Capítulo 18: Una cruel verdad

Acabar con una vida en este mundo era algo demasiado fácil, pero eso no significa que cause menos dolor. Cuando se trata de un ser querido, no importa si es que tus manos estén llenas de sangre, es imposible que no sientan nada.

Las palabras de ese supuesto Lite dejaron a todos bastante confundidos y en shock. Ninguno podía entender porque alguien pediría que acaben con su propia vida.

Kokoe sobre todo, estaba a punto de explotar contra esta persona, de hecho, sin no fuera por Kushina conteniéndola, ella ya hubiera arremetido con furia.

Pasaron los minutos mientras que trataban de calmar a Kokoe, y solo cuando Kushina y Minato de juntaron para detenerla fue que ya no se movió.

— No podemos acabar con un infante solo porque nos lo dices, ya no estamos en época de guerra y los únicos que hacen ese tipo de cosas son enfermos que no tienen salvación. (Minato)

— Creo que no me entendieron, yo lo dije por el bien de este pequeño.

— Primero te escucharemos. (Minato)

El hombre tomó respiros profundos para calmarse, cerro los ojos por un momento y cuando se sintió listo, los abrió.

— En lugar de decirlo, será mejor que les muestre.

Con un movimiento de su mano, todo alrededor de ellos cambió.

— Está es mi vida.

Y con esas palabras, cosas que ninguno de ellos había experimentado nunca se les fue mostrada. Frente a ellos paso la vida del hombre llamado Lite.

Él nació cuando la guerra ya estaba por finalizar y la época oscura comenzó. Vio como su madre fue forzada a prostituirse para poder conseguir un poco de comida.

— Hasta aquí fue lo que conoce el pequeño, lo siguiente es lo que selle y el está recordando en estos momentos.

El pequeño Lite, inocente del mundo, fue dejado al cuidado de aquellos que se creían dueños de todo. No había otro lugar, era una época cruel en la que todos sufrían por igual y solo los que tenían más podían darse lujos.

Lastimosamente los esfuerzos de su madre resultaron en vano. Estos eran tiempos en los que el cuerpo de una mujer era barato, ya que habian simplemente demasiadas ofreciéndose para poder sobrevivir. En estas circunstancias, los placeres pasaron de lo convencional a lo enfermizo, cayendo cada vez más a fosas oscuras, las mismas que desdibujaban la diferencia entre un humano y una bestia.

Lite era alguien bastante bien parecido, y tuvo la mala suerte de cruzarse caminos con esos tipos que ya no se podían llama humanos.

Para su corta edad, ya había visto bastante muerte y desolación, tanto que creía que así era como siempre fue el mundo, un lugar sin esperanza. Y su visión de este solo iba a empeorar.

Minato, Kushina y Kokoe vieron, horrorizados, como mientras ellos se llevaban a su madre para atormentarla, el pequeño no se quedaba sin hacer nada.

La primera vez, un hombre de poder en la ciudad en la que vivía lo hizo su juguete por horas y horas. Sus gritos y lamentos no llegaban a los oídos de nadie, el temor, la vergüenza, el asco, preguntándose una y otra vez donde se encontraba la figura de esa mujer que siempre lo protegía y ahora lo había dejado en este lugar. Cuando termino, los monstruos no se conformaron con atormentarlo físicamente. Lo llevaron al lugar donde se encontraba su madre y le mostraron las cosas que hacían que pase. Sin embargo, estos tipos no podían llamarse monstruos si fueran tan simples. El pequeño podía detectar, que el trato que ella recibía no se comparaba por lo que el había pasado hasta hace solo un momento, pero aun así notaba las lagrimas en su rostro a través de un vidrio.

Luego pasaron los días, los no humanos consiguieron más poder y la sociedad se fue recuperando poco a poco, lastimosamente la luz no llegaba a todos lados por igual, y en algunos casos solo hacia que las sombras se hicieran más oscuras.

Ellos vivían en una época mucho más avanzada, con tecnologías increíbles, muchas de estas médicas, sin embargo, las cosas que pueden hacer bien a algunos, en las manos equivocadas, solo traerán misfortunio a otras.

No pasó mucho tiempo hasta que los tipos se aburran de la madre de Lite y la dejaran suelta. No había crueldad de más en sus acciones, simplemente un desinterés ante algo que no les brinde placer. Consiguieron lo que querían e incluso les daba flojera deshacerse de lo que quedaba, porque ellos eran poderosos, porque no había nada que los pudiera mover de su posición.

Lastimosamente el pequeño era alguien que aun proporcionaba interés. Los equipos médicos llegaron, y los tormentos empeoraron, ahora con mucha menor consideración ante su bienestar, después de todo, con lo que poseían, podían repararlo dentro de poco.

La madre de Lite comenzó a trabajar en diferentes cosas y aunque en muchas ocasiones trató de irse con su hijo a otro lugar, era simplemente imposible salir de esa carel sin que nadie se enterara.

Lite, a comparación de su madre, era alguien que entendía que no había sitio a donde irse, o tal vez era su mente pequeña que se rindió ante su destino. Nunca se caracterizó por ser un chico vivaz, por lo que cuando empezó a comportarse de diferente forma su madre no notó nada. Incluso en la época anterior a la guerra había muchos enfermos que se salían con la suya debido a que los chicos no querían decir nada, mucho peor era cuando estaban en un mundo tan gris como el de ahora.

La razón del pequeño para no decir nada fue tan simple como el miedo, a que su tortura empeore, a que le hagan algo a su madre, lo que sea, el simplemente tenía miedo.

Cuando fue creciendo se dio cuenta de que las cosas tal vez no eran tan malas antes, porque ahora que la sociedad estaba mejorando, aunque sea un poco, y el orden estaba volviendo. Los tipos que se habían apoderado de su vida tenían una reputación que mantener y ya no solo bastaba tirar dinero por aquí y por allá. Sin embargo, pedirles a unas bestias que se comporten como humanos era ciertamente imposible, ellos no cambiaran, no se arrepentirán, solo se ocultarán.

Lite fue creciendo y sufriendo, cada vez más sádicos, más violentos, no se detenían. Unos brazos rotos, tal vez se cayeron algunos dientes, unas patadas, costillas rotas, humillaciones, nada los detenía, no había límite. La primera vez que lo cortaron no lo olvidará, siempre prisionero. No se quejaba, ya había aprendido que eso solo los emocionaría más, ese era su placer. Siempre que lo "repararan" no habría problema.

Fue creciendo más y más, aprendiendo a moverse entre esa situación tan turbulenta, soportándolo todo por sí mismo para que la persona más importante para él no sea perjudicada. Él sabia que la única razón por la que no se habían molestado en hacer nada con ella era debido a su pensamiento que los hacia creer que eran intocables, pero cuando comenzaron a ocultarse, ya no podían hacer ese tipo de cosas tan abiertamente. Él sabía, si no se controlaba, si hacia cualquier cosa fuera de lugar que pusiera entrometerse en su camino, entonces lo que les esperaría sería un infierno.

Esos fueron los años de vida en la infancia de un chico en un mundo olvidado. Todo eso pasó por los ojos de Minato, Kushina e Inoichi. Ellos, personas que se encontraban en la cima, que se creían haber pasado por muchas pruebas y haber obtenido una voluntad de hierro, se quedaron simplemente sin palabras.

La más afectada fue Kokoe. Aunque Lite hizo un esfuerzo por censurar las partes más fuertes, especialmente para ella, no pudo evitar que su reacción fuera la mayor. Simplemente no podía entender como era posible que existan seres que sean capaces de realizar tales atrocidades.

— Esto… ¿Qué es esto? (Kushina)

— …Nuestro pasado.

— Mi hijo…

Kokoe, ella era una mujer simple, pero no tonta, inmediatamente entendió que era lo que sucedía.

— Cuando renací en este mundo, ya estaba cansado de cargar con tantas cosas. Lo que yo les mostré hasta ahora fue mi infancia. Omití muchas cosas, pero las cosas nunca acabaron, incluso cuando conseguí más poder y puse a esos…tipos en su lugar, devolviéndoles todas y cada una de las cosas que nos hicieron, las cosas no acabaron. Yo era fuerte, es lo que quiero creer, pero la gente a mi alrededor no. Y a mí me tocó ver como todos y cada uno de ellos caía en frente de mis ojos, sin poder hacer nada…

Él hablaba con un tono de soledad, haciendo creer a los que lo escuchaban que se había dado por vencido, y tal vez no estaban equivocados.

— Yo ya sabía que había muerto, esta era una nueva vida, pero su condición era extremadamente precaria por nacer en un clan condenado. Minato, tal vez tú hayas tratado de arreglar las cosas con los Uchiha, lastimosamente debido a nuestra intromisión no pudiste hacer mucho por el poco tiempo que estuviste en el cargo. Aunque tal vez sea mejor así, de otro modo hubiera muerto.

— …

— Pero bueno, volvamos la tema. Como les dije, estas son mis experiencias, y las compartí con ustedes, pero el pequeño no es un tercero en este asunto. Él es literalmente yo, y debido a eso, es que el no ve estas cosas como algo exterior, sino como algo que realmente le pasó. Y en la tragedia de hace unos días, ver a uno de sus amigos con los que solía jugar morir ante sus ojos hizo que lo que yo intentaba reprimir se soltara.

— ¡Pero Tsunade se había encargado de evacuarlos! (Kushina)

— Sí, pero accidentes siempre suceden. Y ni siquiera menciones por las declaraciones de la aldea, ya sabemos lo confiables que son. Lo que hizo que el pequeño reaccione de la forma que lo hizo fueron los recuerdos, los mismos que acabo de mostrarles, surgiendo a su mente sin control.

— No… (Kokoe)

En ese momento, el mundo de Kokoe se estaba partiendo a pedazos. Ella había visto, de forma breve, como es que cosas indescriptibles eran perpetradas. Ella no quería, no podía imaginar, que su querido hijo este absorbiendo todas esas cosas. Era doloroso, asfixiante y su pecho no aguantaba los latidos fuertes de su corazón, que parecía querer escapar; su alrededor daba vueltas, todo era negro, pero aun así a ella le parecía que la tierra y el cielo se movían en diferentes direcciones. Ella no cayo al piso, su mente simplemente estaba a punto de cerrarse ante la verdad de la que se estaba enterando, para ella decir o hacer cualquier cosa en este momento perdió todo el sentido, su mente estaba simplemente vacía.

— La razón por la que el actuó de la forma que actuó, lo que hizo y sus planes, se lo pueden preguntar a él mismo luego si es que quieren. Yo solo querían que sepan lo que les mostré para que decidan si apoyaran a este chico o no. Si no son capaces, es mejor que acaben con su vida antes de que sea miserable.

— …

— …

— …

— Les daré un poco de tiempo para pensar. No puedo darme el lujo de esperar por siempre, en este momento estoy tratando de contener su conciencia para que no se rompa, además de infundir los últimos retazos de mi conciencia en él para que sea más fuerte. Pero eso no será para nada suficiente, los únicos que pueden realmente influir en él y su recuperación son ustedes, especialmente tú, Kokoe. A pesar de que haya separado mi conciencia de él, es imposible que no lo haya influido en nada. De ahí en donde viene su odio por la guerra, pero sobre todo su convicción para proteger la sonrisa de aquella mujer que es capaz de darlo todo por él. Por eso tú, si tú no eres capaz de soportarlo, será el fin.

Terminando de decir esas palabras, Lite mayor los hecho de su conciencia para concentrarse mejor.

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Gracias por las piedras y la posicion #16.

A pesar de que la versión en español es menos leida en cantidad, es la que más apoyo recibe, estoy muy contento por eso.

Ahora les mando dos caps.