¿Quién será? Esa era la pregunta que rondaba la mente de una hermosa chica de cabello rojo mientras miraba la luna. Su nombre era Kushina, la hija de un comerciante más famosos de Japón, todo gracias a su amabilidad y buena ética.
Todas las noches, ella tenía el mismo sueño, ella junto a un hombre de cabello tan blanco como la nieve, tomados de la mano junto a un pequeño niño de cabello rojo y marcas en sus mejillas que simulaban bigotes de gato.
Cada vez que recordaba esas imágenes, un profundo calor invadía su corazón mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
Ella intentó hablar sobre esto con su madre, pero ella no sabía que decirle.
Kushina intentó expresar mejor su sueño con lujo de detalles, solo para notar como su madre tenía una sonrisa en su rostro cuando ella comentó al hombre en sus sueños.
"Estás enamorada enamorada, hija"
Kushina no supo como responder a estas palabras porque encontraba ilógico que ella se haya enamorado de un hombre desconocido en sus sueños, después de todo, él era un producto de su imaginación.
O al menos eso pensó hasta que lo vio durante una de las fiestas que su familia había organizado.
Kushina no pudo contener su sorpresa cuando vio al mismo hombre que ella había visto en sus sueños durante la fiesta de su cumpleaños.
Él estaba solo en el balcón de su hogar, mirando a las estrellas con melancolía.
Kushina podía sentir como su corazón latía con fuerzas, como inconscientemente caminó en su dirección, solo para escuchar su suave voz cuando ella estuvo cerca.
"¿No crees que la luna es hermosa?" - preguntó el hombre mientras continuaba observando el cielo.
"Lo es" - respondió Kushina mientras miraba al apuesto hombre de cabello blanco.
Él lentamente se dio media vuelta y observó a la chica con una sonrisa, una que ella sentía que había visto antes.
"Tú" - murmuró Kushina mientras sentía como su corazón latía con fuerzas - "¿Quién eres?"
"¿Yo?" - preguntó el hombre de cabello blanco mientras cerraba los ojos unos segundos - "Pronto lo sabrás"
El hombre sacudió la cabeza antes de retirarse, pero para su sorpresa, él sintió como la joven de cabello rojo lo tomaba de la manga de su traje - "¿Eh?"
"¡Ni se te ocurra dejarme, Kuro-chan!" - exclamó Kushina mientras se ganaba la mirada de todos los presentes - "¿Eh?"
Kushina rápidamente soltó al hombre mientras sus mejillas se teñían de un lindo color rosado, solo para sentir como su corazón latía a mil por hora.
El hombre de cabello blanco se quedó en silencio unos segundos antes de mirar a la mujer a los ojos.
"¿Cómo es que sé tu nombre?" - murmuró Kushina mientras reunía el valor de mirar al apuesto joven a los ojos - "¿Por qué es que te he visto en mis sueños durante las últimas semanas?"
Kurama se quedó en silencio antes de suspirar - "Lo siento, no puedo decírtelo"
Kushina se mordió el labio con cuidado y observó cada acción del hombre - "¿Por qué?"
"Porque todavía no es el momento" - respondió el hombre mientras negaba con la cabeza. Él lentamente caminó hacia la salida de la vivienda mientras Kushina lo seguía con la mirada.
"Kuro-chan" - murmuró Kushina mientras se disculpaba con todos los invitados y corría a su habitación.
Sus padres vieron esto con preocupación mientras el marido le indicaba a su esposa que siguiera a su hija.
"Hija" - dijo la mujer mientras tocaba la puerta de la habitación de su princesa.
Kushina rápidamente abrió la puerta y abrazó a su madre con lágrimas en los ojos.
"Hija" - murmuró la mujer mientras abrazaba a su bebé.
"Lo vi" - dijo Kushina mientras aumentaba la fuerza de su abrazo - "Él era la persona de mis sueños"
"!" - la madre de Kushina abrió los ojos en sorpresa cuando escuchó esto, solo para observar nuevamente a su pequeña - "¿Estás segura?"
"Su rostro, su cabello, sus ojos, su voz, todo era igual a mi sueño" - respondió Kushina con un susurró mientras miraba a su madre - "¿Por qué siento que lo conozco? ¿Por qué sé su nombre? ¿Por qué mi corazón me dolió cuando vi como se iba sin mirar atrás?"
La mujer no supo cómo responder a las preguntas de su hija, porque ella nunca pensó que algo como esto sucediera. Ella siempre pensó que su hija había soñado con un hombre imaginario, pero ahora se daba cuenta de que las cosas no eran tan simples como pensaba.
"¿Cómo se llamaba?" - preguntó la mujer.
"Kuro-chan, no, Kurama" - respondió Kushina mientras se sonrojaba al escuchar que inconscientemente lo estaba llamando por su apodo.
"Kurama" - murmuró la mujer mientras fruncía el ceño - "Ok, voy a intentar investigar todo lo que pueda, por ahora quiero que te prepares porque pronto será tu cumpleaños"
Kushina asintió con debilidad cuando escuchó esto, solo para sentir como su corazón parecía rogar por ver a Kurama una vez más.
* * * * *
Los días pasaron y el cumpleaños de Kushina había llegado, pero ella no estaba feliz, de hecho era todo lo contrario.
Kushina había estado teniendo sueños cada vez más reales, al punto que ya no sabía cuáles eran su vida real y cuáles eran una simple ilusión.
Su madre había estado empezando a perder la paciencia y los resultados de su búsqueda eran nulos. Ella no comprendía como no había rastros del hombre llamado Kurama, más con un nombre tan extraño.
"Me siento un poco extraña, Kaasan" - murmuró Kushina mientras miraba a su madre.
"Tranquila, todo estará bien" - respondió su madre.
Kushina estaba a punto de decir algo más, pero notó como todo pareció congelarse - "¿Eh?"
Ella miró los alrededores, solo para ver como las aves habían quedado congeladas en el cielo mientras volaban, como los niños parecían haberse quedado petrificados, como su madre había quedado tan quieta como una estatua.
"¡¿Qué está sucediendo?!" - exclamó Kushina, solo para abrir los ojos en sorpresa cuando vio al hombre que había la había atormentado todos estos días - "Kurama"
Kurama solo le sonrió en respuesta mientras la miraba directamente a los ojos.
Ella podía sentir como su corazón latía con fuerzas mientras caminaba en su dirección, pero se detuvo a a mitad del recorrido para fruncir el ceño.
"Sé lo que quieres preguntar, y sí, tu madre está bien, es solo que el tiempo está congelado" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros.
Kushina estaba a punto de decir algo más, pero su expresión cambió cuando sintió un agudo dolor en su cabeza. Sin que pudiera hacer algo para detenerlo, un sin número de recuerdos vinieron a su mente, solo para sentir una sensación cálida y relajante sobre su cabeza.
Ella lentamente levantó la mirada y notó como la mano de Kurama estaba brillando con un intenso color esmeralda, solo para abrir los ojos en sorpresa mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
"Kuro-chan" - murmuró Kushina mientras sentía como él acariciaba su mejilla - "¡Kuro-chan!"
"Kushi-chan" - dijo Kurama con una sonrisa mientras abrazaba a la joven de cabello rojo con delicadeza - "Por fin estamos juntos de nuevo"
"¡Kuro-chan! ¡Kuro-chan!" - Kushina no podía contener las lágrimas de felicidad al recordar al amor de su vida - "¡Kuro-chan!"
Kurama sonrió mientras escuchaba como la chica lloraba en sus brazos, como ella gritaba su nombre, como ella por fin lo reconocía.
"Kuro-chan" - lloró Kushina mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
"Esta vez no nos separaremos, Kushi-chan" - dijo Kurama mientras besaba a la mujer - "Esta vez por fin estaremos juntos por siempre"
"Hai" - asintió Kushina con una enorme sonrisa en sus labios. Ella no comprendía como esto sería posible, pero no negó las palabras de su amado porque ella sabía que el nunca le mentiría con algo así de importante.
"Vamos, Kushi-chan" - dijo Kurama mientras extendía su mano, pero no sin antes mirar a la madre de Kushina.
"¿Vas a usar eso?" - preguntó Kushina con una sonrisa.
"Por supuesto" - respondió Kurama con calma - "Después de todo, no puedo arrebatarles a su hija solo por mi deseo"
Kushina sonrió mientras veía como su esposo hacía una sello de manos.
"Onmyoton: Doppelganger" - dijo Kurama en voz baja mientras de la sombra de Kushina, una copia similar a ella aparecía.
"Me siento un poco mareada" - dijo Kushina con el ceño fruncido.
"Es porque esta técnica copia tus memorias y las transfiere a un clon sólido que mantiene parte de tu consciencia" - respondió Kurama con calma, para luego poner su mano en el estómago de la mujer - "Con esto ella podrá concebir un nuevo hijo y sin riesgos, incluso será mucho más resistente que un niño normal"
Él conocía a sus chicas, así que sabía que ellas se mantendrían leales a él a pesar de ser solo unos clones, es por eso que había pensado algunas formas de mantener la línea de sangre de los padres de sus chicas cuando estas renacían.
"Vamos" - dijo Kurama mientras Kushina sonreía y los dos desaparecían del lugar.
"Les deseo una feliz vida juntos" - murmuró el clon de Kushina con una sonrisa mientras miraba a su madre. Ella viviría la vida de Kushina hasta el día que muera y vuelva a la original - "Okaasan"
Listo, con esto la historia de [La Leyenda del Kyubi], ha terminado, pero eso no significa que este sea el final definitivo.
Ahora queda el volumen 4, un volumen que se concentra en una trama parecida a la de [Origen], con la diferencia de que todas son situaciones aparte de otras, en otras palabras, no están conectadas en lo más mínimo.