Capítulo 19

Segundo cap. :D

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Todo estaban quieto sin saber si hablar o no. Para gente importante como lo eran Kushina y Minato, aunque sabían que existía oscuridad en este mundo, nunca habían sido parte de ella de esta forma.

Tal vez el más calmado en esta situación era Inoichi debido a su trabajo como miembro de la inteligencia de Konoha.

Minato, Kushina e Inoichi decidieron no decir nada en consideración a Kokoe, quien obviamente era la más afectada en todo este asunto. De hecho, aunque quisieran hablar sobre el tema, sabían que al final todo recaía en los hombros de esta mujer.

Sin embargo eso no evitaba que se hicieran preguntas y ordenaran la poca información que habían obtenido dentro de sus mentes, bueno, al menos Minato e Inoichi lo hacían, Kushina estaba también bastante afectada y haciéndole compañía a Kokoe. Ella, después de todo, acababa de ser madre y no quería ni imaginarse lo que sentiría si es que se enterara que su hijo pasó por las mismas experiencias.

Luego de un tiempo, Tsunade llego con la mujer que se le encargó. Ella estaba, obviamente, noqueada, sin embargo, lo más sorprendente era el pequeño bulto que cargaba a su lado, una pequeña niña estaba en sus brazos durmiendo pacíficamente.

— Entiendo que tuvieras que traer a la mujer, ¿pero qué hay con la niña? (Minato)

Ante esta pregunta, Tsunade no pudo evitar apretar los puños de la rabia que sentía. Los demás dieron un paso atrás, sorprendidos por tal cambio repentino en el ambiente.

— Ese bastardo de Danzo. (Tsunade)

Frunciendo el ceño, Minato preguntó.

— ¿Qué pasó? (Minato)

Era obvio que Tsunade no se había conformado con hacer solo lo que le pidieran, sino que averiguo todo lo relacionado al tema y encontró información que la puso de muy mal humor.

Tomando unas respiraciones profundas para calmarse, ella decidió contestar, aunque se veía que aún estaba luchando contra sus emociones.

— ¿Tienes entendido que los reportes oficiales mencionaron únicamente unas cuantas perdidas en el ataque, ¿cierto? (Tsunade)

— Así es. (Minato)

— Aunque no espero que sean totalmente sinceros con las cifras para quedar bien internacionalmente, el número de bajas civiles registradas fue sorprendentemente de cero, algo que hasta a mí me sorprendió. Incluso si hubiera planeado todo lo mejor posible, sé perfectamente que en una situación tan grande, accidentes están destinados a pasar. (Tsunade)

— Continua. (Minato)

— Tú, como Kage que fuiste, debes entender perfectamente la diferencia entre un récord limpio y cuando hay bajas. No importa lo pocas que sean, siempre y cuando haya una, cambia totalmente el panorama de las cosas. (Tsunade)

— Osea que no todo salió bien eh… Bueno, no puedo decir que me sorprenda, aunque si es una pena. (Minato)

— Así es. *Suspirar* Encontré al pequeño al frente de una tumba, al parecer solo hubo una baja civil, el niño de la tumba. Pero Danzo es un tipo que no puede permitir que las cosas no estén de acuerdo a como él las quiere. Él sabe que si deja a esa mujer sola, entonces la verdad tarde o temprano saldrá a la luz, así que la brillante solución a la que llego con ese diminuto cerebro suyo es eliminar a la familia del chico. (Tsunade)

Ante esas palabras, Minato no podía quedarse quieto. Sabia perfectamente que las manos de un Kage nunca estarán limpias, pero es su deber básico mantener a su población lo más protegida posible. Que alguien decida tomar esa clase de decisiones en algo que no traería ningún provecho a la aldea además de un poco de reputación sin nada tangible le parecía una tontería.

No era ni siquiera necesario pensar en las mil y un excusas que podrían difundir para tapar la desaparición.

Luego de pensar por un momento, se fijo mejor en los rasgos físicos de la mujer, que para ahora ya había sido puesta en una cama para que descanse. Ojos negros, cabello negro…

— Tsunade, esta mujer… (Minato)

— Como adivinaste, una Uchiha. (Tsunade)

— Ya veo, eso explica muchas cosas. (Minato)

Entre los altos mandos, no era un secreto el desprecio que Danzo sentía hacia este clan en particular y que haría lo posible por reducirlos, no perdonaría incluso a los niños.

— *Suspirar* El futuro de la aldea me preocupa. Espero que Kokoe pueda recuperarse pronto para poder hablar con Lite. (Minato)

— ¿? Cierto, me perdí de la charla que tuvieron, ¿obtuvieron algo interesante? (Tsunade)

— …

Había duda en la mirada de Minato, era obvio que estaba indeciso de si debía dejar que Tsunade vea lo que ellos. De hecho, aunque no lo parezca, ella tenía un punto débil por los niños. Incluso desarrollo un cariño por el pequeño Lite, a pesar de que sus encuentros fueron muy breves y en circunstancias cuestionables. Por lo que si veía por lo que paso… no sabía cómo reaccionaría.

Pero claro, ella no era cualquiera, y podía ver claramente que él estaba pensado en ocultar lo que pasó. Eso, lastimosamente, solo la puso más curiosa.

— Escúpelo. (Tsunade)

— *Suspirar* Supongo que no tengo opción, sígueme. (Minato)

Ellos caminaron hacia un cuarto, donde ahora se encontraban Kokoe y Kushina, quien trataba de alentar a esta, a pesar de claramente estar afectada también. En la esquina opuesta se encontraba Inoichi, quien se encargaría de estabilizar a Kokoe en caso de que reaccione mal.

— Inoichi, acompáñanos. Tsunade ya llegó. (Minato)

— … ¿Estás seguro? (Inoichi)

— No, pero no queda de otra. (Minato)

— Este niño es increíble. Me creería que tú hijo es capaz de recibir la atención de tantas personas de tu calibre, pero este chico… (Inoichi)

— No digas más y camina. (Minato)

Minato no pudo evitar alzar la voz. La situación era tensa en este momento. No solo se trataba de Lite, sino que su hijo también se encontraba ahora lejos de ellos. No necesitaba que Kushina se ponga mal en estas circunstancias.

— Por cierto, Minato. ¿Te quitaste las cadenas ya? (Tsunade)

— Sí, debo admitir que este sello y sus principios son increíbles. De hecho, necesitaré mucho tiempo si quiero hacer algo parecido, en este momento no entiendo prácticamente nada, pero leyendo las notas pude encontrar el punto correcto. Si bien no pude modificar el sello, reforzarlo de forma externa no significó mucho problema, aunque la máxima distancia sigue siendo el área dentro de la cueva. (Minato)

— Como se esperaba de ti, aunque esperaba que sufri… que pases más tiempo con tu esposa. (Tsunade)

— …

Llegaron a otra habitación y ahí Inoichi procedió a transmitirle todo lo que habían presenciado.

La reacción de Tsunade, sin embargo, los sorprendió bastante. La calma que ella demostró no se acercaba nada a lo que ellos anticiparon.

— Tsunade-sama, me sorprende como es que te estás tomando esto. Honestamente creí que ibas a reaccionar de una forma mucho más fuerte. (Inoichi)

— *Suspirar* A diferencia de ustedes, que incluso durante la guerra han estado protegidos bajo el concepto de "es por un bien mayor" o "son las órdenes", yo he viajado y he visto muchas cosas. Sé muy bien que en este mundo hay personas que simplemente no merecen vivir. Para mí, no merece la pena que lastiman si no me involucra directamente… *Suspirar* Pero como verán, esta vez si involucra a alguien que conozco, pero la situación es tan confusa que no sé en quien poner mi cólera. ¿En los tipos que lo lastimaron? ¿En su yo pasado que no lo protegió bien? ¿En mí por no prevenir ninguna muerte? No lo sé, así que implemente esperaré por Kokoe y haré lo mejor por ese chico. (Tsunade)

'Solo espero que ella sea lo suficientemente fuerte como para aceptar al pequeño tal y como es ahora. Si el recibe amor y apoyo suficiente, sé que será alguien que podrá guiar a este mundo a ser u lugar mejor, de lo contrario no quiero imaginar el desastre que alguien como él cometería si es que es soltado así al mundo.' (Tsunade)

Terminando de hablar, ella camino hacia el cuarto donde se encontraban las chicas y meditó para calmar su mente. No importa lo que diga, es imposible no reaccionar a tal espectáculo, sobre todo cuando lo ven desde la perspectiva de la víctima.

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Kokoe POV

'Mi mundo se desmoronó al enterarme de que mi hijo, en su corta vida, ha recibido las memorias de terribles experiencias de su vida pasada. Me golpeó como un rayo, dejándome sin aliento. El dolor y la incredulidad se entrelazan en mi interior mientras intento asimilar la oscuridad de lo que ha vivido. ¿Cómo puedo aceptar que mi pequeño haya sido sujeto a torturas y sufrimientos inimaginables? Es difícil de concebir, y mi mente se llena de horror y desesperación.

Me siento desgarrada por dentro, incapaz de comprender cómo el ser humano puede llegar a ser tan oscuro y cruel. Me enfrento a una realidad aterradora y me cuestiono si podré aceptar la existencia de tal maldad en el mundo. La idea de que mi hijo lleve consigo ese estigma, como si las hubiera vivido él mismo, es insoportable.

La angustia y la repulsión se apoderan de mí, mientras el horror de lo que ha sufrido mi hijo se convierte en una pesadilla recurrente en mis pensamientos. Me pregunto cómo alguien puede infligir tanto dolor y sufrimiento a otro ser humano, y cómo esto puede repercutir en la inocencia y la pureza de mi hijo en esta vida.

Veo a la gente reunida acá conmigo, no sé los detalles, pero debe haber hecho algo para que tanta ellos estén tan preocupados por él.

En medio de mis pensamientos caóticos, pude escuchar pedazos de información, y me enteré, aunque sea un poco, de las hazañas que realizó.

Cuando vi el estado en el que se encontraba fue que supe que las cosas ya no serian igual que antes nunca más.

No entiendo porque sucede todo esto, yo… lo único que quería era una familia con el hombre que amaba, pero él me dejo, y ahora siento que mi hijo también lo hará.

Entiendo lo que dijo ese hombre. Sé, que ahora lo que mi pequeño está pasando es más de lo que yo pudiera incluso llegar a imaginar, y si él tiene que vivir con eso toda su vida…

Sin embargo, en medio de mi desesperación, siento algo en mi pecho. Puedo notar que, a pesar del miedo, mi amor incondicional por él no ha sido manchado. A pesar de la oscuridad que ha experimentado, él sigue siendo mi niño, aquel que me llamó madre, aquel que me apoyo cuando estaba triste, él que, en su corta edad, ya estaba pensando en nuestro futuro y en que hacer para protegerme, a pesar de que ese debería ser mi trabajo.

Quiero apoyarlo, estar ahí para él. Si es que recibió sus memorias pasadas, entonces es posible que lo vuelva a hacer en su próxima vida. Pero sé, en lo más interior de mí, que no importa en que cuerpo habite su espíritu, él siempre será mi niño. No quiero que vuelva a pasar por esto, quiero que sea feliz, y aunque sea imposible, al menos quiero cargar con él su dolor. Aunque no puedo borrar las memorias ni eliminar las heridas pasadas, puedo ser su faro de amor y comprensión en medio de la oscuridad que lo rodea. Acepto que la maldad existe en el mundo y que mi hijo ha sido testigo de ella en su vida anterior. Pero también acepto que hay bondad y luz en este mundo.

Encontraré la fuerza para ser su apoyo constante. Aprenderé a escuchar sus temores y preocupaciones sin juzgar, a abrazarlo con ternura cuando el peso de su pasado se vuelve abrumador al igual que aquella mujer que vi, aquella que se convirtió en su luz cuando todo parecía perdido.

Ella pudo, no hay razón por la que yo no. Pero antes, hay algo que debo comprobar.'

Kokoe cayó inconsciente cuando salieron de la mente de Lite. Cuando abrió sus ojos, no había luz en ellos.

Kushina fue la que se encargó de hacerle compañía y atenderla. Ella era la segunda persona más aterrada por lo que había sucedido.

Ella no tenia idea de lo que significaban universos, líneas de tiempo, etc. Pero si entendía, al ver los recuerdos, que el lugar del que provenía era muy distinto a donde ellos se encuentran. Lite les dio el suficiente contexto como para que puedan inferir como era antes, las causas del cambio y el resultado final de las cosas. Ella se preguntaba constantemente como un lugar que, a comparación del mundo shinobi, era tan pacifico, pudiera terminar así, y no quería creer que ese tipo de cosas sucedieran. Ahora su hijo estaba solo, pero ellos podían cuidarlo desde las sombras, sin embargo, ¿qué hubiera pasado si ellos hubieran muerto como originalmente iba a suceder si Tsunade no intervenía? Ella sabia muy bien como los jinchuurikis eran tratados en otras aldeas. ¿El tercero? Ella no era tan ingenua como Minato, nada la calmaría mientras no sea ella quien lo tenga en sus brazos.

Mientras estaba perdiéndose en sus pensamientos, notó movimiento de Kokoe.

— Quiero ver a Lite. (Kokoe)

Fueron las primeras palabras que Kushina escuchó.

— ¿Ya tomaste tu decisión?... (Kushina)

— Sí, pero antes quiero hablar con Lite, el grande, hay cosas que quiero confirmar. (Kokoe)

— … (Kushina)

— ¿Sabes? En estos momentos siento que quiero decir que estaré ahí para él no importa qué, pero si tomó una decisión tan apresurada, solo fallaré al final. (Kokoe)

— Bien… (Kushina)

Y así, Kokoe, sin saberlo, se dirigió a tener una conversación que cambiaría todo el mundo shinobi.

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