Extra 19: El mundo he de cambiar (28)

"Y pensaba que las cosas no podrían ser más extrañas..." - dijo Kagome mientras veía cómo sobre la nariz de Shippo, estaba una pequeña criatura que estaba hablando con ellos.

"Perdón por molestar, pero me gustaría saber si han visto a un Hanyo de cabello plateado" - dijo la pequeña criatura.

"Una pulga Yokai, eso sí que es extraño" - musitó Yura mientras levantaba una ceja.

"¿Hanyo de cabello plateado?" - repitió Kagome mientras fruncía el ceño - "¿Te refieres a Inuyasha?"

"¡Sí, Inuyasha-sama!" - exclamó la pequeña criatura mientras saltaba con emoción porque por fin había encontrado una pista del paradero de su joven maestro.

"¿Sama?" - repitió Yura con el ceño fruncido porque el chico perro no parecía ser alguien que merecía respeto.

"Sí, él es el hijo de Inu no Taichou-sama" - respondió la pulga Myoga mientras miraba a la Yokai femenina.

"¡¿Espera, dices que ese tal Inuyasha es el hijo del señor de los perros?!" - exclamó Shippo con sorpresa porque a pesar de que los zorros eran una raza diferente, ellos todavía le mostraban respeto a Inu no Taichou.

"Ok, estoy sorprendida, no pensé que alguien como ese pulgoso tuviera esa clase de familia" - musitó Yura mientras se encogía de hombros. Descubrir quién era el padre de Inuyasha, no cambiaba nada, después de todo, el chico perro seguía siendo el mismo bastardo molesto.

"En fin, ¿Me podrían decir si él está cerca?" - preguntó Myoga mientras miraba alrededor - "Puedo sentir el aroma de su sangre por la zona, pero no tengo las habilidades sensoriales para poder descubrir su paradero exacto"

"¿Inuyasha está cerca?" - repitió Kagome con sorpresa porque no se esperaba esta información.

"¿Por qué quieres encontrarlo?" - preguntó Yura con curiosidad mientras ignoraba la sorpresa de su acompañante.

Inuyasha estaba escuchando la conversación desde una distancia segura, aunque también tenía curiosidad sobre el motivo por el cual la pulga Myoga lo estaba buscando.

"Antes de responder, ¿Qué son ustedes de Inuyasha-sama?" - preguntó Myoga con el ceño fruncido.

"Bueno, ella es la que lo liberó del sello del árbol" - respondió Yura con aburrimiento.

"Oh, entonces le agradezco por haber salvado al joven maestro" - sonrió Myoga mientras hacía una pequeña reverencia - "Aunque eso no es suficiente para poder revelar mis intenciones"

Yura asintió cuando vio esto, tal parecía que la pequeña criatura era más leal de lo que pensaban.

"Myoga, puedes hablar con plena confianza" - dijo Inuyasha mientras caminaba desde los árboles.

"¡Joven maestro!" - exclamó Myoga mientras saltaba sobre Inuyasha y empezaba a succionar un poco de su sangre, solo para que este lo aplastara con un ceño fruncido sobre su rostro.

"En serio... ¿Eso es lo primero que haces luego de estar buscándome?" - preguntó Inuyasha mientras le daba una mirada en blanco.

"Lo siento" - respondió Myoga mientras saltaba sobre el hombro del Hanyo.

"No me importan tus disculpas, quiero saber el motivo por el cual me has estado buscando" - dijo Inuyasha con molestia.

"Cierto, Inuyasha-sama, tiene que tener cuidado, su hermano lo está buscando por un motivo desconocido" - respondió Myoga con seriedad.

"¿Mi hermano?" - repitió Inuyasha con el ceño fruncido - "¿Qué es lo que quiere Sesshomaru conmigo?"

"No estoy seguro, pero según los rumores, él quiere encontrarlo para llegar a la tumba de su padre" - respondió Myoga con seriedad - "El problema es que dentro de la tumba solo está la herencia que Inu no Taichou-sama le dejó a usted, joven maestro"

"¿Mi herencia?" - repitió Inuyasha con escepticismo - "Es primera vez que escucho eso"

"Es porque decidimos que solo sabría cuando tuviera la edad adecuada" - respondió Myoga con honestidad.

"Entiendo, aunque es un poco molesto" - dijo Inuyasha mientras fruncía el ceño.

Myoga estaba sorprendido porque sabía lo fácil que era su joven maestro para molestarse, así que no explotara de inmediato cuando él le diera la noticia, era una muestra de que él había madurado un poco desde su último encuentro.

"Dejando eso de lado, eso todavía no explica por qué Sesshomaru está detrás de mí" - dijo Inuyasha con el ceño fruncido.

"Es porque usted tiene la llave para poder entrar" - respondió Myoga con seriedad, pero su expresión cambió cuando escuchó el sonido de unas pisadas acercándose - "¡Oh no!"

El grupo observó en silencio mientras veían como un enorme monstruo caminaba en su dirección.

"¿Él es tu hermano?" - preguntó Kagome con miedo.

"¿En serio?" - preguntó Inuyasha mientras le daba una mirada en blanco - "Ese Yokai es claramente un Oni gigante..."

"L-Lo siento" - murmuró Kagome con ligera vergüenza.

Inuyasha iba a decir algo más cuando vio como el gigante parecía estar arrastrando algo.

"Ya está aquí" - murmuró Myoga con seriedad.

"Ha sido difícil encontrarte, hermano" - dijo una voz masculina.

Kagome rápidamente miró en dirección de la voz, solo para encontrarse con un apuesto hombre de cabello blanco que vestía una especie de kimono blanco sobre el cual tenía una pequeña armadura negra.

"Sesshomaru..." - gruñó Inuyasha mientras entrecerraba los ojos - "Qué es lo que quieres..."

"¿Es así como tratas a tu hermano?" - preguntó Sesshomaru con una voz fría y sin emociones - "Y yo que había tomado la molestia para poder traerte un regalo"

El enorme ogro rápidamente puso lo que estaba arrastrando delante de él, un pequeño carruaje.

Inuyasha frunció el ceño, pero su expresión rápidamente cambió a una de sorpresa y terror cuando vio a la persona que estaba dentro del carruaje - "¿Madre?"

"¿Madre?" - repitieron Yura y Kagome mientras miraba a la hermosa mujer de cabello negro.

"Imposible, ella murió" - gruñó Inuyasha mientras recordaba los últimos momentos de su madre y el cómo él la enterró para que pudiera descansar eternamente.

"No seas iluso, Inuyasha, en nuestro mundo es fácil el poder encontrar una alma y regresar a la vida, en especial a un simple y débil humano" - respondió Sesshomaru mientras chasqueaba los dedos.

El Oni gigante rápidamente empezó a apretar el carruaje, destruyéndolo con suma facilidad y dejando a la mujer de cabello negro completamente expuesta.

"¡Ah!" - la madre de Inuyasha soltó un agudo grito de terror al ver como el Oni gigante la apretaba ligeramente.

"¡¿Qué mierda estás haciendo, Sesshomaru?!" - rugió Inuyasha mientras miraba con odio a su hermano mayor. Era bastante posible que esta mujer no fuera su madre, pero no era como si pudiera arriesgarse.

"Es simple, tú tienes algo que yo quiero" - respondió Sesshomaru mientras ignoraba a todos los presentes excepto a su hermano menor, aunque si era honesto, él hubiera preferido matarlo para poder así eliminar esta horrible mancha en el historial de su familia.

"Si te refieres a la llave de la tumba de nuestro padre, yo no la tengo" - respondió Inuyasha mientras la pulga Myoga saltaba sobre su hombro - "A mí no me han dado nada, ni siquiera he tenido contacto con los antiguos subordinados de nuestro padre"

Sesshomaru frunció el ceño porque estaba también consciente de esto, pero el hechizo de adivinación de Jaken le anunció que la llave estaba en posesión de su hermano, y aunque no lo quisiera admitir, tenía que admitir que su subordinado era competente a pesar de lo molestos que eran sus constantes halagos.

"¿Dices que no tienes la llave?" - preguntó Sesshomaru con aburrimiento - "¿Qué tan seguro estás? ¿Puedes asegurármelo y poner a tu sucia madre humana en peligro?"

Inuyasha apretó los dientes mientras luchaba con la idea de atacar.

"¡Ah!" - la mujer de cabello negro soltó un agudo grito de dolor mientras el Oni gigante aumentaba ligeramente el poder de su agarre.

"¡¿Cómo quieres que lo confirme?!" - rugió Inuyasha mientras se mordía el labio.

"Es simple, quiero que mi sirviente use su hechizo en ti para que me digas la verdad" - respondió Sesshomaru con calma.

"Bien, pero cuando responda que no la tengo, quiero que liberes a mi madre y te marches" - gruñó Inuyasha con hostilidad.

"Muy bien, después de todo, no es como si quisiera seguir perdiendo el tiempo con una desgracia como tú" - respondió Sesshomaru con neutralidad.

"Cómo puedes hablarle así a tu hermano menor" - dijo Kagome con furia.

Sesshomaru le dio una mirada por primera vez antes de ignorar a la mujer, aunque su mirada se movió ligeramente a Yura y notó como ella parecía estar concentrando una enorme cantidad de Youki en su interior - "Interesante, ¿Quién eres?"

"Mi nombre es Yura y soy sirviente de Kurama-sama" - respondió Yura con seriedad porque a pesar de haber aumentado de poder, ella estaba consciente de que todavía no podía pelear directamente contra el Daiyokai frente a ella.

"¿Kurama?" - repitió Sesshomaru con el ceño fruncido porque esta mujer era fuerte, eso significaba que su maestro debería de serlo aún más, pero él no conocía a ningún Daiyokai llamado Kurama - "¿Qué especie es tu maestro?"

"Es un Kitsune Daiyokai" - respondió Yura con honestidad porque así tal vez este hombre no las atacaría.

"¿Kitsune Daiyokai?" - repitió Sesshomaru mientras miraba a su subordinado - "Jaken, ¿Algún Kitsune ha logrado llegar a ser un Kyubi luego de la muerte del último señor de los zorros?"

"No, mi señor" - respondió un duende de color verde. Él tenía una baja estatura que estaba usando una túnica marrón y en sus manos tenía un horrible báculo que en la parte superior tenía las cabezas de un anciano y una mujer - "Aunque es posible que haya aparecido mientras buscábamos la tumba de su padre"