Capítulo 16: En busca de nuevos conocimientos

Después de que Susan verificó por última vez el cuerpo de Sofía, y de esperar a que ella despertara. Procedió a darle unos cortos consejos como, quedarse en cama y comer mucho durante la estadía.

Al dejarle todo claro y dejar dormir un rato más a Sofía, Susan y Light bajaron a la sala donde se encontraban Ailyn y Sara. Sara por supuesto se levantó y se acercó rápidamente a Susan con preguntas y con un rostro preocupado.

—Tranquila, todo salió bien —respondió Susan con una sonrisa—. El primer tratamiento fue un éxito. intentare lo mismo durante unos días, y también hay que tomar en cuenta que Sofia estará debilitada mas de lo normal por lo que necesitará mucha atención y una buena alimentación.

La felicidad en el rostro de Sara era contagiosa, puesto que Ailyn también sonrió por la felicidad de su amiga, y después la tomó de las manos.

—Por la atención y alimentación no te preocupes. Yo también me haré cargo de ella y te ayudaré en todo lo que pueda —le dijo Ailyn.

—Muchas gracias, en verdad, muchas gracias a las dos —Sara agradeció mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

Light no quería cortar la escena conmovedora, pero el también tenia cosas que hacer por lo que tosió un poco para llamar la atención de su madre y después le dijo:

—Madre, seguro padre te habrá contado. El vendrá dentro de un rato para llevarme a la casa del jefe del pueblo, Lenear.

—Oh, claro cariño —respondió Ailyn—. No te preocupes por eso, tu padre no debe de tardar en llegar.

—¿Iras a la casa del señor Lenear? —Pregunto Sara mientras se secaba las lágrimas.

—Así es, el jefe Lenear me enseñara algunas cosas que necesito saber.

—Que bien, podrías darle esta carta, di que es de mi parte, por favor —Sara le dio un sobre blanco sellado con una estampa roja con una paloma dibujada en ella—. Tenía pensado dársela a tu padre para que la entregara, pero siento que estará mejor en tus manos.

Después de ese chiste, todos se rieron un rato. Era bueno drenar el estrés mediante unas gratificantes risas.

—Claro, se la daré al jefe del pueblo —dice Light guardando la carta en su bolsillo.

Una hora pasó y Albert había llegado de hacer su deber con los nuevos guardias.

Luego de haber almorzado y hablado un poco, Light se alisto para ir a la casa del jefe del pueblo junto a su padre como guía y cuidador.

Light a pesar de mostrar un buen desempeño y saber luchar mejor que otros guardias del pueblo, aun sus padres lo veían como un niño que podría salir lastimado y perderse sólo.

Light pensó que si eran así tan solo para caminar en el pueblo que es seguro y cero probabilidades de riesgo, no podría imaginar como se pondrían al saber que entrenaba en un bosque solo.

No conforme a eso, lleno de peligros que ni siquiera sabia como eran y que tal letal llegaban a ser. Light pensó que definitivamente tenía que seguir su entrenamiento a escondidas.

El día que pudiera ocultar las cosas, debería que explicar todo, pero Light esperaba que para ese tiempo ya se hubiera vuelto fuerte para que no le reprocharan nada, y demostrar que podía cuidarse solo.

Light camino por el pueblo junto a su padre. Light no se veía ya de un niño pequeño y débil, su cuerpo era alto para su edad y sus músculos estaban bien definidos demostrando su buen desarrollo en su crecimiento. Su cabello era un poco largo, por lo que se sacudía cuando una brisa chocaba con el. Sus ojos negros y su mirada tranquila y seria lo hacían ver como alguien rudo y fuerte.

Claro, sus rasgos y musculatura no eran tan exagerados, y a pesar de su tamaño, aun seguía siendo un poco pequeño. Light solo se hacia destacar a los niños normales de su edad y mayores. Comparado con Adam, Light era mas bajo que él, y eso que Adam media 1.65.

A Light todavía le faltaba por crecer y mejorar su cuerpo, pero él se tomaría esa meta tranquilamente sin apuro alguno.

Light y su padre caminaron otro rato mas hasta que por fin habían llegado a la casa del jefe del pueblo, Lenear. Light se sorprendió al ver la casa del jefe de la aldea, pues era grande y un poco mas llamativa que cualquier casa en el pueblo.

Albert se paró en frente de la puerta y con un tipo de haro que colgaba de la puerta, la hizo chocar con la misma creando así un ruido suficientemente fuerte como para hacerle saber a los que estaban adentro que habían llegado visitas.

Después de un minuto, Zirion salió junto a su hijo, Helleans, recibiendo a Light y a Albert.

—Mi padre esta en la habitación para invitados, sígueme —dijo Zirion mientras se daba la vuelta.

Helleans siguió a su padre, y Light siguió al suyo. Mientras caminaban, Light podía ver que la casa también era un poco grande por dentro, y bonita. tenía una sala muy espaciosa y un pasillo el cual tenía varias puertas que llevaban a habitaciones diferentes.

Zirion guió a el dúo de padre e hijo a la habitación de invitados, que era una especie de biblioteca y sala de estar.

—Veo que ya llegaron, muy bien. Light, te puedes quedar, los demás pueden retirarse, a menos que Helleans quiera quedarse también —comentó el jefe del pueblo, Lenear.

—No veo de otra, igual no estaré haciendo mucho hoy —contestó el joven.

—Bien, padre, Albert y yo estaremos en la sala por si necesitas algo —dijo Zirion antes de retirarse.

La habitación era espaciosa, tenía tres estanterías llenas de libros una en cada pared, y también había una chimenea que adornaba el lugar. Las ventanas eran grandes permitiendo el ingreso a más luz natural, y para poner todo mas relajante y tranquilo, Lenear había encendido un incienso.

Light se sintió cómodo desde el inicio, y el mueble donde estaba sentado era suave. Helleans se sentó al lado de Light con los ojos cerrados pero con sus sentidos auditivos activos para estar pendiente de la charla que su raro amigo podría empezar.

Lenear estaba terminando de acomodar unos papeles y unos libros que tenía en su escritorio, por lo que Light habló primero.

—Bueno, la cosa es que yo quería hacerle unas preguntas debido a que no pude encontrar nada en mi casa relacionado a lo que quiero saber —dijo Light.

—Esta bien, puedes preguntar lo que sea. Espero serte de ayuda —respondió Lenear con sinceridad.

Después de todo, estaría ayudando a mejorar el conocimiento de un talento que florecerá en el futuro y podría ayudar a su pueblo. Lenear tambien tenía grandes esperanzas en su nieto, él y Light estaban casi en igualdad cuando de trata de talento.

Que los dos crezcan y que tengan presente que el pueblo los ayudo, los trato bien, y sobre todo el estuvo ayudando a la hora de sus desarrollos y, agregando que nacieron aquí. Las recompensas de ellos, serían los beneficios del pueblo.

Si ellos son reconocidos, el pueblo también, y así lograr avanzar para el futuro.

—Me gustaría saber todo lo relacionado con las bestias —preguntó Light.

Helleans al escuchar a Light no pudo evitar soltar un suspiro, después de todo, quien sabe que es lo que planea el raro de su amigo.

Lenear está un poco sorprendido por la pregunta que le había hecho, pero después de unos segundos volvió a la normalidad. Pensó que era normal, ya que el sabía que Light es alguien que le gusta llenarse de conocimientos.

Aún así, Lenear quiso indagar un poco más.

—Interesante pregunta, ¿alguna razón en específico?

—Soy alguien amante del conocimiento y más cuando este me ayudará en el futuro así que me gustaría saber sobre las bestias —respondió Light tranquilamente—. Nadie sabe cuándo una bestia podría atacar, es mejor estar preparado.

Una vez más, Lenear quedó gratamente sorprendido por la capacidad y la madurez que demostraba Light. Pensar que un niño como él haya nacido en su aldea ya le daba un sentimiento de orgullo.

—Esta bien, te diré todo sobre las bestias. Pero primero, dime ¿qué es lo que tú sabes de ellas?

—Siendo sincero, no sé nada —dijo Light con la verdad.

—¿En serio? Eres un niño inteligente, pensé que tendrías un poco de conocimiento sobre las bestias salvajes —respondió un sorprendido Lenear.

—Bueno, al fin y al cabo, la lógica se reduce a eso, en qué soy un niño que solo aprovecha su capacidad y su inteligencia para absorber conocimiento —argumentó Light—. Pero nada cambia, soy solo un niño; mi padre solo se esmeró en enseñarme a luchar para defenderme cuando crezca, mi madre solo me enseñó modales y conocimientos académicos y mi abuela Susan, bueno, debido a petición mía, aún no he querido que me enseñe.

—¿Y por qué no indagar en la biblioteca y buscar sobre ello? —comentó Helleans mientras mirada de forma indiferente.

—¿Cree que no lo hice? Obviamente busqué un libro para eso, pero no encontré nada... El libro de historia solo muestra algunas que otras menciones de criaturas que ni son de aquí para empezar. Y dudo que sea normal preguntarle a mis padres sobre las bestias salvajes y teniendo en mente que se luchar... Sin duda sería un problema —volvió a agregar Light.

Light había intentado y pensado en todo, lo cual al final termino recurriendo al jefe del pueblo a pesar de querer aprender por sí mismo sin llamar mucho la atención.

Aunque bien sabía que nada en esta vida se podía hacer solo, siempre habrá algo por más pequeño que sea donde se necesitaría la ayuda de otra persona, el no sería tan arrogante y orgulloso como para bloquearse por esas tonterías de no recibir ayuda externa cuando es necesario.

—Entiendo, tiene sentido que no hayas encontrado nada en la biblioteca de Susan, puesto que yo actualmente tengo en mis manos el libro de información sobre las bestias —dijo Lenear—. Susan siempre se dedicó a la magia de agua y curativa, por lo que no le prestó mucha atención a esas cosas, dudo que ayudara mucho. Tu padre tampoco es de saber mucho, es joven y no ha traspasado ni la primera capa del pequeño bosque a nuestro alrededor.

—Ya veo... Entonces hice bien en acudir a usted. Por alguna razón puedo sentirme en confianza al hablar de estás cosas en su presencia, según Helleans, usted es bueno guardando secretos y es comprensivo.

—No te preocupes por eso, Light, puedes confiar en mí. Además, nadie sabe sobre la daga que Helleans te dió, eso muestra mi confiabilidad —dijo Lenear mientras sonreía de forma pícara.

Light no pudo evitar cambiar de expresión de una seria a una anonadada y sorprendida, según Helleans, no le había dicho que la daga era para él.

—Te advertí que mi abuelo no es tonto —comentó Helleans mientras suspiraba.

De todas formas, Light agradeció el echo de que no haya dicho nada al respecto, por lo que se sintió más seguro el hablar sobre esas cosas con el jefe del pueblo.

—¿Sabes? Me sorprende que a pesar de tu enorme talento en aprender y en tu alta madurez, no hayas querido que Susan te instruya en el camino de la magia. Ya estás a la edad en el que el cuerpo empieza a absorber mana, con la ayuda de Susan y tu enorme comprensión, podrías mejorar mucho —agregó Lenear de repente.

Light ya estaba un poco cansado de que le dijeran lo mismo, nadie sabía que el ya ha había despertado su núcleo de mana y que era un maestro elemental. El no sabría cuáles serían las consecuencias al confesarlo al mundo, si ya era bastante que fuese talentoso en la espada y en la lucha, además de inteligente y maduro.

Light sabía que el jefe de la aldea ya tenía planes para el futuro en base a eso, también queriendo sacar provecho del talento de su nieto. No está mal a sus ojos, puesto que el también sería feliz al ver el pueblo prosperar y más, si en ella viven sus padres.

Por lo tanto, aún quiere mantener todo en secreto hasta tener un mayor control de sus poderes y un mayor entendimiento de los riesgos que podría correr en el futuro. No solo eso, su debilidad en la fuerza sería su mayor problema por lo que fortalecerse era prioridad antes de revelar todo.

Light con un suspiro responde:

—Dejé en claro que no quiero abordar mi mente con tantas cosas, por lo que solo quiero aprovechar mi niñez para ganar conocimiento y vivir tranquilamente sin estrés alguno, y dejar que todo fluya naturalmente. Después de todo, soy solo un niño al final del día.

Esa fue la respuesta que brindó Light mientras levantaba los hombros en forma de no querer hablar más sobre el tema.

'Menuda plaga mentirosa' argumentó Helleans en su interior mientras arrugaba la cara al oír semejante cháchara que decía Light.