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Prólogo

Su padre no pasaba mucho tiempo en casa nunca. Aún así, cada vez que lo veía, lo llenaba de obsequios costosos.

Liam creció con todos los privilegios posibles; bajo el cuidado de la niñera y los sirvientes. Su madre a veces lo llevaba de compras y le daba cariño, aunque pasaba mas tiempo saliendo con sus amigas y ocupándose de sí misma.Sus dos hermanos mayores, quiénes le llevaban algunos años, se fueron de casa pronto, por lo que no tenía un vínculo fuerte con ellos. Aún así, los apreciaba y conservaba recuerdos cálidos jugando con ellos cuando era pequeño. Fue educado en casa, pero su vida no era solitaria. Pasaba tiempo con algunos amigos, hijos de conocidos de sus padres, y también, con los hijos de algunas de las personas que trabajaban en su casa.

Debido a las circunstancias de su vida, le tomó mucho tiempo comprender algunas cosas sobre el mundo y las dinámicas sociales. Por ejemplo, que su madre era la segunda esposa de su padre, que la primera, quien había dado a luz a sus hermanos había muerto años atrás. Eso explicaba la diferencia de edad entre ellos, y también, porqué su madre era más jóven que su padre. Con los años, comprendió igualmente que algunas personas que conocían a su padre y otros familiares, no veían con buenos ojos a su madre, y tampoco a él. Y que esa era la razón por la que no tenía una relación cercana con sus primos o sus tíos. Una vez, durante una reunión familiar, escuchó a una de sus tias decir que su madre había "atrapado a su padre," ,y en otra ocasión, que su padre se había dejado engañar.

Le tomó mucho tiempo comprender a qué se referían. Su madre no era de su clase social, y por eso era rechazada.

En ese momento, aprendió sobre la diferencia de clases y comprendió cuál era su posición, aunque no del todo, porque le tomó aún más años aprender sobre el segundo género y lo que implicaba. Creció creyendo que la mayoría de personas lo percibían como alguien afortunado, que era igual a su padre y que estaba en una posición totalmente privilegiada en la sociedad. Hasta que entendió al fin que él era un Omega, y lo que conllevaba serlo.

Pero aún así, él no se vio afectado por la clase de cosas que enfrentaban los que eran como él.

Dada la posición de su familia, pudo vivir protegido y sin inconvenientes.

Él decidía con quién involucrarse; buscaba a alfas apropiados para pasar sus días de celo, a quienes pagaba por su discreción y para asegurarse de tener el control de la situación. Tenía guardaespaldas que cuidaban de él. Tomaba los mejores supresores cuando lo consideraba necesario. Y al ser el hijo menor de su familia, recibió múltiples propuestas de matrimonio de los alfas más respetados, adinerados y cotizados. Pero él los rechazaba considerando que aún era pronto para un compromiso.

Lo que quizás no fue la mejor de las ideas...