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Obito Uchiha en Danmachi

Cuando no tienes a nadie, el único en el que puedes confiar es en ti mismo. Obito de 14 años, llega a Danmachi. ligeramente op, pero limitado por la mentalidad de Obito. por el momento sin pareja definida.

BellvsAsterios · アニメ·コミックス
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Infierno

― Me convertiré en Hokage, y tendrán que grabar mi Sharingan y mis gafas en el monumento al Hokage.

El grito con entusiasmo mientras una sonrisa genuina bordeaba sus labios, frente a él estaba Rin Nohara mirándolo con los ojos llenos de total sorpresa.

Pero eso duro un segundo, ella inmediatamente sonrió, no burlándose, si no una sonrisa que reflejaba que ella se estaba tomando completamente enserio las payasadas que este niño estaba diciendo.

Obito sonrió incluso más ampliamente, al ver eso, y luego mientras sus mejillas se sonrojaban, agrego como una ocurrencia tardía.

—es por eso que. . . ― Obito se rascó tímidamente su mejilla, mientras miraba hacia otro lado. ― es por eso que tú debes de observarme.

Él se sintió extremadamente avergonzado, y por un momento rezo su voz no hubo llegado a los oídos de la niña, pero cuando volvió a mirar, ella lo miró fijamente.

Su rostro estaba cerca, demasiado cerca, Obito retrocedió con un salto cayendo al suelo en el proceso.

― ¿por-por qué hiciste eso?

Le grito mientras trataba de ocultar su sonrojo.

La chica lo miro mientras inclinaba la cabeza confundida, luego sonrió, y respondió.

― dijiste que te observara, ¿no?, eso estaba haciendo.

Por un momento óbito se quedó en silencio, y bajo la mirada.

Luego con una enorme sonrisa levanto un pulgar a la chica y grito a todo pulmón.

― sí, tu solo obsérvame, me convirtiere en el Hokage más fuerte de todos y salvare el mundo, y detendré las guerras.

Estaba seguro en ese momento, que sus sueños eran posibles, y entonces con una sonrisa y sin vacilar, sin dudar que ese sueño se volvería realidad y que rin estaría hay para verlo, el sonrió con una sonrisa sin pretensiones e inocente en el mejor de los casos.

De la forma en que solo un niño puede ver el futuro, con ojos soñadores y inocentes, el esperaba con ansias ese futuro.

.

.

.

.

La luna estaba debajo de sus pies y era de un color rojo grotesco, el viento comenzaba a golpear la planicie en la cual se encontraba. Un aullido gutural lentamente se escurría desde todas direcciones, y se desvanecía en la nada.

Y este mismo hacia que la forma de la luna se desdibujará y ondulara a su alrededor, retorciéndola, destruyéndola pero siempre brillando con un desolador destello de color blanco debajo de él, sus pies estaban hundidos hasta los tobillos en un líquido cálido.

Era pegajoso, y como no podía ser de otra manera era rojo, un color rojo oscuro, las estrellas estaban por todo el cielo despejado, sobre un papel tapiz de color azul marino, como si fuera nada menos que miles de millones de puntos brillantes.

Obito Uchiha estaba en medio de este paisaje.

Desolado, agobiado y aterrorizado.

Obito Uchiha miro el charco rojo, como si observando eso, pudiera encontrar algo que él deseaba en este momento. . . una respuesta.

Ahora ya No se podía escuchar nada. Incluso el viento se había detenido en este punto, y el solo podía escuchar el goteo de las lágrimas que salían de su único ojo bueno. Lagrimas que caen mezclándose con el agua y con la sangre, y estas provocaban una serie de ondulaciones en el charco debajo de él. Su pupila era de un color rojo escarlata, incluso más profundo que el de la misma sangre, este tenía una extraña forma que podría llegar a parecerse a un remolino, formado por tres aspas que se conectaban entre sí.

Las lágrimas, se mezclaban con la sangre, y el olor a oxido se extendía por todo el lugar. El ya conocía ese olor, las múltiples veces que lo había olido, fue por que alguien había resultado herido o había muerto.

Pero es este momento ese olor era tan fuerte y tan real, que casi provoco que vomitara.

Su pelo estaba húmedo y pegajoso, su cuerpo mismo estaba cubierto de sangre, así como la túnica de color café oscuro, que por la poca iluminación se podría confundir con el color negro, que llevaba encima.

El silencio era asfixiante, Terriblemente asfixiante.

Él quería gritar, quería destruir todo lo que lo rodeaba, quería destrozar este silencio que lo rodeaba. No quería estar en silencio, porque de esa manera no podía escapar de los pensamientos que recorrían su cabeza.

Pero no podía, no tenía la fuerza para hacerlo, estaba agotado, deshecho, sin esperanza. Incluso si seguía buscando un motivo por el cual gritar, por el cual poder desatar la frustración que golpeaba su débil corazón, no podía encontrarlo.

O Más bien, incluso si lo hacía, incluso si gritaba a los cuatro vientos, incluso si seguía matando sin descanso, todo era inútil.

Obito sintió el peso de lo que había pasado sobre su pecho.

El sonido del millar de aves, la electricidad recorriendo el viento, ese momento era tan vivido, tan vivido que no podía sacarlo de su cabeza, tan vivido, y plasmado para siempre en su memoria gracias a su Sharingan.

Dolía. Dolía terriblemente.

Lo que más había anhelado durante tanto tiempo, era su maldición en este momento.

Entonces el no pudo soportarlo más, y sus rodillas cedieron. La sangre chapoteo a su alrededor.

Miro su reflejo en la sangre, y solo pudo ver el rostro de un niño destrozado.

El solo tenía 13 años, a unos pocos meses de cumplir catorce, incluso si él fue considerado un chuunin, al final del día eso no significaba nada.

Cualquier niño que se le diera un kunai, y sea mandado al campo de batalla era considerado un ninja, y luego moriría, y luego de eso.

Nada pasaría.

Su muerte no significaba nada.

La mayoría de los niños que no pertenecían a un clan, eran huérfanos, carne de cañón, enviados a morir en una guerra que ni siquiera entienden, con sus cabezas llenas de la mierda que les inculcaban en la academia.

Volverse héroes, salvar a sus compañeros, convertirse en Hokage.

Solo eran estupideces, Obito cerro su ojo con fuerza, mientras la frustración se acumulaba en su pecho.

Cuando lo volvió abrir, pudo ver su apariencia.

Su cabello era largo, y había picos de color blanco manchados de rojo que lo rodeaban, la mitad derecha de su rostro tenía feas cicatrices, y su ojo estaba inyectado en sangre y las lágrimas seguían fluyendo, del otro lado, su cara era la misma que siempre había tenido, pero su ojo estaba cerrado.

Era la primera vez en mucho tiempo que veía su propio rostro, desde que paso lo del puente kanabi, el había estado en esa oscura y solitaria cueva, solo acompañado por Madara y sus subordinados, si podía llamarlos de esa manera.

Sus labios estaban apretados, y las comisuras de estos temblaban visiblemente. Su cuerpo entero estaba temblando De ira, de impotencia, de dolor y una terrible soledad.

Llevo una mano a su pecho, y apretó la túnica en ese punto.

Con cada latido de su corazón, solo podía sentir dolor.

Porque su corazón estaba latiendo, pero el de ella ya no.

Por qué él estaba vivo, y ella no.

Por qué no pudo llegar a tiempo.

Por qué tuvo que llegar tarde en este momento, cuando era realmente importante.

Por qué Kakashi rompió su promesa. . . .

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?

¿Por qué estaba pasando todo esto?

Entonces su ojo se encontró con algo que flotaba en la sangre, era una máscara de porcelana blanca, mezclada con materiales especiales que usaban los llamados ambus de su aldea, y al parecer también los usaban los ninjas de kiri. Obito aturdido miro la máscara, luego miro a su alrededor, girando lentamente su cuello.

Cuerpos destrozados, sangre por todos lados, miembros amputados, órganos mezclándose con el charco de sangre, el horrible y penetrante olor de la muerte, entrando por sus fosas nasales.

Repentinamente Obito se sintió horrorizado.

El. . . él había hecho esto. . . . ¿Por qué?

Y la razón era obvia. Girando su cabeza una vez más, vio aquello que había estado intentando evitar.

El cuerpo de una chica estaba en medio de la sangre, como si flotara en el mar. Su rostro era pacifico, y sus ojos estaban cerrados.

Pero al igual que él, estaba cubierta de sangre, no solo la suya, sino también la de los ninjas que la persiguieron.

El ojo de Obito viajo al agujero en medio del pecho de la chica, la ropa alrededor de la herida fue quemada, al igual que la piel de ella, probablemente. Desde las esquinas de los labios de la chica, líneas rojas se dibujaron y escurrieron a los lados.

La respiración del chico se volvió errática, mientras sentía como su estómago se revolvía. Pero solo era eso, la sensación.

Todo había terminado, rin estaba muerta.

Frente a él estaba su cuerpo sin vida.

Ella nunca volvería a sonreír, nunca volvería a curarlo cuando por alguna estupidez se hiriera.

Nunca podrían volver a caminar juntos.

Todo había terminado, incluso si el sol seguía saliendo cada mañana, incluso si el mundo seguía girando, para el todo termino.

Recordó el lejano pasado, que ahora se desvanecía lentamente, el siempre gritando patéticamente que se convertiría en Hokage, y ella siempre apoyándolo y creyendo en él, incluso cuando era obvio que él no tenía el talento para ello.

¿Por qué?

Una vez más esa pregunta paso por su cabeza, como un mantra.

¿Por qué estaba pasando todo esto?

Se preguntó mientras apretaba los dientes, y sus puños.

Pero su pregunta fue dirigida al vacío, y nadie le daría ninguna respuesta.

Con el corazón destrozado, él se puso de pie.

Sintió como sus piernas vacilaban, el dolor en su pecho era inconmensurable.

Pero siguió caminando, lentamente.

.

.

.

.

.

Obito miro el cuerpo de rin en el suelo.

No había nada que hacer.

Ella estaba muerta.

― Rin . . .

El murmuro con un nudo en la garganta, apretó los puños.

Repentinamente recordó las palabras de rin: (siempre te estaré observando.)

Rin siempre había cumplido con su promesa, siempre lo observo, incluso cuando él era patético, ella creyó en el hasta el final.

Pero él. . . él es un fracasado, rompiendo todas sus promesas, gritando palabras vacías, llegando tarde.

Ahora que rin ya no lo observaría, nada tenía sentido.

Quizás el sol volvería a salir por la mañana. Quizás la luna era hermosa en este momento, quizás en algún lugar hay un niño que sueña con ser Hokage.

Quizás él podría seguir adelante.

Quizás el dolor que sentía en su pecho, pasaría, se haría más pequeño con el tiempo, y podría seguir viviendo.

Quizás. . . Quizás podría volver a sonreír.

Pero su corazón estaba roto.

Además, él no es nada.

Nunca será nada.

Y nunca podrá ser alguien.

Aun con eso, cargo con un sueño ambicioso, cuantos más como el, tienen el mismo sueño, miles sin duda alguna, niños sonriendo y corriendo a su muerte, con el sueño de algún día ser alguien-

Obito miro hacia el cielo.

Los rayos de la luna golpearon su rostro.

En sus sueños fue el Hokage más fuerte, en sus sueños rin siempre estuvo observándolo, en sus sueños todos eran felices.

Pero ahora está convencido, que lo único real en este momento es el dolor.

Fallo en todo.

No había ningún propósito para su vida.

Bajo su mirada y lo único que pudo ver fue sangre y muerte, sangre y muerte es lo único que hay en este mundo.

Cargo con miles de sueños, pero el mundo no es para soñadores, el mundo es para aquellos con el poder de conquistarlo.

Obito miro de nuevo a la chica, lentamente se puso de rodillas.

Acerco su mano cubierta de sangre, a la mejilla de la chica.

Pero, como si fuera un fantasma, paso atravez de ella.

Su mano se retractó inmediatamente, luego, en vez de volver a intentarlo, dejo caer sus temblorosas manos a sus costados.

Rindiéndose por completo a este mundo, y la verdad absoluta de que no había ningún motivo para el dolor, para las guerras, para las muertes, no hay ninguna respuesta.

Las cosas pasan, las personas mueren, nadie recordaría la vida de rin, ella seria olvidada en algún momento, el seria olvidado, no el ya fue olvidado.

Fue olvidado, en el momento en que fue aplastado por esa roca, el murió, Obito Uchiha está muerto.

Miro al suelo, mientras apretaba los dientes, las lágrimas caían por su rostro, mientras sollozaba como un niño pequeño.

Sintió que todas sus lágrimas se estaban derramando en un torrente interminable, su visión incluso, son su Sharingan se volvió borrosa, incluso se preguntó por un momento, si él había muerta de verdad, y este el infierno.

Óbito comenzó a producir un sonido extraño, era como si estuviera tratando de gritar, pero también era como si grito se hubiera atorado en su garganta, era el patico intento de un grito.

Luego el soltó un grito desesperado, era la primera vez en su vida que podía sentir este tipo de dolor.

Algo desgarrador que penetraba en lo más profundo de su ser, que lo llevaba a pensar que un agujero fue abierto en pecho.

El amargo de sabor de la tristeza, de la desesperación, la muerte definitiva de óbito Uchiha.

"Nada en este mundo sale como uno lo planea. Cuanto más tiempo vives, más te das cuenta de que en realidad solo existe el dolor, el sufrimiento y la futilidad"

Las palabras de Madara repentinamente acudieron a su cabeza.

En este mundo, dondequiera que haya luz, también hay sombras.

Óbito miro fijamente la luna mientras las palabras de Madara se repetían una y otra vez en su cabeza, como un mantra, como si por fin estuviera entendiendo algo.

Y entonces se dio cuenta, por primera vez en su vida estaba viendo como era el mundo realmente.

Fue como si una vende hubiera caído de sus ojos.

Como si hubiera estado en la oscuridad todo este tiempo, y ahora podía ver la la luz, y no le gusto lo que vio.

Este mundo donde todos sufren, donde todos se llena de dolor y miseria, donde cumplir las promesas es imposible, este mundo lleno de maldad y futilidad.

No le gustaba nada de esto.

Pero pensándolo bien, este mundo siempre había sido de esta manera, ¿no es así?

Kakashi lo sabía.

Minato lo sabía.

Rin lo sabía.

El único que nunca se había parado a ver cómo era el mundo realmente era él.

Se dio cuenta de su propia estupidez, de su propia ignorancia, había vivido feliz mientras ignoraba todo eso, mientras otros sufrían él se consolaba con pensamientos de auto satisfacción.

No Konoha, ni la aldea de la niebla, ni Madara, ni él.

Ninguno de ellos era verdaderamente inocente en este mundo.

"romper el ciclo de este mundo, un mundo de solo vencedores, de solo paz, de solo amor, construiré un mundo solo con eso"

Recordando las palabras de Madara, él pensó que Era imposible

Óbito bajo la cabeza y miro hacia el cuerpo de rin.

Se preguntó, si realmente era posible un mundo como ese.

Si . . . incluso si era una posibilidad en un millón, incluso si al final del día todo fallaba, incluso si Madara solo lo estaba engañando . . . óbito quería creer en eso, quería creer en ese mundo ideal que Madara había dicho que podía crear.

Miro el cuerpo de rin una última vez.

Apretó sus puños.

Cuanto tiempo había estado llorando, cuanto tiempo seguiría en este lugar.

—Óbito . . . . — una voz molesta y aguda, resonó en sus oídos, era la voz de Zetsu, por un momento óbito no dijo nada, incluso luego de unos momentos el solo se mantuvo en silencio, pareció que Zetsu estaba esperando su respuesta, pero luego de un momento, el solo se mantuvo callado. — óbito . . . al aparecer alguien se acerca hacia este lugar, está lejos, pero llegara en poco tiempo . . .

Zetsu dijo, pero no recibió ninguna respuesta de parte de óbito, el solo se mantuvo un momento mirando el cuerpo de rin, y luego giro sus ojos y miro a Kakashi, que estaba tirado a unos cuentos metros.

—¿es Minato-sensei? — óbito finalmente pregunto luego de una larga pausa.

Si, se mueve muy rápido, lo más seguro es que aparezca en unos minutos.

—. . . — óbito pensó que él estaba mintiendo, Minato-sensei tenía esa habilidad de espacio tiempo, si el realmente estuviera viniendo probablemente llegaría en solo un parpadeo, se preguntó por qué estaba pensando sobre esto, y entonces se dio cuenta de algo, en este momento, se sentía vacío, tanto así que lo único que podía hacer era pensar sobre lo que Zetsu estaba diciendo. — . . . bien.

Él dijo con un tono plano, se puso de pie y comenzó a caminar entre la sangre.

No sin antes mirar una última vez a sus compañeros. Apretó los puños y se dio la vuelta ingresando al bosque.

.

.

.

.

.

En el lugar desolado.

Donde los restos de las fuerzas especiales de los anbus, y dos Shinobis de Konoha estaban tirados en el suelo.

Algo surgió del suelo.

Era como un capullo de color verde, formado por varios picos, luego de un segundo los picos s abrieron revelando una figura de color blanco, tenían una forma muy parecida a la de un humano, excepto que la mirada de su cuerpo parecía no existir, alguien que la mitad de su cara, tenía un solo ojo de color verde, y cabello del mismo color.

La figura examino toda la escena un momento, admirando la brutalidad de la pelea que se había desatado, casi encontró imposible creer que se niño hubiera sido capaz de esto, peor de hecho el mismo lo había visto, así que no tenía ninguna duda. Luego de un momento ser miro en la dirección de cierto ninja de cabello plateado con una sonrisa extendiéndose por su cara.

El ser se movió más cerca de él, luego de examinarlo por un momento, extendió su único brazo hacia la cara del chico, y abrió su ojo derecho.

Su sonrisa se volvió más espelúznate mientras metía sus dedos en la cuenca del ojo, y luego de un proceso que hubiera sido extremadamente doloroso para el niño si estuviera consiente, el ser arranco el ojo de color rojo, con tres aspas de color negro.

La sangre comenzó a derramarse del ojo del chico, pero el ser lo ignoro, mientras el órgano recién extraído, se hundía en su mano como si esta fuera de mantequilla.

Un momento después, la figura se hundió en el suelo y desapareció sin dejar rastro.