En verdad, habían sido las palabras de Subaru las que habían dado apoyo a los ciudadanos, y eran una medicina muy fuerte para aquellos que aún tenían importantes misiones que completar. Hasta tal punto, que había desactivado el miedo y el razonamiento que normalmente detendrían a una persona de cometer actos tan temerarios.
_Felt: "Eso es sólo imprudencia" —no puedes ir pensando así.
Leyendo los pensamientos de Otto, Felt habló tajantemente.
_Felt: Todos tienen derecho a luchar por las cosas que son importantes para ellos. Nadie puede evitar el deseo de hacer algo por esas cosas, aunque detrás no haya una razón de peso, ¿no es así?
_Otto: Eso… es una opinión personal, y una decisión como esa no debería ser tomada por alguien en una posición responsable.
_Felt: ¡Era una analogía! Además, nunca dije que aplicaba para esta situación. Tanto yo como esos chicos sólo salimos porque podíamos ganar.
_Otto: ¿Ganar… dices?
Siguiendo a Kiritaka, Felt se frotó bajo la nariz con su dedo.
_Felt: También escuché el discurso de nii-chan. El estúpido de Reinhard también debe haber acudido al Ayuntamiento junto contigo. Todos menos yo, ¿no es cierto?
Injustamente, lo que Felt sentía en ese momento se debía a un malentendido. En este mundo, así como hay palabras que sólo son apropiadas en ciertas circunstancias, también hay cosas que sólo pueden hacer aquellos humanos lo suficientemente aptos.
Y, siguiendo esa misma idea, Otto decidió no continuar con el tema, pues él tampoco estaba seguro de lo que podía hacer estando allí.
_Otto: ¿El señor Heinkel aún está preso adecuadamente?
_Felt: Está en el refugio de Camberley. Gastón y yo fuimos a casa a recoger algo.
Mientras decía eso, Felt apuntó con la mandíbula hacia Gastón. Gastón llevaba un paquete blanco en sus manos. Parecía una lanza larga.
_Otto: ¿Y eso?
_Felt: El Viejo Rom… Al parecer, es un arma secreta que guardaba en una de nuestras bolsas. Dijo que era un dispositivo mágico.
_Otto: ¡¿Un dispositivo mágico?! ¡Qué conveniente para este momento!
Idealmente, el intimidante poder de un dispositivo mágico posibilitaba obtener resultados que normalmente no serían posibles.
Luego de oír que se trataba de un arma secreta, las esperanzas no podían hacer más que incrementarse.
_Felt: Las condiciones para usarlo son un incordio, pero vale la pena por su poder. Aun así, podría ser útil para deshacernos del desastre en que se encuentra nii-chan…
_???: ——hk.
En lugar de las palabras de Felt, lo que en ese momento llegó a los oídos de Otto fue un grito.
Otto se giró hacia el lugar de donde venía, a lo que Felt y Kiritaka reaccionaron abriendo los ojos con sorpresa. Naturalmente, ellos no habían oído un grito similar antes, ya que era el grito de una voz incomprensible para los humanos.
_Ray: Parece que serán oponentes más divertidos de lo que creíamos, e~h. Simples lagartos de agua no nos llena. Para nosotros, de paladar exquisito, ni siquiera sirven como aperitivos—.
Una voz sonó como si se burlara de todo en el mundo.
Una voz que daba la impresión de poder golpear y derrotar cualquier cosa en el mundo, incluyendo la bandada de dragones de agua que deberían haber estado brincando por ahí persiguiendo a esa presa.
Sus siluetas, con sus colas, torsos y cabezas ahora destrozadas, habían estado muy emocionadas al momento del ataque inicial, pero su doloroso sufrimiento y su sangre brotando de sus cuerpos transmitió a todos la anormalidad de la situación.
_Otto: Felt-sama, respecto al dispositivo mágico… es poderoso, ¿no es así?
_Felt: Por lo que dijo el Viejo Rom, ni siquiera Reinhard podría esquivar su ataque, ¿sabes?
_Otto: Entiendo. Eso es bastante alentador… ¡Kiritaka-san!
_Kiritaka: ¿Q-Qué pasa?
Felt respondió con firmeza, mientras que Kiritaka tenía una expresión de desesperanza tras ver a los dragones de agua.
Para el no combatiente Kiritaka, dejar aquí a su escolta de Las Escamas del Dragón Blanco supondría estar en peligro el resto del camino hacia el Ayuntamiento.
_Otto: Felt-sama, todos los del grupo de Las Escamas del Dragón Blanco y yo te ganaremos tiempo. Mientras tanto, Kiritaka-san debería ir al Ayuntamiento… No, ¡primero ve al refugio número ocho de la ciudad!
_Kiritaka: ¡¿Hay algo ahí?!
_Otto: ——Si vas allí, lo entenderás todo. La única persona que puede ganar, aquella que Kiritaka-san deberá enviar aquí, se encuentra en ese lugar.
Al ver el determinado rostro de Otto mientras decía eso, Kiritaka cambió su expresión y asintió con fuerza.
Luego se giró hacia sus guardias, que estaban detrás de él.
_Kiritaka: Ya lo oyeron. Ahora, tal como dijo el señor Otto, iré al refugio. Quiero que se queden aquí y luchen junto a ellos. Para proteger esta ciudad.
_???: Nuestro trabajo es ser guardias del joven amo… al menos eso se suponía. ¿Cuándo se convirtió en una posición tan complicada?
_Kiritaka: Te equivocas. Su trabajo no es ser mis guardias. Ayudarme con mi propósito es el primer contrato.
Ante las sonrisas amargas de los miembros del grupo de Las Escamas del Dragón Blanco, Kiritaka respondió con una expresión de suma seriedad. La razón por la que su forma de explicar su camino se hizo más cortés era que la ciudad significaba mucho más para Kiritaka que un mero puesto de responsabilidad en él.
_Kiritaka: Ayúdenme con mi propósito, Escamas del Dragón Blanco. Luchemos para proteger nuestro importante lugar de trabajo, Priestella; y luchemos para salvar a nuestra querida diva, Liliana.
_???: Darse la vuelta es un suicidio.
_Kiritaka: No importa lo que piense, ni importa si ya no vuelvo a sonreír. Amo a Liliana, y no necesito otro motivo para arriesgar mi vida.
Diciendo eso, Kiritaka miró a Otto y a Felt.
Al mismo tiempo, levantó la bolsa que sostenía en sus manos.
_Kiritaka: Me aseguraré de llegar allí sin fallar. Nadie conoce esta ciudad y a Liliana mejor que yo.
_Felt: Por un momento, pensé que lucía genial, pero fue decepcionante al final.
Otto estuvo de acuerdo con la impresión de Felt; pero, en vez de decirlo, asintió en silencio mientras veía las preparaciones de Kiritaka.
_Ray: —Ya era hora, ¿están preparados?
Los movimientos agónicos de los dragones de agua se detuvieron y sus ojos blancos denotaban que estaban a punto de morir.
A través de un espacio en ese grupo, Batenkaitos apareció lentamente. El blasfemo con cuerpo de niño joven se abrazó los hombros, feliz de ver a sus adversarios mirándole.
_Ray: Ese contraataque estuvo bien. La imprudencia y la valentía son diferentes, ¡y el abandono y la persistencia también son totalmente diferentes! La expresión en sus rostros indica que lo saben. Estamos agradecidos. Al final, ustedes también obtuvieron la calificación para ser llevados a nuestro comedor.
_Felt: Todo lo que hicimos hasta ahora sólo sirvió para ser tirado a la basura, ¿eh? Este tipo en serio me hace enojar.
_Otto: No tiene nada que ver con ser reconocido como un enemigo bueno o malo. Personalmente, creo que aquellos que fueron despreciados aún pueden hacer bastante.
¿Él obtuvo esta idea estando cerca de Subaru? ¿O podría ser que sus pensamientos fueron influenciados por Subaru? ¿Qué tan malo sería eso?
En cualquier caso,
_Otto: ¡Kiritaka-san!
_Kiritaka: —¡Les deseo buena fortuna en su próxima batalla!
Siguiendo el llamado de Otto, Kiritaka corrió para abandonar este lugar. Sólo una persona, Batenkaitos, giró su cabeza cuando vio que Kiritaka intentaba escapar del campo de batalla.
_Ray: Detente por favo~r. ¡Con lo suavemente que habías aumentado nuestra motivación y hambre, e~h!
Siguiendo la espalda del fugitivo Kiritaka, el cuerpo de Batenkaitos saltó adelante. Usando su pequeño cuerpo por completo, su velocidad aérea unidireccional era increíblemente vertiginosa.
Con semejante velocidad, los colmillos de Batenkaitos alcanzarían y atravesarían a Kiritaka; pero justo antes—
_Felt: ¡—Gastón!
_Gastón: ¡Si muero aquí, lloraré y vendré para atormentarte después de convertirme en un espíritu!
La voz de Felt gritó a través del aire; y el hombretón, quien había saltado casi al mismo tiempo, interrumpió la trayectoria de Batenkaitos. Cruzándose de brazos frente a su rostro y arqueando su espalda, ese hombre era el sirviente de Felt, Gastón.
_Ray: No te metas en el camino~.
Blandiendo las dagas en sus brazos, Batenkaitos intentó eliminar el obstáculo. La hoja de acero brilló intensamente, y su impacto golpeó el brazo expuesto de Gastón.
Los sonidos retumbaron, y una de las dagas de Batenkaitos se rompió.
_Ray: ¿Eh?
_Otto: …
La voz dudosa de Batenkaitos estuvo acompañada por la de Otto. Ellos vieron lo que había pasado.
La postura de Gastón no cambió en absoluto. Con su brazo, rompió una de las dagas de Batenkaitos.
_Felt: Mi hombretón es bastante duro. Lo suficiente para ser mi escolta.
La alegre Felt, quien parecía pensar que eso lo había asustado, lanzó el cuchillo que sostenía en sus manos hacia Batenkaitos. Batenkaitos lo esquivó al mismo tiempo que hizo lo mismo con la patada de Gastón.
Justo cuando hizo una voltereta hacia atrás en dirección al espacio libre, los miembros del grupo de Las Escamas del Dragón Blanco cambiaron sus posiciones y bloquearon el camino.
La retirada de Kiritaka se había vuelto una realidad.
_Ray: Mmm, va~ya. Ya vemos.
La abrumadora existencia llamada Batenkaitos estaba superada en número, pero la sonrisa placentera que estaba adherida a su rostro no desapareció.
Con la misma velocidad, Batenkaitos miró a sus rivales uno por uno.
_Ray: Creo que hay tres personas con las que Ruy estará satisfecha.
Susurrando con un suspiro agitado, él soltó la daga rota. Ahora su brazo izquierdo estaba descubierto, y sólo su brazo derecho estaba armado.
_Otto: Por algún motivo, siento que nuestras posibilidades no han mejorado.
Como es usual, la alarma de Otto siguió respondiendo a la mayor de las amenazas.
Ignorando esa voz en su cabeza, Otto miró a Felt. Su jovencísimo rostro inmutable, al ver ese vigoroso espíritu de combate, tomó una decisión.
No hay posibilidad de escapar. Lucharemos.
_Otto: Considerando la cantidad de oportunidades para pelear que he tenido en el último año, ¿qué podría hacer como un comerciante?
La voz que salió de esa boca no alcanzó a nadie.
Y por eso, nadie notó que, en lugar del contenido de las palabras, la voz misma tenía un tono pesimista en ella.