En un lugar lejos de todo y de todos, lejos del tiempo y de la vida. Existía un valle, lleno de árboles frondosos, y un verde que llenaba la vista.
Extrañamente, no había animales, y no solo eso, tampoco había ningún sonido. Aun cuando el viento soplaba y las ramas de los árboles se mecían, no se escuchaba el chirrido de la madera al moverse, ni el sonido de las hojas cuando el viento pasaba a través de ellas.
En medio de este hermoso pero extraño bosque, había un lago de agua clara como el cristal. Y sentada junto al lago, había una mujer que vestía una túnica blanca.
Ella era devastadoramente hermosa...
Su cabello era dorado resplandeciente, y sus ojos, eran como dos esmeraldas, solo que más bonitos. Su piel delicada, delineaba una figura preciosa que demarcaba el límite de la belleza.
–Yadriel– Se escuchó una voz a sus espaldas. Pero ella no se dio la vuelta, solo Respondió tranquilamente.
–Nathanael ¿Todo va conforme al plan?– pregunto ella. Se escuchó un suspiro antes de que la figura de un hombre apareciera, y se sentará a su lado.
Era un hombre joven, pero sus ojos tenían una sabiduría infinita que, parecía ver a través de todas las cosas. Y si miraras más profundo en ellos, verías una llama que ardía con debilidad.
–No todo, como en todas las cosas, existen irregularidades–
– ¿Cómo cuáles?–
–Todo salió normalmente en medio oriente, y los de occidente en España, tal y como esperábamos, murieron una y otra vez. Si no hubiera Sido por el conjuro que hizo Veremos, necesitaríamos reemplazarlos– Nathanael no parecía decepcionado Mientras hablaba.
–No hay nada que podamos hacer, a diferencia de los otros legados, el tiempo, el destino, y la vida no demuestran demasiada utilidad antes de que alcance un nivel determinado de poder– Lo interrumpió Yadriel, aún no veía la irregularidad de la que hablaba.
–En oriente todo también va según lo planeado, los otros parecen haber captado lo que queríamos y también pusieron de su parte. Lo que me preocupa es en occidente, América– Cuando Nathaniel hablo hasta aquí, frunció el ceño.
–Te preocupa el elegido de Azrael, verdad? tú mismo lo elegiste para él, entonces qué problema puede haber?–Pregunto Yadriel confundida.
–No es solo por él, es Azrael, ha puesto en su vida un elemento que no debería de estar. Ni siquiera sé de dónde salió– respondió Nathaniel con el ceño fruncido. Escuchándolo, Yadriel se sorprendió por primera vez.
– ¡Imposible! ¿No puedes ver su destino?–
–En absoluto, ni siquiera un fragmento, solo puedo ver pequeños eventos relacionados con ella de las personas a su alrededor–
– ¿Crees que ella sea?–
–El legado de la realidad? Lo dudo, Las habilidades que ha mostrado van más allá de la norma, si no es alguien bendecido con talento divino, entonces es un reencarnado. Quiero que le preguntes a Azrael por qué la atrajo al plan– Cuando Nathaniel hablo de Azrael, observó a Yadriel con cuidado. Ella frunció el ceño antes de decir. – ¿Es absolutamente necesario?–
–Lo haría si pudiera, pero sabes que a él no le importan ninguna de las decenas de millares de ángeles que habitan este mundo, a excepción de ti–
–Hare lo que pueda, pero no prometo nada–
. . . . . . . . . . . . .
Ya había pasado una hora desde que abandonaron los alrededores de la ciudad, Los cadáveres de demonios que llenaban la vista de todos en el convoy habían desaparecido en la distancia.
Pero el miedo que crearon se Enraizaba en los corazones de todos los refugiados. No habían vuelto a ver a los demonios, pero el miedo de que, aparecieran de repente y los masacraran a todos en el convoy, se volvía más fuerte a cada segundo que pasaban.
No podemos vencerlos...
Ese era el pensamiento que tenían todos, en ningún momento les había llegado la idea de resistir, solo rezaban por que pudieran llegar a un sitio seguro sin ninguna clase de problemas.
Sander estaba consciente de que las personas estaban aterradas, solo hacía falta un grupo de demonios para que todos corrieran por su cuenta.
Pero solo podía seguir como hasta ahora, era solo un hombre, nada particularmente impresionante. Lo único que podía hacer era llevar a estas personas a la gran manzana.
No estaba seguro de que encontraría ahí, tampoco sabía si ya había caído, o si el orden había Sido restaurado como decía esa persona al teléfono.
Demasiadas cosas en que pensar...
Sander sacudió la cabeza y echó esos pensamientos al fondo de su mente, y miro a Ethan, que estaba sentado a su lado. Estaba pálido, y se le veía muy cansado.
–Oye, ¿estás bien?– Le pregunto Sander preocupado.
– ¿eh? Sí, estoy bien, solo... necesito descansar y estaré como nuevo– La vos de Ethan estaba más enérgica mientras hablaba.
Él sabía mejor que nadie su situación, la fuerza que tenía era más de tres veces la de antes. Pero con ese nuevo poder, tenía la capacidad de superar sus límites por un gran margen. Sin embargo, las repercusiones eran demasiado altas, perdió el conocimiento varias veces por la noche por el dolor. Abby era capaz de aliviar el dolor, pero no era capaz de pararlo.
No podía pedirle que se quedará con él toda la noche, así que solo podía soportarlo por su cuenta. Pero está mañana, cuando se levantó, sentía como la fuerza que tenía aumentaba por un pliegue, al parecer, sobrepasar sus límites tiene sus beneficios.
– ¿Que es ese poder que tienes?– Las palabras de Sander lo sacaron de sus pensamientos.
–No lo sé, solo... apareció cuando estaba en esa ciudad, nunca había aparecido antes de eso– Ethan Estaba aturdido por la pregunta, pero respondió de todos modos.
–Mira, no voy a decirte que entiendo lo que sucedió pero, de algo estoy seguro, esa no va a ser la última vez que nos encontremos con ellos. Por eso, si volvemos a encontrarlos, espero que nos ayudes a defendernos con tus poderes– Sander se veía muy serio mientras hablaba.
– ¿No tienes a ese tipo Klaus para ayudarte? debes saber que él es más fuerte que yo–
–Ya, pero el problema es que no sé si puedo confiar en él, no me transmite confianza. Incluso...dudo sí estuvo bien ponerlo con los demás, se nota que no le importa ninguno de nosotros–
–Sí, es un tipo peligroso– Le respondió Ethan mientras miraba por la ventana, en ese momento, noto una señal al lado de la carretera.
–Hay un pueblo a cinco kilómetros más adelante–
–Conozco el lugar, tengo varios amigos ahí–Respondió Sander, tomando la decisión de parar ahí.
. . . . . . . . . . . . .
Justo antes de llegar al pueblo, el convoy se detuvo junto a una gasolinera, habían estado viajando por poco más de una hora, y todavía tenían suficiente combustible para continuar, pero no tenía nada de malo tener algo de reserva.
Algunas personas aprovecharon para estirar las piernas, rápidamente todos bajaron de sus autos. Los chicos en el autobús tampoco se quedaron atrás, Bruce y su grupo entre ellos.
. . .
La patrulla de Sander volvió al grupo nuevamente. Mientras todos descansaban, él había hecho un viaje al pueblo, pero lo que encontró, lo dejo desconcertado.
–Muy bien, quiero que veinte voluntarios den un paso al frente, iremos a revisar el pueblo y conseguir suministros– Mirando a las personas que bajaban de sus autos para estirar las piernas, Sander alzó la voz para que todos lo escucharán.
Pero las voces de descontento empezaron a sonar entre la multitud.
– ¿Quiere que robemos? pero eso es contra la ley–
–No los necesitamos, ¿Acaso no se resolverá todo cuando lleguemos al sitio del gobierno?–
–Sí, Sander se está pasando un poco de la raya–
–Escúchenme todos– sabiendo que algo así sucedería, Sander ya había preparado lo que debía decir. –nadie nos asegura que Filadelfia y nueva York son seguros ahora, e incluso si lo son, tampoco es seguro si nos darán todo lo que necesitamos. Cuando lleguemos allá, seremos refugiados, y no seremos los únicos, personas de todo el país estarán corriendo hacia los lugares seguros.
¿Qué pasa si sus hijos enferman? ¿Y si tienen hambre, pero no hay suficiente para alimentarlos a todos? No les pido que robemos, les estoy pidiendo que consigamos medicamentos, agua, y si es posible, municiones.
El día de ayer, se gastaron casi todas las municiones que teníamos resolviendo disturbios, nos recuperamos un poco gracias a la tienda de armas, pero aún nos hace falta. Si nos encontramos con más de esos monstruos, ¿Cómo esperan que luchemos contra ellos? Ahora, lo diré de nuevo, quiero veinte voluntarios para explorar el pueblo, encontrar sobrevivientes, y conseguir suministros–
Luego del sermón de Sander, nadie más levantó la voz en oposición, la verdad es que la mayoría estaba preocupada por esas cosas. Dejaron sus casas y todo lo que conocían para ir a un lugar a pedir refugio, tendrían suerte si consiguieran un lugar donde dormir.
Klaus dio un paso al frente, lo que dijo Sander le recordó que no tenía su confianza puesta en el gobierno, era mejor tener un kit de seguridad. Alexa quería avanzar con él, pero Klaus la detuvo.
–Mejor quédate a cuidar de la niña, si vienen los demonios, está gente no tendrá como defenderse sin ti– Solo escuchando las palabras de Klaus, Alexa retrocedió.
Liv uso su pequeña manita para agarrar la de Klaus, una mirada preocupada se veía en su rostro. Klaus solo siguió avanzando hasta que ella ya no pudo sostener su mano.
Se podía ver a Bridge discutiendo con su madre por un momento antes de avanzar, Sarah, Bruce y Bill también dieron un paso al frente.
Sander se sorprendió un poco al ver a Klaus avanzar, pero luego de ver a su esposa Margaret dar un paso al frente, se apresuró hacia ella.
– ¿Qué haces? No sabemos que peligros encontraremos ahí– Le dijo Sander mientras agarraba su brazo, Margaret lo miro con firmeza y le dijo.
–Soy doctora, conozco mejor que nadie los fármacos, y todo lo que necesitamos. Y no me voy a quedar sentada mientras tú y nuestro hijo se ponen en peligro– Luego de hablar, Margaret sacudió su mano y caminó varios pasos adelante.
Rápidamente se reunieron los veinte voluntarios para explorar el pueblo. Sander los separo en grupos de cinco, y le dio una misión a cada uno.
Klaus, Sarah, Sander, un policía y otro refugiado irían en busca de municiones, Margaret, Madison y otros tres sobrevivientes irían al hospital en busca de analgésicos. Ethan, Bruce, Bridge y otros dos refugiados irían a buscar alimentos. El otro equipo estaba compuesto de cuatro refugiados y Bill, y tenían la misión de encontrar sobrevivientes, si los había.
–Muy bien todos, preparen todo lo que necesiten y en diez minutos partimos–
Luego de dejar a Mayor a cargo del convoy, Sander miró hacia el pueblo aparentemente deshabitado. Había estado rondando por todo el pueblo, pero no había logrado ver a ningún habitante, poseído o caídos en el lugar.
A todos los efectos podría ser un pueblo fantasma, pero seguía teniendo la sensación de que este lugar era demasiado tranquilo para ser verdad.