Juventud

Naruto despertó al día siguiente con los golpes en su puerta. Al intentar moverse, quedó momentáneamente paralizado por el dolor que recorría su cuerpo. "¡Ay, ay, ay! ¡Mierda!", exclamó al intentar levantarse de nuevo, pero su cuerpo no respondía y el dolor solo se intensificaba más. Sin opción, se quedó mirando el húmedo techo mientras escuchaba los golpes en la puerta. "Está horrible", pensó.

Momentos después, notó un insecto entrar en su habitación, suponiendo que era Shino. Comenzó a hablarle: "¿Qué tal, Shino? Perdóname por hacerte perder el tiempo, pero no puedo moverme. Me pasé entrenando ayer. Avísale a Iruka-sensei, por favor, no podré ir hoy".

Luego de que el insecto se fuera, Naruto entro en su subconciente y paso el día ahí repasando las coas que habia aprendido, y charlando con kurama cuando lo encontraba de buen humor, pronto la noche llego y como seguia igual,solo se durmio.

Al día siguiente, recuperado, siguió su rutina matutina y se dirigió a la academia con Ino. Allí, lo regañaron por la broma que había hecho, pero él se mantuvo firme, sin aceptar la culpa, incluso después de horas de interrogatorio. Nadie pudo probar que había sido él, y sus amigos guardaron silencio. Luego de eso, en lugar de aprender la lección, intensificó su entrenamiento. La rutina se repitió rápidamente y las semanas pasaron sin pausa.

Naruto se encontraba corriendo por las calles empedradas a toda velocidad, con los ojos entrecerrados por el sol y el viento. A su paso, la gente rutinariamente dejaba espacio. Habían aprendido a respetar el poder del huracán con piernas, después de todo, la última vez se había llevado consigo a la mitad de la gente. Hasta que un día se cruzó con algo que pudo con él.

Naruto se estrelló con fuerza contra una pared verde, haciendo un sonido sordo en el aire. Un grito sorprendido de "¡AH!" se escapó de sus labios mientras su cuerpo se arqueaba hacia atrás, desequilibrado por la potencia del golpe. La pared, firme como un roble, ni siquiera se movió.

La gravedad finalmente venció a Naruto y cayó al suelo, su mirada se elevó hacia el cielo. Estaba por decir algo cuando un tazón con ojos ocupó su campo de visión. "¡Aaaaaah, juventud!", resonó una voz muy masculina. "¿Te encuentras bien, muchacho?" dijo mientras lo ponía de pie con una facilidad sorprendente. Naruto, al echarle un vistazo, ignoró automáticamente lo ridículo que parecía en ese espandex verde. Algo mucho más importante había llamado su atención.

"Un maestro de verdad", pensó Naruto para sí mismo, admirando el porte y el lenguaje corporal de aquel hombre. "Nadie que me haya encontrado hasta ahora tenía este aura. Tal vez sea más fuerte que incluso Tsumagi." Solo por ese pensamiento, Naruto ya estaba comenzando a respetarlo,sin perder la verde oportunidad que tenia enfrente se presento "Lo lamento no te ví incluso te confundi con una pared cuando nos chocamos jaja" "Soy naruto uzumaki"

Maito Gai respondió con entusiasmo, apuntándose con el pulgar en una pose peculiar, mientras su sonrisa irradiaba una luz propia. "¡Naruto Uzumaki, joven y vibrante! ¡Qué placer es encontrarme contigo! No te preocupes por el choque, son cosas que suceden en la vida. Lo crucial es avanzar con determinación y ¡juventud! ¿Qué te trae por aquí, Naruto? ¿Estás en busca de nuevos desafíos y senderos por explorar?"

"Ahora que lo mencionas, estaba corriendo para calentar. Después de esto, pensaba hacer algunos ejercicios y luego practicar mi taijutsu."

 Gai asintió con entusiasmo, "¡Excelente, Naruto! El camino del ninja siempre requiere perseverancia y dedicación. En cuanto a tu entrenamiento de taijutsu, te recomiendo enfocarte en la fluidez de tus movimientos y la sincronización con tu chakra. Además, nunca subestimes la importancia del trabajo en equipo. ¿Por qué no practicamos juntos un poco? ¡Será divertido y beneficioso para ambos!" Gai extendió una mano con una sonrisa, listo para comenzar el entrenamiento.

Naruto no pudo hacer más que aceptar el apretón con ambas manos, o eso intentó, porque solo tenía una. Sin embargo, ¡era como tocar oro! Sus ojos ya se estaban convirtiendo en estrellas; tener un maestro así iba a acelerar exponencialmente su crecimiento.

"Mientras guiaba a Naruto hacia la zona de entrenamiento, Gai comentó: "Justamente me dirigía a esto. Está claro que el destino nos unió en esta oportunidad. Voy a presentarte a mi equipo cuando lleguemos."

Naruto asintió con entusiasmo, absorbido por la energía positiva de su nuevo maestro. Caminaron juntos hacia la zona de entrenamiento, con Gai liderando el camino con paso decidido y Naruto siguiéndolo de cerca, ansioso por lo que el destino le deparaba.

Cuando finalmente llegaron, Gai reunió a su equipo, presentando a Naruto con orgullo. "¡Equipo, este es Naruto Uzumaki! Él se unirá a nosotros en nuestro entrenamiento hoy. ¡Espero que lo reciban con la misma pasión que siempre demuestran!" 

Neji, al ver a Naruto, comentó con desdén: "Hmm, otro perro callejero. No puedes luchar contra el destino", mientras miraba su brazo faltante con expresión despectiva.

"¿De qué mierda habla el ciego?", exclamó Naruto, visiblemente molesto por el comentario.

"Neji, eso es descortés", intervino Tenten. "Perdona a mi compañero, él es Neji", dijo mirándolo rápidamente antes de continuar. "Es especial", susurró. "Soy Tenten, me especializo en armamentos. Puedo proporcionarte cualquier arma que necesites, ¡y darle a cualquier cosa hasta donde alcance la vista!"

En ese instante, una réplica vivaz de Gai, pero con algunos años menos, se acercó rápidamente a Naruto, saludándolo con ambas manos.

"¡Hola, Naruto!" exclamó con fervor. "Soy Rock Lee, y mi sueño es convertirme en el más formidable luchador de taijutsu de todos los tiempos."

"¡Muy bien! Dado que ya nos presentamos, ¡es tiempo de entrenar!" anunció Gai con entusiasmo. "¡Es hora de dejar que el poder de la juventud explote!"

Los ojos de Lee brillaron, y un destello de emoción se reflejó en su rostro. Levantó un puño en el aire y grito.

"¡Siiiiiii!"

Viendo lo gracioso de la situación, Naruto decidió unirse al entusiasmo de Lee.

"¡Sííííííí!" gritó Naruto, imitando a Lee con una sonrisa traviesa. "¡Es hora de dejar que el poder de la juventud explote!"

"No, por favor, otro más no," murmuró Tenten horrorizada, agarrándose la cabeza y palideciendo ante la idea de más imitaciones.

"Bien, ¿quién quiere tener un sparring con Naruto para evaluar su nivel?" comentó Gai.

"¡Yoyoyoyoyo!" exclamó Lee con entusiasmo.

Lee se movió rápidamente como un rayo, lanzando una serie de patadas hacia Naruto. Este último apenas logró bloquear con dificultad los ataques, concentrándose en mantener el equilibrio,

"Más despacio, Lee. Solo es una práctica," dijo Gai, interviniendo para ajustar el ritmo del combate.

Naruto respiró aliviado al escuchar las palabras de Gai. Con un gesto de agradecimiento, se preparó para continuar el sparring con Lee, pero esta vez a un ritmo más controlado.

Lee, consciente de las instrucciones de su maestro, disminuyó la intensidad de sus ataques, permitiendo al pelirojo tener más tiempo para reaccionar y adaptarse.

Conforme el sparring avanzaba, la intensidad entre Naruto y Lee aumentaba. Lee lanzó un rápido golpe hacia Naruto, quien esquivó ágilmente y contraatacó con una patada dirigida al plexo solar de Lee. Con rapidez, Lee bloqueó el golpe cruzando sus brazos.

El impacto resonó en el aire, y en un movimiento hábil, Lee aprovechó la oportunidad para agarrar la pierna de Naruto, desequilibrándolo y lanzando una patada que detuvo justo frente a su rostro, marco el final del combate.

"¡Excelente, joven Naruto!" exclamó Gai con entusiasmo. "Puedo darme cuenta de que tu estilo de taijutsu es sublime. Mientras sigas adelante y nunca te rindas, llegarás muy lejos con él."

Naruto soltó una risita sarcástica y dijo: "Ni muerto voy a rendirme, créelo." En su mente, pensó: "Tengo que dejar de decir eso."

"¡Juventud... juventud!" exclamaron Lee y Gai al unísono, y Naruto se unió con entusiasmo: "¡Juventuuuuuud! jajajajaja".

"Tras recibir algunas instrucciones de Gai sobre cómo mejorar sus contraataques, mientras el resto de su equipo continuaba entrenando, se prepararon para partir. Naruto, preguntó: 'Gai-sensei, ¿podría unirme más seguido a sus entrenamientos? Me ayudó mucho y fue muy divertido'."

Gai sonrió con satisfacción ante la solicitud de Naruto y asintió. "¡Por supuesto, Naruto! Será un honor entrenar contigo más seguido. Estoy seguro de que juntos alcanzaremos nuevas alturas".

Lee, contagiado por la emoción, agregó: "¡Sí, Naruto! ¡Será genial tener más sesiones de entrenamiento juntos!"

Sin embargo, Tenten no pudo contener su frustración y dijo: "Solo deja de unirte a sus tonterías, te lo suplico", mientras Neji simplemente lo miraba con desaprobación.

"Con una sonrisa en el rostro, Naruto se despidió del grupo y regresó a casa. Los resultados de su esfuerzo se estaban reflejando en su mente, y ya casi caminaba tranquilo estando solo.

"Como era su costumbre, Naruto entró directo a la ducha para disfrutar de su momento especial. 'Ah, mi templo', murmuró para sí. 'Bueno, aunque prácticamente tengo uno en la cabeza, este me gusta más'.

"Mmm, ¿qué me falta?", reflexionó mientras se enjabonaba. "Además de ponerme en forma, ah, claro, el libro, casi me olvido de eso. Bueno, al menos ahora sé que puedo durar 20 segundos contra un genin. Si pudiera usar la técnica de Tsumagi, tal vez le habría ganado... Naa, fue blando conmigo. Voy a necesitar más que eso para atravesar esa brecha. Tal vez una trampa... Con sellos podría poner una en medio del combate, aunque no quiero usar eso a menos que sea absolutamente necesario. Pah, está difícil encontrar el equilibrio entre qué mostrar y qué no', además la pelea era de taijutsu, así que todo lo que acabo de pensar no sirve de nada."

Naruto, con una toalla rosa alrededor de la cintura, salió del baño mientras el vapor se disipaba lentamente. Reconoció que ya era tarde para practicar con el libro, dado que no había comprado los materiales necesarios. "Los hombres de verdad van de rosa y pasan tres días en el baño", murmuró con ironía mientras se dirigía a la cocina. Rápidamente, buscó en la despensa y la nevera los ingredientes para preparar la cena. Mientras las pechugas de pollo con verduras se cocinaban en la sartén, soltó una risita y se preguntó a sí mismo: "¿Cuánta proteína tiene tu pollo, bro?", recordando a unos tipos musculosos que intentaron venderle unas monedas raras. Comenzó a moverse al ritmo de una melodía en su cabeza mientras cocinaba y luego se sentó en la mesa, dispuesto a disfrutar de su comida. Una vez terminó de cenar, sintiéndose satisfecho y listo para descansar, se dirigió a su cuarto. "Alaverga", exclamó, lanzando su toalla al otro lado de la habitación, y se metió en la cama, a dormir.

"Naruto se despertó al otro día y miró al despertador. 'Mmm, sábado', murmuró para sí mismo. Se tapó con las sábanas para quedarse un rato más acostado y pronto volvió a quedarse dormido. Cuando se despertó de nuevo, ya eran las dos de la tarde. 'Vaaa, ahora sí', dijo mientras se levantaba."

Entrando a una tienda especializada en caligrafía, compro todo lo que hacía falta. Al salir, noto que hacía tiempo que nadie lo miraba feo. "Tal vez los limpiaron, sea lo que fuese, no creo que alguien realmente tuviese el objetivo de matarme. Además de los trastornados, manipularme tal vez , pero matarme dificilmente. Perderían a Kurama."

"Luego de volver a casa, jugó un poco con el libro haciendolo aparecer y desaparecer, viendo desde qué tan lejos podía hacerlo. Revisando lo que habían hecho sus ancestros para guiarse mejor en su escritura, dedicó el resto del día a practicar su caligrafía. El tiempo pasaba velozmente mientras Naruto seguía con su rutina diaria, la cual ahora había sido mejorada gracias a la presencia ocasional de Gai y su equipo, además de su infaltable sesión de escritura que siempre terminaba con su muñeca exhausta. Eventualmente, empezó a manejarse sin ayuda de sus amigos, y antes de que tuviera tiempo de darse cuenta, se encontraba a solo un día de su graduación."

"Mientras disfrutaba de un día de descanso en casa, apartándose del entrenamiento para asegurarse de estar fresco para el examen, Naruto decidió tomar una siesta en pleno día. Esta noche, era crucial dar los toques finales a algo especial que había estado preparando, posiblemente su última gran broma. Sentía que era hora de dejar atrás esa etapa de su vida y avanzar hacia otra cosa. Y qué mejor manera de hacerlo que en grande; esta vez, ninguno de sus objetivos iba a escapar."