"Juro por dios que deberías de escucharnos más, Kurama-sama" - dijo Pakura mientras se levantaba con dificultad - "En estos momentos no siento mis piernas"
"Tu boca decía no, pero tu cuerpo eras bastante honesto" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos a la mujer - "En especial la parte donde no querías soltarme por mucho que rogaras piedad"
"!" - Pakura se sonrojó cuando escuchó esto, solo para desviar la mirada para que el pelirrojo no notara la vergüenza que sentía.
Kurama estaba a punto de decir algo más, pero guardó silencio cuando escuchó como alguien tocaba la puerta de la Embajada - "¿Tenías reunión con alguien?"
"En lo más mínimo" - respondió Pakura mientras negaba con la cabeza - "De hecho, organicé todas mis juntas y deberes para poder dejar estos días libres, cosa que agradezco porque no creo poder realizar mis labores en este estado"
"Sí, sí, culpa al hombre por dejarte en cama luego de una noche de sexo desenfrenado" - dijo Kurama mientras le giraba los ojos - "De hecho, tienes razón es mi culpa, supongo que no lo haremos en un buen tiempo"
"Oh no, ni siquiera lo pienses" - dijo Pakura con seriedad, solo para sentir como sus mejillas ardían con fiereza luego de escuchar lo que había dicho.
"¿Oh?" - Kurama le dio una sonrisa cuando escuchó el deseo de la mujer, aunque tuvo que calmarse cuando escuchó como tocaban nuevamente la puerta - "En serio, deberían de tener un poco de tacto..."
"En su defensa, yo estoy levantaba desde las 6 de la mañana y son las... ¡¿12?!" - exclamó Pakura con sorpresa.
"¡Pakura! ¡Estás en casa!" - se escuchó un grito desde fuera de la embajada.
"¡Oh dios, es Maki!" - exclamó Pakura con el rostro rojo - "¡Si ella descubre lo que hicimos, no dejará de molestarme!"
"¿No es mejor que se entere? O sea, ella te quiere más que nada en el mundo" - respondió Kurama mientras levantaba una ceja - "¿No debería a tener derecho de saber que ahora es parte de un clan?"
"Cuando lo dices así, noto que tienes razón, el problema es que conozco a Maki, y ella no parará de molestarme por al menos uno o dos meses" - respondió Pakura con seriedad, solo para escuchar como la puerta de la embajada a abrirse - "Cierto... le di unas llaves para que entrara en caso de emergencia..."
"¡Pakura! ¿Estás aquí, sí o no?" - preguntó Maki mientras caminaba en dirección a la habitación de la mujer de cabello verde.
"Mejor dile que sí estás, al menos así ella se calmará un poco" - dijo Kurama mientras la mujer asentía.
"¡Estoy en mi habitación!" - exclamó Pakura.
"¿Por qué no me respondiste si estabas en casa?" - preguntó Maki, y por el tono se notaba que estaba un poco irritada - "En serio, no creo que recién te estés despertando..."
"De hecho, recién me estoy levantando..." - respondió Pakura con vergüenza - "Digamos que ayer en la noche no dormí mucho"
"¿Oh? ¿A caso por fin diste ese último paso?" - preguntó Maki, quien por el volumen de su voz se notaba que estaba fuera de la habitación - "Y dime... ¿Cómo fue?"
"Preferiría no responder a esa pregunta" - respondió Pakura con sus mejillas rojas.
"Oh, vamos, eres mi madre, podemos hablar de cosas vergonzosas ahora que no soy una niña" - respondió Maki mientras abría la puerta, solo para quedarse congelada al ver como su madre adoptiva estaba con su torso desnudo, pero ese no era el problema, sino que ella no estaba sola.
"Hola, Maki, ha pasado un tiempo" - respondió Kurama mientras se rascaba la mejilla.
"Oh... Hola, Kurama-sama..." - respondió Maki mientras su mente volaba fuera del lugar.
"Creo que ella lo está tomando mejor de lo que esperábamos" - dijo Kurama con una sonrisa, solo para notar como Pakura le estaba dando una mirada en blanco.
* * * * *
"¡Lo siento!" - exclamó Maki con el rostro rojo.
Habían pasado 15 minutos desde que ella había entrado a la habitación de su madre adoptiva, tiempo más que suficiente para que la pareja se vistiera.
"¡Nunca pensé que estaría aquí, Kurama-sama!" - continuó Maki con vergüenza.
"Tranquila, solo estabas preocupada por Pakura" - respondió Kurama con una sonrisa mientras servía un poco de té - "Eso es algo bueno viniendo de un hijo"
". . ." - Maki intentó decir algo, pero rápidamente soltó un suspiro - "Nunca pensé que las cosas avanzaran tan rápido, o sea, solo habían comenzado su relación cuando yo salí a mi misión"
"El destino es algo misterioso, y eso es bueno porque así nunca sabemos que es lo que nos depara el futuro" - respondió Kurama mientras dejaba la taza de Maki delante de ella.
"Gracias..." - murmuró Maki mientras tomaba un sorbo de té - "¡Esto está delicioso!"
"Hojas de Té proveniente de Uzu, una delicadeza en muchos lugares de las Naciones Elementales" - respondió Kurama mientras colocaba la taza de té frente a Pakura - "¿Algo para comer?"
"Estoy hambrienta, así que espero algo delicioso" - dijo Pakura mientras veía como Kurama entraba nuevamente a la cocina - "Podría acostumbrarme a esto"
Pakura estaba sonriendo en estos momentos, pero su sonrisa desapareció cuando notó como su hija adoptiva estaba mirándola con una sonrisa - "¿Qué?"
"Nada" - la sonrisa de Maki solo creció cuando vio la expresión irritada de su madre - "OK, OK, no tienes que enojarte, solo estoy feliz de que por fin lograras encontrar tu felicidad, Pakura"
". . ." - Pakura se quedó en silencio cuando escuchó esto porque ella nunca pensó que sería feliz con un hombre a su lado, o al menos eso habría dicho si fuera la ella de cuatro años atrás.
"Te tomó tu tiempo, pero por fin tienes a esa persona que estará a tu lado" - dijo Maki mientras veía como el pelirrojo entraba con unos pequeños sandwich.
"Lamento no poder preparar algo más ostentoso, pero les aseguro que mis sandwiches no las decepcionarán, además, hice algo ligero porque pronto almorzaremos" - sonrió Kurama mientras ponía el plato sobre la mesa - "Pueden servirse"
"Gracias" - respondieron las dos mujeres mientras tomaban sus bocadillos, solo para gemir en placer al sentir el sabor que invadía sus bocas - "Oh..."
"Nada mal, ¿Eh?" - dijo Kurama con orgullo - "Se necesitan buenas manos para poder traer el sabor único de los ingredientes más comunes"
"Puedo asegurarte que tus manos son famosas en las Naciones Elementales, aunque no por preparar comida" - respondió Maki mientras Pakura le giraba los ojos. Kurama por su parte solo guardó silencio mientras negaba con la cabeza, esa era una reputación que le traía solo problemas.
"Mejor cambiemos de tema" - dijo Pakura porque tampoco le agradaba esa reputación tan vulgar que su ahora pareja tenía.
"Ok, no hablo más sobre eso" - dijo Maki mientras negaba con la cabeza - "Como sea, estoy feliz de que por fin comenzaran una relación, tal vez así, Pakura deje de molestarme con que consiga novio"
"Te equivocas, ahora que tengo pareja tengo aún más derechos para decirte que consigas la tuya" - respondió Pakura con seriedad - "No quiero que termines como yo, Maki, una Kunoichi que vivía solo por su trabajo y que termine sola..."
"Ok, voy a intentar conseguir un novio, solo deja de decir ese tipo de cosas tan deprimentes" - dijo Maki con el ceño fruncido - "Sin contar que ahora estás feliz, así que las cosas salieron bien"
"Cierto, las cosas salieron bien para mí" - asintió Pakura mientras tomaba la mano del pelirrojo, quien solo le respondió con una sonrisa.
"Ok, si van a empezar a entrar en su mundo personal, será mejor que me retire" - dijo Maki con celos porque a pesar de lo mucho que ella dijera cosas sobre no conseguir novio, en realidad ella estaba esperando al indicado, así como Pakura había conseguido al suyo.
"Lo siento, es solo que no se siente real" - dijo Pakura mientras sacudía la cabeza - "Como sea, supongo que ahora vendría siendo tiempo de que vayamos de regreso a Uzu"
"¡¿Te vas?!" - exclamó Maki con preocupación.
"Tranquila, solo voy por unos días para poder hablar con las demás miembros del clan Uzumaki" - respondió Pakura mientras miraba a su hija adoptiva - "Probablemente no volveré en dos o tres días, luego de eso continuaré mi trabajo como embajadora"
"Y-Ya veo..." - asintió Maki con vergüenza al notar como había sobre reaccionado - "¿Cuándo partirán?"
"Diría que luego de almorzar, así ella puede volver antes, ¿Qué te parece?" - preguntó Kurama con una sonrisa, solo para notar como la chica asentía con debilidad.
* * * * *
"¡Aja! ¡Yo gano!" - exclamó Anko con una enorme sonrisa mientras empezaba a celebrar.
"¿No podrían haberlo hecho antes?" - preguntó Tsunade mientras miraba al joven pelirrojo y la mujer de Suna.
". . ." - Pakura le dio una mirada en blanco a la rubia de Konoha, solo para bufar con desdén.
"Ok, lamento eso, es solo que hicimos una apuesta" - respondió Tsunade mientras se rascaba la mejilla.
"Ok, esto no me lo esperaba..." - respondió Pakura con neutralidad.
"Bienvenida a la familia, es extraña, algunas de nosotros tienen sus particularidades, pero nos queremos los unos a los otros" - dijo Kushina con una sonrisa forzada.
"Gracias... supongo..." - dijo Pakura mientras decidía ignorar todo lo relacionado con la apuesta.
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