

La sensación había comenzado a dar, después de una fracción de segundo, y su puño había logrado hacer contacto con el mago. Pero sin duda había sido algo estrecho.

—¡HABLA!—. Su voz era dura mientras miraba abajo, hacia el mago, haciendo crujir sus nudillos.

Débilmente, podía escuchar voces que gritaban en el fondo. Los pocos guardias que el mago había posicionado llegarían allí pronto.

Ralf miró con furia la figura borrosa del titán, y luego juntó sus manos. El golpe que había recibido le había quitado una décima parte de su energía. Si recibiera muchos más como ese, no sería capaz de defenderse.

—Magia de sangre: disp…

Antes de que pudiera terminar de hablar, el pecho de Dorian se inclinó hacia adelante y una oleada de llamas esmeralda se dieron contra el vampiro, brotando de su boca.

—¡ARRRGH!—gritó el hombre, al sentir que su barrera innata temblaba, con un dolor insoportable recorriéndolo. Las llamas comenzaron a devorar el poder bruto que su alma enviaba a la barrera, empezando a fundirse a través de ella a una velocidad increíble.

—¡Hablaré, hablaré! ¡Por favor!—gritó Ralf, con sangre brotando de su nariz y escurriendo de sus ojos.

Dorian retiró las llamas esmeralda mientras sus ojos fríos miraban al mago, sin piedad.

..

Unos pocos minutos después, Dorian se encontró huyendo de la elegante área del palacio, llevando el cuerpo inconsciente de una joven niña de doce años.

Vestía un conjunto de leggins sueltos de cuero gris, atados alrededor de sus piernas y una camisa blanca y lisa. Un fino anillo negro estaba colocado en su mano, brillando a la luz de la mañana.

Después de forzar al mago a rendirse, Dorian había logrado obtener una gran cantidad de información.

El mago había secuestrado a la hija de los comerciantes aeth, tratando de usarlos para tenderle una trampa a Dorian y tratar con él usando la ley. El asesinar habitantes en esta ciudad era un pasatiempo peligroso, y el mago había pensado que era más prudente simplemente obligarlos a obedecerlo al usar un rehén.

Miró el anillo en su dedo. Era un anillo espacial raro, un artículo que valía decenas de miles de cecas de oro. Anteriormente había sido el tesoro del mago, Ralf, como supo que se llamaba. En él, encontró varios cientos de hierbas mágicas, las que reconoció como las suyas. También encontró tres cajas etiquetadas llenas con sangre, una enorme reserva de oro, y varias otras reliquias negras y extrañas que no fue capaz de descifrar.

—Águila negra ambian, tigre de espadas de medianoche, dragón de tierra ester—. Leyó los nombres de las cajas en voz alta. Sin siquiera un segundo de duda, absorbió cada linaje, almacenándolos para su uso posterior. Se tomó un momento para analizar los últimos minutos.

Después que el mago hubiese renunciado a su anillo, y la información que Dorian había querido, había hecho que el mago les ordenara a sus guardias que se fueran y le mostrara donde había mantenido a la hija de los comerciantes, encerrada en una habitación contigua, dormida bajo un hechizo que desaparecería en un par de horas. Luego lo hizo llevarlo a su armario, y le robó varios trajes diferentes.

Después de eso, Dorian le había dado al hombre una mirada en blanco, sin emociones, y perforado su corazón, atravesando la barrera innata del mago ya destrozada.

El mago murió con una expresión de agravio en su cara, pasando de este mundo al siguiente.

Dorian miró el cuerpo del mago. Dio una ligera inclinación de cabeza, con sus ojos tranquilos. Se acercó y absorbió la sangre del mago, por si acaso, sintiendo que absorbía la energía del cuerpo del hombre muerto.

—La vida es preciosa. Espero que valores la tuya y la uses más sabiamente la próxima—. Apartó la vista del cadáver sin sentir nada especial.

La primera vez que había asesinado a alguien había sido un suceso impactante que lo sacudió hasta el fondo. Había ignorado como se sentía, decidiendo que lidiaría más tarde con las emociones.

Pocos minutos después de eso, se vio obligado a matar de nuevo, esta vez un titán enorme y poderoso, y había observado como lo más cercano a un amigo que tenía en este mundo, William, casi murió tratando de salvarlo.

Mientras se tomaba un breve momento para mirar el cuerpo del vampiro muerto, mentalmente, Dorian llegó a una fría conclusión. Simplemente había personas en este universo que necesitaban ser asesinadas. No se compadecería por ellos o se dejaría sentir desgarrado emocionalmente por matarlos. Si iba a ser etiquetado como un demonio asesino por hacer eso… entonces que así sea.

Miró abajo, hacia sus manos. Estaban teñidas con sangre, mezclándose con la piel roja que tenía en esta forma. Era casi como si las manchas de sangre formaran parte de él ahora. Inhaló hondo y luego exhaló. Se dio la vuelta y no miró hacia atrás.

Cambió de forma, transformándose de nuevo en su apariencia humana. Su cuerpo estaba bien formado, los músculos duros destacaban y le daban una apariencia esbelta pero musculosa. No tenía muchas opciones en el asunto, sabiendo que los guardias estaban en bloque buscando su forma de titán.

Tenía ganas de regresar a su forma de dragón myyr, o crear una forma híbrida usando alguno de sus linajes entrenados. Paulatinamente había descubierto que odiaba esta vida compleja y ocupada como humanoide. Las personas eran crueles y confabuladoras, mientras que la naturaleza se sentía mucho más simple para él. Al menos si alguien quería matarte, lo haría abiertamente.

Luego se puso un conjunto de la ropa de aspecto más sencillo del armario del mago, agarró a la hija de los comerciantes y se fue, escapando de la mansión del vampiro mago por la parte posterior.

En lugar de salir por la puerta, simplemente saltó por el lado de la cerca de piedra que bloqueaba el área. Ya que no había una barrera protectora, escapar era bastante fácil.

Luego comenzó a trotar por la ciudad, tratando de parecer casual mientras llevaba a la niña en su espalda, como si la llevara de caballito.

Afortunadamente, la ciudad en sí parecía ser ya un hervidero de confusión, y su extraña apariencia atrajo poca atención. Grandes grupos de guardias estaban recorriendo arriba y abajo las calles, cientos de civiles saltaban a la vista, hablando en grandes grupos.

Ignoró sus alrededores mientras se movía de calle adyacente a calle adyacente, agradecido por el golpe de suerte.

Rápidamente se dirigió a la casa de los comerciantes aeth, con la intención de dejar a la niña y terminar con el sufrimiento de la pobre familia.