Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
Al día siguiente, la noticia del arresto de Christian estaba en todos los titulares.
Había ido al hospital para acosar a una mujer en medio de la noche. Estaba en todos los periódicos. Nadie se atrevía a mencionar la identidad de la mujer, sin embargo. Las acciones de la empresa de Christian se desplomaron debido a eso.
Mientras Michael veía las noticias, sus labios se curvaron en una sonrisa.
Mientras Wendy estaba hospitalizada, Christian había estado atacando la empresa de Michael, robando sus materias primas y clientes.
Inesperadamente, una noche de embriaguez y mal juicio anuló todos sus esfuerzos y los echó a perder. En un giro del destino, mientras Christian estaba en prisión preventiva, era el turno de Michael de tomar tanto del negocio de Christian como pudiera.
Cuando Zen vio los titulares en la mañana, se quedó atónita. Christian siempre había sido sensato y controlado. ¿Por qué se había emborrachado y terminó acosando a una mujer en el hospital en medio de la noche?
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