Al final, Huo Mian prefirió permanecer en silencio. Tenía muchas cosas en su armario, pero solo se llevó lo que usaba con más frecuencia. Luego, bajó las escaleras en silencio sin mirar a Qin Chu; estaba furiosa con él porque sabía que le estaba ocultando algo. Él se había rehusado a hablar con ella o discutir las cosas antes de divorciarse y eso la había enfadado mucho.
Ya era la medianoche cuando el conductor dejó a Huo Mian en el Centro Bendición del Cielo. Ella tenía las llaves de la casa de su madre, así que no la despertó, solo se dirigió directamente al piso de arriba.
Cuando entró a su habitación, Huo Mian no sintió sueño en lo absoluto. En lugar de lavarse la cara o tomar una ducha, se sentó en silencio en la cama. No quería perderse la llamada de Qin Chu si él cambiaba de opinión. Observó en silencio su celular, pero no sonó. Esperó 30 minutos, pero nada pasó.
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