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Capítulo 05: La conversación 

Minato POV

Minato estaba en un estado de shock total.

Después de una dura batalla, cuando lo único que quería era descansar, de la nada parece su estudiante con una herida casi fatal en el pecho y llena de contusiones por todo el cuerpo.

Él es alguien bien versado en técnicas espacio-temporales, por lo que notó inmediatamente que la mayoría de las heridas que traía Rin eran debido a un transporte inestable, aún podía detectar los residuos de energía temporal en su cuerpo. Pero ahora no era momento para ponerse a analizar la situación.

Si bien estaba desconcertado, él era, después de todo, un ninja consagrado que había pasado por muchas situaciones. Por lo que no tardó en calmarse.

Cuando estaba a punto de llamar a un doctor para tratar a Rin, un mensaje llego a sus oídos.

— Hola, hola, ¿me escuchan? Bueno, no hay forma de saberlo. Escucha, si todo salió como lo tenía planeado, tú, la persona escuchando este mensaje, debe ser Minato Namikaze.

Ahora no hay mucho tiempo para explicarte las cosas, así que te diré lo que tienes que hacer. Eres alguien listo así que espero que cumplas con mis instrucciones primero y preguntes después. Este sello tiene la habilidad de mandar mensajes de ida y vuelta por un periodo de tiempo. Ahora escucha, lo que harás a partir de ahora debe ser en total secreto de cualquier persona además de los involucrados. Ve con Tsunade, confío en que tienes alguna marca con ella, no, de hecho es imposible que no tengas una. Lo que debes hacer entrar en un radio de 5 km de Konoha para que la comunicación funcione. Este sello mantendrá con vida a Rin por un máximo de 5 minutos desde que salió del portal. Estaré esperando por hablar contigo. Por cierto, hay algo mal con ella, confío en que serás capaz de resolver el problema.

Sorprendido, Minato no tuvo mucho tiempo para pensar. Revisó inmediatamente a Rin y notó lo que andaba mal.

— ¡¿QUIÉN SE ATREVIÓ?!

Su furia se disparó hasta los cielos y nadie lo podía culpar. Tan solo hace poco había perdido a uno de sus estudiantes y ahora habían hecho tal cosa. No era tan complicado pensar en cual era el plan del enemigo al hacer esto, el sello tan inestable y todo lo que sucedió hasta ahora le dieron suficiente información a Minato para tener una vaga idea de los acontecimientos.

Sin tiempo que perder, lo primero que hizo fue estabilizar el sello. No podía resolverlo por completo mientras no supiera el estado de Rin.

Ahora, ¿debería hacer caso al mensaje que escuchó e ir con Tsunade?

No había tiempo así que decidió hacer caso, lo más importante eran respuestas, tenia el presentimiento de que algo realmente grande estaba sucediendo tras bastidores y la única forma de entrar en el juego era aceptar los términos, al menos por ahora.

El problema era que el jutsu del dios del trueno volador era una técnica del combate, diseñada para moverse rápidamente entre espacios cortos, haciendo uso de la velocidad del cuerpo y reflejos para acabar con el enemigo. Por eso, cada vez que quería recorrer distancias extensas, necesitaba tener sellos que sirvan como puntos de anclaje por el camino. En el caso de Tsunade, es cierto que tenía una marca con ella, pero se la había dejado para tener una dirección en la cual buscarla cuando sea necesario, no para ir con ella inmediatamente.

No era imposible hacer un viaje, pero sus reservas de chakra serian vaciadas, ya que el consumo crecía de forma exponencial con respecto a la distancia. Ahora acababa de salir de una batalla y podía haber otro ataque en cualquier momento, Minato no se encontraba en su mejor condición física, y si encima de eso trataba de hacer un transporte tan largo, las consecuencias para la guerra eran inimaginables si es que algo salía mal.

— ¿Es que acaso este es un plan del enemigo?

No pudo evitar hacerse esa pregunta, pero la descartó caso inmediatamente. Nadie sabía sobre el consumo de la técnica, era uno de sus secretos mejores guardados, de hecho esta falla estaba bien escondida que alguien que no practique el jutsu hasta cierto nivel no lo notaría.

'Por lo cual solo queda la opción de que sea alguien que no sabe las consecuencias, la posibilidad de que sea un enemigo se reduce, pero tampoco es seguro que sea un aliado, sin embargo al salvar a Rin y mandármela sabiendo que soy alguien proficiente en sellos, queda entonces la opción que al menos no es alguien hostil, ya que podría haberla mandado a la aldea o algún campo y desatar el bijuu. Las consecuencias hubieran sido catastróficas.

Esta persona tiene acceso a un jutsu espacio temporal, aunque al parecer no está tan desarrollada como la mía, es alguien que no se puede dejar por ahí sin saber sus intenciones. Sobre todo porque la usó en alguien que no es él mismo, es decir, es capa de mandar a una persona o más a distintos lugares siempre y cuando estos tengan algún receptor.

Lo que es más, mi técnica esta diseñada para ser rápida en combate, pero esta al parecer esta centrada en el transporte a largas distancias. No sé donde estuvo Rin antes de llegar a acá pero cerca no era.

Ahora, ¿por qué Tsunade? Supongo que tendré que hacerle caso para tener las respuestas que quiero.'

Solo por toda la información que sacó Minato de tan poco hechos comprobables se podía decir que no solo era un genio en el combate, sino también alguien versado en tácticas, estrategias y psicología humana.

Sin más contemplación de la necesaria, se decidió y concentró su chakra.

En este escenario, había muchos actores y muchas apuestas al mismo tiempo.

Tsunade POV

Tsunade era una kunoichi considerada la mejor medico ninja del mundo. La contribución que había hecho al mundo de la medicina era grande y la cantidad de vidas salvadas gracias a sus descubrimientos e invenciones eran incontables.

Sin embargo, pocas personas sabían que desde hace un tiempo ella padecía una fobia contra la sangre.

Esta información era algo de la que solo unos pocos altos mandos de la aldea eran conocedores, ya que obviamente sería increíblemente perjudicial para la aldea de la hoja si alguien se enteraba.

Actualmente ella no estaba participando de la guerra justamente por esta razón. La explicación era que se desempeñaba como asesora médica para el ejército de Konoha, ayudando a coordinar y dirigir las operaciones médicas detrás de las líneas del frente. Su experiencia como ninja médico y su conocimiento de jutsus curativos la convirtieron en una activo valioso para el esfuerzo de guerra de Konoha.

En este momento de la noche, ella se encontraba instruyendo a la que se había convertido en su aprendiz, Shizune, en las artes médicas.

De la nada, en medio de su práctica, ella lo sintió. No era un sensor, y tampoco tenia una afinidad con el espacio especialmente destacable, pero sus años en el campo de batalla entrenaron su instintos lo suficiente como para notar los cambios alrededor de ella, por más mínimo que sea.

Cuando se estaba preparando para un ataque, al frente de ella apareció Minato, aunque era alguien a quien conocía, eso no impidió que le diera u buen golpe.

— Shizune, presta atención, esto es lo que debes hacer cuando un pervertido esta en frente de ti.

— Tsunade-san, no soy sensei para que me trate así.

— Pero eres su estudiante, obviamente el también te instruirá en su arte de la perversión.

— Incluso si tratará, Kushina me mataría antes de aprender algo.

— ¿Ósea que si trató de enseñarte?

— …

— Bien, estoy segura que Kushina estará interesada en esta información.

— ¡NO! — En ese momento, Minato sintió el verdadero terror.

— Bien, dejemos de tonterías, ¿qué es lo que quieres? No vendrías hasta acá si no fuera algo importante. — Aunque Minato no le había comentado a nadie sobre las inconveniencias de su técnica, Tsunade era alguien lo suficientemente inteligente como para deducir vagamente algunas cosas.

Minato obviamente sabia que era el momento de ponerse serios.

— Necesito que vengas conmigo para tratar a alguien.

— No, estoy muy ocupada en este lugar

— ¡¿?!

Estaban en una guerra, por lo que era obvio que lo que había que tratar era una herida bastante grave. Eso era algo que no podía hacer, peor aún, si es que Minato vino es porque seguramente es alguien de considerable importancia en su campo y habrá mucho ojos mirando. Si la información sobre su condición fuera revelada sería un golpe muy duro para la moral de los combatientes en el frente de batalla.

— ¿Por qué no?

— Ya te lo dije, estoy ocupada.

— Solo estabas enseñando a Shizune, es algo que puedes hacer luego.

— Escucha chico, un no es un no. Debes aprender a no presionar a las mujeres, sino tu relación no durará mucho.

Minato claramente no era tonto. Si alguien se negaba a tratar a otra persona era mayormente porque tenían alguna clase de resentimiento, pero en este caso Tsunade no sabia nada sobre la otra persona. Obviamente Minato nunca se imaginaria sobre su fobia, pero deducir que tenía alguna clase de problema estaba dentro de sus posibilidades, después de todo no tiene porque negarse en un caso normal.

— Tsunade-san, no sé que es lo que suceda, pero en este caso no tengo tiempo para dudar, muchas cosas están en juego en este momento.

— Chico, no tienes idea de lo que hablas.

Obviamente para Tsunade estas palabras sonaban como una broma. Se puede decir que su secreto es casi tan importante como la vida misma del Hokage. Tal vez en algunos casos sea peor, después de todo el saber que tu mejor medico esta indisponible destruiría la moral de todos y en el caso de la muerte del Hokage, siempre y cuando se maneje bien, puede despertar un sentimiento de venganza en los soldados.

Por lo que obviamente Tsunade no se arriesgaría y claramente Minato no tenía manera de explicar toda la situación en el poco tiempo que le quedaba. En estos momentos él había dejado a Rin en su tienda y los segundos corrían.

Claro que con las pequeñas modificaciones que le hizo al sello rápidamente ya no había peligro de que la bestia se libere, pero si causaría la muerte de Rin. Incluso si él endureciera su corazón y la dejara perecer, la información que se decidió a obtener terminaría perdiéndose para siempre.

— Tsunade-san, primero ven conmigo, esto es más grande de lo que tú y yo nos podemos imaginar. Si no lo haces por las buenas…

— Chico, aun faltan 100 años para que puedas amenazarme.

— Tsunade-san, si no me acompaña algo terrible sucederá, por favor…

— ¿Cuántas veces tengo que repetirlo? No es no.

En este impase, Minato no tuvo más opción. Expulsó todo el chakra que le quedaba en preparación.

Tsunade al ver esto, también se preparó para luchar.

Ninguno de los dos sabia la situación del otro, así que solo podían resolverlo enfrentándose.

— ¡Por favor cálmense los dos! (Shizune)

— ¿?

— ¿?

— Shizune, silenció, este no es momento para…

— Tsunade-sama, deje de hacer su berrinche de una vez. Y Minato-san, lo siento, pero es cierto que mi maestra no está en condiciones para atender a alguien en estos momentos.

— ¿?

Tsunade estaba totalmente sorprendida. Normalmente Shizune era alguien bastante sumisa y que se dejaba arrastrar por ella. Que la contradiga era algo que no cabía en su cerebro.

— Shizune, mira, no es tiempo de—

— Te tengo.

Y así, los dos desaparecieron.

— Lo siento, Tsunade-sama. No sé lo que este sucediendo, pero espero que esta situación te ayude a superar el pasado, aunque sea un poco…

Shizune era alguien que estaba siendo entrenada en el arte de la medicina. Para que Tsunade la eligiera entre todas las personas, era obvio lo excepcional que era su talento. Por lo que pudo notar la desesperación oculta en los ojos de Minato, y que haría cualquier cosa para lograr lo que vino a hacer.

Y no era que Tsunade sea incapaz de notarlo, sino que en cuanto se le menciona la posibilidad de que tenga que tratar a alguien, su mente entra en desorden, no importa lo calmada que parezca por fuera. Esto más la intención de batalla d Minato hizo que no sea capaz de notar los detalles.

Shizune era una chica que aun no se había desarrollado y siempre había seguido a Tsunade desde atrás, pero no era una sirvienta, era su discípula, y le tenia un gran respeto a su maestra, por lo que siempre sentía que era una pena que Tsunade, uno de los tres grandes sannin se encuentre en una situación tan lamentable.

Por esta razón fue que decidió ayudar un poco a Minato esta vez.

— Espero que mi castigo no sea muy fuerte.

Minato POV

En cuanto regreso a su tienda, un puño le cayo en la cara con una potencia que le hizo acordar a esa vez que estaba hablando con una chica y Kushina malentendió las cosas, haciendo que saque tres colas y le dé una paliza.

— Minato, aunque seas el discípulo de Jiraiya, hay límites que no debes cruzar.

— Tsunade-san, antes de que digas cualquier cosa, por favor toma un vistazo a Rin.

'Este golpe no fue una broma. Si Tsunade no se hubiera contenido, mi cabeza hubiera sido despegada de mi cuerpo.'

Tsunade instintivamente se giró, pero cuando noto la sangre, su cuerpo se petrifico, su cara se puso pálida, y casi cae al piso por el terror.

— ¿Tsunade-san? ¡Tsunade-san!

'Esto es malo, ya casi pasan cinco minutos. Mis reservas están casi por acabarse. Lo peor es que hay algo malo con Tsunade. No queda de otra.'

Sin más opciones, Minato decidió transportar a los tres al lugar designado para poder comunicarse con la otra persona. Si Rin iba a perecer, al menos tenia que asegurarse con conseguir la mayor cantidad de información posible y que su muerte no sea en vano.

Minato concentro su chakra y los movió a los tres. Lo bueno es que ahora tenia marcas en intervalos que podía usar para no gastar tanta energía.

Así saltó los más rápido que pudo hasta llegar a un punto en el que la señal le llegue.

Obviamente él sospechaba que la persona con la que quería hablar se encontraba dentro de la aldea, perro si le dijeron que se comunique desde esta distancia, a este punto de las cosas era mejor obedecer.

En cuanto termino el último salto, cayó de rodillas por el cansancio.

Unos cuantos segundos después.

— Buen día, destello amarillo, espero que estés bien.

— Ha… ha… He tenido mejores días…

— Ups, eso parece. Pero antes de eso, ¿Tsunade está contigo?

— Ha… Sí… Pero…

— No es necesario que digas más. Primero despiértala si es que está en shock, golpéala si es necesario, tengo algo importante que decirle.

— No es…necesario…

— Bien. Verán, esa chica que tienen ahí es importante para mí, por lo que deveras salvarla. No me importa si le tienes miedo a un poco de sangre.

— ¡! ¿Cómo…

— Yo sé lo que sé, y por ahora no te importa nada más. Como puedes ver, hay una bestia sellada de mala gana en esta chica, y si eres un poco inteligente sabrás que este fue un atentado contra Konoha. Ahora déjame ser claro, hay otro peligro que impactara a la aldea dentro de poco, si quieres salvarla de la destrucción, salva a esa chica.

— ¡¿Qué?! (Tsunade)

— ¡¿Qué?! (Minato)

— No… (Tsunade)

Obviamente esas palabras golpearon a Tsunade fuerte. Ella era la última de su clan, su hermano murió, su amante murió, ya no le quedaba nada. Lo único que podía considerarse como recuerdo es el legado de su abuelo, la aldea oculta de la hoja, Konoha. Que ahora le digan que está a punto de ser destruida si no hace nada era la afectó más que amenazarla con su propia vida.

— Bueno, ese fue el palo, ahora la zanahoria. Si haces un buen trabajo consideraré darte información sobre los otros de tu clan que aún están vivos.

— ¡¿Qué?! (Tsunade)

— ¡¿Qué?! (Minato)

— ¿No escuchaste bien? Espero que te decidas rápido, no queda mucho tiempo.

— Grrr… Espero que lo que me digas es cierto. (Tsunade)

— Claro que lo es. Por cierto, no creo que sea necesario mencionarlo, pero nada de esto a nadie, ¿Entendido, Minato?

— …

La información que se había transmitido en este tiempo era demasiada como para simplemente dejarla pasar. No importa qué, tenían que obtenerla a como dé lugar, sobre todo es este tiempo tan caótico. Aunque la guerra pareciera que está a punto de acabar, si se descubriera la condición de Tsunade, el atentado contra la aldea, o la posible existencia de más senjus vivos, lo que sugeriría que en el futuro podría surgir otro usuario de mokuton, entonces las otras cuatro aldeas podrían tomar medidas drásticas.

Todo eso paso por los pensamientos de Tsunade en un par de segundos, y para su mala suerte se dio cuenta de que no tenía salida. Esta persona parecía tener mucha información importante y la moneda de cambio era la vida de Rin.

Tsunade tomó un respiro profundo y comenzó a calmarse, este era un momento que decidiría el futuro no solo de ella, sino de todo el mundo ninja.

— Bien… Minato déjame a solas con Rin.

En la historia original, Tsunade fue convencida de retomar sus ideales gracias al talk no jutsu de Naruto, pero Lite no poseía el lujo de esperar tanto tiempo, ni tampoco una lengua tan elocuente para convencerla, mucho menos la oportunidad de siquiera ser tomado en serio por ella. Por lo que solo podía usar un método mucho más forzoso y directo para hacer que supere sus demonios internos.

— Dejaré a Rin en tus manos.

Treinta minutos después.

— Minato…

Minato estaba tratando de recuperar tanta energía como le fuera posible en preparación para cualquier eventualidad, además estaba revisando constantemente los sellos que había dejado en su campo para asegurarse de que todo esté en orden. Cabe saber que lo que estaba haciendo era bastante peligroso. Si se descubría que había dejado su posición sin permiso, podría ser culpado de insubordinación, eso es época de guerra era casi seguramente una pena de muerte, por lo que no se permitía ser negligente con nada.

En ese momento escucho una débil voz provenir de los arbustos. Sin perder el tiempo, fue corriendo a la ubicación de donde lo habían llamado.

— ¿Qu…

Al llegar se encontró con una Tsunade totalmente pálida, con rastros de lagrimas en sus mejillas y charcos de vómito a un lado.

No hacía falta ser un genio para saber que la carga mental de Tsunade fue inmensa.

— Tú… eres un mentiroso, dime, ¿acaso está fue una broma? ¿Trataban de reírse de mí? — Tsunade preguntó con furia en su voz.

— ¿De que estás hablando? (Minato)

— Oh, solo se dio cuenta de que Rin no corría peligro de vida, la herida ciertamente parecía fatal y lo hubiera sido si se dejaba correr el tiempo suficiente, pero cualquier doctor medianamente decente la hubiera podido tratar.

— ¡¿ESTAS JODIENDOME?! (Tsunade)

— Ya, ya, calma. Tenia que ponerte a prueba después de todo.

— ¡¿QUÉ DICES?! (Tsunate)

— Minato, ¿estás ahí?

— Sí… (Minato)

— Hey, tú hijo de p*rra. (Tsunade)

— ¡SILENCIO!

La verdad era que Lite estaba bastante harto de Tsunade, aunque era uno de sus personajes favoritos, la forma en que solo se lamentaba y quejaba de la vida era ciertamente decepcionante. Es cierto que sufrió muchas desgracias, pero en este mundo había mucha gente como ella que había sufrido lo mismo o incluso más, y aun así buscaban la forma de seguir con sus vidas. Él mismo, cuando era Lite en su vida pasada había perdido a demasiada gente como para contar.

— No estoy para tus pataletas, escucha bien niña engreída, el mundo no gira en torno a ti. Si no eres capaz de comprender eso entonces es mejor que mueras a que desperdicies oxigeno por un segundo más.

— … (Tsunade)

— … (Minato)

— Ahora, no queda mucho tiempo para hablar, así que vayamos a los asuntos importantes, ¿bien?

— Bien…

— Sí…

— Ahora, deben estar ansiosos, pero quiero que me escuchen antes de que hagan cualquier pregunta, sin interrupciones, si todo sale bien está no será la última vez que nos comuniquemos, así que no estén tan ansiosos.

— Escucharé lo que tienes que decir. (Minato)

— Bien…

— Bueno, en primer lugar, les quitaré el peso de sus hombros y les diré que no hay otro atentado en contra de la aldea. En cuanto a lo que sucedió con Rin, solo escuchen el informe de Kakashi. Ahora, Rin está muerta, y así seguirá para todos los del mundo excepto ustedes dos, si su madre quiere verla otra vez, entonces tendrá que morir también, no me opongo a eso. ¿Todo claro hasta ahora?

Aunque aun estaban llenos de dudas, al menos sabían que la aldea estaba a salvo por ahora, el resto lo podrían investigar luego.

— Entendido. (Minato)

— Sí. (Tsunade)

— Bien, ahora. Tsunade, con respecto a tu clan…

Al escuchar esas palabras, su corazón se apretó. Los últimos treinta minutos habían sido un calvario para ella, y no quería que sus esfuerzos fueran solo para la diversión de alguien más, ella tenía esperanza, y si se la extinguía ahora, caería al abismo para nunca más recuperarse.

— Puedo decir con certeza que no eres la última, pero eso es todo, en donde están o quienes sobrevivieron es imposible de saber, de hecho es uno de los secretos mejores guardados de la aldea.

Al escuchar eso, Tsunade cayo de rodillas y lloró, lloró con todas sus fuerzas. Ella no sabía si las palabras de esta persona eran ciertas o no, pero no le importaba,