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Levantarse De Nuevo

La voz de Alexa parecía cambiar entre más reía, se estaba volviendo más grave, pero esa aura negra seguía cubriéndola por completo. 

-No puedo creer que haya tenido que recurrir a esto. Aunque no entiendo porque falló – dijo ella de pronto.

-¿De que estas hablando Alexa? ¿Cómo que recurrir a esto? Si estaban pelando bien. Bueno, Lucas te tuvo que salvar pero estabas manejando todo bien – dijo Miriam acercándose a ella.

-Algo está mal, no creo que Alexa sea ella misma en este momento. Piensa… algo ocurrió antes de que llegaras hasta ella o tal vez cuando lo hiciste - dije en mi mente buscando una explicación

-¿Estas segura que te encuentras bien? Desde hace unos minutos estás algo rara – dijo Alfred.

-Es verdad ¿Por qué comenzaste a gritar así? Parecía como si estuvieras poseída – dijo Lizbeth preocupada.

-¡Maldición, eso es! ¡Ella no es Alexa, ese maldito demonio…! ¿Pero en qué momento fue…? – pensé preocupado.

-Escúchame Alexa… no, Euronymous… - dije de manera seria, preparándome para lo peor.

-¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Si ella es Alexa! – dijo Alfred.

Como respuesta Euronymous empezó a reír de nuevo. Los demás palidecieron al escuchar mis palabras y más al escuchar reír de nuevo al demonio.

-Lo descubriste demasiado rápido. Ahora entiendo porque le causaste tantos problemas a Apollyon – dijo Euronymous.

-¡Ese maldito demonio poseyó a Alexa! – dijo Alfred casi en pánico.

Miriam parecía que estaba a punto de llorar, podía entenderlo, ellas dos eran muy cercanas.

-Sera mejor que salgas del cuerpo de Alexa antes de que encuentre la manera de sacarte de ahí a golpes – dije molesto.

-¡Este no era mi plan! A quien quería poseer era a ti, pero por alguna razón no pude hacerlo. Hay algo más dentro de ti, por eso es que no pude hacerlo. Claro que no es para nada bueno lo que tienes, sí, es poderoso, lo admito, pero es algo que acabará contigo pronto ¡Pero veo que eso ya lo sabes! – dijo Euronymous, parecía que se estaba divirtiendo.

-¡La risa de este malnacido ya me está colmando la paciencia! Pero debo de encontrar una manera de acabar con él sin matar a Alexa ¿Pero cómo? No creo que un exorcista pueda con esto – pensé buscando una solución.

-Yo sé cómo hacerlo. Solo tienes que… - dijo Miriam, pero no pudo terminar porque Euronymous la golpeo en el estómago, sabía que Alexa tenía mucha fuerza pero no pensé que tendría tanta como para levantar a alguien del suelo con un golpe.

-¡¿Pero qué estás haciendo?! – grito Alfred.

Esta vez tomó a Karen y Carl del cuello y los azotó contra el suelo, los dos quedaron inconscientes al instante. Alfred trato de ayudarlos, pudo esquivar el primer golpe pero después Euronymous lo golpeo bastante hasta que Lizbeth y Robert intervinieron pero también los dejó fuera de combate en un instante.

Solo me quedé de pie sin intervenir, sabía que no mataría a los chicos porque no uso su espada, al parecer solo quería pelear contra mí. 

-Este cuerpo en verdad me sorprende, es más fuerte de lo que se ve a simple vista. Y ni siquiera ha despertado su poder ¡En verdad puedo usar este cuerpo para acabar con muchos! – dijo el mientras observaba las manos de Alexa.

-¡No te dejare hacerlo! ¡De alguna manera te sacare de ahí! – dije mientras me preparaba para pelear. 

-¿Acaso te atreverás a lastimar a esta chica? ¡La única manera de hacerlo es matarla! – dijo el con una sonrisa siniestra.

-¡Claro que no, escuche a Miriam decir que había una forma! ¡Sea cual sea esa forma la encontrare! – dije tratando de sonar convincente.

-¡Eso si puedes lidiar conmigo ahora! – dijo mientras se lanzaba contra mí.

En un instante Euronymous desenvaino la espada de Alexa y se lanzó al ataque, fue tan rápido que no pude sacar alguna de mis espadas para defenderme, solo pude esquivarlo. Lanzó varios tajos hacia mí pero pude esquivarlos, tenía suerte de que estuviera luchando igual que lo hacía con su propio cuerpo, de luchar como lo hacía Alexa no hubiera podido hacer mucho sin tener una espada.

Cometió un pequeño error de cálculo y clavo su espada en el suelo, lo que me dio tiempo de sacar una espada para poder defenderme. Tengo que admitir que Euronymous estaba haciendo salir a flote todo el potencial de Alexa, ahora ella era tan fuerte y rápida como yo. Pero yo tenía la ventaja en cuanto se trataba de armamento, mi espada era más grande y pesada que la suya, por lo que cuando nuestras espadas chocaban él tendía a retroceder un poco.

-Si seguimos así lo más probable es que él encuentre la forma de usar esa espada ligera a su favor, si eso pasa estoy perdido. Pero tampoco puedo atacarlo de verdad sin herir a Alexa – pensé mientras bloqueaba sus ataques.

En ese momento Euronymous empezó a lanzar estocadas como lo hacía Alexa, apenas tuve tiempo de sacar mi otra espada para defenderme y aun así me estaba resultando difícil bloquear sus ataques. Tenía que hacer algo, aunque fuera algo estúpido y arriesgado.

Hice un movimiento en falso y Euronymous me quito la espada de una estocada, pero era lo que quería. Con mi otra espada pude quitarle la suya de un tajo, por lo menos así me daría más tiempo para poder pensar o eso creía.

Hizo un movimiento con su mano, yo por instinto salte hacia atrás, en ese instante del suelo salieron volando rocas que se veían tan filosas como cualquier cuchillo.

-Vaya, no pensé que sucedería algo como esto, es más de lo que esperaba – dijo Euronymous mientras veía las rocas caer al suelo.

-¡¿Qué fue lo que hiciste?! – dije preocupado.

-Solo use un poco del poder que tenía esta chica, es sorprendente que ella pueda hacer esto. Lo olvidaba ¡ella no podía hacer esto! ¡Ni siquiera sabe que tiene todo este poder, que estúpida! – dijo Euronymous mientras volvía a reírse de manera psicópata.

-Supongo que ya no tengo más opciones… ¡Escúchame Alexa, lo siento! ¡Nos veremos en el otro mundo! – dije mientras me ponía en guardia con ambas espadas.

-¡¿Pero qué estás diciendo?! – dijo Euronymous asustado.

-Ya no puedo seguir dudando, si no lo detengo aquí matara a muchas personas. No importa si está en el cuerpo de alguien más ¡es algo que debo hacer por difícil que sea! – pensé tomando mi decisión.

Me lance contra él con la intención de acabarlo de una vez por todas. El intentaba atacar, pero no podía, yo no dejaba que tuviera tiempo de reaccionar, mi único objetivo era atacar hasta acabar con él. Un pilar de roca salió de la nada y se interpuso entre nosotros, lo rodee de un solo salto y de un golpe hice que cayera al suelo.

Trate de seguir atacando pero caí al suelo, sentía que algo había agarrado con fuerza uno de mi pies, al verlo estaba cubierto por una capa gruesa de roca. Euronymous me había atrapado.

-¿¡De verdad no te importa matarla!? ¡Pero que maldito! ¡Ella es tu compañera y aun así no te tientas el corazón al querer matarla! – dijo Euronymous casi en pánico.

-¡Cierra la maldita boca! ¡Ya estoy harto de escucharte hablar, de oírte reír…simplemente ya me harté de que sigas existiendo! – dije mientras intentaba zafar mi pie de las rocas.

-¡No eres para nada parecido a un héroe! ¡Incluso un héroe mediocre se preocuparía de sus amigos! – dijo él, parecía estar enojado.

-¡Yo solo tengo una meta en la vida! ¡Es acabar con Apollyon y con aquellos que se metan en mi camino! ¡Si tengo que destrozar a cada monstruo en el camino no me importa! – dije furioso, podía sentir que si seguía así perdería el control.

Euronymous palideció al escuchar mi respuesta, puede que estuviera en el cuerpo de Alexa pero no sabía que los demonios pudieran sentir miedo.

-Si lo que dices es verdad no puedo seguir jugando contigo ¡Tengo que matarte ahora mismo! – dijo él enojado.

Toco el suelo con las dos manos y dos grandes muros aparecieron a su lado, apunto sus manos hacia mí y los muros se desquebrajaron, las rocas salieron volando igual que antes y yo trate de defenderme con ambas espadas. De alguna manera estaba defendiéndome de eso, cortando las rocas que se me acercaban, pero eso no quería decir que mi defensa fuera perfecta, varias rocas pasaron lastimando en los brazos y las piernas.

Cuando terminó, Euronymous se veía cansado al igual que yo. Revise a simple vista las heridas que tenía, no eran muy profundas pero si eran muchas, por suerte ninguna roca me había dado en el estómago o en el pecho, eso hubiera significado mi fin.

-¿Cómo es que pudiste contra eso? – dijo Euronymous mientras respiraba pesadamente.

-Ni yo lo sé – respondí cansado.

-Pensé que podría seguir así por más tiempo pero me equivoqué, este cuerpo todavía no está listo para usar esa clase de poder. ¡Entonces tendré que matarte con mis propias manos! - dijo eso y salto sobre mí y empezó a estrangularme. 

Trate de zafarme pero mis manos y pies fueron envueltos por rocas, me tenía atrapado y mis heridas no ayudaban mucho. No sabía cuánto tiempo podría aguantar así, pero en mi estado actual no pasaría mucho para que me matara.

Podía sentir mi cuerpo entumecerse, estaba perdiendo la conciencia poco a poco. Pero de pronto escuche algo… una voz… alguien llorando. 

Mi vista se volvió negra por completo, un segundo después apareció una imagen de una niña llorando, por alguna razón me parecía familiar, como si hubiera visto esa escena antes. De ponto la imagen cambio y frente a mi estaba Alexa, sostenía su cabeza entre sus rodillas y lloraba mientras trataba de cubrirse.

-Por favor…sálvenme…Jef…sálvame…. ¡Ayuda! ¡Dijiste que siempre me protegerías! ¡Dijiste que estarías conmigo! ¡Que me protegerías! – dijo ella mientras lloraba.

Era la primera vez que la veía tan asustada, no sabía lo que le había pasado pero debió ser algo horrible. Además estaba llamando a alguien, al principio pensé que se trataba de mí, pero me di cuenta que era alguien más, alguien de su pasado, pero escucharla decir eso por alguna razón despertó algo en mí.

Regrese a la realidad y Euronymous seguía estrangulándome. Solo recordar cómo había visto a Alexa fue suficiente para que mi enojo me hiciera perder el control, pero no del todo, de alguna manera rompí las rocas a mi alrededor, moví mi pie hasta su estómago y con todas las fuerzas que tenía lo empuje hacia atrás. En ese momento me sentía realmente furioso, tanto que no sentí el momento en que me había opuesto de pie y había golpeado a Euronymous en el estómago antes de que tocara el suelo, fue un golpe tan fuerte que se estrelló de espaldas contra un árbol. Salte hasta donde estaba, dispuesto a acabarlo de un golpe, pero lo esquivo y golpeé el árbol. No sé qué fue lo que él vio pero se paralizo durante un instante.

Levante mi puño para golpearlo, pero mi puño estaba completamente negro. Justo cuando estaba por golpearlo una pequeña esfera negra voló del cuerpo de Alexa hacia el cuerpo del demonio. Logré detener el golpe a tiempo y sostener el cuerpo de Alexa antes de que cayera.

Al parecer ella no tenía alguna herida visible, pero sabía que el golpe que le había dado fue muy fuerte porque tenía un poco de sangre en la boca, pero aparte de eso todo estaba bien. Trate de dejarla recostada en el suelo pero empezó a despertar.

-No te muevas, recibiste un golpe muy fuerte – dije mientras recuperaba el control.

-¿Qué fue lo que paso? – dijo ella confundida.

Por alguna razón aun tenia algunas lágrimas en los ojos, recordé lo que había visto antes mientras Euronymous me estrangulaba, debía hacer que se calmara y que fuera con los demás para que huyeran.

-Todo está bien, yo me encargare de todo desde ahora, solo descansa un poco. Cuando te sientas mejor ve con los demás y espérenme en el campamento – dije mientras la dejaba en el suelo.

-Espera, yo también… -dijo ella, trató de levantarse pero por el esfuerzo escupió sangre, por el momento solo podía llevarla con los demás, la volví a levantarla del suelo y empecé a caminar. Todos ya estaban despiertos pero adoloridos, en cuanto me vieron cargando a Alexa supieron que algo andaba mal.

-¿Qué fue lo que paso? ¿Ella es Alexa verdad? ¡Enserio es Alexa ¿no?! – Miriam seguía lanzando preguntas muy nerviosa, aunque podía entender por qué.

-Sí, Euronymous abandono su cuerpo cuando estuve a punto de…bueno… el punto es que la dejo en paz, ahora solo tienen que recuperarse un poco he irse de aquí rápido, algo me dice que esto no ha acabado – dije eso mientras buscaba algo en mi mochila donde llevaba cosas para momentos como este, claro que sabía que medicamentos normales no harían nada en estos casos, así que tendría que usar algo muy distinto. Encontré el paquete que buscaba, tenía una nota que decía "úsese en caso de emergencia".

-No sé qué haya adentro, pero espero que sea cierto lo que decía aquella nota – dije mientras sostenía el paquete en mis manos

Lo abrí y dentro había una pequeña botella y otro paquete que tenía algo suave dentro. Abrí ese paquete y tenía una especie de masa dorada dentro, no lo pensé dos veces y comí un poco. No preste mucha atención a su sabor pero estaba delicioso.

-Por lo menos sé que no me hará daño, pero ¿Por qué siento que mi cuerpo se calienta? No me duele nada ¡¿acaso esto es una especie de droga?! No, de seguro es otra cosa – pensé mientras empezaba a sentir los efectos.

No estaba seguro de que era pero le di de comer un poco a Alexa. 

-Cuídenla hasta que se reponga, cuando puedan tienen que irse al campamento – dije mientras me ponía de pie.

-¡Espera… ¿Qué fue lo que comiste?! ¡Hace un segundo tenías un rasguño en la cara y ahora no está! – dijo Alfred preocupado.

-No sé, pero si me curó supongo que es algo bueno. Nos vemos más tarde – dije mientras empezaba a caminar.

Me dirigí hacia Euronymous que se había puesto de pie y tenia de nuevo una sonrisa psicópata. 

-Decidido. Tengo que quitarle esa maldita sonrisa a golpes – pensé mientras me acercaba a él.

-Eres más cobarde de lo que pensé – dije completamente enojado.

-No pensé que para matarme estarías dispuesto a matarla a ella también. Al final no eres muy diferente de Apollyon – dijo el mientras me observaba sin borrar su sonrisa.

-No me compares con él, ahora pienso exterminar a cada uno ustedes que solo hacen daño a los demás. Lo de Apollyon es solo por venganza – dije mientras me detenía.

El seguía sonriendo como si tuviera razón. No sabía que haría después pero debía de estar alerta.

-Veamos si tus palabras son verdaderas. Aunque por el momento no puedo luchar contigo veamos que tal lo haces contra ellos – dijo él y parecía estar muy seguro.

Dio un silbido y la tierra empezó a temblar. De entre los árboles se levantaron una docena de gigantes de seis brazos, no sabía cómo se llamaban esos monstruos pero ya los conocía, en esta ocasión había algo distinto en ellos, ahora llevaban una simple armadura de cuero, puede que las armaduras no fueran muy resistentes pero harían más difícil acabar con ellos.

-Después de que Apollyon regresara derrotado nos contó de todo lo que podías hacer, así que vine preparado para todo – dijo Euronymous mientras se cubría detrás de los gigantes.

-Maldición, estos demonios sí que son inteligentes. Antes pude acabar con esos gigantes muy fácil, pero estaba en otras condiciones y no tenían armadura, además tengo que mantenerlos alejados de los chicos -pensé mientras calculaba mis opciones.

Los gigantes atacaron en ese momento.

Tenía razón, las armaduras hacían difícil poder atacarlos, aunque eran de cuero eran muy resistentes, incluso las tiras de las armaduras se encontraban más allá de mi alcance. Estaba seguro de que cuando los enfrente por primera vez hubiera podido cortar esas armaduras como si nada, pero ahora no tenía esa cantidad de fuerza.

-¡No puedo dejar que esas cosas me golpeen o no podré seguir peleando! Sé que puedo sobrevivir al golpe, pero si me deja en el suelo estoy perdido – pensaba mientras intentaba traspasar las armaduras.

No podía hacer mucho, solo seguir tratando de cortarlas, cuando conseguí cortar una fui golpeado por Euronymous, no fue igual de fuerte como los golpes de Apollyon o de los gigantes pero hizo que cayera al suelo.

-Parece que estas al límite, pensé que si hacia esto podrías usar el mismo poder que usaste contra Apollyon, pero veo que me equivoque – dijo Euronymous, por alguna razón parecía estar decepcionado.

Me puse de pie, pero un gigante me golpeo con un trozo de roca, volé por los aires y fui a chocar contra un árbol a varios metros de distancia. Trate de ponerme de pie, pero el golpe más las consecuencias de la pelea anterior me lo impidieron.

-Creo que debería ponerle fin a esto. Hasta tú me lo agradecerás – dijo Euronymous frente a mí.

Él levantó su espada, dispuesto a acabar conmigo, pero otra espada lo bloqueo. Delante de mí estaba Alexa, sabía que debería de estar haciendo un esfuerzo enorme para ponerse de pie y aun así lo estaba bloqueando.

-No dejaremos que hagas eso… él nos salvó ¡Así que tenemos que devolverle el favor! – gritó ella mientras lo hacía retroceder un poco.

Los demás chicos salieron de ambos lados y lo atacaron. Era una decisión casi suicida, ellos no tenían la fuerza para acabar con él.

-No te preocupes, ahora nosotros nos haremos cargo – dijo eso jadeando, tal vez por el esfuerzo o el dolor que sentía, después se unió a la pelea.

-¿Por qué? ¿Por qué hacen esto? Esta es mi pelea, no suya. Si siguen solo terminaran muertos. Lo saben y aun así están peleando. No. No puedo dejar que lo hagan ¡No puedo dejar que mueran! – pensé al verlos tratar de luchar contra él.

Puede que ellos no fueran expertos, pero lo estaban haciendo bien, esquivaban los ataques de los gigantes y atacaban a Euronymous, aunque al recibir los golpes terminaban por un segundo en el suelo pero se volvían a poner de pie.

Comencé a recordar la pelea contra Apollyon. Ese sentimiento de ira y odio. Ese deseo de asesinar. Quería acabar contra esos gigantes y ese demonio sin importar lo que me pasara. Pude ver que un aura negra me empezar a cubrir y mi vista empezaba a oscurecerse. Aun sabiendo que iba a perder el control de nuevo no quise tratar de calmarme, sabía que era la única oportunidad que tenía para luchar.

Cuando pensé que había perdido el control por completo hubo un pequeño destello de luz. La misma niña que había visto antes apareció de nuevo frente a mí, esta vez sonriendo. Pasaron unos cuantos segundos y la imagen cambio y ahora estaba Alexa, sonriendo, cuando íbamos de regreso del bosque. Empecé a recordar los buenos momentos que había tenido con estos chicos, los entrenamientos y al final la carta que mi padre había dejado, en ese momento mi vista se aclaró por completo.

-¡¿Te vas a dar por vencido tan fácil?! ¡Nunca me he rendido así de fácil! ¡Sé que puedo hacerlo, sé que de lo que soy capaz! ¡Así que muévete, muévete, MUEVETE! – pensaba tratando de ponerme de pie, tratando de sacar fuerzas de algún lugar. Y finalmente sucedió.

Una chispa empezó todo, poco a poco esa chispa se volvió una llama que lleno mi cuerpo de calidez. Esto era igual que aquella vez. Me puse de pie y el aire se arremolinaba a mi alrededor, incluso provocaba una corriente cálida que salía de mí.

En ese instante Euronymous y los gigantes de quedaron inmóviles, incluso Alexa dejo se atacar y volteó a verme sorprendida. La energía seguía recorriendo mi cuerpo, era una sensación rara pero cálida.

-Yo… yo no dejare que los lastimes… no pienso dejar que salgas de aquí con vida. Ellos merecen seguir adelante, no se merecen un destino como el mío ¡Por eso acabaré con esto ahora! – Grité mientras una corriente de aire salía de mi cuerpo.

Me lancé al ataque con todo lo que tenía. De un solo movimiento pude cortar la armadura y la pierna de un gigante, ni siquiera había tocado el suelo cuando ya le había cortado la cabeza. Esta vez podía acabar con todos y así lo estaba haciendo, ahora todo era mucho más fácil.

Los chicos se detuvieron pero Alexa seguía luchando contra Euronymous, pero era igual que la vez anterior. En un segundo lancé ambas espadas a Euronymous, que se clavaron en su pecho y lo lanzaron contra el suelo y un segundo después lo golpee con todas mis fuerzas haciendo que una pequeña nube de polvo se levantara del suelo. Los gigantes se percataron del estado de su jefe y decidieron atacar, esta vez no tenía armas pero no eran necesarias, mis puños empezaron a brillar en un tono azul sin siquiera pensar en eso.

Uno de los gigantes me lanzo golpes con sus 6 brazos, pero escale por uno y destruí su cabeza de un golpe. Antes de que se hiciera polvo salté hacia otro gigante que trato de bloquearme con sus brazos, pero los atravesé como si se tratara de polvo, incluso pasando a través de su pecho. Al llegar al suelo pude ver que Euronymous se estaba poniendo de pie.

-¡No creas que esto se terminó tan fácil! – dijo él mientras se limpiaba sangre negra de su rostro.

Corría hacia mí con todos los monstruos siguiéndolo.

-¡No puedo dejar que se acerquen! ¡No importa nada ahora, solo yo puedo acabar esto! – pensé mientras corría hacia ellos.

Parecía un pequeño ejército contra un hombre, pero no me importaba. Mi cuerpo estaba ardiendo por el poder que sentía, concentre todo lo que sentía en ese momento, todo ese poder y mis sentimientos reunidos en uno de mis puños, volviéndolo cada vez más brillante.

-¡Ríndete ahora estúpido! – dijo Euronymous a unos cuantos metros de mí.

-Sin importar lo que pase, sin importar nada… - pensé mientras me acercaba cada vez más. 

-¡No rendiré jamás! – grité mientras lanzaba un golpe directo hacia Euronymous.

Hubo un pequeño destello de luz blanca y una corriente aire muy poderosa salió de mi puño, hizo pedazos el cuerpo de Euronymous por la cercanía, hizo volar a los monstruos más cercanos y empujó hacia atrás a los que estaban más lejos. Cuando todo terminó, yo estaba exhausto, los monstruos se habían dispersado, varios árboles se habían arrancado y en el suelo quedaba una marca gigante delante de mí.

Hola ¿Cómo les va?

De nuevo les traigo el capítulo de la semana. Es un capítulo interesante en donde por fin se nos revela el potencias de Alexa y el verdadero poder de Lucas, pero aun faltan muchas sorpresas por delante.

De una vez les aviso, es probable que no haya capítulo la proxima seman por motivos de fuerza mayor. Pero intentaré subirlo un dia antes si es posible y si no pues no habrá.

¡Gracias por leer!

Jeff_Najeracreators' thoughts