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Legacy of Destruction (ES)

El mundo de cultivo, un mundo cruel y sin reglas. Un mundo en el que el fuerte se aprovecha del débil, los fuertes serán los depredadores más capaces mientras que el débil será todos aquel a merced del depredador. A este tipo de mundo llega Bai Yingzu, un universitario de 23 años de la era moderna, después de haber muerto en cierto incidente, transmigró al mundo de cultivo en el cuerpo de un joven de 17 años, que por coincidencia poseía un nombre igual al suyo. Este joven de 17 años era el tercer hijo de un jefe de clan pequeño, este chico fue víctima de abusos e insultos dentro de su clan, tras ser completamente intimidado lentamente fue desarrollando un complejo de inferioridad. Ahora que el Bai Yingzu del mundo moderno tomó su lugar, la situación tomará un abrupto cambio.

EirPei · 東方
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32 Chs

Capítulo 12

A la mañana siguiente la joven madre preparaba el desayuno para su hijo. Se escucharon sonidos provenientes de la entrada, la mujer fue a ver de quién se trataba.

En la entrada estaba un viejo hombre con barba y bigote blanco, las arrugas podían ser vistos en su rostro, el viejo hombre miró a la mujer y sonrió. "Lingxi, te has levantado temprano. Disculpa si este viejo ha molestado a su preciada hija".

La mujer también sonrió." No hay de que disculparse, esta casa siempre lo recibirá con los brazos abiertos. Xuan'er aún sigue durmiendo, pase y tome asiento. ¿Quiere un poco de té?". Ofreció la joven de una forma amable llena de hospitalidad.

El viejo hombre pareció alegrarse. "Oh hija mía, tan amable como siempre. ¡Claro! Estaría bien una taza de té". Dijo mientras entraba a la pequeña casa.

El hombre tomó asiento en una de las sillas y la mujer sirvió una taza al viejo hombre, posteriormente también sirvió una para ella y se sentó frente al anciano. "¿Y a que debemos su visita venerable anciano?". La mujer preguntó mientras daba un sorbo a su taza.

El anciano sonrió y dijo. "No hay ningún motivo en especial, solo quise pasar a ver a mis preciados tesoros. Un padre no necesita motivos para ver a sus hijos y de igual manera un abuelo tampoco los requiere para ver a sus nietos. Pero dime ¿Cómo ha estado Xuan'er?".

La joven mujer comenzó a contar acerca de todo lo relacionado al pequeño niño, con una voz orgullosa comenzó a narrar las hazañas logradas por su joven hijo. Es simplemente normal que una madre esté orgullosa de sus hijos.

Esto lo sabía bien el viejo, mientras escuchaba la narrativa de su hija, una gran sonrisa apareció en su rostro. "Bien, bien. Parece que ese pequeño ha avanzado aún más rápido en su cultivo, incluso dejando atrás a los otros jóvenes de mayor edad... Pero es momento de despedirse". Todo el ambiente parecía haber cambiado con esas últimas palabras.

La sonrisa de la joven desapareció al instante. "Lo sé, ya es lo suficientemente bueno haber logrado verlo por última vez, pero... No puedo evitar ser tan codiciosa, quiero que se quede conmigo... También deseaba volver a ver a mi padre". La mujer guardó silencio tras esas últimas palabras dichas en un susurro, bajó su cabeza para mirar sus manos, aunque fue por un parpadeo sus manos parecieron volverse translúcidas.

El viejo hombre seguía sonriendo mientras decía."Oh, ¿Acaso no interpreto bien mi papel dentro de este mundo ilusorio?". Dijo mientras daba otro sorbo a su taza. "Estaba seguro de hacer muy bien mi trabajo".

La mujer levantó la mirada hacia el viejo hombre. "Si no supiera quien eres, tal vez podrías engañarme. Sé muy bien que no eres mi padre, difícilmente podría hundirme por completo en esta ilusión".

"No importa si no te sumerges por completo, solo fue hecho para que pasaras el rato, no quería que te aburrieras antes de cumplir tu deseo... Pero debo decir que me sorprende que ese joven pudiera abrir la puerta y encontrarte, tengo un poco de envidia por el buen hijo que tienes, uhmm.. Tal vez, ¿No quieres tener otro conmigo?. Te aseguro que podrá superar por completo al hijo de un humano".

"¡Demonio celestial! Ya lo he dicho muchas veces durante tantos años, no importa si tienes el poder para ayudarme, no me casaré contigo. Si quieres incubar un hijo te sugiero que busques a alguien más, yo no estoy dispuesta". Dijo la joven con una voz fría, dirigiendo una mirada severa.

"Jaja". El viejo hombre no pareció molestarse con ese tono de voz, ni tampoco con ese tipo de mirada. "Eres demasiado atrayente, me es imposible buscar a alguien más". Con una risita dio otro trago a su taza de té.

La mujer lo miró con los ojos en blanco, y posteriormente dio un resoplido ignorando al impetuoso demonio con la apariencia de su padre.

El demonio dijo algunas otras cosas para llamar su atención, pero ella siguió ignoradolo llevando a su boca galletas y té. Posteriormente cuando el demonio se volvió molesto para ella fue expulsado de su casa sin piedad.

El demonio reía a carcajadas al ver las expresiones del rostro enojado de la joven, no podía evitar sentirse aún más atraído por la exaltada belleza de esta dama, no se enojó después de ser lanzado sin piedad, se levantó del suelo en donde había caído al ser expulsado, con una amplia sonrisa se desvaneció del lugar.

...

"Entonces díganos primer anciano, ¿Qué es lo que trata de hacer?". Un hombre anciano con larga barba y abundante bigote miraba al primer anciano de forma amenazante, cuestionándolo acerca de sus acciones.

El primer anciano no entró en pánico y de una forma normal respondió. "¿Qué trata de decir segundo anciano? ¿Acaso he hecho algo mal?".

"Puedes dejar de fingir. Sabemos todo lo que has hecho hasta ahora, hemos venido para aplicar la justicia". El tercer anciano reprendió.

"¿Justicia?. Hmph. ¡¿Podrían los perros impartir la justicia?!". Respondió el primer anciano con un ligero tono burlón.

"Parece ser que aun tienes el humor para bromas. Será mejor que no te resistas y vengas con nosotros, el jefe de clan verá que hacer contigo". Dijo el cuarto anciano.

"¿Que podría hacer un simple títere?, la posición que tiene ese supuesto jefe de clan no es más que un adorno. ¿En verdad sienten respeto por una existencia tan inútil como él?". El primer anciano ya no mostraba cortesía al hablar con los ancianos, y menos al hablar acerca del jefe de clan.

El primer anciano ya había ideado un plan a largo plazo desde hace 11 años atrás, su plan era simple, comenzaría a oprimir sutilmente a aquellas pequeñas familias dentro del clan, la opresión sería más agresiva si se tratase con miembros de la rama secundaria del clan, pero jamás se atrevería a sobrepasarse con los miembros importantes de la rama principal como lo eran los otros cuatro ancianos y las 4 grandes familias encargadas del manejo de recursos y defensas del clan, quienes también eran familiares directos de los grandes ancianos.

Con las acciones tomadas solo era cuestión de tiempo para gradualmente provocar el debilitamiento del clan Bai, el clan más débil de entre todos los clanes elementales, solo era necesario darle un pequeño empujón y este solo se deslizaría a su inminente destrucción por sí mismo.

Quién hubiera imaginado que tan temprano sus intenciones serían descubiertas. Solo la figura de una persona se le vino a la mente, sin duda esa era la persona que lo había descubierto. Esa persona no era otro que el gran anciano mayor, aquel gran anciano que era el más fuerte entre los cuatro grandes ancianos. Y no era otro que el más grande enemigo del primer anciano, de solo pensar en él se llenaba de rabia.

Dentro del clan Bai el poder e influencia radicaba en el jefe de clan y el grupo de los 5 ancianos, pero todo esto era solo lo mostrado para el exterior. Internamente el verdadero poder era entregado a los 4 grandes ancianos.

Estos 4 poderosos seres eran quienes controlaban todo desde las sombras, cualquier decisión del clan tenía que ser considerado por estos 4 grandes ancianos, desde la perspectiva del primer anciano, el líder de clan no era diferente a un simple títere o a un perro que movía la cola siempre que su amo así lo quisiera.

Uno de los cuatro grandes ancianos, el gran anciano mayor cuyo nombre era Bai Yonger tenía una relación de enemistad con el primer anciano, esta relación de enemistad fue el resultado de las decisiones incorrectas tomadas por este gran anciano mayor, el gran anciano mayor tenía la intención de llevar al clan Bai a la cima del continente sin importar a quien o a que fuerzas ofendiera o aplastara en el proceso.

El gran anciano mayor tenía un sueño, este sueño era algo transmitido por generaciones desde el primer patriarca del clan quien antiguamente pertenencia al clan Kun, el primer y antiguo clan de tierra, este primer patriarca tenía la meta de superar al clan Kun en todos los aspectos y durante sus 800 años de vida no dejó de intentarlo.

Sin embargo, durante el proceso para atravesar al reino celestial fue víctima de las olas de la gran tribulación celestial y pereció. En las generaciones posteriores los grandes ancianos y jefes del clan jamás perdieron de vista aquel sueño, por tanto tiempo ya se había vuelto el gran objetivo de todo el clan, algo heredado de su primer fundador y gran patriarca.

El poderoso clan Kun gozaba de una gran influencia alrededor de todo el continente Ao, el clan Kun ocupaba el puesto número 3 de los clanes elementales más poderosos del continente, este venerable tercer puesto era compartido con el famoso clan de metal.

Aquel sueño era compartido por todos los cuatro grandes ancianos, en especial el segundo gran anciano quien era el hermano del gran anciano mayor, ambos compartían por igual aquel sueño de superar al clan Kun, sino que también se había impuesto la meta de superar a todos los demás clanes elementales que existían en el continente. Para cumplir con esas metas siempre fue fiel al clan Bai, y así sería incluso si tendría que dar su vida.

Tras haber vivido durante más de 800 años incluso superando la edad de vida del primer patriarca que fue de solo 800 años, trató de cultivar aisladamente para llegar al reino del celestial, sin éxito se dio cuenta de que su talento era muy limitado y tras haber pensado en alguna solución obtuvo una revelación. "Si yo no puedo lograr llevar al clan a la cima del continente, al menos podré entrenar a quien lo haga".

Fue de esa forma que el gran anciano mayor tomó a sus discípulos, estos seres alguna vez fueron los antiguos jefes de clan, para ser exactos se trataba del patriarca número 12, el patriarca número 13 y el patriarca número 14 sucesivamente. Estos 3 jóvenes discípulos resultaron ser buenos talentos, lo que al gran anciano mayor le tomó siglos en alcanzar, a sus jóvenes discípulos solo les tomó algunas décadas.

Por los buenos resultados el gran anciano mayor se llenó de felicidad, pero llegó un momento en el que al igual que él, sus discípulos llegaron a un estancamiento en sus cultivos, después de eso ya no pudieron alcanzar a más.

Tal evento llenó de frustración al gran anciano mayor, por esa razón emprendió un viaje a cierto lugar ubicado no muy lejos del asentamiento del clan Bai para descargar sus frustraciones, en un lugar aparentemente apartado de la vida humana comenzó un interminable bombardeo de energía a toda la zona, descargando así las frustraciones contenidas en su corazón.

La zona atacada por el anciano mayor en el futuro sería conocido como el ‹valle perdido›, ganando ese nombre después de que dos grandes expertos tuvieran una gran lucha que devastó todos los alrededores, dejando así un área desértica sin rastros de vida en la zona circundante… Aunque eso fue lo que se dijo, la realidad era muy diferente.

El anciano mayor destruyó los alrededores durante dos días seguidos, al tercer día cuando se disponía a marcharse se detuvo al escuchar una joven voz. "¡Bestia salvaje! ¿Acaso te has asustado al sentir la presencia de este papá?, he emprendido este viaje para darte una lección. ¡No te atrevas a huir!".

Tras haber escuchado tal insulto y darse cuenta de que venía de un junior, el anciano se llenó de descontento. "Junior, ¡¿A quién llamas tu hijo?!, debes cuidar tus palabras y no tratar de ofender a tus mayores. De seguir así no sabrás quién te ha golpeado".

"Oh, cierto, cierto. Llamarme padre de una bestia como tú le daría a mi persona un gran insulto, incluso una gran humillación a mi clan. Simplemente puedo llamarte perro rabioso". El joven contestó al gran anciano mayor con tales palabras y en su expresión no había signos de burla o intenciones de humillar, era como si esas palabras fueran algo natural.

De cierta manera así era ya que el joven no pensaba que sus palabras fueran un insulto ni mucho menos una humillación, el creía que tales palabras eran perfectas para describir a aquel anciano frente a él. Un ser para nada importante.

El rostro del gran anciano mayor se oscureció, tras ver que el joven frente a él no mostraba arrepentimiento por sus humillantes palabras, se sintió aún más furioso.

El joven tenía alrededor de 25 años, de cierta manera era atractivo con unos rasgos faciales bien definidos, un cabello oscuro y ojos de un color verde como el jade. El joven vestía un conjunto de ropas blancas con unos finos bordados de color dorado formando la figura de un dragón, a simple vista parecía el hijo de un rico comerciante.

La razón por la que el anciano mayor no fue directo a golpearlo se debía a que no conocía el fondo del desconocido joven. El gran anciano mayor se obligó a calmarse y de una forma cortés se presentó ante el joven. "Muchacho, mi nombre es Bai Yonger, soy el gran anciano del clan Bai ubicado no muy lejos al sur de aquí. Te recomendaría cuidar tus palabras, dime ¿Quién eres?".

El joven dirigió una mirada extraña al gran anciano mayor, movió la cabeza en señal de negación, de su boca salieron algunas palabras. "¿Quieres presumir tu nombre frente a mí?, en verdad tienes el descaro de intentarlo. No sé nada acerca ese clan Bai y no necesito saberlo, por el simple hecho de desconocer su nombre muestra lo poco significativo que es".

El gran anciano mayor ya no pudo soportarlo más y sin pensarlo dos veces cargó contra el joven con intención de matar, pero antes de que siquiera hiciera contacto con su ropa, fue enviado a estrellarse a varios metros contra las montañas cercanas, su cuerpo recibió un gran daño, bocanadas de sangre salieron de su cuerpo y su flujo de energía era demasiado inestable. Miró al joven frente a él de forma incrédula.

En la mano de aquel joven se veía una tira de papel con algunos gravados que se iluminaba con un brillo atractivo repleto de energía espiritual.

*Cof, cof. "¡T-tú ¿Quién rayos eres?!".

El joven que se encontraba a varios metros, ahora se encontraba frente a él. Con una voz que no demostraba rastros de emoción, el joven respondió. "Mi nombre es Ying Long".

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