Obito abrió sus ojos.
Dos orbes negros se abrieron y vieron el techo de una caverna, el área era irregular y de color casi completamente negro. Solo había un poco de luz proporcionada por unas antorchas extendidas por todo el lugar, separadas por unos cuantos metros unas de otras.
Cuando tenía su Sharingan activo no eran necesarias, porque incluso con poca luz él podía ver claramente sus alrededores, pero en estos momentos él no lo tenía activado. Madara le había sugerido que siempre lo mantuviera activada, para su cuerpo se acostumbrara a eso, incluso le comento que en su mejor momento él siempre lo tenía activo, óbito pensó que más que ser algo útil, era una cuestión de orgullo.
Aún así el siguió ese consejo la mayor parte del tiempo. El ónix se convirtió en escarlata cuando sus pupilas se tiñeron de ese color y tres tomoes giraron.
Obito miro el lugar una vez más, como siempre la experiencia de activar su Sharingan era aterradora, era como ver un mundo completamente diferente al que veía antes, ahora entendía por que los de su clan estaban tan orgullosos de estos ojos, casi llegando al punto de fanatismo, y menospreciar a aquellos no lo despertaban.
Siempre se imaginó que cuando tuviera su Sharingan se volvería un súper ninja, y que convertirse en Hokage seria pan comido. Llevo una mano y la coloco sobre su ojo derecho. Habían pasado algunos meses desde ese momento.
Pero para él, los recuerdos todavía se sentían nítidos, como una pesadilla que siempre podía ver, incluso si ya no necesitaba dormir, era algo que pasaba todos los días.
En cuento dejaba de entrenar, o cuando dejaba de pensar sobre el plan de Madara, los dolorosos recuerdos de esos días volvían a él, como acabaran de pasar.
Gracias a su Sharingan esos recuerdos quedaron grabados profundamente en su memoria, cada detalle, absolutamente todo fue captado por estos ojos.
Óbito entrecerró lo ojos y se sentó en la cama que había estado usando desde hace algunos meses. Tenía que aceptar algo, y es que él no estaba tan equivocado respecto a sus expectativas sobre el Sharingan, sin duda una vez despertó estos ojos, su crecimiento se disparó, incluso alguien que no era un genio como el, pudo dar pasos agigantados en su desarrollo, ninjutsu, taijutsu, incluso el genjutsu que siempre se le había dado fatal ahora era sencillo de manipular, no era exactamente un maestro en este, pero sin duda incluso podría meter a un jounnin en una ilusión.
Pero la verdad es que esto no se debía únicamente a su Sharingan, la mayor parte de este repentino crecimiento se debió a quien era la persona que lo estaba entrenado, el legendario Madara Uchiha, él tenía una reputación que todos los Uchihas conocían, y Obito tenía que admitir que esa reputación se quedaba corta. Aunque ahora él estaba muerto.
Luego de enseñarle todo lo que debía de saber, por medio de tsuyomi, Obito solo tuvo que trabajar sobre esas bases durante los últimos meses, entrenando sin descanso, sin dormir, solo se había tomado siestas de vez en cuando, por que notaba que su destreza mental se veía un poco mermada por la falta de sueño.
Aparte de eso su vida únicamente se había basado en volverse más fuerte. Miro sus manos y las apretó con fuerza.
Su cabello estaba largo, tanto así que le llegaba hasta por la mitad de la espalda, dejaba que un mechón de cabello cubriera la parte de su rostro que había quedado aplastado por la roca.
En estos momentos, solo estaba usando un pantalón ninja de color negro, había varias túnicas colgadas en un estante en la pared, algunas eran de color café, y otras eran de color negro, él nunca las había usado, después de todo no las necesitaba para sus entrenamientos.
Se quedó sentado unos momentos, y no hubo el mas mínimo sonido.
Normalmente era ruidoso, porque Zetsu espiral y Zetsu blanco siempre estaban rondado por ahí, pero ahora ellos no estaban por ningún lado. Zetsu blanco, junto con Zetsu negro, la llamada voluntad de Madara, se habían ido para realizar una recopilación de información, sobre la persona que poseía el Rinnegan.
Óbito escucho de Madara, que era alguien de clan Uzumaki. El mismo clan que kushina-san. Óbito se preguntó si esa persona también tendría el color de cabello ónix. Negó con la cabeza, una vez más solo estaba pensando en cosas inútiles, algunos hábitos son difíciles de olvidar.
—Ya regrese. . — una voz familiar resonó en la cueva, fue estridente y para la mayoría de la gente esta voz seria calificada como irritante, el mismo óbito la consideraba de esa manera, giro sus ojos, y miro a Zetsu espiral. — ¡hola bobito!
El ser de color blanco, y cara de caca dijo mientras lo miraba con ese único agujero en su cabeza. Óbito lo ignoro un poco, mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia el área donde entrababa.
Zetsu espiral hizo un puchero, de alguna manera. Y siguió a óbito.
—¿y que descubriste? — óbito pregunto intentando sonar lo menos interesado posible, en realidad estaba curioso por saber la situación de Konoha, bueno especialmente de kushina, al final del día incluso con ella había rompido su promesa, y al final no había regresado. Óbito entrecerró los ojos y un brillo de dolor apareció en ellos por un segundo.
—Al aparecer la Uzumaki está esperando un hijo . . ..La mente de óbito quedo en blanco por un momento.
—Ya veo. — dijo luego de una muy larga pausa.
Esta vez otra voz resonó en la cueva, era más grave, menos juguetona y más seria.
—También descubrí como está organizada la vigilancia, aunque el momento en que podríamos realizar un movimiento seria cuando ella dé a luz, después de todo en es momento el sello será más débil.
Obito giro sus ojos mi vio a Zetsu estaba colgado del techo, mientras lo miraba con una sonrisa de un lado, y un solo ojo de color amarillento en la otra parte cubierta de negro. Obito no dijo nada por un momento, al final se limitó a decir.
—Ya veo. — Obito dijo luego de un momento agrego como una ocurrencia tardía.
— también terminaste con tu investigación Zetsu.
Dijo mientras miraba a Zetsu negro, el asintió.
—La situación actual del país de la lluvia es muy beneficiosa para nosotros, además al parecer Nagato, el usuario del Rinnegan esta formando un pequeño grupo, al parecer busca conseguir la paz en su aldea, aunque conociendo la naturaleza de Hanzo de las salamandras, dudo que eso sea posible, por ahora deberíamos de contactarlo lo más pronto posible, y luego podríamos ir por el nueve colas.
Óbito asintió.
—Voy a salir un rato. — óbito agrego luego de un momento.
Hubo un silencio que se extendió por una eternidad.—Bien, pero que te acompañe Zetsu espiral.
Óbito giro sus ojos rojos, y miro a Zetsu negro un momento, el rojo del Sharingan brillo con sospecha. Era la voluntad de Madara, ¿no es así? Entonces Zetsu negro creía que él estaba dudando, y le estaba enviando junto con Zetsu espiral para mantenerlo vigilado, óbito miro hacia delante, y se preguntó lo mismo.
Desde ese día, cuando todo cambio. Constantemente se hacia la misma pregunto, algo había cambiado, él había cambiado.
Pensó tanto en eso, que al final el mismo no fue capaz de decir si eso había pasado, o era que el mismo que ya no podía saber que era lo que estaba pensando por su cabeza, múltiples pensamientos, la mayoría de ellos depresivos y pesimistas lo habían inundado por completo.
Él nunca había tenido un corazón fuerte, era algo que él sabía ahora.
Y tal vez por eso que cuando todas esas emociones y pensamientos lo inundaron, el simplemente se aferró a lo que sea para no romperse, para no ceder a esa tormenta que amenaza con consumirlo por completo.
Pero él podía decirlo sin pensarlo dos veces. Algo se había estado rompiendo lentamente.
Desde ese día, algo había comenzado a romperse, aferrarse al plan de Madara, convencerse de que este mundo no valía pena.
Entrenar incansablemente todos los días. Aferrarse a esa insignificante esperanza de crear un mundo donde todos puedan ser felices .Pero incluso en este momento, él sabía que todo eso no valía la pena. La idea de lastimar a kushina, la idea de lastimar a su hijo, óbito lo sabía mejor que nadie todas las dudas que surgieron en su cabeza cuando esos pensamientos llegaban. No estaba dispuesto a lastimarla, no quería hacerlo, pero era la única manera. Entonces una cosa era obvia. . .Obito dejo de mirar a Zetsu negro, y miro al espiral.
—Está bien. — óbito dijo, Zetsu espiral corrió hacia él y comenzó a abrirse como si fuera un capullo luego de un momento se extendió por el cuerpo de óbito, y lo envolvió por completo, dejando solo visible su ojo de color escarlata. — volveré pronto.
Obito dijo, mientras miraba a Zetsu negro. Comenzó a caminar fuera por la cueva, pero se detuvo finalmente.
—Por cierto, Zetsu. — Obito se giró y luego enfoco sus ojos en la figura bicolor. — tengo que hablar contigo después, pero siempre eres muy escurridizo.
Los ojos de Zetsu se abrieron con sorpresa y confusión, un momento después a una velocidad imposible, su cuerpo su absorbido por un espiral, la parte negra se había intentado separar del cuerpo, pero fue inútil el remolino los arrastro hasta desaparecer. Hubo un silencio muy pesado sobre la habitación luego eso.
—Entonces a dónde vamos. — Guruguru dijo con una voz animada como si nada importante hubiera pasado.
Obito sonrió ligeramente ante ese infantil comportamiento, y luego dijo.— A Konoha.
Él dijo mientras tomaba una túnica, y se la colocaba.
luego el desapareció en solo instante, que casi pareció que había usado la técnica del relámpago amarillo.
Obito se materializo en las afueras de Konoha. Lo suficientemente lejos como para no ser notado por las patrullas de guardas que realizaban un constante guardia en al área cercana a la aldea.
Obito se paró en un árbol, y luego de un momento.
—Oye, guíame para entrar a la aldea sin ser notado.
—Bien. — la voz animada de Zetsu espiral resonó en cabeza.
Óbito miro hacia la aldea, incluso desde esta distancia gracias a sus ojos, podía ver con claridad. entrecerró sus ojos, y fue absorbido por un remolino a una velocidad asombrosa.
Óbito se materializo en alguna parte de la aldea, ocultando su chakra y su presencia óbito se ocultó entre las sombras de un edificio.
—Hey Obito, ¿Qué planeas hacer aquí?
Guruguru pregunto en la cabeza de óbito, el no respondió por un momento luego dijo con una voz monótona. Óbito sonrió amargamente, a veces olvidaba que Guruguru era más inteligente de lo que pensaba.
—En realidad . . . quiero hablar con Kushina-san . . . — óbito decidió confiar en Guruguru, él le había brindado su ayuda cuando tuvo que ir para tratar de salvar a rin, sabía que estaba siendo muy infantil por pensar que Guruguru era su aliado. Pero quería creer en el.
—Obito, yo creo que el plan ojo de luna ayudara a la humanidad . . . — Guruguru dijo con una voz más seria de lo normal, pero luego agrego con una voz menos aburrida y un poco más alegre agrego. — pero está bien, te ayudare a reunirte con ella . . . porque eres un buen chico.
Obito guardo silencio, y luego de un tiempo finalmente dijo.
— gracias . . .
De hecho, eso era todo lo que óbito tenia para decirle a Guruguru, estaba agradecido por todo lo que él había hecho. Obito alzo sus ojos, y vio el monumento a los hokages.
Adornado con un cielo azul brillante, cuatro rostros fueron esculpidos en la piedra de esa ladera, tres de ellos eran familiares para él, los había visto incontables veces durante su vida.
El cuarto de ellos era nuevo.
Obito miro ese rostro durante algunos momentos.
"seremos hokages, ¿verdad? Óbito".
Los ojos de óbito se entrecerraron mientras miraba el rostro de su antiguo sensei. Luego desapareció en un vórtice.
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Kushina probo la comida que estaba preparando.
Una sonrisa de trufo apareció en su cara, satisfecha con el resultado, asintió varias veces para sí misma.
Apago el fuego de la estufa, y luego comenzó a sacar algunos platos de color blanco y colocarlos sobre la mesa de su humilde partamente, que compartía con su esposo, Minato.
El había estado muy ocupado desde que fue nombrado Hokage de la aldea.
Ese era un sueño que ambos habían compartido desde que eran niños, y aunque al final del día ella no lo logro, estaba feliz de que él lo hubiera conseguido. Ella dejo de colocar los cubiertos, y llevo una mano a su pecho. La sonrisa de cierto chico de cabello negro paso por su cabeza en ese momento.
—Idiota . . — ella murmuro mientras miraba la ella debía de haberse acostumbrado a esto, después de todo era una shinobi, incluso si ahora estaba fuera de servicio por su embarazo, ella debía de estar acostumbrada a esto, ella sabía desde el principio los peligros de la guerra, no era solo él, también rin se había ido. — . . . .
Ella se mantuvo en silencio un momento. Había llorado mucho cuando le llegó la noticia, incluso había llegado a culpar a Minato por eso, pero ella sabía que solo estaba enfada y con el corazón destrozado, sabía que Minato no tenía la culpa, era lo que pasaba en las guerras.
Cuando se enteró que estaba embarazada fue como un rayo de luz en medio de todo el caos. Ahora incluso si Minato estaba ocupado con los asuntos del Hokage, ella no se sentía sola.
—Naru-chan . . . — ella dijo mientras acariciaba su barriga.
Ella sacudió su cabeza, miro por la ventana de la cocina y logro ver a Kakashi, bueno incluso sin eso ella podía sentir su chakra desde donde estaba, entonces ella estaba a punto de acercarse a la ventana para invitarlo a comer, probablemente él era una de las personas que más había sufrido.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, rápidamente se dio la vuelta y trato de golpear a alguien que apareció detrás de ella.
No era una forma de decirlo, literalmente solo aprecio, el sentimiento le recordó a Minato, pero era claro que no era él.
El atrapo su puño.
Kushina trató de pensar en algo, mientras examinaba la figura, tenía una túnica de color negro, su rostro era una espiral, con solo un orificio donde ella supuso que estaba su ojo. Pudo sentir a Kakashi moviéndose en su dirección.
Pero ella no pudo hacer nada, incluso Kakashi que corrió con todas sus fuerzas no fue capaz de dar más de dos pasos, en solo un segundo su figura se desvaneció en un remolino. Luego el propio atacante también lo hizo.
Kakashi rompió la ventana, y entro a la cocina con un kunai en sus manos. Pero no había nada, por un momento se quedó paralizado, luego apretó sus puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en sus palmas, inmediatamente después realizado una invocación apareciendo un perro en medio de una nube de humo.
Envía el mensaje de que Kushina-sama fue secuestrada ahora. El grito con urgencia, el perro no lo pensó dos veces y desapareció, Kakashi salió corriendo del departamento, empezó a moverse sin un rumbo dijo, pero desesperadamente buscando señales de Kushina. Convocando a otro perro para que buscara el olor de ella.
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Ella no sabía describir esa sensación. Fue como si su cuerpo fuera revuelto, ondulado, y absorbido y luego es como si ella hubiera sido escupida, cayo de rodillas, un poco mareada por ese repentino salto, era parecido a cuando Minato usaba su técnica, pero al mismo tiempo era diferente.
Ella no tardo ni dos segundos en recuperarse, rápidamente se puso de pie.
Miro a sui alrededor, y se dio cuenta de que estaba en un lugar completamente imposible. El cielo era completamente oscuro, pero ella podía ver con claridad que este lugar estaba formado por innumerables estructuras rectangulares de diversos tamaños, algunas de unos pocos metros y otras que parecían tan grandes como un edifico entero.
Ella trato de sentir algún chakra cercano, pero no pudo encontrar nada.
Ella miro hacia delante. Y una figura repentinamente se materializo de la nada. Era la misma que la había enviado aquí en primer lugar.
Ella no espero otra señal y en solo una fracción de segundo cadenas de color dorado aparecieron desde su espalda, y se extendieron tratando de alcanzar a esa figura. La figura se quedó parada un momento, y luego con una agilidad increíble comenzó a esquivar todas las cadenas.
—No sé quién seas, pero te voy a dar una paliza dattebane . . .
Ella grito, siempre fiel a su filosofía de primero golpear y preguntar después.
La figura continúo esquivando son facilidad sus cadenas, ella no podía darlo todo porque no quería que eso pusiera en peligro a su bebe, Kushina apretó los dientes, y se preguntó por qué Minato tardaba tanto.
—Uzumaki Kushina . . . — la voz de la figura era grave, como la de alguien mayor, Kushina entrecerró los ojos, mientras continuaba atacándolo.
— no quiero pelear con usted. . ..Kushina rio amargamente.
—Si quieres hablar, entonces no debiste de haberme secuestrado, idiota.
—. . . — la figura se mantuvo en silencio, pero luego de un momento de contemplación decidió decir algo. — supongo que ya viste a tu alrededor, ¿verdad?
—Si ¿y qué?. — ella grito esperando que por la conversación el hombre perdiera la concentración en la pelea y ella pudiera atraparlo.
—Esta es mi dimensión . . . así que nadie podrá llegar para ayudarte, incluido el cuarto Hokage . . . . — el hombre dijo, y en ese momento Kushina detuvo sus cadenas, pero continúo mirando al hombre, este también se dejó de mover, y dijo. — si yo muero, no podrás volver y quedaras atrapada en este lugar, así que por favor no haga lo que esta pensado en hacer.
Los ojos de Kushina de abrieron, pero ella todavía lo hizo.Las cadenas se dispararon desde debajo de los pies del hombre, y lo rodearon por completo, incluidos sus brazos, apretó con fuerza al hombre.
—Entonces solo te obligare a devolverme . . . — ella dijo mientras levanta su puño, feliz de haber atrapado al hombre.— No tienes que obligarme, solo quiero hablar con usted. . .. por favor.
Cuando Kushina escucho ese "por favor", ella dejo de reír, y miro al hombre con los ojos abiertos, por un momento no pudo producir ninguna palabra, la voz del hombre sonaba tan . . . desesperada. . . ella pudo sentirlo, causando que incluso en estos momentos ella dudara.
Ahora bien, Kushina era impulsiva, un poco cabeza hueca en algunas ocasiones, pero no era estúpida de ninguna manera, aun así, en estos momentos al escuchar a ese hombre suplicarle por tener una conversación con ella, algo se movió en su interior, una punzada de culpa. No tenía sentido, pero en alguna parte dentro de ella. Miro al hombre en silencio.
Su rostro estaba cubierto por una máscara de color blanco. Luego de un momento Kushina pensó que estaba loca por lo que estaba a punto de hacer.
— ¿de qué quieres hablar? — ella pregunto, pero sin dejar de sostener al hombre con sus cadenas, si el estaba diciendo la verdad entonces era obvio que ella estaba perdida si mataba a este hombre y quedaba atrapada en esta dimensión, no era aun genjutsu ya lo había comprobado, así que, su única opción era ganar tiempo.
Miro al hombre con los ojos entrecerrados, y lista para que sus cadenas lo convirtieran en pulpa si intentaba hacer algo.
Obito miro a Kushina a través del orifico de su máscara. Por un momento se quedó sin palabras.
— ¿Qué piensa de las guerras?
Él dijo luego de un momento.Kushina lo miro con los ojos entrecerrado, óbito sintió una punzada de culpa por tener que ponerla en este tipo de situación, pero pensó que esta era la manera más apropiado, quería mantener oculto el hecho de que el aún estaba vivo.
— . . . las guerras son terribles. — dijo ella finalmente. Óbito pudo ver la tristeza en sus ojos, incluso si ella lo trato de ocultarlo.
—Ya veo. — él dijo, y luego agrego. — ¿Qué pasaría si le yo le dijera que puedo crear un mundo donde todos sean felices?
Kushina lo miro un momento, pero no dijo nada.
— Este mundo está lleno de sufrimiento, de miseria y de dolor, ¡Despierta a la realidad!, Nada en este mundo sale como uno lo planea. Cuanto más tiempo vives, más te das cuenta de que en realidad solo existe el dolor, el sufrimiento y la futilidad. El hombre busca la paz, pero al mismo tiempo anhela la guerra. Esos son los dos reinos que pertenecen únicamente al hombre. En este mundo, dondequiera que haya luz, también hay sombras.Obito repitió palabra a palabras, lo que Madara le había dicho.Miro a la expresión de Kushina, ella misteriosamente no parecía impresionada o enojada.Ella solo lo miro.¿Qué piensas de un mundo donde solo hay amor, donde solo haya vencedores, donde todas las personas que amas estuvieran hay?, no sería maravilloso poder crear ese mundo.
— . . . — la mujer lo miro, y el cuerpo de óbito se tensó, ella lo estaba mirando con . . . lástima, Kushina luego de un momento de mirarlo fijamente, dijo con una ligera sonrisa.
— sí, sería maravilloso un mundo como ese . . .
Los ojos de óbito se abrieron con sorpresa, no pensó que ella fuera a decir eso, pero sus siguientes palabras lo sorprendieron incluso mas.
— Pero sabes . . . cuando te escucho decir todo eso, siento que ni tú mismo crees en lo que estás diciendo, solo estás haciéndote el duro dattebane.
Ella dijo mientras lo miraba, sintió las cadenas apretarse un poco más, probablemente ella pensó que él estaba tratando de distraerla, pero incluso en esta situación ella respondió con seriedad a sus preguntas, óbito pensó que Kushina era demasiado amable.
— Ah . . . — óbito pensó. — ella se dio cuenta.
El mismo lo sabía, solo repitió las palabras que Madara le había dicho ese día, repitió todo exactamente, pero la verdad era que el no creía en eso.
En primer lugar, el plan en sí mismo requería de extraer el bijju a Kushina, lo cual sin ninguna duda significaría su muerte. En ese momento óbito había evitado pensar sobre eso, porque la sola idea de lastimar a Kushina parecía demasiado, estaba enojado, furioso, con Kakashi, con Minato-sensei, y en ese momento pensó que estaba bien, porque al final del día Kushina también volvería a estar en ese mundo que el crearía.
Pero mientras más tiempo pasaba, más pensaba sobre eso, y al final del día se dio cuenta que no era verdad. Él no estaba bien con lastimar a Kushina, o a Minato, estuvo enojado durante algún tiempo, pero se dio cuenta que nadie tenía la culpa, todos fueron usando en esta guerra, en otras palabras, era el mundo el que estaba mal.
Entonces el plan de Madara no parecía tan malo, pero incluso así, óbito sabía que era una vil mentira. De hecho, él ya había renunciado a ese plan. Porque el dolor que sentía todos los días era. . . insoportable, Mientras más entrenaba, mientras más planeaba más se daba cuenta de que el dolor solo se hacía más fuerte.
Sintió que se estaba rompiendo, no quería lastimar a Kushina, no quería matar a gente inocente para conseguir su sueño egoísta, su corazón no podría soportarlo.
Cada día, cada minuto, cada segundo, sentía que ya estaba muerto, que estaba vacío. Miro a Kushina con su único ojo visible, en realidad el solo quería hablar una ultimas vez con ella.
Quería cumplir con su promesa de volver, incluso si solo fue por un corto periodo de tiempo, incluso si Kushina no sabía que era él.
— No sé qué es lo que hayas pasado . . . — Kushina comenzó, por alguna razón sintió simpatía por este hombre, incluso si la secuestro, ella de alguna manera podía sentirlo, algo que le hace a pensar que él no le haría daño, que de hecho lo único que quería era hablar, pero sus años como shinobi, no le permitieron confiarse. — es verdad que el mundo es como tu dices, pero también hay cosas buenas, todos hemos sufrido en el camino, es parte de la vida no solo de los Shinobis, sino de todos nosotros . . .
Kushina dijo mientras recordaba que muchos de sus compañeros habían muerto. Recordó a ese niño arrogante y gritón, recordó a esa niña amable y considerada con los demás.
— Pero . . . . — llevo una mano a su estómago y lo acaricio ligeramente. — incluso con todo el dolor. . . aún hay cosas por la cuales vivir dattebane.
Óbito se mantuvo en silencio.
— Además. . — Kushina sonrió mientras lo miraba. — las personas que perdemos, no están muertas, porque siempre vivirán en nuestro corazones . . . .
En ese momento Kushina detuvo sus palabras y miro al hombre, podía sentir, podía sentir su chakra agitarse, ella podía hacerlo, podía sentir en su chakra una sensación familiar, tal vez fue por eso que ella estaba hablando con él, porque podía sentir, todo el dolor, toda la tristeza, todo lo que este hombre había pasado . . .Pudo notar que los hombros del hombre estaban temblando ligeramente.
— ¿Por qué . . . parece tan triste? — ella pensó mientras lo miraba, luego de un momento hizo algo que nunca pensó que haría, ella abrió su boca, y dijo su sueño para el futuro, uno que solo le había contado a su esposo, pero que ahora estaba a punto de hacerse realidad, con el nacimiento de su hijo. No había ningún motivo para hacerlo, pero ella sintió que si no lo decía se arrepentiría por el resto de su vida.
— yo tengo un sueño. . .
— ¿sueño? — óbito repitió mecánicamente.
— Si . . . — Kushina miro al hombre con una sonrisa, por muy antinatural que esto fuere considerando su situación. — quiero que mi hijo sea alguien alegre, que valore la amistad . . . incluso puede ser un poco engreído, y no tiene por qué ser alguien talentoso, incluso puede hacerme enojar algunas veces . . . pero quiero que él sea igual que Obito Uchiha, él era un mocoso idiota que no sabía medir sus palabras, gritón, ni siquiera podía lazar un kunai bien, siempre caía en las trampas más estúpidas . . . pero él tenía una voluntad inquebrantable, incluso cuando las cosas no salían bien el mantenía una sonrisa . . . quiero que mi hijo tenga esa misma voluntad . . . entonces incluso si óbito ya no está con nosotros, el seguirá viviendo en mi hijo. . quiero que mi hijo sea tan fuerte como óbito.
Kushina dijo mientras acariciaba su estómago.
Obito pudo ver la esperanza en sus ojos.
Obito no podía ver su cara en estos momentos, pero tenía una preocupada, confundida y desconsolada expresión en su rostro. Las lágrimas caían por sus mejillas.
—Lo siento . . .
Obito pensó mientras miraba a Kushina, el . . . él había estado dispuesto a lastimarla.
Incluso si ahora ya no era el caso, no podía negar que en algún momento él había tenido esa intención, cuando esa verdad lo golpeo, como un mazo de hierro, óbito sintió remordimiento. No dijo nada, porque sintió que, si hablaba en estos momentos, su voz se rompería. Entonces el sin ninguna explicación de por medio, se desvaneció en un remolino, Kushina reaccionó de inmediato y trato de sujetarlo con mas fuerza.
— Espera. — ella grito con todas sus fuerzas, mientras maldecía a este hombre, pero el simplemente se había ido, cuando se quedó sola en este lugar oscuro y cuadrado, ella frunció el ceño, y sus cadenas se desvanecieron en el aire, soltando un bufido enojado, ella levanto su puño y comenzó maldecirlo en voz alta mientras comenzaba a caminar por este lugar, en busca de una salida.