Extra 16: Puerta (17)

"Portal a otro mundo" - murmuró Kurama mientras fruncía el ceño porque esto no debería de ser posible, no con la corriente dimensional bloqueando el camino - "A menos que sea esta corriente la que haya creado el camino"

Kurama estaba confundido, pero si esto era cierto, entonces el tiempo que él pasaría en esta dimensión sería mucho mayor, lo cual era malo porque no podía detectar la diferencia entre el transcurso del tiempo entre esta dimensión y su hogar.

"¿Sucede algo, Kurama-sama?" - preguntó Tyuule con una expresión seria.

"No, no es nada" - respondió Kurama mientras golpeaba su escritorio con su dedo índice - "Solo pensamientos sin sentido, pero dejemos eso de lado, quiero que mandes a nuestro ejército lo más rápido posible a [Alnus], Delilah les informará la situación general"

"Ok" - asintió Tyuule mientras salía de la habitación.

Kurama se quedó en silencio mientras pensaba lo más rápido que podía, aunque mientras más pensaba en su situación, más seria se ponía su expresión - "Tal vez tenga que cambiar mi punto de vista y tomar un curso diferente"

* * * * *

2 horas después, las tropas de [Samsara] ya estaban en una distancia prudente de la colina de [Alnus]. Ellos cabalgaron sin descanso para poder llegar lo antes posible, cosa que Delilah agradeció porque podía ver como los soldados estaban empezando a molestarse por no recibir noticias de ellos.

"¿Situación, Delilah-sama?" - preguntó el líder de la caballería.

"Civiles capturados, al menos 100 de diferentes edades y género" - respondió Delilah con el ceño fruncido - "Tenemos a Zorzal en nuestro poder, así que intentaremos realizar una negociación de intercambio de rehenes para conseguir a los civiles mientras ustedes crean una emboscada"

"¿Sin sobrevivientes?" - preguntó el soldado mientras sus ojos brillaban ligeramente, después de todo, él tenía un profundo odio por el imperio y sus acciones contra los miembros de su raza. Él era un hombre perro, y desde que su tribu fue esclavizada, fueron obligados a trabajar en minas u otros trabajos pesados donde gran parte de su gente murió.

"Sin sobrevivientes" - respondió Delilah con neutralidad.

"Perfecto, les avisaré a mis soldados, ellos estarán emocionados" - respondió el hombre perro mientras soltaba una carcajada.

"¿También nos uniremos al ataque, Delilah-sama?" - preguntó una chica conejo mientras lamía el filo de su cuchillo.

"Sí" - asintió Delilah mientras negaba con la cabeza porque era obvio que sus subordinados estaban emocionados por matar a los soldados del imperio, aunque si era sincera, ella también deseaba cortar algunas extremidades humanas.

Media hora después, todo estaba organizado y listo para empezar la operación.

Delilah le había indicado a su subordinada que lanzara un nuevo mensaje con su flecha.

El intercambio de rehenes ya estaba listo y los dos grupos estaban preparados para empezar.

"¿Dónde está el príncipe?" - preguntó el líder del escuadrón mientras miraba con neutralidad a la mujer conejo - "Aunque dejando eso de lado, estoy sorprendido de que sean ustedes los responsables de todo esto"

Delilah no respondió, ella solo arrastró a Zorzal, quien había despertado luego de todo el trato duro que había estado recibiendo.

"Esa no es una buena forma de tratar a tus rehenes" - dijo Zorzal mientras miraba a sus soldados, y luego a sus rehenes - "Interesante, son unos especímenes exóticos"

Los rehenes empezaron a llorar cuando escucharon esto mientras se abrazaban con miedo.

Delilah le dio una mirada llena de asco al príncipe, así que decidió ignorarlo y concentrarse en los soldados - "Aquí está su príncipe y está vivo"

El líder de los soldados miró a los rehenes y los puso delante - "Quiero que nos entreguen al príncipe"

"¿A caso piensas que somos idiotas?" - preguntó Delilah con desdén - "Entreguen a las mujeres y nosotros les entregaremos al príncipe, luego ustedes nos entregan a los hombres"

El líder de los soldados frunció el ceño, pero aun así asintió e hizo que sus soldados siguieran las instrucciones de la mujer conejo, después de todos, ellos tenían superioridad numérica y solo necesitaban asegurarse que el príncipe estuviera a salvo con ellos para iniciar el ataque y capturar a estas perras.

Los soldados fruncieron el ceño mientras entregaban a las mujeres que estaban a punto de disfrutar.

"Creo que es tu turno" - dijo el líder de las tropas del imperio.

"Cierto" - asintió Delilah con una enorme sonrisa.

El líder del ejército tuvo un mal presentimiento cuando vio esto, pero ya era demasiado tarde.

Antes de que pudiera decir algo más, él sintió como algo atravesaba su cuerpo.

Con las pocas fuerzas que le quedaron, vio como debajo de sus pies, un grupo de lanzas salió.

El líder de los soldados sentía como perdía la consciencia antes de escuchar los gritos de sus subordinados, luego de eso él perdió la consciencia, terminando su existencia en este mundo.

Delilah vio en silencio como sus soldados empezaban a eliminar a todos los aliados del imperio, sin importarle si estos pertenecían a él, o no. No importaba si ellos pedían piedad, o rogaban porque los dejaran volver a sus aldeas, ellos ya habían elegido trabajar para el imperio y causar estragos a gente inocente, ahora tenían que pagar las consecuencias.

Los soldados de [Samsara] estaban disfrutando la masacre mientras los rehenes estaban temblando por el miedo de ver la masacre tan gráfica.

Zorzal se quedó en silencio mientras sentía como su corazón se rompía al ver que su última oportunidad, había desaparecido sin que pudiera hacer nada.

La batalla duró 30 minutos, tiempo que las tropas de [Samsara] lograron usar para aniquilar completamente las tropas del imperio, después de todo, ellos estaban cansados luego de invadir esa dimensión desconocida.

Delilah lentamente caminó hacia las celdas luego de asegurarse de que la batalla no lastimó a ninguno de los rehenes - "Lamento que tuvieran que ver algo como eso, pero era la única forma de poder salvarlos sin complicaciones"

Los rehenes se miraron entre ellos, confundidos por la situación general. En un momento, ellos estaban comprando o hablando con sus amigos, luego de eso estaban siendo atacados y capturados por lo que parecían ser criaturas de fantasía, para finalizar siendo transportados a una dimensión diferente donde habitaban todo tipo de razas diferentes.

"¿Nos vinieron a salvar?" - preguntó una mujer mientras miraba a Delilah y empezaba a llorar - "Gracias, muchas gracias"

Delilah sonrió cuando escuchó esto mientras les decía lo que ella haría ahora para prevenir que ellos se asustaran. Ella los movilizaría dentro de las jaulas hacia su ciudad porque no tenían las monturas suficientes para mover a toda esta gente por separado, y no podían simplemente hacer que los soldados cargaran a otra persona porque podría complicar la defensa contra emboscadas.

Los rehenes estaban un poco escépticos con esto, pero no era como si ellos pudieran hacer algo al respecto, después de todo, ellos eran simples personas sin entrenamiento.

"Si necesitan algo, solo tienen que pedirlo" - sonrió Delilah mientras sacaba un documento y empezaba a escribir - "Kurama-sama necesita saber esto"

"¿Kurama-sama?" - preguntó un hombre con sorpresa porque ese nombre sonaba demasiado japonés para ser una coincidencia.

"Es el dios de nuestra ciudad, y el hombre más amable que conocemos" - respondió Delilah con una sonrisa soñadora.

Las mujeres comprendieron de inmediato que la dura y bella general estaba enamorada de este "dios", mientras que los hombres no sabían qué decir, porque no se esperaba que en este mundo existiera un dios viviendo junto a los humanos.

"¿Los dioses no deberían estar en otro mundo?" - preguntó un hombre, confundido con las palabras de la chica conejo - "¿Segura de que no es alguien haciéndose pasar por un dios para engañarlos?"

Los soldados miraron con hostilidad al hombre que había dicho esas palabras porque él no solo estaba insultando a la persona que les había dado una segunda oportunidad, sino que estaba cagándose en todos sus esfuerzos por mejorar sus vidas.

"Escucha" - dijo Delilah mientras trataba de calmar a sus tropas - "Vamos a perdonar esta transgresión, solo porque eres nuevo en este mundo, pero si vuelves a decir o insultar a Kurama-sama, te prometo que nuestra amabilidad desaparecerá y tu vida será un infierno. ¿Quedó claro?"

"¡C-Como el cristal!" - exclamó el hombre con miedo porque podía sentir el instinto asesino de los soldados.

"Bastardo malagradecido" - murmuró una chica gato con desdén - "Si no fuera porque Kurama-nyama nos ayudó, ustedes todavía serían esclavos y las mujeres posiblemente hubieran terminado siendo tratadas como objeto para satisfacer a sus captores"

El hombre se quedó en silencio porque estas palabras fueron suficiente para hacer cambiar de parecer a los rehenes, después de todo, tenía sentido. Ese tal Kurama, era directa o indirectamente su salvador, y ellos tenían que tener al menos un mínimo de respeto por él.

"Bueno, ya que dejamos eso de lado, creo que es tiempo de que regresemos" - dijo Delilah mientras negaba con la cabeza.

* * * * *

"Terminó" - murmuró Kurama mientras leía el mensaje que Delilah le había mandado - "Lo que no me sorprende es que ese hombre intentara secuestrar civiles"

"Según leí, es algo normal en Zorzal durante sus conquistas" - respondió Tyuule con asco - "Él tiene un harén lleno de mujeres de clanes o especies que derrotó, las consideraba un premio por su esfuerzo"

Kurama sintió un profundo odio cuando escuchó esto, pero rápidamente se calmó porque esto también era algo normal en su mundo. Durante la guerra, todo era un premio para el vencedor, sea territorio, recursos naturales o la misma gente.