Dos días habían pasado desde que el grupo de Kagome había visitado el hogar del clan Uzumaki, conociendo por completo a la familia, y para vergüenza de ellos, lo primero que hizo Miroku cuando conoció a Kurama, fue arrodillarse frente a él y rogar por sus conocimientos. Esto avergonzó a las chicas, aunque rápidamente decidieron ignorarlo.
Eso nos dejaba con la situación actual, Izumi y su grupo viajando para intentar conseguir los fragmentos de la perla, y así detener los planes de Naraku, y la familia Uzumaki reestructurando la ciudad dorada, aunque no todo era felicidad, porque había alguien que estaba un poco molesta.
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"¿Todavía no?" - preguntó Ayame mientras fruncía el ceño.
"Te lo voy a decir de nuevo, porque parece que lo has olvidado" - dijo Kurama con el ceño fruncido - "No puedo revivirlo si no tengo algo que haya sido de él y que tenga su esencia"
"¿No hay otra forma?" - preguntó Ayame con pesar porque no importaba lo mucho que buscara, ella no había encontrado nada que fuera de Koga, e incluso si encontraba algo, era posible que no fuera de su propiedad, y en ese caso, Kurama estaría haciendo su técnica de revivir a los muertos y el resultado no sería favorable para ella.
"No, ahora si me disculpas, tengo algunas reuniones que terminar con los líderes de algunas tribus de Yokai cercanas" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza.
"Pregunta rápida, ¿Qué pasó con el pequeño Kitsune?" - preguntó Ayame mientras notaba que el pequeño Shippo no estaba por ningún lado.
"Él decidió ir con Kagome ahora que le di su nuevo régimen de entrenamiento" - respondió Kurama con calma mientras negaba con la cabeza - "En fin, es mejor que te retires por ahora"
"¿Me quieres fuera?" - preguntó Ayame con molestia antes de dar una fuerte pisada - "¡Ok, me voy!"
Kurama se quedó en silencio mientras veía como la chica salía corriendo de la habitación.
"Deberías de ser más amable con esa chica, no importa qué edad natural tenga, ella sigue siendo una adolescente" - dijo Kushina mientras aparecía al lado de su esposo.
"No voy a ser amable con una niña mimada que hace un berrinche cuando las cosas no salen como quiere" - respondió Kurama mientras le daba una mirada en blanco - "Dejando eso de lado, ¿Ya está todo organizado?"
"Sí, ya terminamos con los preparativos, sin contar que las modificaciones a las barrera no fueron difíciles" - respondió Kushina con una sonrisa - "¿Cómo va tus experimentos?"
"No he podido continuar porque he estado ocupado con los preparativos de la ciudad" - respondió Kurama con el ceño fruncido - "Aunque viendo como avanzan las cosas, creo que voy a poder concentrarme en el proyecto dentro de uno o dos días más"
"¿Qué tan seguro estás de que el experimento termine con resultados favorables?" - preguntó Kushina con preocupación.
"Tranquila, no planeo parar hasta que todo esté perfecto, en el peor de los casos, voy a mantenerlas es estado de estasis temporal si me demoro demasiado" - respondió Kurama mientras soltaba un suspiro pesado.
"No tienes que sobreesforzarte, Kuro-chan, nosotras podemos revivir, ¿Recuerdas?" - preguntó Kushina mientras acariciaba el mentón de su amado.
"Lo sé, es solo que no estoy seguro de que tipo de restricción les dará esta dimensión si las revivo" - respondió Kurama con el ceño fruncido - "Es posible que pierdan sus memorias, o que directamente reencarnen, solo para escupirme en la cara"
"¿Tan mala es la actitud de la voluntad dimensional de este lugar?" - preguntó Kushina con sorpresa.
"Sí" - gruñó Kurama mientras recordaba sus interacciones con la voluntad dimensional - "En fin, creo que es mejor que cambiemos de tema de conversación"
"¿De qué quieres hablar?" - preguntó Kushina mientras levantaba una ceja.
Kurama rápidamente puso una barrera de privacidad alrededor de su oficina, lo cual hizo sonrojar a la mujer de cabello rojo porque pensó que tendrían un poco de tiempo en pareja. El Kitsune de diez colas le dio una mirada en blanco antes de explicarle la situación general.
Kushina se sonrojó nuevamente, solo que esta vez por la vergüenza que sentía, aunque rápidamente comprendió por qué su esposo estaba poniendo tantas medidas de seguridad - "¿Dices que esta mujer será nuestra nueva hermana?"
"Sí, nuestra hija tendrá graves problemas en el futuro" - respondió Kurama con el ceño fruncido - "El punto es que no estoy seguro si podré resistir viéndola sufrir, es por eso que cuando llegue el momento, voy a tener que desaparecer para no arruinar el futuro de mi pequeña"
"Entiendo, aunque es un poco preocupante" - murmuró Kushina mientras se ponía a pensar - "¿Esto es algo que sucederá con nosotras también cuando nos convirtamos en Yokai?"
"No estoy seguro, aunque no creo que ese sea le caso, o sea, nosotros ya poseemos una red de chakra natural que puede mezclarse con el Youki de esta dimensión, el problema es que no podemos implantar directamente..." - murmuró Kurama, solo para abrir los ojos al pensar en una posibilidad - "¡Es posible que pueda crear una pseudo red de chakra para poder facilitar el proceso de asimilación!"
"Kuro-chan, no soy una científica, pero estoy segura de que así no funciona la genética" - dijo Kushina mientras miraba a su esposo.
Kurama se quedó en silencio mientras nuevamente soltaba un suspiro - "Dios, soy tan estúpido..."
"No, solo eres un padre preocupado por su hija no nacida, lo cual es lindo y un poco extraño" - respondió Kushina con una sonrisa - "Dejando eso de lado, ¿Vas a intentar conquistar a esta mujer?"
"No, es mejor que todo se desarrolle con normalidad, después de todo, no quiero empezar una relación por el mero hecho de que ya estamos destinados a estar juntos" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.
"Oh, eso es tierno" - sonrió Kushina mientras le daba un beso en la frente a su amado - "¿Quieres que les informe a las demás?"
"No, es posible que esto llegue a los oídos de Irasue, y eso crearía muchos problemas que es mejor ignorar" - respondió Kurama mientras se ponía a pensar.
"Tengo otra pregunta, Kuro-chan" - dijo Kushina mientras miraba detenidamente a su esposo - "¿No tuviste ningún problema con enviar a Izumi-chan y sus amigos en la dirección correcta?"
"No, tal parece que el destino solo estaba tratando de equilibrar la balanza, y ahora que ese tipo, Naraku, logró su cometido, el destino decidió que era momento de que se reunieran nuevamente" - respondió Kurama mientras se ponía a pensar.
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"Este lugar es cada vez más interesante" - dijo Irasue mientras caminaba por las calles de la ciudad dorada, o al menos así era como los habitantes la llamaban a pesar de que su color era de lo más normal.
Ella había estado en esta ciudad por unos cuantos días y había visto cómo múltiples Yokai estaban llegando uno detrás de otros y viviendo en armonía, aunque esto la tenía confundida, después de todo, esta ciudad no debería de ser tan conocida para que otros Yokai migraran tan fácilmente. Era como si alguien estuviera esparciendo rumores de la ciudad, y sin que ella lo supiera, había dado en el clavo.
Kurama había mandado clones disfrazados a diferentes puntos para poder esparcir el rumor de que había una nueva ciudad que albergaría a Yokai, Hanyo y humanos por igual.
Los humanos fueron los más extrañados ante esto, aunque algunos humanos pobres decidieron probar suerte porque sabían que no podrían seguir viviendo en sus situaciones actuales. Ellos dudaron por unos cuantos días, antes de tomar a sus familias y peregrinar a esta nueva ciudad, aunque cuando llegaron, comprendieron que sus decisiones habían sido correctas. Ellos no solo habían conseguido un hogar dónde protegerse del frío, sino que también consiguieron tierras para poder trabajar y así pagar por lo que habían conseguido.
Los Yokai también dudaron un poco, aunque los más débiles, viendo cómo no podrían sobrevivir sin protección, fueron los primeros en llegar a la ciudad y ver de qué se trataba todo esto. Kurama fue estricto con ellos porque sabía con quienes estaban tratando, así que rápidamente explicó las leyes y los beneficios. Los Yokai no estaban muy felices, aunque rápidamente aceptaron las órdenes del Kitsune Daiyokai, aunque rápidamente comprendieron de que estas leyes no eran tan malas, porque tal parecía que ahora no había necesidad de consumir carne humana o de otros Yokai más débiles, aunque esto no fue mucho problema luego de consumir la comida de la ciudad, la cual les daba la energía suficiente para poder existir y crecer.
Finalmente, los Hanyo fueron los últimos en llegar. Esto se debía a que al ser discriminados en todos los lugares que iban, estaban un poco escépticos con la idea de tener un lugar al cual pertenecer.
"Interesante, muy interesante" - murmuró Irasue con una pequeña sonrisa mientras continuaba caminando con una expresión relajada - "Me pregunto cómo esta ciudad florecerá en el futuro"
Irasue caminó hacia el parque cercano, donde vio niños humanos, Yokai e incluso Hanyos que vinieron con sus familias, jugando juntos.
"No pensé que vería algo como esto, aunque se entiende" - dijo Irasue mientras negaba con la cabeza - "Más que nada porque los Yokai tienen el instinto de menospreciar a los humanos, y por defecto a los Hanyo..."
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[Origen] Cap 744 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(78) <--- Disponible en Pa treon.