Disturbios en el festival de la sirena

Kaigur fue arrastrado hasta el altar principal, y las sirenas lo ataron con cadenas antes de que lo dejaran solo.

—No hay nadie aquí. ¿Dónde está Yale?

Kaigur comenzó a sentirse asustado después de darse cuenta de que estaba completamente solo. Incluso si Yale se escondía entre el resto de la gente, Kaigur creía que una vez que todos los demás se fueron, debería haber podido verlo.

«Lo siento Kaigur, pero seguirte es una pérdida de tiempo. No amenazarán tu vida por el momento porque aún te necesitan vivo.»

Yale pensó eso mientras observaba el altar desde cierta distancia. No había tratado de seguir a Kaigur después de que lo atraparan, ya que el hecho de que Kaigur hubiera sido capturado también formaba parte del plan.

Por supuesto, Yale no se lo había dicho a Kaigur para que su actuación fuera más realista.