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La cena de la discordia

Cuando Mary dijo que para la cena también estarían mis padres me sentí muy satisfecha porque aun que no lo crean estaba feliz con mi gran familia. Mi pequeño hermanito que nunca me había hablado, se acerco a mi y tiro de mi traje hacia abajo... el era muy tierno apenas tenia unos 8 años pero era un niño muy educado y atento a lo que veía a su alrededor.

-Disculpe señorita, quería preguntarle si ¿se quedara a vivir con nosotros en la mansión?-dijo dulcemente Iván.

-No, solo me quedare esta noche.-dije agachándome un poco para estar a su misma altura.

El pequeño me miro con un como de decepción -Pensaba que viviría con nosotros, así tendría con quien jugar y enseñarle mi colección de rocas,-dijo con entusiasmo.

-Bueno, puedes enseñarme tu colección de rocas cada vez que quieras y siempre que quieras jugar puedes llamarme y yo vendré a la velocidad de un rayo.-dije poniendo mi mejor sonrisa.

Estas palabras hicieron que Iván tuviera una sonrisa de oreja a oreja y eso me hacia muy feliz, Era nuestra primera conversación hacia que me había gustado que no era una pelea como me había imaginado que seria.

-Mis padres dicen que usted es mi hermana mayor, siempre quise una hermana pero nunca pensé que seria así de bella como usted.-dijo con sus pequeñas mejillas sonrojadas.

-Sabes Iván, al igual que tu siempre quise tener un hermano, pero mis padres adoptivos nunca me lo dieron, así Bill y Mary te tuvieron a ti y se cumplió mi sueño de tener un hermanito, y aunque se que nos acabamos de conocer se que seremos los mejores amigos.

El niño me dio un abrazo tan fuerte que pensé que me rompería los huesos.

-Lo siento... -se quedo un momento pensando y me pregunto- ¿como te llamas? aun no me has dicho tu nombre.

-Me llamo Katherina, pero mis amigos y familiares me dicen Kath.

-Ese nombre es bonito, pero no tanto, además yo soy especial así que te llamare por otro nombre, uno que yo solo tu hermano deba usar.

Al parecer el pequeño era todo un engreído pero era muy tierno, así que acepte que solo el me llamara por otro nombre. Al igual que Bill que me había puesto ´´Sanin´´ cuando era una bebe.

-Bueno, dime ¿como me llamaras tu?-pregunte al niño que se quedo pensativo unos segundo para después contestarme.

-Luna, así te llamare de hoy en adelante.-exclamo Iván con orgullo.

-Es bonito me gusta.-me agache un momento y le di un beso en la mejilla a mi pequeño caballero.

Iván se sonrojo y luego me abrazo.

Luego de varios minutos, Sam y Mia tocaron a el timbre. Así que me dirigí a la puerta para abrirles. Mi sorpresa fue tan grande al verlos acompañados de Carlos y Jonathan. Yo que pensaba que esta era una gran oportunidad para conocer mejor a mi verdadera familia.

Yo no quería distracciones, no hoy. Y con distracciones me refiero al imbécil e engreído de Jonathan, no se como lo hace pero entra en mi mente y se comunica conmigo de tal forma que solo yo se lo que habla, hace que me desconcentre fácilmente. Además no quería que estos idiotas hicieran un escandalo.

Debo conseguir otra forma de romper esta maldita conexión con estos dos, sin matarnos a los tres.

Cuando estaba con Mary el otro día en la biblioteca vi un libro muy antiguo, que trataba de hechicería antigua, talvez hay haiga algo que pueda ayudarme con esta situación.

Volviendo a la cema...

-Bienvenidos-digo totalmente asombrada.

-Oh querida- Gracias cariño- dijeron mis padres dándome un fuerte abrazo.

-Pasen, Mary esta en la cocina terminando de preparar algunas cosas y Bill esta en el salón frente a la chimenea- digo con la cabeza baja.

-Iré a saludar a Mary y ver si necesita ayuda.

-Yo hablare con tu padre.

Yo asentí y mire como los dos idiotas esperaban que los invitara a pasar.

-Se piensan quedar ahí petrificados o piensan pasar.-dije con total indiferencia.

-Buenas noches princesa, veo que ya has regresado a casa-dijo Jonathan con sarcasmo en sus palabras.

-Solo es una noche, ya mañana volveré a casa como de costumbre.

El solo asintió con una sonrisa y se dirigió al salón donde se encontraban Bill y Sam.

Eso es lo que mas odio de este imbécil, todo lo dice en tono sarcástico. Es un total y incompetente imbécil. Aun me cuesta creer lo que dijo Mary el otro día, que Carlos era el rebelde y no Jonathan. Yo pienso todo lo contrario. Además aun no se que paso realmente con Amanda, pero eso es para otro momento, ahora mismo solo espero que no haiga disputas románticas sobre la mesa.

Carlos aun estaba en la puerta esperando a que lo invitara a pasar.

-Vas a pasar, hace un poco de frio afuera.

Me gustaría hablar contigo antes de entrar, si n es mucha molestia para ti.

-No es una molestia - cerré a puerta detrás de mi y nos dirigimos a las escaleras, ahí tomamos asiento y el me miro con total seriedad.

-Sabes Kath, quería preguntarte algo, hace mucho, pero no sabia como... quería preguntarte ¿si en verdad sientes algo por mi, como yo lo siento por ti?.

Su pregunta ya la sabia hace mucho, lo que no sabia era la respuesta que debía darle.

-Bueno... yo de sentir, si siento algo por ti, pero aun no se lo que es...

-¿Sientes algo por Jonathan?

Ahí fue que me quede helada y no supe que contestar, lo que si sabia era que tenia que contarle lo que había pasado loa otra noche, la verdad, tal vez dejaría de hacerse ciertas ilusiones al igual que yo.

-Carlos, la otra noche yo... yo...-empecé a tartamudear.

-La otra noche se besaron, ¿no es así?

-Si ¿como lo supiste?-pregunte con cara de preocupación.

-Yo los vi, vi como tu reaccionabas a sus toques, a sus besos, y es por eso que necesito saber que es lo que siente por mi.

-Yo no quiero lastimarte... yo no se cuales son mis sentimientos hacia cada uno.

-Bueno, cuando lo descubras prométeme, prométeme que me lo dirás.

Me costaba creer que el fuera tan compresivo conmigo, yo en su lugar hubiera dado un ultimátum de ser así.

-Cuando lo descubra, créeme que serás el primero en saberlo.

-Gracias.

Me levante y ambos nos dirigimos a la entrada. Cuando entramos, ya la mesa estaba puesta. Me sorprendí lo bien que se llevaba Jonathan y Iván, parecían tan unidos y me preguntaba hace cuanto se conocían.

-Vamos a la mesa, ya la cena esta servida-dijo Mary.

-Ven pequeño campeón - decía Jonathan a Iván mientras le hacia cosquillas.

Carlos me agarro de la cintura y esto hizo que Jonathan se enojara bastante. El camino hacia su hermano y yo me interpuse entre ellos.

-Aquí no, chicos, en esta casa no habrán peleas románticas e estúpidas. No en casa de mis padres-susurre para que solo ellos pudieran escucharme. Ambos me miraron y se alejaron.

-Lo que tu digas, princesa-susurro en mi oído, se notaba bastante enojado.

-Porque lo haces enojar de esta forma, no dañes tu relación con tu hermano por una chica.

-No es por cualquier chica, es por alguien a quien esper mucho tiempo y no voy a permitir que la alejen de mi por un capricho.

-¿Capricho?

-¿Deberías preguntarle a quien te pareces, que tiene una obsesión tan grande contigo?

Sus palabras resonaron durante toda la cena en mi mente, apenas comí, ¿Que quiso decir con eso?¿A quien me parecía?

-Katherina!!!-llamo Bill un par de veces hasta que salí de mi trance.

-Mande-respondí algo confusa.

-¿Te encuentras bien? Parece que estuvieras en otro mundo.

-No, estoy bien... no es nada.... Sera posible que mañana temprano tenga el primer entrenamiento, necesito liberar algo de estrés-dije algo pensativa.

-Si quieres, yo puedo ayudar con eso- dice Carlos con voz coqueta. Todo lo que dice lo hace para molestar a su hermano

-A todo esto necesito entrena, no distraerme de mis obligaciones.

-Estoy de acuerdo contigo-dice Sam mirando a Bill, como si estuvieran tramando algo.

-Carlos, Jonathan quiero dejarle algo muy en claro y es que si mi hija no quiere estar con ninguno de los dos, ya se a porque son demasiado tóxicos o otra cosa, espero que no la sigan hostigando, porque de lo contrario, encontraran la ira de un Alpha.

Los ojos de Bill brillaron de amarillo muy intenso, advirtiendo la ira de un padre celoso.

-Yo solo quiero ganarme su corazón, su amor y que este a salvo- dijo Jonathan con total seriedad.

-A mi solo me hace que la quieres para añadirla a tu lista de conquistas-dice Carlos mirándolo muy enojado.

-La quiero de verdad, la quiero para mi-Jonathan se levanto de su asiento y se dirigió a su hermano quien estaba al otro lado de la mesa.

-Bueno, basta. No soy un objeto al que ambos pueden subastar, a ver quien da mas. Soy de carne y hueso y soy yo quien decide con quien estar, y con quien no. Así que les pido que se vayan de esta casa.

Ambos se quedaron mirándome, como si quisiesen decirme algo, pero no dijeron ni una palabra.

-Los quiero fuera AHORA!!!

-Ya oyeron a la Alpha, fuera de aquí.

Miro a Bill cuando dijo esas palabras. No estaba lista para ser Alpha, aun no había aprendido nada de nada.

Durante toda la cena ni Mary ni Mia dijeron nada. Era increíble como ellas solo escuchaban y se divertían con todo esto. Talvez ya sabían como iba hacer cuando dos mates se peleaban y se enfrentaban a los padres maniáticos, esto era todo un circo. Al final todo era un desastre, un total desastre.