Suposiciones incorrectas

El grupo invitado siguiendo tocando con total normalidad. Aquella guitarra era sin duda, una normal y corriente. Antes del concierto, Luisa nos había dado unas hojas dónde estaban escritas las partituras del concierto, en ellas, aparecía escrito que el próximo instrumento en incorporarse a la canción era el bajo sin embargo, cuando el bajista empezó a tocar, más exactamente cuando tocó el "Re", cayó al suelo.

No nos podíamos creer lo que estaba pasando, todo este tiempo habíamos estado pendientes de la guitarra. Luisa llamó al inspector, que estaba esperando fuera. Mientras lo hacía, vi a un hombre vestido de negro, que estaba saliendo del restaurante por la zona de personal. Me dispuse a seguirlo, pero un pensamiento me detuvo: "si resulta ser el asesino. ¿Qué podré hacer, siendo un adolescente de 15 años, y además solo?".

Cuando llegó el inspector entró, le llamé con un gesto de mano y le expliqué lo sucedido.

-Ya veo, que bien que me has avisado. Pensé que al ver a un sospechoso, os tirariais sin pensar a perseguirlo...- Dijo mientras comenzaba a correr. Intenté seguirlo, pero era demasiado rápido así que, me quedé detrás suyo.

En muy poco tiempo, el inspector alcanzó al sospechoso, pero se detuvo para comprobar que estaba haciendo. Él estaba hablando con una persona que me resultó conocida, al acercarme un poco más, pude estar seguro, era el sustituto de Carlos, si mal no recuerdo, su nombre era Rodrigo. Me pareció realmente extraño, pues él debió haber dejado su trabajo aquí hace ya varios días. Se lo comenté al inspector.

-Ya veo...- dijo mientras una pequeña sonrisa se iba dibujando en su rostro.

Me hizo un pequeño gesto para que me quedara quieto y se levantó para hacer una llamada. Poco más de un minuto después llegó una chica con uniforme de policía.

-¿Qué pasa, señor Ramírez?- por su forma de hablar, se podía deducir que el inspector era su superior.

-Sofía quiero que descubras quienes son esas personas.- dijo

-Vale- asintió y empezó a hacer fotos de los sospechosos. Una vez terminó se marchó.

-Nosotros vamos a quedarnos aquí y seguiremos mirando- me ordenó.

-Bien- dije.

No sé de qué estaban hablando en aquel momento, sin embargo, por la dureza de sus gestos y expresiones, se debía tratar de una discusión. En cierto momento, Rodrigo hizo un movimiento de mano, indicándole que se calmase y le dio un fajo de billetes bastante grande. Antes de pudiese darme cuenta, el inspector ya estaba tomando fotos de la escena.

-Esto es importante, chaval , seguramente sea el hombre que buscamos-

Iba a responder, pero un grito me cortó.

-¡Carlos ha desaparecido!- exclamó Minami.

-¡¿Qué ?!- dijimos el inspector y yo a la vez.

-No lo encontramos por ninguna parte-

-Tal vez se ha ido a comer aprovechando su descanso, ya es la una y media.-

-Carlos come siempre aquí.- dijo aún más nerviosa- ¡ Y además su descanso empieza a las 2!- terminó.

Mientras ellos discutían, un pensamiento, aparentemente, sin sentido invadió mi cabeza.

-Creo que ya sé dónde está Carlos, pero no sé si me creeréis-