Obito camino por la parte trasera de la iglesia, y se movió entre los callejones.
Luego de esa conversación con María, el no quiso volver con los niños, o con esa chica llamada Syr, solo quería alejarse de todos por un momento, se había acostumbrado a estar solo la mayor parte del tiempo, tener que estar rodeado de tanta gente era algo que, aunque antes no le hubiera molestado, ahora simplemente sentía que no encajaba en ese lugar.
Obito se detuvo y miro alrededor.
―¿estoy perdido?. ― Obito pensó mientras miraba hacia los lados, de hecho, apenas podía recordar el camino de regreso al orfanato, él sabía que no era bueno con las direcciones, pero ese no era problema, el problema era esta ciudad.
Sí, no era una excusa, este lugar era un maldito . . . laberinto, si esa era la palabra.
Miro hacia los lados, las estructuras de los edificios, callejones por todas partes, calles empinadas, escaleras, decenas de caminos distintos, este lugar era como un maldito laberinto.
Si toda la ciudad en la que estaba era igual que esta área, entonces las personas en esta ciudad debían de tener una muy buena memoria, como para no perderse cada vez que caminan por este lugar.
Obito de detuvo y soltó un suspiro.
Miro hacia los lados, frunciendo el ceño, se dio cuenta de varias cosas.
Primero que nada, este lugar era pobre, no estaba siendo prejuicioso, era la verdad, la mayoría de la gente parecía tener lo suficiente para vivir, y había una cantidad considerable de vagabundos en las calles, también noto que había más orfanatos, podía ver a varios niños corriendo por las calles.
Obito los miro un momento antes de darse la vuelta y comenzar a caminar.
En realidad, no importaba si se perdida, solo necesitaba encontrar un callejón donde poder usar su kamui, e ir a su dimensión, recordaba que funcionaba porque antes había tomado un kunai que estaba almacenado en su dimensión.
Luego de este corto paseo en el que comprobó algunas cosas, como el hecho de que había muchas personas que tenían orejas de gatos, entre otros animales y no era un fenómeno aislado del orfanato, Obito Uchiha camino casualmente a aun callejos oscuro, uno de los cientos que había en este lugar.
El color de ojos cambio de negro a rojo brillante con tres aspas girando.
Obito se concentró.
― ¿huh?. ― Obito dejo salir una voz sorprendida, luego su ojo se abrió con asombro. ― maldición.
El murmuro mientras su figura se desdibujaba y desaparecía en un pardeo.
Obito se materializó en su dimensión, cayó suavemente el suelo de color gris.
Frunció el ceño por un momento.
― lento . . . ― le murmuró, fue mucho más lento en comparación a cuando tenía sus dos ojos.
No estaba especialmente sorprendido por eso, después de todo el perder uno de sus ojos traería consecuencias.
El verdadero poder del Sharingan se demuestra cuando ambos ojos estaban presentes, el hecho de haber perdido uno de ellos, significo una caída en su poder.
― esto podría ser un problema.
Obito murmuro, luego escucho el sonido de pisadas, giro sus ojos, y fue embestido por una figura de color blanco.
― ¡bobito! ¡estas vivo! ¡estas vivo! ― Guruguru grito furiosamente mientras lo abrazaba.
Obito se sintió un poco desorientado por el estado eufórico de este Zetsu.
― espera. . . ¿estas vivo? ― Guruguru lo miro como su fuera un fantasma, luego extendió su dedo y presiono el costado de Obito.
Guruguru lo miro mientras inclinaba la cabeza.
Obito lo miro, y luego con una ligera sonrisa soltó un suspiro.
― sí, estoy vivo, aunque la verdad no entiendo por qué. ― Obito dijo.
― ya veo, entiendo. . . . ― Guruguru dijo mientras se sentaba en el suelo, Obito hizo lo mismo mientras lo miraba. ― ¿entonces que paso bobito?
El ser hecho de las células de Hashirama dijo mientras inclinaba la cabeza, mientras lo miraba directamente.
― bueno . . . no lo sé. . . ― Guruguru no dejo de mirarlo, y siguió esperando sus siguientes palabras, Obito sabía que era lo que el quería escuchar. ― yo . . . decidí intentarlo.
― . . . ― Guruguru lo miro fijamente, antes de dar un salto el aire, y empezar a vitorear, Obito recordó cuando él hacía lo mismo hace meses, cuando estaba en su rehabilitación. Cuando el ser de color blanco acabo de celebrar, miro a Obito con el agujero de color negro, se acercó a él.
― ¿entonces ahora que vamos a hacer?. ― pregunto animado.
― . . . . ― Obito noto que Guruguru no saco el tema del que él lo había dejado en su dimensión. Obito no sintió que sería buena idea sacar ese tema así que lo evito. ― bueno, es un poco difícil de explicar, pero por ahora necesito buscar información, ¿podrías ayudarme con eso?, por favor.
Obito dijo.
― ¿información? ― Guruguru inclino su cabeza.
― si . . . aammmm. ― Obito lucho por encontrar las palabras adecuadas para expresar su situación actual. ― bueno, será más fácil si te lo muestro.
Obito se desvaneció en un remolino.
Se desplazó hasta el callejón vacío donde había desaparecido.
Luego de asegurarse que no había nadie observándolo, un remolino se formó desde el ojo de Obito, la figura de Zetsu espiral fue escupida desde su dimensión.
Zetsu cayó al suelo de rodillas, luego se levantó con un salto.
― eh, ¿Qué lugar es este?
Zetsu dijo mientras examina el callejón con interés.
― eso es lo quiero averiguar, ¿podrías investigar un poco?
Guruguru se giró y lo miro, levanto un pulgar y dijo.
― seguro, estaba aburrido de estar en ese lugar. Ah, por cierto ¿Qué le paso a tu ojo?
El cuerpo de Guruguru se comenzó a hundir en el suelo. Obito lo miro un momento antes de sonreír ligeramente.
― en realidad no tengo idea, pero creo que tiene que ver con cómo llegue aquí -
― mmm, ya veo. ― Obito no sabía decir si el realmente lo entendió o no.
El ser desapareció en un el suelo.
Obito se preguntó por un momento si esto fue buena idea, Guruguru era mucho mejor que el para recolectar información, el solo se había centrado en el entrenamiento, y había pasado todo su tiempo en una cueva, mientras que Guruguru y Zetsu se habían movido para recolectar información.
― bueno, ahora. . . ― un remolino se formó desde el ojo de Obito y su cuerpo fue absorbido por un remolino.
Obito cayó en su dimensión, pero no el mismo lugar donde estaba Guruguru. Esta vez estaba frente a una inmensa estatua.
El Gedo Mazo, como Madara lo había bautizado.
― así que aún está aquí-
Obito miro la estatua con ojos evaluadores ¿debería de destruirlo?
Lo envió a su dimensión para evitar que Konoha pusiera sus manos sobre él, no es que no confiara en Minato, pero sabía mejor que nadie que la aldea tenia personas que podrían usar esta estatua para sus propios fines.
En conclusión, era mejor si la estatua desaparecía del mundo ninja.
Pudo ver los múltiples cuerpos que colgaban de la estatua, según Madara era clones de Hashirama, claro que muchísimos las débiles.
― Madara dijo que podía controlarla . . . ― Obito giro sus ojos y miro la estatua, ¿debería de destruirla?
La respuesta era simple, si, por supuesto que lo mejor seria destruirla, sin el cascaron del juubi seria imposible revivirlo, así que la opciones mas lógica seria hacerlo.
Pero es justamente por eso que Obito estaba dudando, si alguien se tomó las molestias de sellar esta cosa en la luna, porque no simplemente destruirla, reducirla a polvo.
Obito pensó dos cosas, primero es imposible hacerlo, los bijus son inmortales, porque incluso si son destruidos eventualmente volverán a formarse. Entonces, ¿lo mismo se aplica a este cascaron?, no había manera de saberlo, además de destruirla y comprobarlo.
Si Obito la destruía, y esta volvía a regenerarse en la luna, entonces sería inútil, a diferencia de Madara, él no tenía el Rinnegan, entonces una vez la estatua desaparecía no podrá volver a verla.
El solo hecho de que nadie la haya destruido considerando la amenaza que representa para la humanidad, ni siquiera el sabio de los seis senderos, debía de significar algo.
― mejor la mantengo aquí, así al menos sabré si Nagato la invoca en algún momento.
Obito miro la estatua una última vez, antes de darse la vuelta y desaparecer en un remolino. Se trasladó a otro lugar de su dimensión, el lugar donde almaceno todas las cosas que madera tenía en esa cueva.
La mayoría de ellas en armas, kunais, shirikens, guadañas, katanas, y su gumbai. Además de diversos pergaminos.
Había trasladado todo a su dimensión porque según Zetsu negro tenían que empezar a moverse pronto para hacer contacto con Nagato y convencerlo de aliarse con ellos, y sería peligroso dejar todo en el escondite.
Obito aceptó eso para no levantar sospechas sobre su traición.
Se acercó a las cosas, y tomo una túnica de color negro. La coloco sobre sus hombros, y se cubrió su cabeza.
― tengo que revisar cómo van las cosas en Konoha. . . ¿debería de usar una máscara? . . . no, después de todo nadie debería de verme, e incluso si me ven dudo mucho que me reconozcan . . . en todo caso será mejor usar un henge.
Obito pensó, mientras un remolino se formaba alrededor de su ojo.
― . . . ¿que- que demonios?
Llevo una mano a su rosto mientras su expresión se volvía en una de sorpresa, y confusión.
― ¿Por qué . . . por qué no puede ir?
Obito se concentró, exprimió cada gramo de concentración que tenía, peor no ocurrió nada, es como si no tuviera un objetivo en su mente.
El kamui no lo envió a Konoha, trato de mover a cualquier otro lugar, la cueva, el bosque de la muerte, luego de unos minutos de concentrarse, pero no lograr nada, Obito supo que algo está definitivamente mal.
¿por qué? ¿podría ser la pérdida de su ojo? ¿algo cambio, pero qué?
Obito trato de pensar en algo, pero simplemente nada tenía sentido, se volvió a concentrar, un remolino se formó alrededor de su ojo, primero visualizo el lugar, cuando confirmo que no había nadie, su figura comenzó a ser absorbida por el remolino.
Se deslizó hasta el cuarto donde había dormido.
Lo vista familiar lo recibió, no había ningún cambio en comparación a cuando salió de este, una vez más hizo otro deslizamiento, esta vez al callejón.
Cuando se materializo en el callejón, no hubo ningún inconveniente.
¿entonces por qué?
Obito se llevó una mano a su cabeza, mientras sentía que el mundo se volvía borroso.
Apretó los puños, y golpeo una pared, grietas se formaron alrededor de donde golpeó su puño.
― necesito información, maldición.
Guruguru tardaría unas horas en volver, él tenía un cierto nivel de habilidades de sensor gracias a que su cuerpo estaba hecho de células de Hashirama, y como el mismo cuerpo de Obito tenían implantadas estas células no debería de hacer ningún problema para que Guruguru lo encontrara.
― . . . ― apretando lo dientes Obito miro al suelo.
Escucho una serie de pasos acercarse desde el otro lado del callejón, movió su ojo y vio a un hombre caminar hacia él.
Tenía ropa algo extraña (como algunas de las personas que se encontró por la calle), usaba botas de color café, una armadura alrededor de su pecho, y podía ver una espada en su cintura, el hombre parecía un poco molesto.
El ojo de Obito se entrecerró, no le gustaba tener que recurrir a esto, pero de todas formas era la manera más rápida de obtener información, comenzó a caminar directamente hacia el hombre.
― ¿huh?. ― este se dio cuenta de su presencia, y pareció un poco desconcertado. Cuando caminas por un camino estrecho, lo más normal es hacerte a un lado si una persona viene del lado opuesto, Obito hizo lo contrario, el hombre noto ese extraño comportamiento y llevo una mano a la espada en su cintura.
Obito apenas si noto eso, en cambio cuando estaba a pocos metros del hombre, este se detuvo por completo, incluso su mano que estaba a punto de tomar su arma, se detuvo en seco.
Los ojos de hombre parecieron si vida por un momento.
Genjutsu.
― lo siento, solo necesito información.
Obito dijo mientras se acercaba al hombre. Aunque de todas formas él no lo podía escucharlo ahora.
aunque había algo extraño, no había lanzado genjutsu sobre muchas personas, pero se sentía más difícil de no normal, como si en cualquier momento podría perder el control y la personas seria liberada.
además, la energía que recorría los cuerpos de estas personas era . . . diferente, no era chakra, era otra cosa, al menos eso podía ver, tal vez por eso su genjutsu no estaba funcionando apropiadamente.
de todas formas, lo mejor seria apresurarse y conseguir la información que necesitaba.
Obito volvió a su dimensión.
Lo primero que hizo fue caer al suelo, y sentarse.
Un ceño fruncido estaba en su rostro, cerro sus ojos, mientras reunía todos sus pensamientos, y la información que obtuvo de ese hombre, luego hizo lo que Madara le había enseñado.
Absorbió, analizo y comprendió todo.
Relajo su cuerpo. Y abrió sus ojos, luego miró al suelo mientras debajo que sus pensamientos divagaran un poco.
Primero, estaba en otro mundo, o dimensión, de igual como lo llames, definitivamente no estaba en las naciones elementales, o siquiera en otro continente alejado de las guerras, los Shinobis, o cualquier cosa.
Era otro mundo, así de simple.
Debió de haberlo notado desde antes, pensó que la gente con orejas de perro eran simplemente un clan, como los inozuka que tenían rasgos un poco salvajes, pero ahora entendió que eran otra raza diferente de los humanos, lo mismo que la mujer que lo salvo, al parecer ella era una "elfa".
Había otras razas, pero no investigó más, tenía suficiente con el hecho de estar en otro mundo.
Dejó al hombre luego de obtener un poco de información básica.
También logró encontrar un poco de información los diferentes, "reinos" e "imperios", como era de esperarse, no reconoció el nombre de ninguno de ellos. También pro fin comprendió, por encima, los conceptos de "aventureros" y "dioses".
― ya entiendo porque me pregunto si era un "aventurero"
Era un poco extraño, pero luego de pensarlo un poco, lo acepto con relativa facilidad, si era otro mundo todo era posible, eso fue lo que usó como excusa para no pensar sobre estas cosas más de la cuenta.
Reviso varias veces sino estaba un Genjutsu luego de eso, aceptar que estaba en otro mundo era difícil, por decirlo menos, pero luego de un tiempo se dio cuenta que era relativamente imposible que un Genjutsu pudiera producir un mundo tan completo, hasta el más mínimo detalle.
Solo había una manera, y eso no era posible.
Entonces solo podía aceptar lo que estaba pasando, no había caso en negarlo.
Si fuera el antiguo Obito probablemente lo hubiera aceptado con más facilidad, después de todo antes no pensaba en las cosas, y solo se dejaba llevar por la corriente, si le decían que estaba en el otro mundo, lo aceptaría, si le decían que estaba en otro mundo, primero lo negaría, pero luego de comprobarlo por sí mismo, lo aceptaría, así de simple era la vida.
Pero ahora se cuestionó varias cosas.
¿había una forma de volver a su mundo original?
¿existían más dimensiones como esta?
¿Qué debía de hacer?
Pero ahora tenía claro que la perdida a de uno de su ojo se debió a su viaje-dimensional.
Obito miro sus manos, una era más pálida que lo otra.
Ahora que lo pensaba, maría debió de haber notado lo extraño que era su cuerpo, ¿verdad?, aun así, ella no pregunto sobre esto, era realmente amable.
"si no tienes un lugar al cual llamar hogar. . . puedes quedarte con nosotros"
Los niños y María, incluso esa chica llamada Syr lo trataron realmente bien.
El había decidido que no quedaba nada para el en su mundo de origen, ¿verdad?, no había ninguna ganancia en seguir pesando sobre esto.
él estaba en este mundo, y las posibilidades de volver a ese doloroso, miserable y podrido mundo de los shinobi no parecía atractiva para él, no en estos momentos.
― un hogar . . . ― el murmuró mientras miraba hacia el "cielo" de su dimensión, sintió la calidez de esas palabras deslizarse por su pecho, era agradable. Se puso de pie lentamente, esperaría a que Guruguru volviera con la información, y luego podría decidir tomar un curso de acción más definido. ― lo mejor será que no muestre mis habilidades, sería un problema si llamó la atención.
El medito mientras se quitaba la túnica y la dejaba en el suelo. Comenzó a caminar.
― debería de conseguir un parche para mi ojo, y vendas para ocultar mi mano izquierda.
Su figura fue tragada por un remolino.
Salió del callejón y camino por esta calle. Decidió que podía dar un paseo por esta ciudad "Orario", para reconocer mejor el tipo de lugar donde está ahora.
Mientras caminaba pudo ver unas flechas que estaban dibujadas en la pared. Noto que había varias iguales dibujas en diferentes padres, todas apuntaban en una dirección en general, Obito venia de la dirección contraria de donde apuntaban estas, así que fue sencillo suponer que si seguía estas flechas saldría de este lugar.
No es que no le gustara la arquitectura de esta área, pero no estaba acostumbrado a un lugar tan "desordenado", pero era demasiado fácil perderse.
Siguió las líneas por unos cuantos minutos, noto que había gente "normal" o mejor llamados humanos, y otras razas, estaba un poco aliviado por la gran variedad de personas que había en este mundo, incluso alguien como él no podría llamar la atención, y pasaba desapercibido por la mayoría, lo cual era normal.
Sus cicatrices en el rostro eran parcialmente tapadas por su cabello. Y tener el cabello tan largo como lo tenía, no parecía algo que motivara a las personas a mirarlo.
El estaba contento con eso.
Finalmente salió del lugar donde estaba y llego a una calle principal, al parecer.
Pudo ver una gran cantidad de personas caminando por todos lados, vio a "elfos", gente con orejas de gato, de perro, de vaca, de otros animales.
Vio personas muy bajitas que podían ser confundidas con niños.
Pero los que más llamaron su atención fueron los "aventureros", el equivalente a la profesión de shinobi en este mundo, aunque en realidad eran muy diferentes, basándose en la poca información que había obtenido de ese hombre.
Llevaban armas, y una variedad muy grande de ellas, espadas, escudos, arcos, báculos, armaduras de metal, algo que solo los samuráis de su mundo usaban, pero al parecer en este mundo era muy común usar ese tipo de equipamiento.
Giro sus ojos y vio la torre, "babel".
Debajo de ella estaba el "laberinto".
Él se giró y camino en la dirección contraria a la torre.
Tenía un poco de curiosidad sobre ese "laberinto", pero por ahora solo quería caminar un rato y olvidarse de cualquier cosa molesta, se preocuparía por los detalles cuando volviera Guruguru, una de las cosas que aprendió de Madara, no tiene caso preocuparse de pequeños detalles, insignificantes.
Mientras caminaba por la calle, se aseguró de observar la arquitectura de este lugar, la gran mayoría parecía estar basado en construcciones hecha de piedra, y techos de tejas de un color rojo, la mayoría de ella gastadas por el paso del tiempo. Edificios de tres pisos de alto, hasta algunos mucho menos imponentes.
― El área donde está el orfanato de María-san es diferente. ― él lo noto de inmediato. Era imposible no hacerlo, mientras en una parte de la ciudad personas buenas hacen lo que pueden por sobrevivir, en otra parte las personas viven en abundancia.
Niños huérfanos, viviendo en la calle, recogidos por una mujer de corazón amable.
Obito frunció el ceño, una vez más se estaba dejando llevar por las palabras de Madara. Tenía que admitir que el anciano tenía razón. Pero como dijo Kushina-san, había muchas cosas buenas, María era un ejemplo de eso.
― debo de ayudarla, tal vez pueda conseguir dinero para ayudarla con los gastos. . .― mientras pensaba sobre so, continúo caminando observando a las personas, a diferencia del aire opresar que se sentía en Konoha por la guerra, en este lugar, podía ver una especia de "paz".
Respiro una bocanada de aire.
Hasta que alguien lo golpeo en la espalda, e hizo que cayera hacia delante.
Obito se quejó por el golpe, aunque había notado a esa persona acercarse a él. girándose con una mirada molesta en su rostro, miro a la persona.
Era una chica.
Una chica gato. tiene pelo castaño, ojos marrones, orejas de gato y una cola del mismo color.
Un vestido color verde largo hasta por encima de las rodillas, mangas largas abultadas, cuello y puños blancos, Un delantal blanco y diadema, un pequeño lazo naranja debajo del cuello polainas negras y botines cortos color marrón
Un informe que Obito reconoció de inmediato.
Miro a la chica, y casi directamente entendió su forma de ser, después de todo era parecida a como era él.
― ¡hey! ¿Cuál es tu problema? ― él dijo con una voz diferente a la que había usado con María, con Syr, una voz que usaba cuando era Obito Uchiha.
En pocas palabras, él lo estaba intentando.
― heeey. ― ella lo saludo casualmente con una sonrisa. ― lo siento creo que no me mi fuerza . . . aunque no pensé que fueras un debilucho-nya.
Ella dijo con una sonrisa traviesa al final de su oración.
Eso significaba que ella lo conocía, según las palabras de Syr, Ryuu primero lo llevo a su lugar de trabajo, así que pudo suponer que esta chica lo vio en ese momento. Obito la miro un momento, y luego hizo una cara de póker.
― bueno, en primer lugar ¿Quién golpea a alguien en medio de la calle?
― eh, eso es bastante común en orario-nyaa
― "nyaa". ― Obito alzo una ceja al notar eso, le recordó al "dattebane" de Kushina, en pocas palabras esta chica gano puntos con Obito, a diferencia de la pequeña incomodidad que sintió con Syr, esta chica no le produjo esa sensación.
― ¿es así? ― Obito dijo con una ceja levantada. Luego sonrió disimuladamente y se llevó una mano a su cabeza, mientras se rascaba con vergüenza. ― lo siento la verdad soy nuevo en la ciudad.
Había dicho que no era un aventurero, y que venía de un lugar llamado Konoha, así que pensó que podría mantener esa historia, la cual no era mentira, solo tenía que ser conciso con las demás con las cuales conviviera.
También al actuar de esta manera, así evitaría preocupar a María.
Si seguía actuando reservado y dejando que sus emociones verdaderas salieran a flote, entonces solo causaría más molestias a las personas que lo rodeaban, no quería eso, entonces solo tenía que actuar como lo hacía antes, era así de simple, ¿verdad?
― oh, enserio-nya. ― la chica dijo con una sonrisa, Obito noto que ella tenía una bolsa en su mano derecha. ― ¿eres el chico que Ryuu recogió del calle , no?
― no debiste de preguntarme eso primero. ― Obito señalo un poco molesto, la chica solo rio. ― ¿por cierto Ryuu-san, está trabajando ahora?
―mm, si está cubriendo a Syr, aunque mamá estaba un poco molesta por eso-nya.
― ya veo. ― Obito miro a la chica un momento luego sonrió y dijo. ― ¿vas a tu trabajo ahora mismo?
― si-nya.
― ¿puedo acompañarte?
― ¿eh?.
Obito se llevó una mano a su cabeza y dijo con un gesto de disculpa.
― la verdad, quiero ver a Ryuu-san y agradecerlo por su ayuda.
― ya veo-nya. Claro puedes venir, estamos cerca-nya.
― enserio muchas gracias. ― Obito miro a la chica y dijo. ― puedo ayudarte a llevar tus cosas.
― eh, no es necesario, sabes, a pesar de ser una chica soy muy fuerte-nya.
― si me di cuenta con ese golpe de antes. Pero, de todas formas, como me estas ayudando, creo que es lo mínimo que puedo hacer. ― Obito dijo mientras tomaba las bolsas de las manos de la chica gato. Ella lo miró un momento, y luego sonrió. ― por cierto, mi nombre es Obito Uchiha. Puedes llamarme Obito.
― el mío es Anya, puedes llamarme Anya, aunque mis amigos me llaman Anya-nya.
Una gota de sudor bajo por la cabeza de Obito, mientras sonreía nervioso.
― entonces . . . ¿ anya-san?.
― no, Anya.
― ¿Anya?. ― Repitió Obito.
― sí, pero solo mis amigos me pueden llamar Anya.
― oh, entonces . . . ― Obito miro a la chica inseguro.
― entonces somos amigos a partir de ahora.
Un poco de sorpresa se mostró en la cara de Obito, luego sonrió, y balanceo su puño en el aire.
― ¡bien!
― hahah
Continuaron hablando durante todo el camino hacia el lugar de trabajo de Anya.
.
.
.
.
..
― así que este es el lugar donde trabajas. ― Obito observó el edificio de dos pisos, que según la explicación bastante confusa y poco esclarecedora de Anya, era una especie de restaurante por la mañana, pero una caverna por la tarde para los aventureros, luego de un largo día de trabajo.
El edificio estaba hecho de piedras, como la mayoría de esta ciudad, aun así, mirando alrededor era un poco más alto que los edificios circundantes, lo cual lo hacía destacar.
― si, hay que entrar-nya.
Obito camino hacia adentro aun sosteniendo las bolsas en sus manos. Cuando atravesó las puertas de la entrada, lo recibió una vista hogareña, podía oler la comida y las personas hablar animadamente entre ellos, había algunas chicas con el mismo uniforme que Anya, corriendo de un lugar a otro con sonrisas enérgicas en sus rostros.
También había una mujer robusta que estaba sirviendo comida a los clientes, con una sonrisa satisfecha, ella estaba usando un uniforme diferente al de las demás chicas, este era de color azul.
Probablemente la jefa del lugar, la llamada mamá.
Entre las meseras pudo ver a una mujer hermosas, que caminaba entre las mesas tomando ordenes con elegancia y diligencia, tenía el color de cabello verde y ojos azules, además de las características orejas puntiagudas.
― tomaré esto, gracias-nya. ― Anya tomó las bolsas de las manos de Obito, y se las llevó a la cocina, donde dos mujeres una con orejas de gato negro, y una chica con el cabello castaño estaban trabajando.
Obito giró sus ojos y miró a la chica parecía ocupada, y no parecía que fuera a desocuparse pronto, pero considerando sus opciones lo mejor sería agradecerle rápidamente, y dejarla seguir con su trabajo.
Considerando eso, Obito camino hacia ella con una mirada resuelta.
― ¡¿ACABAS DE DECIR QUE VENDISTE A ANNA?!
Los pasos de Obito se detuvieron en seco, lentamente giró sus ojos, al igual que todas las personas que estaban comiendo en este lugar. Incluso las camareras se habían detenido para mirar la escena.
Era una mujer un poco pasada de peso, junto a un hombre de mediana edad.
La mujer estaba apretando sus puños sobre la mesa, con los ojos llorosos, mientras miraba al hombre con una mezcla de enojo, tristeza y decepción.
El hombre por estaba agarrándose la cabeza, mientras evita la mirada de reproche de la mujer.
Por sus palabras, podía deducir que ambos eran una pareja.
― no la vendí . . . me la quitaron.
Obito frunció el ceño ligeramente.
― ¡es lo mismo! ¡por eso te dijo que dejaras de apostar! ― la mujer se levantó de su asiento, mientras gritaba llena de rabia. ― ¿Qué clase de padre apuesta a su propia hija?
Obito continúo mirando la escena con ojos extrañamente impasibles.
El hombre se dio cuenta de su mirada. Y pudo notar que su expresión se oscurecía.
― ¿Qué demonios estás mirando?
El hombre escupió, Obito sabía que era lo que haría, así que se volvió directamente hacia otro lado, fingiendo que estaba atemorizado, el hombre tomo un vaso de agua y mientras lo balanceaba con una cara llena de enojo, y grito.
― ¡esto no es un maldito espectáculo!
El agua voló por el aire, y se esparció por el suelo de lugar, manchando a algunos de los clientes que estaban por el lugar.
― . . . ― Obito miró al hombre un momento, luego su ojo noto como dos de las chicas que trabajan en el lugar, se acercaron al hombre, usaron la fuerza para calmarlo, y luego la mujer "mamá" lo arrojó por la puerta, con una demostración de fuerza bruta.
El cuerpo del hombre salió disparado y se arrastró por el suelo.
Obito no sintió simpatía por él.
― . . ¿saben pelear? ― Obito pensó un poco, lo más seguro es que eran aventureras jubiladas o algo así. Miro a la mujer que ahora estaba mirando a la mesa con incomodidad, y con lágrimas amenazando con derramarse de sus ojos.
Obito miro a la mujer un momento, no era un héroe, o un justiciero, eso lo sabía mejor que nadie.
En realidad, algo como justicia no podía existir en este mundo, sin duda era culpa de ese hombre que su hija haya sido tomada.
Miro a la mujer una vez más. Ella salió del lugar para buscar a su marido. Luego de dejar el dinero que debía en la mesa.
Luego de un momento de vacilación. Camino hacia la salida.
Cierta alfa de cabello verde lo notó. Con una máscara de tranquilidad vio al chico salir del restaurante y alcanzar a la mujer.
Ella frunció el ceño un momento.
― disculpen. ― él llamo a la pareja. La mujer lo miro, y hombre que esta tirado en el suelo no se molestó en hacerlo. ― lo siento, escuche lo que dijeron ahí adentro, ¿puede decirme que paso exactamente?
La mujer dudo un momento.
― ¿para qué quieres saber, eh mocoso? ― el hombre dijo mientras lo miraba con enojo.
La mujer frunció el ceño, y miro a su marido con reproche. Este desvió la mirada.
La mujer dejo de mirarlo y luego miro al niño.
― lo siento. ― Obito negó con la cabeza, restándole importancia al asunto. ― bueno lo que paso fue . . .
La mujer explico todo.
Al parecer su esposo tenía un problema de apuestas que le había provocado varios problemas en el pasado, como ella lo amaba se había mantenido a su lado incluso luego de eso, el prometía que lo arreglaría, pero al final seguía siendo lo mismo.
De la alguna manera en su último juego, el hombre se las arregló para quedar endeudado hasta el cuello, y termino apostando a su propia hija.
Obito estaba un poco sorprendido, nunca pensó que alguien apostaría a su propia hija. Miro al hombre con una mirada endurecida, el hombre pareció avergonzado.
― ¡no es como si quisiera haber apostado a Anna!
Él grito, Obito lo miro un momento, incluso si era el antiguo Obito, pensó que decir estas palabras estaban bien.
― pero lo hiciste, ¿no? ― él dijo, luego cerró su boca, su voz había sonado mucho más dura de lo que esperaba, y miró al hombre esperando que él se explicara mejor, no lo hizo, así que miro a la mujer. ― umm, ¿Por qué no le piden ayuda al "Gremio"?
Hasta donde había podido entender el gremio era algo así como la "autoridad de esta ciudad", aunque solo se estaba basando en su comprensión superficial de las cosas.
― el gremio recibe muchos pedidos como el este todos los días . . . incluso si intentamos hacer un pedido no oficial, luego de las apuestas de mi estúpido marido, no tenemos nada.
La mujer se llevó las manos a la cabeza mientras comenzaba a llorar.
Obito miro a la pareja un momento.
― lo siento.
Fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Obito. Luego discretamente giro sus ojos, y noto que "Ryuu" estaba mirando en su dirección desde dentro del restaurante, Obito desvió la mirada, ella se debió de dar cuenta de esto.
Obito entrecerró los ojos.
Ella había detenido su mano, incluso si estaba débil, no debió de ser algo sencillo, entonces ella también era una aventurera. Hasta donde entendía solo aquellas personas que eran aventureros tenían una fuerza por encima de las personas promedio, aunque había excepciones, por ejemplo, las personas con orejas de gato tenían una capacidad física naturalmente superiores a los humanos.
― definitivamente voy a necesitar la información de Guruguru.
Pensó distraídamente luego miro a la mujer, y se inclinó ligeramente.
Toco el hombro de esta, y dijo con una sonrisa.
― lo lamento, me tengo que ir. Realmente espero que puedan recuperar a su hija.
Él dijo con un tono sincero.
El hombre soltó un bufido. Probablemente burlándose del hecho de que luego de escuchar la historia el solo se podía ir.
La mujer le agradeció, y luego él simplemente se fue del lugar.
.
.
.
..
.
.
"mi hija es amable, hermosa, puede ser un poco tímida, pero es una buena chica"
"las personas con las que estaba apostando eran un grupo de matones de diferentes familias, ellos me llevaron a otro lugar por un callejón, y me amenazaron para seguir apostando, y cuando perdí todo, me obligaron a apostar a mi hija"
El sol estaba comenzando a meterse en el horizonte, Obito estaba encima de un edifico, sentado de tal forma que no había ninguna posibilidad de que alguien lo viera a menos que se subieran encima de los edificios que lo rodeaban.
En su cabeza comenzó a repetir las palabras de la mujer, y del hombre.
Luego de pensarlo por un tiempo llego a una conclusión, todo fue planeado.
Fue sencillo adivinarlo, por el hecho de que esos hombres mencionaron a su hija, eso significaba que ellos ya sabían de la existencia de ella, y el hecho de que lo hayan llevado a un lugar apartado, probablemente también fue parte de su plan.
La mujer describió a la chica de una forma bastante peculiar, siempre recalcando el hecho de que era hermosa.
Obito miro hacia una dirección en particular, el lugar donde según el hombre, lo habían llevado y donde había perdido todo lo que tenía.
Es verdad que ese hombre fue un imbécil por caer en algo así, pero de todas formas así es como funciona el mundo, los fuertes se aprovechan de los débiles.
Aun así, el hecho de que ese hombre haya valorado más su propia vida que la de su hija, hizo que Obito perdiera cualquier tipo de simpatía por él.
― pero . . . ― recordó la mirada de la mujer, sus ojos eran los mismos que tenía kushida cuando hablaba de su hijo. Obito miro hacia el cielo un momento. ― maldición, los viejos hábitos no desaparecen fácilmente, ¿huh?
Obito se giró cuando escucho un sonido provenir de su lado derecho.
Guruguru salió del suelo del edificio.
― ¡ya llegue!, bobito descubrí muchas cosas divertidas, por ejemplo. . . . ― Guruguru se detuvo e inclinó la cabeza mientras miraba a Obito, noto que algo era diferente con el niño.
― hey Guruguru . . . ¿quieres hacer algo divertido? ― Obito se giro y vio hacia el lugar donde seguramente estaban reunidos ese tipo, que estafaron y destrozaron a una familia.
Su Sharingan brillo misteriosamente, mientras el viento movía su largo cabello azabache.
.
.
.
.
.
Había una diosa.
Ella hermosa como ninguna otra.
Tiene pelo largo y plateado, ojos plateados y una piel blanca como la nieve fresca. Su ropa es en gran parte negra y roja, y expone la mayor parte de su estómago y senos. También usa dos adornos florales en su cabello.
Su belleza era incomparable con cualquier otra en el mundo.
Ella tenía unos ojos especiales.
Le permitían ver el color de las "almas" y su "brillo".
Siempre se deleitaba viendo las almas que le gustaban, incluso eligiendo a aquellos con almas sobresalientes parta que se unieran su familia.
Pero ella tenía algo, estaba aburrida, increíblemente aburrida. Entonces. Siempre busca cosas interesantes.
Ella sostiene entre sus dedos una copa de vidrio transparente, en esta se balancea un líquido de color rojo, moviéndose suavemente en la copa.
La mujer estaba mirando una ciudad, las luces de piedras mágicas iluminaban esta ciudad de tal manera que proporcionaba una vista espectacular.
Había encontrado algo interesante.
Era diferente a todo lo que ella había visto.
La primera vez que lo vio, no estaba segura de sentir curiosa o sentir desagrado.
Su alma era negra, oscura hasta lo más profundo de su ser. Una oscuridad, que ella solo había visto una pocas veces, ella no pudo evitar sentir desagrado cuando vio esa parte de su alma, pero, por otro lado, la otra mitad del alma era todo lo contrario, era de un color blanco, puro, impoluto.
Un alma que fue partida en dos.
Ella nunca había visto algo así, cada parte estaba en perfecto equilibrio.
Sin embargo, parecía que el mas mínimo movimiento podría hacer que una de las dos partes se sobrepusiera a la otra.
Ella se sentía curiosa, interesada, quería verlo-.
Que ver como se volvería esa alma.
¿Se rompería?
¿Se convertiría en algo completamente blanco, o algo complementa oscuro?
Una suave curva se dibujó en sus labios, mientras una sonrisa ligera y seductora se dibujaba en su cara.
― por favor, Obito Uchiha muestre en que te convertirás.
.
.
.
.
La noche había caído.
El cielo estaba bordeado de estrellas y una hermosa media luna.
Luces de color blanco iluminaban las calles y múltiples edificios de la ciudad.
Una figura solitaria estaba prado sobre un edificio, una túnica de color negro. Una capucha subirá su cabeza.
Un solo ojo de color rojos brillante, se podía ver a través del agujeró que había en su máscara blanco con forma de espiral.
El viento sopló suavemente, y la luna fue cubierta por una nube de color gris azulado.
― lo siento María-san, voy a llegar un poco tarde.
Dio un paso adelante y cayó hacia el callejón.